viernes, 13 de agosto de 2010

Leandro Maidia - Buscando el relevo de Yoani Sánchez (tomado del blog de Zoé Valdés) y opinión del blogger

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(Tomado del blog de la escritora Zoé Valdés)

Buscando el relevo de Yoani Sánchez.

Leandro Maidia.

 

Hace tiempo me preocupa el fenómeno de la bloguera Yoani Sánchez. Como experto en asuntos cubanos que me considero, aunque sin mayores ínfulas, casi desde el principio seguí y apoyé sin fisuras su desempeño periodístico; es indudable que Yoani puede considerarse la pionera del movimiento blogger independiente dentro de Cuba, y este es un detalle que no debe ser pasado por alto.

Sin embargo, los tiempos han cambiado. Todo evoluciona. La emergencia de otros muchos blogueros residentes en Cuba, no oficialistas o que se oponen abiertamente al sistema comunista impuesto por los hermanos Fidel y Raúl Castro, ha abierto la escala de matices y enriquecido de manera considerable el movimiento blogger dentro de la isla. Ya no es sólo Yoani la que envía sus posts al exterior; ya no son los post que Yoani envía al exterior los más novedosos, audaces o atractivos. Una segunda generación de blogueros, en la que sobresalen nombres como Claudia Cadelo, Orlando Luis Pardo o Luis Felipe Rojas (esquinado y en materia de promoción discriminado en su natal Holguín), por mencionar sólo algunos ejemplos, ha tomado el relevo y “subido el nivel”, si me permiten utilizar el coloquialismo habitual en la mayor de las Antillas.

Para mi sorpresa, ante el fenómeno de esta nueva generación de blogueros, que en algunos casos ya roza los dos años de actividad, no ha habido una reacción entusiasta por parte de la comunidad cubana en el exterior ni de los medios internacionales. Se echa en falta para ellos una cobertura promocional y de apoyo directo como la que se le ha brindado a Yoani en los últimos cuatro años, y esto me parece sumamente perjudicial para el futuro cubano. Otra vez estamos contribuyendo a sentar bases para el caudillismo que tanto daño ha hecho a nuestras repúblicas, otra vez el personalismo secuestra el lugar que debería ocupar la sociedad civil en las personas de sus diversos integrantes. En vez de contribuir a expandir y diversificar el movimiento blogger en la figura de cada uno de sus miembros, o al menos de los más destacados, la comunidad en el exterior continúa concentrando sus apoyos, materiales, mediáticos y de relaciones públicas, únicamente en Yoani Sánchez, centrando en ella toda la cobertura, casi todos los premios y publicaciones y prácticamente toda la logística. Intentan convertirla en una especie de contrapartida de Fidel Castro sin entender que lo que necesita la futura democracia cubana no es más personalismo ni más líderes únicos, sino más repartición de poder e influencia, más diversidad, más pluralismo. No es que Yoani no tenga méritos, que los tiene; es que éstos han sido sobredimensionados mientras, interesadamente, o por los menos de manera miope, en general se ignoran los méritos de los otros bloggers dentro de Cuba. Todo pasa por ella, y así los demás blogueros se ven obligados a sobrevivir bajo su falda, creándose una relación de dependencia, artificialmente viciada.

En los últimos seis meses, la sobrepromoción a la figura de Yoani sufre un duro revés con el protagonismo de la vieja oposición cubana, la que siempre ha estado allí, que reverdeció laureles tras las huelgas de hambre de Orlando Zapata y Guillermo Fariñas, y la audacia sin par de las Damas De Blanco. ¿Y qué sucede entonces? Pues que de pronto, casi milagrosamente, es nuevamente Yoani la que se adueña de los focos, brindándole una cobertura prácticamente en exclusiva a estos eventos, ella que siempre se había mantenido al margen de las actividades opositoras. ¿Por qué, cómo es posible? Pues por razones idénticas a las que señalaba con anterioridad: la desproporcionada promoción y la concentración de toda la logística (dinero, medios técnicos, etc.) en manos de esta muchacha. Los otros blogueros y periodistas independientes habaneros, mucho menos los orientales como Rojas, no contaban con los recursos necesarios para viajar a Santa Clara y cubrir en vivo, trasmitiéndolos a Twitter y otros sitios de la Red, los últimos minutos de la huelga de Fariñas, por ejemplo.

Tan lejos ha llegado el fenómeno de la sobrepromoción de Yoani, que incluso algunos amigos cubanos me han confesado que no se atreven a criticar la desmesura por temor a que caiga sobre ellos sabe Dios qué sospechas, y peligre su credibilidad como opositores o comunicadores anticastristas, dentro y fuera de Cuba. Es por eso que firmo con seudónimo este llamado a la sensibilidad de los medios internacionales y del exilio cubano, en solidaridad con ellos y en apoyo a los demás bloggers dentro de la isla. Yo tampoco quiero que me señalen con un dedo y, definitivamente, el fenómeno Yoani Sánchez ha comenzado a hacer más daño que bien a la causa de la libertad.

(Autorizada la publicación de este artículo a quien pueda interesar).

—o—

No sé quién es este señor, lo he buscado en Google, pero todo me remite a este único texto que publica Zoé Valdés en su blog y autoriza a quien pueda interesarle. Lo he visto también referenciado por La Reina de la Noche.

Leandro Maidia se declara “experto en asuntos cubanos”. Sinceramente dudo que alguien pueda considerarse en esa categoría dada la imprevisibilidad que siempre (se comprende perfectamente que para nosotros no existe otro “siempre” que no sea el último medio siglo) ha sido manifiesta en la teoría y la práctica de la Revolución cubana.

Pero coincido con él en varias susceptibilidades con respecto a los blogs (semi) autorizados que operan desde Cuba.

En el principio fue El Verbo, y a mí me pareció correcto e inteligente que los textos escritos (o “supuestamente escritos”, otros dicen que los escribe el marido) por Yoani Sánchez no se adhirieran al léxico común que ha saltado desde la ofensiva-defensiva revolucionaria a la defensiva disidente (hablan exactamente igual, y esa es una de las razones que me impiden identificarme con ellos plenamente). Repito, pensé que era una persona inteligente.

No es que los hechos me hayan demostrado lo contrario, pero hay cosas que verdaderamente chirrían como las puertas de un castillo gótico lleno de fantasmas y vampiros. No sólo me siento totalmente escéptico al respecto sino que creo que ya todo conspira en su contra (y si hay una conspiración es por parte del poder mediático que, como gran puta de lujo, se acuesta con el mejor postor). En esto habría que preguntarse: ¿qué fue primero: el huevo o la gallina? No sé, tal vez quien escribe el texto, Leandro Maidia, experto en metafísica paranormal y otros absurdos, pueda contestar.

En contra de Yoani Sánchez pesa que (y mucho) que Ernesto Hernández Busto (Penúltimos Días) la haya tomado bajo su manto protector convirtiéndose en una especie de manager exclusivo (y cuando digo “manager” quiero significar con ello toda la línea de trabajo que ello representa), sacando (qui sait??), sino ventaja económica, al menos sí rédito para introducirse en la escala de personajes neutros que agradan a El País y el Grupo Prisa [otros personajes son Rafael Rojas y Antonio José Pontes (Encuentro y Diario de Cuba, y desde hace tiempo bastante visto por la Fundación Hispano-Cubana)]. Creo que esto es lo más negativo que le haya podido suceder a Yoani Sánchez. Pero desde el mismo principio, la tómbola está llena de papelitos doblados lo suficientemente bien como para que de cualquiera de ellos saquemos una sorpresa. Favorecida con el premio Ortega y Gasset (El País y Prisa), ya queda introducida y pagada para el resto de premios miméticos que se repìten como eso: las gracias de un mono (con el debido respeto a los simios). Se añaden la mamarrachería del duelo entre su marido y un agente de la Seguridad del Estado cubana y no sé hasta qué punto espontáneo u organizado acto de repudio recibido y su oportuna salvación de las garras del populacho. Se añaden las 12 plantas que tiene que subir y bajar cada día, aparentemente cientos de veces, de acuerdo a tanta actividad light política como se le atribuye y se anota ella misma. Se añade que, de pasar de la semi clandestinidad virtual a convertirse en una especie de institución, también virtual, que debe tener una agenda más apretada que la de cualquier ministro, va un Gran Salto hacia Adelante, como el de Mao, y todos sabemos lo que fue eso. Se añade que tiene una academia de blogueros en un país militarizado y super-represivo que se supone que no permite la continua reunión de más de cinco personas en una casa o ya lo considera sospechoso y comienza a investigar (yo soy un ejemplo viviente –-todavía—de esas medidas de recelo policial que fácilmente conducen a la Ley de Peligrosidad). Se añade la nebulosa de si verdaderamente se acerca, o se acercó, a los otros tipos de disidencia, porque es algo que nadie aclara razonablemente. Y a partir del tema de los ex-presos con licencias, deportados o simplemente mandados pa’l carajo, qué ha pasado con ella ahora: ¿la captó el Cardenal Ortega como Sierva de Jesús? ¿o ingresó en un convento dirigido por la abadesa Mariela Castro?

Se añade, finalmente, que ya muchos estamos cansados de que aparezcan salvadores y críticos que, además, son permitidos. Y por qué son permitidos? ¿Qué hay detrás de todo eso? ¿Cómo pueden mezclarse estas personas con personajes como Juan Juan Almeida, operativo de apariencia semi-defenestrado en busca de un abrazo familiar? ¿Son ellos los que verdaderamente tienen acceso a Internet dentro de Cuba? (Porque mis amigos y mi familia no lo tienen.)

No, bonita, los pendejos de nuestros culos ya son blancos, y no tienen fe.

© 2010 David Lago González

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