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viernes, 20 de mayo de 2011

¡Indignados de España, uníos! (2)

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© Tina Modotti, Workers Parade, 1926

© Tina Modotti, Workers Parade, 1926

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Elecciones municipales y autonómicas - El Movimiento del 15-M

¿Qué quiere Sol?

Los variopintos perfiles que confluyen en la acampada de indignados empiezan a dar forma a una lista concreta de reclamaciones que exhibir ante la sociedad

PATRICIA ORTEGA DOLZ / INÉS SANTAEULALIA - Madrid - 20/05/2011

http://www.elpais.com/articulo/madrid/quiere/Sol/elpepiespmad/20110520elpmad_2/Tes

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A escasos metros del Congreso de los Diputados ha surgido otro parlamento. Otra democracia nace de cero en el kilómetro cero y ha convertido la Puerta del Sol en una gran ágora. En vez de bancadas de diputados hay metros cuadrados de suelo; en lugar de presidente del Congreso hay un moderador que estudió Clásicas y que en la actualidad dice dedicarse a la interpretación.

La noticia en otros webs

A cambio de la mesa del Congreso hay un chaval que toma nota de lo que se dice y hace un resumen de cada tema antes de pasar al siguiente. No hay un orden del día sino una hoja con 24 puntos abiertos a aportaciones y propuestas que se suceden con solo levantar el brazo y que se aprueban agitando las manos como en el lenguaje de los sordomudos.

Existen comisiones por áreas (comunicación, asamblea, infraestructuras, alimentaria...), pero no en despachos sino debajo de tiendas de campaña, lonas o a la intemperie. Hay incluso corrillos, que no son en los pasillos sino en plena calle, en cualquier esquina. Acalorados y apasionados enfrentamientos dialécticos surgen como setas en la nueva ágora de la Puerta del Sol. Aguzando los oídos cualquiera puede ponerse al día de los temas más candentes de la actualidad. Los ciudadanos hablan.

"Consideramos leyes injustas la Ley de Extranjería, el Plan Bolonia, la Ley Sinde, la Ley electoral y la de Igualdad de género", suena por un megáfono que rula de mano en mano en la asamblea. "Hay que acabar con el apoyo estatal a la Iglesia", defiende una mujer de mediana edad. "Los rescates deben ir dirigidos a las familias desahuciadas y no a los bancos", vocea un joven. Una avalancha de propuestas de hora y media. "Estamos buscando un consenso de mínimos que nos aclare lo que estamos defendiendo", apunta el moderador.

Como en La autopista del sur de Cortázar, un hecho extraordinario ha creado una nueva realidad con una dinámica propia. La manifestación que el pasado 15 de mayo reunió a miles de personas indignadas por la situación sociopolítica y económica de España y la posterior acampada en el centro neurálgico de la capital, han dado lugar a un micromundo que se hace y gira al mismo tiempo, en sentido contrario al que venía siendo cotidiano.

Lo primero fue organizarse y garantizar las necesidades básicas. Lo segundo, ahora y ya, es articular un discurso que les permita explicar a la sociedad una queja global y generalizada contra las carencias del sistema democrático imperante

. Se trata de perfilar una protesta que ha sido capaz de aglutinar al amplísimo y heterogéneo número de personas que conforman este movimiento espontáneo.Un movimiento que, más allá de los presentes cada día en la Puerta del Sol, aúna todo un espíritu colectivo de desencanto y hartazgo que viene asolando a una parte de la población. El Movimiento 15-M se infla y se desinfla, sube y baja en función de las horas del día. Hay tres asambleas en cada jornada y una concentración.

En plena recta final de la campaña electoral, estas gentes, venidas de todas las partes de Madrid y ciudades limítrofes, guardan un as en la manga. Cierto es que ni ellos mismos saben aún cuál será la jugada. Ni si pintan espadas o pintan bastos, pero lo guardan como oro en paño y podrían ponerlo sobre la mesa en cualquier momento: "¿Qué haremos el domingo frente a las urnas?". La pregunta se la lanzaban entre ellos mismos, pero nadie daba una respuesta. De momento, lo que sí se ha votado masivamente en sentido favorable es la manifestación del sábado (día de reflexión), que ayer por la noche prohibió la Junta Electoral Central. En la asamblea de hoy Sol definirá cómo, cuándo y dónde.

Todo el trabajo y las reuniones de ayer se centraron, por tanto, en crear el germen de ese manifiesto de mínimos. Primero, los temas clave que les preocupan, luego las propuestas y después las votaciones. El resultado de ese proceso será una especie de programa marco que sustituirá al manifiesto original, que simplemente identificaba el movimiento, y que tratará de dar respuesta a la gran pregunta de los cuatro últimos días: los indignados no quieren las cosas como están, ¿pero qué quieren?

En las asambleas de ayer dieron su apoyo a una serie de propuestas que, sumadas a las que se han ido depositando en los buzones que tiene cada comisión, formarán la base sobre la que, después de someterse a votación, se tratará de elaborar el perseguido manifiesto de mínimos. He aquí algunas de esas reivindicaciones concretas:

- Abolición de leyes injustas. Suprimir y sustituir normas como la Ley Sinde, el Plan Bolonia, la Ley de Extranjería, la Ley de Partidos o la ley electoral. Y apoyan que las leyes clave que aprueben las Cortes vayan precedidas de un referéndum.

- Tercera República. Unos quieren un referéndum para votar monarquía o república, otros apuestan directamente por hacer desaparecer de la Constitución todo lo que tenga que ver con la Casa Real.

- Reformas fiscales. Abogan por "favorecer las rentas más bajas", por "que paguen más los que más tienen" y por "que el IVA sea un impuesto progresivo". Además, entre otras muchas cosas, quieren "que se establezca la tasa Tobin para gravar la especulación y el movimiento de capitales y que lo obtenido por esos impuestos revierta en políticas sociales". Se propugna asimismo "nacionalizar los bancos rescatados".

- Transporte y movilidad. Favorecer el transporte público y alternativo al coche, crear una red de carril bici, subvencionar el abono transporte a los parados.

- Reforma de las condiciones laborales de la clase política. Se aboga por la supresión de sueldos vitalicios, la formación reglada (que opositen), la revisión y balance de las políticas al concluir cada mandato, listas electorales limpias y libres de imputados por corrupción política.

- Desvinculación total de la Iglesia y el Estado y División de Poderes. La religión debe ser circunscrita solo a la intimidad y los jueces deben estar lejos de la política.

- Democracia participativa y directa. Apuestan por un funcionamiento asambleario en la base ciudadana (barrios, distritos...) apoyado en Internet y las nuevas tecnologías. Piden también participación en los asuntos relativos a la gestión de los presupuestos por las distintas administraciones. En general, descentralización del poder político.

- Mejora y regularización de las relaciones laborales. Básicamente se trata de acabar con la precariedad salarial y el "abuso" de los becarios, estableciendo un salario mínimo de 1.200 euros, con un Estado que garantice el empleo y la igualdad salarial.

- Ecología y Medio Ambiente. Cierre inmediato de las centrales nucleares y apoyo a las economías sostenibles.

- Recuperación de las empresas públicas privatizadas. La Administración debe de hacerse cargo de nuevo de la gestión.

- Fuerza del Estado. Reducción del gasto militar, cierre de las fábricas de armas y negativa a la intervención en cualquier escenario de guerra.

- Recuperación de la Memoria Histórica. Condena del franquismo.

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El movimiento crece

La organización establecida comienza a dar sus frutos y amplía su ámbito:

- Baños: Instalados para su solo uso nocturno.

- Punto Limpio: Destinado a separar basuras.

- Guarderías: Se ha creado una comisión específica para actividades infantiles.

- Cada comisión dispone de un buzón en el que dejar propuestas.

- De momento rechazan las donaciones, pero se habla de crear una cuenta bancaria que solo se usaría para pagar las multas impuestas a los detenidos.

- El movimiento quiere propagarse y exportar las asambleas a las plazas populares de los barrios.

- Para evitar personalismos se han impartido cursos de portavoz destinados a crear turnos de representantes cada cuatro horas.

- Zona libre de redadas: han creado una comisión de inmigración para atender a extranjeros sin papeles y evitar su detención.

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Y DIGO YO: “Somos apartidistas”. Yo también. Total, absoluto y profundo. Sin embargo, creo que los partidos deben existir, no impregnados con los dogmas estrictos de una religión, sino porque alguien, simplemente, debe gestionar la política de estado. Y bien.

Otra pancarta dice: “Políticos: somos vuestros jefes y os estamos haciendo un ERE” Perfecto. Un ERE, y un erre con erre cigarro, erre con erre barril, rápido corren los carros por la línea del ferrocarril.

El hijo de Cayo Lara, secretario de IU o del PCE (me da igual), está entre los manifestantes, según supe anoche por la televisión. ¿Forma parte de su rebelión generacional o está en representación del partido paterno?

El ítem de “el movimiento quiere exportar las asambleas a las plazas populares de los barrios” me suena con pavor a mi etapa cubana. ¿La guillotine?

Y por cierto, a los cubanos que me leen, yo lo siento, pero me parece mucho más importante actualmente opinar sobre lo que pasa aquí y ahora, que sobre un señor que se sube a una azotea en Marianao o a la ¿incomprensible? presencia multiplicada del pastor evangelista guiando la masa de la disidencia con proyección externa, simplemente porque yo vivo en Madrid y nunca jamás voy a volver a vivir a Camagüey (aunque sea mi ciudad de referencia) y porque, si en mi etapa cubana, ya no tenía nada que ver con aquella sociedad generada por el comunismo cubano, muchísimo menos tengo ahora puntos en común con ese país, o con lo que ha terminado siendo. Ojalá que los indignados nativos españoles no se indignen tanto como para confundirse al escoger y pierdan la inapreciable libertad de hacerlo.

© 2011 David Lago González

jueves, 19 de mayo de 2011

¡Indignados de España, uníos!

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“When The Fairy Tale Ends, Real Life Begins”

“When The Fairy Tale Ends, Real Life Begins”

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Elecciones municipales y autonómicas - El Movimiento del 15-M

Un día en la república de Sol

Los indignados acampados en el kilómetro cero construyen una pequeña sociedad espontánea y dan forma a su proyecto organizados de manera horizontal

INÉS SANTAEULALIA - Madrid - 19/05/2011

Ni la Junta Electoral Provincial, que decidió no autorizar la concentración convocada a las 20.00 de ayer en el kilómetro cero, ni la lluvia, que hizo su aparición al caer la noche. Nada pudo con la multitud de los indignados. La Puerta del Sol ya era una ciudad en miniatura apenas 12 horas después de que los miles de asistentes a la primera concentración del martes decidieran montar un campamento hasta el día de las elecciones.

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No es tarea fácil organizar la espontánea convivencia de cientos de personas, de procedencias diversas, desconocidas entre sí, en el centro de la ciudad, sin que la cosa se descontrole. Hay que comer, ir al baño, dormir, limpiar, protegerse del frío, comunicarse con los medios y aprovechar el momento histórico para intentar elaborar un discurso común. Y todo ello, sin jerarquías y sin reproducir los métodos del sistema que se rechaza.

Un mapa sitúa a todo el que accede a la plaza por la calle Preciados. Dónde está la zona de dormir, el puesto de comida o el de objetos perdidos. Ocho comisiones, divididas en múltiples subcomisiones y formadas por voluntarios, organizan la vida de los indignados. A veces centenares, como a primera hora de la mañana, a veces miles, como pasó ayer por segundo día consecutivo al caer la tarde y acercarse la hora de la concentración.

Las lonas para proteger del sol, o de la lluvia, fueron cubriendo los distintos puestos a lo largo de la mañana. "Información, sé que faltáis vosotros, no me olvido", dice un miembro de la comisión de infraestructuras, encargada de los cobertizos, al ver a sus compañeros bajo el sol del mediodía. Los cartones del suelo también fueron dejando paso a algunos sofás y colchones. La vida en el campamento se fue haciendo cada vez más confortable.

Los acampados, muchos con caras de sueño, pasaron el primer día en la plaza reunidos en las ocho comisiones -creadas el pasado lunes antes del desalojo policial- para tomar las primeras medidas. Los grupos están abiertos a todo el mundo. Un moderador se encarga de dar el turno de palabra y algunas citas se prolongan durante horas porque todo el mundo quiere hablar. Y a nadie se le niega la palabra.

- Comunicación. "Eso háblalo con prensa". En el pequeño nuevo Estado, bautizado según las bocas de metro como Plaza de la Solución, son pocos los que se atreven a hablar en su nombre y muchos los que derivan a los periodistas a la subcomisión de prensa. De comunicación también es la subcomisión manifiesto, pero la asamblea que se celebró en la madrugada del martes los dejó sin trabajo al decidir que, en lugar de crear uno nuevo, se continuaba con el discurso redactado el pasado lunes. La pegada de mensajes sobre la cúpula de metro de Sol también es una acción suya. Todo el mundo puede dejar su frase bajo un cartel gigante que advierte: "Si no nos vais a dejar soñar, no os vamos a dejar dormir".

- Información legal. Sobre la mesa del puesto están todos los periódicos del día. Un hombre ha prometido llevarles a diario y de forma gratuita toda la prensa nacional. En una farola está pegado un cartel con el nombre del abogado de guardia, que va rotando. Los miembros de la comisión legal no se cansan de repetir a los acampados la importancia que tiene recordar su nombre por si les detiene la policía.

- Información. Como a media tarde aún no les ha llegado un toldo, en información hace falta, por encima de todo, protector solar. Aguantando el sol como se puede, los miembros atienden a todo el que se acerca a informarse del movimiento. A los que les gusta la idea pueden firmar un documento de apoyo. Aún no han contado las firmas, pero a media mañana creían que ya llevaban "más de 2.000". La asamblea, como siempre, tendrá que decidir si las presenta en el Congreso o simplemente se quedan como respaldo a su iniciativa.

- Infraestructuras. Hacen falta lonas, cuerdas, latas de conservas y una o más neveras para conservar los alimentos. Un cuadrado rojo señala la urgencia de la demanda. En amarillo o verde, menos importante, están las cartulinas, las mantas o los rotuladores. Y con un doble rojo, necesario por encima de cualquier bien material, los jóvenes han escrito la palabra democracia.

La comisión de infraestructuras informó durante la asamblea que celebraron a primera hora de la tarde de que un empresario ha decidido dejarles cuatro baños químicos. Todo el mundo estalla en un aplauso. Los cuatro puntos construidos con contenedores sin fondo sobre alcantarillas no resultaban muy cómodos.

Además de colocar las lonas, de hacer un inventario de sus cada vez más numerosos bienes y de gestionar el puesto de objetos perdidos, los miembros de infraestructuras tendrán que vérselas también con la lluvia, que ayer cayó con fuerza durante unos minutos antes de la concentración y que hoy podría repetirse. "Haremos dos aguas con las lonas, impermeabilizaremos...", improvisa uno de los chicos mientras duda. Pero remata seguro: "Si la poli no nos echa, no lo va a hacer la lluvia".

- Cuidados. El martes por la noche se llamaba limpieza, pero ayer se decidió cambiar su nombre por cuidados. Es de las comisiones más activas. Da igual que sean las cinco de la mañana o de la tarde, en la plaza siempre hay alguien enganchado a una escoba. Aseguran sus miembros que algunos vecinos hasta les han ofrecido los baños de sus casas.

- Alimentos. Lolo dice, no se sabe si en broma o no, que venía a Sol a ligar y que sin querer acabó tras una puerta en horizontal que hace de mostrador en el puesto de alimentación. "Si quieres comer bien hay que estar cerca de la cocinera", dice con sorna. En el puesto se amontonan centenares de bocadillos que se reparten en cajas por la plaza. Todo son donaciones de vecinos y comerciantes de la zona. Hay agua y refrescos y nada de alcohol, al menos hasta que llega Javier Celdaña con su furgoneta. La Sidrería, dice en el lateral. En un momento monta una mesa y saca tres cacerolas enormes: fabada y macarrones. Y para beber, sidra. La plaza se llena de platos de fabes. "Me he levantado y he pensado, empieza la revolución, acabo de abrir el restaurante y ando mal de pasta, pero me importa un bledo, algo está cambiando", dice Celdaña acompañado por cuatro de sus trabajadores.

- Acción. Los indignados de acción apenas se dejaron ver ayer. Pero entre sus cometidos está uno de los más duros, el de hacer un cordón de personas alrededor del campamento para protegerlo en caso de una carga policial.

- Extensión. La comisión, dividida en 10 subcomisiones, se encarga de seguir y recoger todo lo que sale en Internet sobre ellos y transmitir a través de la red todo lo que pasa en la plaza. Se trata de extender el movimiento y hacerlo llegar lejos. A todo el mundo, dicen, para que la iniciativa no muera cuando se levante el campamento. "Aunque eso sea el domingo", apunta uno de los miembros, "o en un año".

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Y DIGO YO: Me aterra, me paraliza, me estremece, me asusta, me petrifica, y hasta me da náuseas, la palabra “revolución”. Se le llame así a las revueltas en los países árabes, al genocidio mutuo y alternativo de tootsies y hootsies, o a que alguien tenga flatulencias en Tanzania y las confunda con una explosión de descontento y justicia popular. Creo que pocos sabemos lo que en realidad supone una revolución: posiblemente algunos privilegiados como los franceses (que olvidaron la sangre y mitificaron la guillotina), los soviéticos, los chinos, los vietnamitas, los coreanos y… ¡los cubanos! Nadie se imagina el horror que se esconde tras la hermosura hechizante de una revolución. Y nadie puede calcular —porque la realidad transcurre a la velocidad de la luz— cuán rápido puede “la espontaneidad” tornarse en la imposición de un cambio —¡otra mágica palabra!— que a todas luces aparentes (actualmente LED para ahorrar energía y no contribuir al deterioro del medio ambiente) esté plenamente justificado.

Gritan “Democracia real ¡ya!” Pero es que el término “democracia” se lo adjudica cualquiera a estas alturas: la democracia no ha perdido su valor, es la palabra la que lo ha perdido. Lo mismo aparece en boca de Cayo Lara, Tomás Gómez, Esperanza Aguirre, Pedro Castro el de Leganés o Getafe, José Bono (cada vez más insufriblemente almibarado desde que es concuño de Raphael y luce en todo su esplendor el super-implante capilar), Sarkozy, la Merkel, Kim-Il-loquesea, Muammar Al Gadaffi, Fidel Castro entre babas y Raúl Castro con su voz aflautada (de flauta que se inhala, no que se sopla), o el mejor-ni-mirar General Chávez y su amiguito iraní (luego dicen que en Irán no hay homosexualidad: quizás hay homosexualidad fundamentalista totalitaria, y antiimperialista, claro).

Que Cayo Lara y los justificadores del stalisnismo-comunismo, o al menos mitigadores, digan que desde el principio sus jóvenes han estado entre el Movimiento deslegitima la independencia y neutralidad del mismo. Que Tomás Gómez “comprenda” las exigencias de los indignados (que parece ser que la indignación, o ésta en particular, es propiedad privada de la juventud) e intente en sus sosos discursos electorales capturar el voto de los que no van a votar, aparte de ridículo, constituye un oportunismo asqueroso. Que, como he leído en comentarios en Facebook, entre los manifestantes halla militantes del PSOE, no se entiende, a no ser que formen parte de los socialistas críticos. Que Gallardón diga que “el sistema no ha fracasado, sino el gobierno” vale, pero tanto el nacional como el municipal. Que halla carteles en contra de la censura, pero que se produzca acoso y derribo a la televisión de la comunidad madrileña (liderada, como se sabe, por el PP), se les impida hacer su trabajo de informar de forma literal al igual que los demás reporteros, aparezcan espontáneos que se interponen entre el micrófono y el cámara para llamarles “fascistas”, me parece que no deja en muy buen lugar a la libertad de expresión que tanto jalean. Que aparezca alguien de pronto gritando contra el bipartidismo me parece absurdo: si en España existe bipartidismo y dichos partidos han devenido en el más patético narcisismo y ambos están como jugando a las casitas, pero a ver quién destruye mejor la casita, es, desgraciadamente, porque el resto de partidos no ofrece tampoco posibles soluciones válidas o programas atractivos, o porque los dos mayores han constituido un monopolio político excluyente, asfixiante e intolerable. El bipartidismo no se soluciona anulando a los partidos mayoritarios, sino haciendo más enérgico y efectivo el pluripartidismo, que ya existe. Lo que no acabo de entender es, si realmente lo que se pretende es sustituir el pluripartidismo y el bipartidismo por el unipartidismo, o por el derrocamiento de toda forma de gobierno y convertir España en un estado anarquista, lo cual en sí mismo ya es una contradicción porque la anarquía es puramente individual, y si parte de la negación del estado, ¿cómo se entiende que vaya a constituir uno? La anarquía, políticamente hablando, es siempre la que da la nota: o mata al archiduque o jode la República.

Esta acampada –en mis tiempos, se llamaban “sit-ins”— “oportunamente” convocada y realizada en medio de la campaña electoral de las municipales (habría una total diferencia de opinión si se llegara a dilucidar si el detalle de lo oportuno ha sido espontáneo, ha salido libremente del Movimiento o ha sido inducido o sugerido por terceros por encima de la autovaloración política de tal movimiento), no se queda en los municipios. Sino que es un muchísimo más allá que apunte, “toma nota”, “ojo al dato”, advertencia, a todos los partidos políticos y a los dos mayoritarios (que no son mayoritarios por obra y gracia del Espíritu Santo, sino por razones concretas) de que, efectivamente, revitalicen sus hormonas en una refundación total y completa, en una renovación completa y profunda de las leyes electorales, que no se abandonen al facilismo del populismo y, en fin de cuentas, QUE TRABAJEN PARA NOSOTROS, QUE PARA ESO LES PAGAMOS.

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[Y, por cierto, por qué alguien no le hace el favor al nonagenario escritor Sr. Sampedro, que de pronto se convirtió en bocina de ese otro que escribió el panfleto “¡Indignaos!”, y lo lleva hasta la Puerta del Sol en una sillita de ruedas (claro, con todos los aditamentos del “sistema”: de ésas que hasta hablan solas) para que participe en la acampada de la indignación.]

© 2011 David Lago González