Mostrando entradas con la etiqueta Yoani Sánchez. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Yoani Sánchez. Mostrar todas las entradas

domingo, 28 de agosto de 2011

La frivolidad y la superficialidad

.

tumblr_lkh2mmUXyU1qc0cxpo1_1280

.

 

Hay una diferencia abismal entre ellas: la frivolidad es consciente, la superficialidad es congénita. ¡Hasta Boris Izaguirre se pone serio y habla de política!

.

BORIS IZAGUIRRE Gente

Chávez y sus 'cadenas'

BORIS IZAGUIRRE 27/08/2011

http://www.elpais.com/articulo/revista/agosto/Chavez/cadenas/elpten/20110827elpepirdv_12/Tes

La última semana de agosto me encuentro en Caracas, rodeado de las distintas tormentas tropicales que conforman el temible huracán Irene. Las tormentas tropicales no asustan a los caraqueños, al aparato eléctrico lo llaman rayos y la lluvia es algo que destroza favelas en buena parte de la ciudad y peinados en la otra parte. Pero en la creencia de que el sistema montañoso que rodea la urbe les protege de cualquier contrariedad meteorológica, los caraqueños van de un sitio a otro, consumiendo gasolina casi gratis. Es cierto que la inseguridad les trae de cabeza, y reaccionan ante ella con una insólita mezcla de resignación y violencia. Asumen que el hecho de ser asaltado por bandas de armamento semimilitar "forma parte de una estadística" que engorda titulares periodísticos donde se asegura que en Caracas en los últimos años han muerto más personas que en la guerra de Irak.

El presidente no puede evitar que sus discursos en la tele parezcan un 'reality'

La oposición comenta que se le detectó el cáncer en una liposucción

En medio de todo ese bululú tropical, Caracas tiene sus otras preocupaciones y distracciones. Por ejemplo, las llamadas Cadenas, los discursos televisados del presidente Hugo Chávez. Ocupan sin límite de tiempo toda la programación televisiva y radiofónica, tanto pública como privada. El jueves 24 pude ver una Cadena donde se entregaban en directo pisos de 72 metros cuadrados a oficiales del Ejército nacional, al mismo tiempo que se emitía el Consejo de Ministros de esta semana. A pesar de ser un discurso presidencial, Chávez no puede evitar que la televisión lo convierta en un reality político-militar, con apetitosos ingredientes como la visita en directo al piso de 72 metros que enseña el ministro de Defensa con la propietaria, una teniente de apenas 26 años, casada, con un hijo y padres minusválidos. La cámara va enseñando las tres habitaciones con idéntico mobiliario y colchas (los caraqueños, chavistas o no, militares o civiles, duermen bajo potente refrigeración), mientras Chávez interroga a la afortunada sobre sus valores, su año de graduación y qué perspectivas ve para el socialismo de su país. "Excelente", responde la teniente. Y el ministro marca una equis inmensa en la carpeta que lleva en sus manos. La emisión regresa al Consejo, donde Chávez arremete contra el capitalismo: "Causante de todo lo que está pasando ahora en Europa y en Estados Unidos. He estado viendo cómo el presidente de Francia y la cancilleresa (sic) alemana están obligando a constitucionalizar un tope de gasto para la obra social, mientras nosotros, humildemente, lo estamos ampliando". Los ministros presentes, que son más de veinte en torno a una mesa ovalada de brillante caoba, le aplauden. Chávez pregunta, porque no le ve, dónde está el vicepresidente de Finanzas. "Tiene gripe", informa otro de los vicepresidentes (hay más de seis) y el líder bolivariano se contraria. "Que se cure y pronto", ordena.

Hugo Chávez tiene cáncer y recibe radioterapia en La Habana. Se ha rapado el pelo y su aspecto actual es... difícil de definir porque es la viva imagen del cuento infantil El traje del emperador. Nadie se atreve a describir cómo se ve. Porque está enfermo, porque se le teme mucho o porque a líderes como él se les termina por construir una burbuja donde flotan sin saber realmente qué se piensa de ellos. La oposición a su régimen insiste en que su enfermedad no es cierta. "Es una estrategia para presentarlo como superviviente en las próximas elecciones", asegura una voz disidente desde su programa de radio. ¡Un líder superviviente! Otros dejan colar que Chávez detectó su cáncer durante el posoperatorio de una liposucción. A esa parte de la oposición no le asombra el hecho de que el líder socialista no se resistiera a la vanidad capitalista. "Lo indignante es que, siendo el presidente del país de las misses, se opere en otro régimen", declaran.

En Caracas atienden las Cadenas esperando oír qué va pasar con Gadafi. Pero Chávez no suelta prenda sobre si lo acogerá o no en Venezuela. Decepcionados, la oposición venezolana se ha volcado en la boda de la duquesa de Alba, que por esas maravillas del mundo es una nueva líder global para mujeres y hombres maduros también en esta parte del mundo. "Tiene lo que hay que tener", asegura una madre divorciada de 46 años. "Una se pasa la vida creyendo que el verdadero amor es el primero, el de muchachita, y ahora con la duquesa te das cuenta de que te puede llegar a los 80 años". Otro alaba su capacidad negociadora: "Ha hecho concesiones, a 100 millones de euros por hijo, pero ha conseguido lo que quería". A chavistas y opositores les ha apasionado la lista de invitados de la boda en la Casa de Alba. Enloquece que la duquesa invite a su enlace a todos sus hijos, pero también a los ex de sus hijos y los actuales cónyuges. Algunos recuerdan que a la reina Sofía no le gustan este tipo de familias que son mezcolanza y afecto. "Cayetana Fitz-James es tan aristócrata que lo es también para este tipo de relaciones", detalla un boliburgués, que son los nuevos ricos del régimen bolivariano. "La duquesa necesita este matrimonio para comprobar en primera persona cómo ha cambiado su país desde su último matrimonio", expone un chavista experto en ¡Hola! "Si en los años setenta todavía se podía mantener una cierta privacidad, hoy la cultura de la celebridad democratiza hasta a la Casa de Alba", afirma. "Esta boda debería ser una Cadena", concluye.

-OO-

En cambio, la de la oreja Sinde se pone a hablar de Pablo Milanés, que parece que es el Nóbel del momento.

Y ¿quién es “querido Pablo”?

Y ¿quién es Pablo?

Y ¿quién es Pablo Milanés?

Y ¿quién es Silvio Rodríguez?

Y ¿Amaury Pérez, Vicente Feliú, Van-Van, Ñacata-tata-agua?

Incluso, ¿quién es Fidel Castro, sino el espejo vuelto del revés, la parte que ya a nadie interesa?

(Su hermano siempre fue un asesino burdo de voz afeminada, del que no vale la pena hablar.)

.

Yoani Sánchez - Querido Pablo

http://www.elpais.com/articulo/opinion/Querido/Pablo/elpepiopi/20110827elpepiopi_5/Tes

-OO-

 

Adiós, que me vuelven las fiebres.

viernes, 1 de julio de 2011

CUBA ES UN PAÍS LIBRE Y AVANZA POR LA SENDA DE LA RECUPERACIÓN

.

dmitry ligay 1

Dmitry Ligay

.

Eso es lo que se desprende después de haber leído el artículo (aquí) –bien pagado, mientras muchos de los verdaderos trabajadores de El País cobran sueldos indecorosos— de Johanna and her visions sobre la situación en ese país que desgraciadamente nos une por origen. Artículo que poco tiene que ver con la realidad a pie de calle (y no la de las pequeñas zonas acotadas para la observación superficial e indiferente del turismo, sobre todo del que va en busca de los órganos de placer femeninos y masculinos). En fin, Cuba y los cubanos son libres, libres no: libérrimos, y tanto lo que ella misma ha estado diciendo hasta el día de ayer como la imagen que presenta La Gran y Única Disidencia (o contra revolución) desde que Fidel atacara el Cuartel Moncada por allá por el medioevo… todo eso, es pura mentira, pura maniobra imperialista yanqui.

Da la casualidad –las comparaciones son odiosas, pero también llamativas— que ahora que por fin Las Vascongadas (qué antiguo y facha suena eso!!!), el País Vasco, Euskal Herria, Euskadi, o como coño se llame porque ya me pierdo entre tanto nombrecito, comienzan también a ganar su libertad (usurpada desde que los reinos de Navarra y todos los mini reinados de la península ibérica decidieran, o se impusieran unos a otros, concluir en una nación llamada España --reinados, repúblicas y franquismos aparte)… digo y vuelvo, o al revés, recuperan su libertad gracias a Bildu & Company (y el evidente modelo marxista-leninista cubano que albergan en sus mentes), según la Yoani de marras el archipiélago mayor de Las Antillas comienza también a sentir la brisa de la libertad.  Y tienen la misma edad.

Así que ahora –que Cuba avanza también por la senda de un extraño evangelismo posiblemente proveniente no sólo de Estados Unidos sino también de Venezuela (lo he sospechado últimamente viendo los aquelarres organizados en Caracas para que Chávez se salve del cáncer) —alcemos nuestras voces al Cielo (¿El Cielo Protector?), y todos unidos en monolítica plegaria roguemos porque El Cambio Pastelero Cubano (que comenzó en el 89 tras la caída del bloque soviético de mano de la monstruosa y sibilina intelectualidad cubana) de por fin sus frutos, y Yoani pueda finalmente “permutar” su piso en la planta 14 sin ascensor por una mansioncita en el Reparto Biltmore, al lado de Silvio Rodríguez o de Teddy Bautista (SGAE española).

Au revoir, muchachitas…

.

© 2011 David Lago González

***

miércoles, 22 de junio de 2011

Yoani Sánchez y Silvio Rodríguez: dos fabuladores al unísono

.

4488036794_33b9c0acfa

.

NO voy a rebajarme a opinar acerca de esta gente. NO vale la pena. NO se puede hablar de ellos ni analizarlos desde una posición inteligente y digna. El viejo fabulador al unísono con la nueva Esopo. Son, como canta la otra descarada milanesa, tomando versos de Martí: “de un mismo pájaro las dos alas”.

4677553054_bb4f27670c_b

Johanna en su “escuelita paga” (como se decía hasta principios de los 60) en un país donde se supone que no se permite la reunión de personas.

http://www.elmundo.es/america/2011/06/21/cuba/1308685645.html 

Banksy, Lenin on Rollerblades, 2003, spray paint stenciled on canvas

Banksy, Lenin on Rollerblades, 2003, spray paint stenciled on canvas

Silvio Rodríguez, al que hace miles de años miráramos como el Bob Dylan de nuestra generación, después de sus varias traiciones (al movimiento hippy cubano al principio de los 70, por ejemplo, en lo cual participó activamente desde “los órganos de puntería”), en una imagen en que ofrece una extraña simbiosis física con Raúl Castro.

http://www.elmundo.es/elmundo/2011/06/22/cultura/1308726168.html

***

jueves, 2 de junio de 2011

TOO MUCH

.

IMG 019

.

 

Estoy a punto de pensar que Todo El Mundo conspira contra mí. Este paseíto hasta divertido de La Bloguera Mayor de La Colonia se me clava en pleno estómago. Quiero escribir, debo escribir, tengo que escribir a esa Defensora del Lector de El País para que me defienda como lector (cosa que Johanna Sánchez no es por razones obvias de falta de libertad) y como español en su momento engañado por el cónsul (año 1980), pero me atrevo a sospechar que ella gusta más defender a la Cuba oficial y oficiosa y a cualquier ramificación de Bildu. Debería demandar a aquel cónsul –cuyo nombre ya me dijeron— y elevar ¿mi plegaria? a la Ministra de Exteriores. Debería, debería, debería…

DLG

--o--

TRIBUNA: YOANI SÁNCHEZ

Fábrica de españoles

YOANI SÁNCHEZ 02/06/2011

http://www.elpais.com/articulo/opinion/Fabrica/espanoles/elpepuopi/20110602elpepiopi_5/Tes

.

A Jorge le falta la certificación de nacimiento del abuelo canario para recibir su nueva nacionalidad en la Embajada española de La Habana. Solo a dos puertas de su casa, Evarista lleva tres años con los trámites varados mientras espera el acta matrimonial de sus ancestros maternos. El próximo agosto, Maritza -que vive encima de la bodega- partirá con sus dos hijos menores de 21 años a probar fortuna en Oviedo; abordará el avión con su nuevo pasaporte comunitario logrado a través de la llamada ley de nietos. Por todo el barrio la gente hurga en los cajones, busca las viejas fotos familiares, reconstruye un árbol genealógico que hasta ayer era solo pasatiempo de gente obsesionada con el abolengo. Los cubanos miran cada vez más hacia atrás y hacia afuera, desempolvan sus vínculos con la Península. No hay sitios más dinámicos y concurridos en este país que los consulados, ni posesión más preciada que un pariente que alguna vez habló con la zeta.

Miles de personas solicitan la nacionalidad española para escapar de Cuba

Somos una isla que se va, que escapa y ni los cantos de las tímidas reformas económicas logran dejarnos amarrados al mástil nacional. Cuando se cancela un camino de huida, la presión interna empuja para que aparezcan otros. Hace un par de años el derrotero pasaba por Ecuador; en aquel tiempo todavía no era necesario que contáramos con un visado para llegar hasta ese territorio sudamericano. Y allá se marcharon miles de compatriotas, de los cuales una parte logró saltar finalmente hacia suelo norteamericano. Otros siguen -aún hoy- atrapados entre su estatus ilegal en aquellas tierras y la imposibilidad de entrar nuevamente como residentes a su propio país. El sendero de la fuga pasó también a través de Rusia. Amigos y conocidos nos contaban que en breve volarían hacia Moscú, cuando bien sabíamos que no tenían a nadie por aquellos lares, ni real interés de quedarse a vivir en la que una vez también fue nuestra metrópoli. Y entonces apareció la ruta inversa de Cristóbal Colón, el turno de la tercera generación nacida en las tierras de ultramar, que retorna ahora a la patria de sus abuelos. La esquina que hacen las calles Cárcel y Zulueta, donde ondea la bandera rojiamarilla, se ha convertido en un sitio de peregrinación para quienes quieren partir. La fila de espera es inmensa, los custodios revisan todos los papeles antes de dejar pasar, el sol del mediodía caribeño no hace desistir a nadie.

Entre las grandes paradojas que marcan nuestra realidad, se destaca la de un discurso oficial sumamente nacionalista en contraposición con los extendidos sueños de emigrar que acaricia la mayoría de los cubanos. Una verdadera obsesión por partir recorre el país y no distingue edades ni filiación política. Hasta en las filas del Partido Comunista se han tomado medidas para detener la estampida, impidiéndole a sus militantes que comiencen los trámites de la nacionalidad española. El resultado no ha sido el esperado: muchos prefieren renunciar a su carné antes que esconder los papeles de la abuela gallega o del padre andaluz. El fracaso tiene así una forma clara de manifestarse en la emigración. A eso le llamamos "votar con los pies", es la peculiar forma de mostrar la inconformidad que hemos encontrado.

Mientras, el mar sigue siendo una opción. Las embarcaciones ya no son tan improvisadas como las que surcaron las aguas en 1994 durante la crisis de los balseros. Un GPS cuesta alrededor de 300 euros en el mercado informal y es la pieza clave para enrumbar proa hacia La Florida. En algunos parajes intrincados de la costa norte, siguen llegando las lanchas rápidas en las que los exiliados mandan a buscar a su familia. El riesgo es enorme para los tripulantes y los tripulados, pero cuando de irse se trata, pocos valoran el peligro. Se sabe de personas que han sido interceptadas -ya sea por los guardacostas norteamericanos o por los cubanos- al menos una docena de veces y no obstante siguen intentándolo. Es como si un potente imán tirara de ellos hacia fuera o, más acertadamente, como si una fuerza de repulsión los empujara desde adentro.

Quienes tienen hijos pequeños o le temen a los tiburones exploran nuevas sendas. Hacerse con la nacionalidad de otro país es una de ellas. Se les ve recorriendo los juzgados, los archivos, las oficinas que expenden certificaciones de nacimientos o actas matrimoniales. Hacen un periplo para el que deberán llevar buena dosis de constancia a prueba de todo tipo de tropiezos.

Pero no importa. Después, cuando todo el dossier del abuelo esté completado, irán a su cita en el consulado de la calle Zulueta. Callados, atentos, esperarán a las afueras del majestuoso edificio hasta que logren entrar. Son decenas, cientos, miles de solicitantes cada semana. Si se mira desde la acera de enfrente, desde el mismísimo Museo de la Revolución que está a solo unos metros, parece que estamos ante una producción continua. Entran a raudales por una puerta siendo cubanos y salen mostrando el documento que los reconoce ciudadanos de otro lugar. Hasta caminan diferente cuando dejan atrás la amplia verja, parecen más ligeros, menos nerviosos, más españoles.

.

Yoani Sánchez, periodista cubana y autora del blog Generación Y, fue galardonada en 2008 con el Premio Ortega y Gasset de Periodismo. © Yoani Sánchez / bgagency-Milán.

miércoles, 1 de junio de 2011

PERO ¿QUÉ COÑO ES ESTO?

.

MADRID 02

Madrid, Inscripción en muro

.

PERO ¿QUÉ COÑO ES ESTO?

.

¿Ahora es fotógrafa también? ¿Se graduó de Licenciatura en Fotografía Paranormal en la Universidad de Upsala? ¿Será también jurado del próximo torneo canino a celebrarse en Cortina D’Ampezzo el próximo invierno?

¿QUIÉN Y QUIÉNES ESTÁN DETRÁS DE TODO ESTO? Si ella puede hacer todo eso, quiere decir entonces que CUBA ES VERDADERAMENTE UN PAÍS, NO LIBRE, SINO LIBÉRRIMO, y España, toda la Unión Europea y el Globo completo deben aprender que la “democracia comunista” de los Hermanos Castro es LA VERDADERA Y ÚNICA DEMOCRACIA VÁLIDA. ¡Chicos de la República del Sol, tomad buena nota! Aquí está mi cabeza para cuando queráis guillotinarme. Fdo. La María Antonieta de Embajadores.

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Por favor, os ruego: ejecutadme!!!!!!!!!!!!!!

DLG

-o-

.

Yoani Sánchez

"El arte es meterse en problemas, ponerse en riesgo, señalar la injusticia"

Bea ESPEJO | Publicado el 01/06/2011

http://www.elcultural.es/noticias/BUENOS_DIAS/1701/Yoani_Sanchez

Yoani Sánchez participa en la exposición Face Contact, la mayor colectiva del festival PHotoEspaña que inaugura hoy.

.

Yoani Sánchez (La Habana, 1975) recuerda con estupor un 13 de agosto de 2002, día del cumpleaños de Fidel Castro. "En la radio, un locutor de voz engolada decía 'hoy es el cumpleaños de la patria'. Esa fue la gota que colmó la copa. A partir de ese momento, comencé a tratar de crearme un espacio de expresión. Participé en varias revistas digitales hasta que encontré la maravillosa herramienta de una bitácora virtual, donde soy mi jefa de redacción, mi directora general y hasta mi censora". Habla de Generación Y, el blog más controvertido y leído de Cuba que puso en marcha en abril de 2007. Desde entonces, Yoani Sánchez se ha convertido en la nueva figura de oposición cubana, aunque ella reniega de colgarse etiquetas: "Yo me veo como una ciudadana independiente que se cree en el derecho de decir lo que piensa". Precisamente eso, la trae estos días a Madrid. De la mano de su compatriota Gerardo Mosquera, el nuevo comisario del festival PHotoEspaña, esta bloguera participa en la exposición Face Contact, la gran colectiva en el Teatro Fernán Gómez, y forma parte del jurado del concurso on line de retratos con webcam. Se define como una "fotógrafa minuciosa de la palabra", como una "retratista de la realidad". Su manera de ver el mundo da fe de ello.

P.- Generación Y, dice de su blog, está inspirado en gente con nombres que comienzan por "i griega", nacidos en la Cuba de los 70 y 80 y marcados por las salidas ilegales y la frustración. ¿Cuál es su finalidad?
R.-Si en un principio era una terapia personal para exorcizar los demonios del miedo, la apatía y la inacción, con el tiempo mi blog se volvió una plaza pública a donde acudían miles de comentaristas, también se hizo una referencia para el tema cubano. Ahora siento que tengo una responsabilidad, pero eso no me hace perder la libertad para escribir, experimentar con la palabra, mirar.
P.- Nada más entrar en el blog, una frase de Serrat desconcierta: "Tú saldrás de esta cochambre de muertos de hambre". ¿Qué mensaje cifrado hay ahí?
R.-En esa canción se relata la relación de una madre sobre protectora con su hija a la que imagina un brillante porvenir. Lo curioso es que en Cuba muchas familias proyectan el futuro de sus hijos de una forma muy diferente a la idea que se tenía del hombre nuevo en las primeras décadas del proceso revolucionario. Escapar de la isla casi a cualquier precio se ha vuelto una ambición bastante generalizada, de ahí que tristemente muchos padres preparan a sus hijos e hijas para que se desposen con un extranjero. Cientos de miles de cubanos están atrapados ahora mismo en un dilema doloroso: quedarse aquí para mantener sus raíces o partir hacia otra latitud donde podrían dar frutos, prosperar, desarrollarse humana y profesionalmente.
P.- Usted se fue a Suiza un tiempo y luego regresó. Decidir quedarse no debió ser fácil. Hace unos días Gerardo Mosquera decía sentirse "inxiliado" en su propio país.
R.- El "inxilio" es esa burbuja donde muchas personas viven dentro de la isla para eludir la participación casi obligatoria en el vértigo de la política. Siempre es preferible esa postura a la de quienes aplauden oportunistamente. En mi caso me siento más bien una cimarrona que ha escapado del cepo institucional. Gerardo Mosquera es una referencia obligada cuando se habla de la crítica de artes plásticas en Cuba. Nos une el amor por Cuba y cierta tendencia a la desobediencia.
P.- Michelle Obama decía hace apenas un par de meses, cuando le entregaba el premio Women of Courage, que siempre ha seguido adelante pese a ser perseguida. Podría ser una bonita definición de Cazadores cazados, su trabajo en PHotoEspaña. ¿Cómo lo llevó a cabo?
R.- Cazadores cazados es una colección de fotos que he hecho a mis perseguidores. Agentes de la seguridad a quienes les han dado la misión de acosarme con su presencia. Se trata también de un intento de ponerle rostro a todos aquellos que desde la sombra nos intimidan y hostigan. Cuando apreté por primera vez el obturador frente a uno de esos policías vestidos de civil, sentí un miedo tremendo, pero él también se atemorizó. De manera que mis fotos sobre esa temática intentan trasladarle al cazador el temblor de la presa, contagiar al depredador impune con el miedo de la liebre que ni siquiera puede correr para escapar.
P.- Y, ¿qué le interesó del retrato?
R.- Su capacidad de apresar ese segundo en que todo el interior de una persona se hace visible en un gesto, una mirada, una sonrisa, un simple y leve ademán.
P.- ¿Qué es lo mejor y lo peor de la cultura cubana?
R.- Lo mejor anda encuadernado en libros de poesía, proyectado en algunos filmes y expresado en fotos, carteles y más recientemente en la web. Lo peor es el silencio cómplice de muchos, la máscara que pretende mostrar un país que nunca ha existido. Ahora mismo ha ocurrido un verdadero escándalo en las artes plásticas cubanas, cuando el pintor Pedro Pablo Oliva ha sido expulsado de la Asamblea Provincial del Poder Popular en su Pinar del Río natal y su casa taller mandada a cerrar. La reacción de sus colegas de pinceles, de los artistas que han compartido con él exposiciones, clases y proyectos, ha sido -en la mayoría de los casos- el mutismo cómplice con el poder. Eso tiene que cambiar. El arte es meterse en problemas, ponerse en riesgo, señalar la injusticia.
P.- Dice que cada premio que recibe, que son muchos, la protege que también con ellos entra a formar parte de un expediente que quizás la lleva a un tribunal…
R.- En Cuba no solo está penalizada la discrepancia sino también la prosperidad. A las autoridades de mi país les molesta mucho que aquellos ciudadanos que ellos se empeñan en mostrar como seres insignificantes, pueda empoderarse a partir del crédito y los recursos que proveen los reconocimientos internacionales de prestigiosas instituciones. El castigo consiste en campañas mediáticas para desacreditar a las personas, la prohibición de salir del país a recoger esos premios, la vigilancia permanente, el aislamiento y una atmósfera amenazante que lo hace a uno creer que se está volviendo paranoico. Mi esperanza es que en mi país los cambios se logren antes del día que deba enfrentarme a esa farsa judicial.

.

--O--

 

Se nota que a Rafael Rojas nunca lo expulsaron de ninguna universidad cubana… Me pregunto si es historiador o estúpido.

DLG

.

TRIBUNA: RAFAEL ROJAS

Reforma y represión en Cuba

RAFAEL ROJAS 01/06/2011

http://www.elpais.com/articulo/opinion/Reforma/represion/Cuba/elpepiopi/20110601elpepiopi_4/Tes

.

Uno de los mejores efectos del pasado congreso del Partido Comunista de Cuba es que, más allá de su limitada propuesta de cambio institucional, funcionarios y académicos de la isla comienzan a sentirse más cómodos en el lenguaje reformista. La autonomía empresarial, la contratación de trabajadores, la dilatación del mercado interno, la atracción de capitales inversionistas, la compra y venta de automóviles y casas y hasta la flexibilización de los viajes hacia y desde Cuba son demandas que se manejan cada vez con menos inhibición en la vida pública insular.

Sin democratización política no podrá fraguarse la modernización económica

El régimen presenta a los opositores como enemigos de Raúl y del cambio

La reforma económica impulsada por el Gobierno de Raúl Castro, a pesar de su timidez y lentitud, no carece de oposición en los sectores más ortodoxos de la clase política cubana. Esos sectores, sin embargo, no cuentan con suficiente fuerza dentro de la burocracia partidaria y, mucho menos, dentro del Gobierno y el Ejército como para detener el proceso reformista. A juzgar por los últimos meses, esta vez la resistencia a la mínima apertura no recurrirá al giro de timón -poco probable con un Fidel Castro anciano y convaleciente- ni al sermoneo ideológico en medios oficiales sino, exclusivamente, a la represión de la oposición interna.

Con el aval de las excarcelaciones de los 75 de la primavera de 2003, que le disminuye la presión internacional, el Gobierno de Raúl Castro se concentra en realizar arrestos breves y preventivos de opositores -alguno que otro precedido de golpizas- y en facilitar el escarnio y la estigmatización de blogueros y periodistas independientes en medios oficiales.

Un editorial de Granma del pasado 15 de mayo, titulado Fabricar pretextos, retomaba el principal argumento de la primavera de 2003: las críticas de la oposición preludian un ataque enemigo. No importa que se trate, justamente, de críticas y no de bombas o, tan siquiera, de llamados a la violencia.

Muchos defensores y críticos de la reforma económica, dentro y fuera de la isla, comparten la idea de que para preservar lo que entienden por socialismo -partido único, control gubernamental de la economía, la sociedad civil y los medios de comunicación, ideología de Estado...- es indispensable que la apertura se produzca sin cambios institucionales en el sistema político. Lamentablemente, los reformistas que así piensan prefieren tolerar la represión antes que importunar a quien puede promover la reforma misma: el Gobierno de Raúl Castro.

La peor consecuencia de este arreglo entre reformistas e inmovilistas es que asume la oposición al Gobierno como oposición a la reforma, cuando no necesariamente es así. Buena parte de la oposición lleva décadas demandando pacíficamente algunas de las mejoras en los derechos económicos y civiles que podría adoptar el régimen de la isla. Al presentar a los opositores como enemigos de la reforma, el régimen reinventa una vez más la categoría de "contrarrevolucionarios". Estos últimos no serían, ahora, los enemigos de Fidel y la Revolución sino los enemigos de Raúl y la Reforma.

Es interesante observar en el lenguaje de los blogs y publicaciones oficiales y en la propia jerga legal y penitenciaria que acompaña los últimos episodios de represión, esta transferencia de la enemistad a Raúl, al Partido y a la supuesta "voluntad de cambiar" de ambos. Los opositores comenzarían, entonces, a ser tratados como enemigos del cambio, como actores políticos que boicotean la apertura, lo cual es un modo eficaz de cuestionarlos como interlocutores de la comunidad internacional y la ciudadanía insular. A ese fin está dirigida la estrategia mediática del poder cubano.

No hay otra explicación coherente para gestos autoritarios tan burdos como difamar al líder laico Dagoberto Valdés, impedir la salida del país a la bloguera Yoani Sánchez y al escritor Orlando Luis Pardo Lazo, expulsar al pintor Pedro Pablo Oliva del Parlamento provincial o al estudiante Henry Constantín de varias universidades. Solo el deseo de eliminar a toda costa cualquier liderazgo autónomo de la sociedad civil y de evitar que el mismo se vuelva referencial, dentro y fuera de la isla, explica ese comportamiento represivo.

Lo curioso es que son los propios represores quienes insisten en que esos liderazgos no son tales, que carecen de verdadera proyección pública.

En los medios intelectuales estas exhibiciones de fuerza crean un dilema moral. Muchos intelectuales, que en los últimos años han avanzado en la defensa de espacios relativamente autónomos dentro de la cultura, se ven confrontados por la intolerancia oficial. Una intolerancia que se ejerce contra otros, los opositores, y que discrecionalmente los exceptúa, pero que funciona como trazado de límites, como advertencia de lo que no deben hacer o decir si quieren continuar gozando del privilegio de esa limitada autonomía. A juzgar por la escasa solidaridad pública de los intelectuales con las víctimas de la represión, el método ha sido exitoso.

En el fondo, el engranaje entre reforma y represión en Cuba tiene su origen en la convicción oficial -que como toda convicción refleja intereses- de que una liberalización de la economía cubana, por mínima que sea, generará tensiones sociales que, en vez de ser liberadas por medio de una democratización política, deben ser férreamente controladas por el poder. Esa es la principal enseñanza que las élites insulares han sacado de la experiencia china, en contraposición a la soviética, donde la simultaneidad entre perestroika y glasnost produjo, a su entender, el suicidio del comunismo.

Pobre lectura del pasado y equivocada interpretación del presente. Es cierto que en China y Vietnam la liberalización económica no se dio acompañada de democratización política, pero allí la reforma se impulsó tras un ajuste institucional nada insignificante del Estado y cuando el proyecto comunista gozaba aún de consenso interno. En la Cuba de la segunda década del siglo XXI, la mezcla de una reforma económica insuficiente y un inmovilismo político represivo no va a generar una modernización como la china o la vietnamita. La fractura social y el hartazgo creciente de la población van a impedirlo.

Rafael Rojas es historiador cubano

domingo, 6 de marzo de 2011

Selección de Selecciones

.

“Lower the curtain, the farce is played … ” 11 September 1834 by Honoré Daumier

(“Lower the curtain, the farce is played … ” 11 September 1834 by Honoré Daumier)

.

Leo en Facebook, en el muro de noséquién (“que te quito del feisbuh, ay que te quito del feisbuh…”), que la súper-guay-cool-mega-meta seleccionada internáutica Yoani Sánchez declara para Radio Martí –pero ¿por esto no cogían preso a cualquiera en Cuba? ¿en qué quedamos?— que The (Cuban Official) Beastie Boys se “apreparan” para sacar un paquete (a six pack, ummm….) de medidas con el fin de controlar y censurar algo que no existe en Cuba: INTERNET.

En el wall de esa persona, que ya ni me acuerdo quién era, escribí estas palabras. Como cuando Simon y Garfunkel escribían “words written on the subway walls”, el tren pasará sin detenerse y tan veloz que no dará tiempo a nadie a leerlas:

“Controlar internet a los pocos que tienen acceso a ella (PERMITIDOS POR EL ESTADO), o sea, que es una represión selectivamente seleccionada para los seleccionados a la crítica seleccionada para que "seleccionen" mejor lo que seleccionan como material seleccionado para una censura seleccionada.”

…y así, encima de una abstracción garabateamos otra, y otra y otra y otra, y al final Javier Mariscal y Fernando Trueba (con mucho amor, eso sí hay que subrayarlo) terminan dibujando Chico y Rita, y nadie sabe nada.

© 2011 David Lago González

sábado, 5 de febrero de 2011

Tan lejos de El Cairo. (Y de Cuba misma también…)

.

5385073501_2d8e7c0566_b

.

Tan lejos de El Cairo. (Y de Cuba misma también…)

(http://www.elpais.com/articulo/opinion/lejos/Cairo/elpepuopi/20110205elpepiopi_5/Tes)

 

Solamente voy a hacer referencia de la Tribuna desde donde Joannie lanza su voz al mundo (o al País) –ahora se me ocurre pensar que igual Bob Dylan escribió “Visions of Johanna” presintiendo que ella iba a nacer algún día –para especular contestando una pregunta que la filóloga con agente en Milano se formula --o como diría ella, imitando el léxico oficial militarista, “se plantea”.

“¿Por qué en Cuba no ocurre algo así?” Inquiere, un tanto lamentosa. Si yo hace 30 años que vivo en libertad y fuera de aquella pecera de peces y moluscos muertos, y no se me ocurre extrapolar situaciones que, aunque existan casuales coincidencias aisladas, no tienen nada que ver con la Revolución, su comunismo y la de-generación que ha motivado y la idiosincrasia cubana –aun en los tiempos en que sólo existían los creoles –no tiene puntos en común con el carácter del mundo árabe, salvo en el aspecto más machista del parecido remoto, cómo te vas a considerar capaz de rellenar media plana de un periódico cuya política de actuación y proyección ya me resulta más intrincada y sorprendente que la del propio presidente del Estado español. Algo sí tengo que reconocer en ti, y es la osadía. Es como Madonna cuando empezaba: a mí me gustaba porque, en fin de cuentas, era una descarada y ni su música ni ella misma valían un comino más allá de su desfachatez para imponerse, pero hoy me harta. Tú me gustaste durante una o dos semanas cuando de cierta forma te mantenías virgen y aparentemente espontánea y fuera de un tono patriotero que yo también detesto, que es ése de envolverse en la bandera cubana y gritar ¡Viva Cristo Rey! Pero ya después te institucionalizaste, como sucede con todo en Cuba, y te caíste del caballo (o de El Caballo, para ser retro-facha). Como Madonna, que se ha convertido como en un país en sí misma.

Además, para vender (o malvender), te adornas del pintoresquismo rancio, manido y facilón de siempre, introduciendo en la coctelera detalles como los tableros de Ifá (que no sé qué coño son), los babalaos, las barajas, los mogotes de Viñales, la arena fina, el mar desnudo y las caracolas, o Varadero y el melao. Te faltó la chiva también. Y por qué nos tienes que reducir a todos a esa imagen de caderas cimbreantes, como si todos fuéramos iguales y meneáramos el culo al mejor postor.  Ay, chica, ni siquiera Miguel Barnet pisa tanta inmundicia común.

Ahora bien y para terminar, aparte de lo ya dicho, ¿tú sabes por qué en Cuba no ocurre “algo así”? Porque antes de ti y después de ti, hay mucha gente como tú. Gente que no se manchará de sangre, pero que desde hace rato ingresaron –incluso puede que algunos sin ni siquiera darse cuenta –en La Comisión de la Neutralización para sentar las bases de la supervivencia continuada. Y es justamente contra esa continuación de lo mismo pero parecido, contra lo que parece estar alerta una buena parte del mundo árabe.

 

© 2011 David Lago González

 

PD. ¿Hasta cuándo se va a estar dando la falsa imagen de que toda la población cubana está al tanto de las disidencias que se disputan una continuidad metaforizada cuando al ciudadano de a pie prácticamente ya ni sabe lo que en realidad le interesa o quiere, salvo algo que caiga del Cielo como los milagros?

domingo, 5 de septiembre de 2010

Vote Yoani for Goddess!!!!!!!!!!!!!!

.

ramotostada

.

Esta chica no va a parar hasta terminar estampada sobre una camiseta.  Ya lo veréis.

Pero hoy no cojo lucha: hoy es domingo.  En realidad es un día cualquiera pero yo quiero darle una importancia especial.  Que no la tiene, que se la invento.  ¿Y qué?  Si la gente se inventa cosas más inverosímiles continuamente y no solamente se las cree sino que llega a hacer que otros también se la crean.  La Historia es así.  Otra cosa luego es “la pequeña historia”, que es la que a mí me gusta.

Acabo de leer que Yoani Sánchez es periodista.  Lo he leído en El País.  El País es un periódico.  Centro-izquierda.  Reconocido, con una reputación sólida.  Lo prefiero a El Mundo (centro-derecha) porque éste a veces es tan amarillo que siempre parece que el mundo se va a acabar al día siguiente.  Y nada, el mundo sigue su marcha.  Los (estúpidos) periodistas que invirtieron horas y años estudiando una carrera deberían protestar porque ya cualquiera es periodista.

Y a los disidentes cubanos no los entienden y se les rechaza porque reproducen el mismo léxico patriotero del militarismo, y ese tono y muchas de esas palabras están identificadas con el franquismo, porque todas las dictaduras emplean la elementalidad de los sentimientos.  Y aquí, hablar continuamente de la patria y sus valores suena a derecha, rancia, pobre, poco imaginativa, que comprendo a Zapatero que cuando el triunfo del Mundial se pasó no sé qué tiempo intentando no pronunciar la palabra “bandera”, porque él identifica las banderas con el boato franquista.  Yo lo comprendo, a mí me pasa lo mismo con el trapo cubano y el busto hidrocefálico de José Martí, y no vuelvo a cantar el himno nacional ni aunque los marines de Abuh Griar (no sé cómo se escribe) me torturen.  Y ven?  Ven como todo es lo mismo?

NO, hoy no.  No quiero hablar de Leire, la cosa más cercana a la imagen de la guaricandilla que he visto jamás (ella no habrá nacido en Cuba????), ni de esta inminente calcomanía pectoral que se nos echa encima, ni de los putos disidentes ni de nada.  Riego las plantas, desayuno, y me voy a comer con mi familia brasileira.  ¡Cuánto quisiera, joder, poder tener una vida normal!

David

Y NO SOY PERIODISTA, aunque lleve dos blogs que cuido con esmero.

.

viernes, 13 de agosto de 2010

Leandro Maidia - Buscando el relevo de Yoani Sánchez (tomado del blog de Zoé Valdés) y opinión del blogger

.

6372223

.

(Tomado del blog de la escritora Zoé Valdés)

Buscando el relevo de Yoani Sánchez.

Leandro Maidia.

 

Hace tiempo me preocupa el fenómeno de la bloguera Yoani Sánchez. Como experto en asuntos cubanos que me considero, aunque sin mayores ínfulas, casi desde el principio seguí y apoyé sin fisuras su desempeño periodístico; es indudable que Yoani puede considerarse la pionera del movimiento blogger independiente dentro de Cuba, y este es un detalle que no debe ser pasado por alto.

Sin embargo, los tiempos han cambiado. Todo evoluciona. La emergencia de otros muchos blogueros residentes en Cuba, no oficialistas o que se oponen abiertamente al sistema comunista impuesto por los hermanos Fidel y Raúl Castro, ha abierto la escala de matices y enriquecido de manera considerable el movimiento blogger dentro de la isla. Ya no es sólo Yoani la que envía sus posts al exterior; ya no son los post que Yoani envía al exterior los más novedosos, audaces o atractivos. Una segunda generación de blogueros, en la que sobresalen nombres como Claudia Cadelo, Orlando Luis Pardo o Luis Felipe Rojas (esquinado y en materia de promoción discriminado en su natal Holguín), por mencionar sólo algunos ejemplos, ha tomado el relevo y “subido el nivel”, si me permiten utilizar el coloquialismo habitual en la mayor de las Antillas.

Para mi sorpresa, ante el fenómeno de esta nueva generación de blogueros, que en algunos casos ya roza los dos años de actividad, no ha habido una reacción entusiasta por parte de la comunidad cubana en el exterior ni de los medios internacionales. Se echa en falta para ellos una cobertura promocional y de apoyo directo como la que se le ha brindado a Yoani en los últimos cuatro años, y esto me parece sumamente perjudicial para el futuro cubano. Otra vez estamos contribuyendo a sentar bases para el caudillismo que tanto daño ha hecho a nuestras repúblicas, otra vez el personalismo secuestra el lugar que debería ocupar la sociedad civil en las personas de sus diversos integrantes. En vez de contribuir a expandir y diversificar el movimiento blogger en la figura de cada uno de sus miembros, o al menos de los más destacados, la comunidad en el exterior continúa concentrando sus apoyos, materiales, mediáticos y de relaciones públicas, únicamente en Yoani Sánchez, centrando en ella toda la cobertura, casi todos los premios y publicaciones y prácticamente toda la logística. Intentan convertirla en una especie de contrapartida de Fidel Castro sin entender que lo que necesita la futura democracia cubana no es más personalismo ni más líderes únicos, sino más repartición de poder e influencia, más diversidad, más pluralismo. No es que Yoani no tenga méritos, que los tiene; es que éstos han sido sobredimensionados mientras, interesadamente, o por los menos de manera miope, en general se ignoran los méritos de los otros bloggers dentro de Cuba. Todo pasa por ella, y así los demás blogueros se ven obligados a sobrevivir bajo su falda, creándose una relación de dependencia, artificialmente viciada.

En los últimos seis meses, la sobrepromoción a la figura de Yoani sufre un duro revés con el protagonismo de la vieja oposición cubana, la que siempre ha estado allí, que reverdeció laureles tras las huelgas de hambre de Orlando Zapata y Guillermo Fariñas, y la audacia sin par de las Damas De Blanco. ¿Y qué sucede entonces? Pues que de pronto, casi milagrosamente, es nuevamente Yoani la que se adueña de los focos, brindándole una cobertura prácticamente en exclusiva a estos eventos, ella que siempre se había mantenido al margen de las actividades opositoras. ¿Por qué, cómo es posible? Pues por razones idénticas a las que señalaba con anterioridad: la desproporcionada promoción y la concentración de toda la logística (dinero, medios técnicos, etc.) en manos de esta muchacha. Los otros blogueros y periodistas independientes habaneros, mucho menos los orientales como Rojas, no contaban con los recursos necesarios para viajar a Santa Clara y cubrir en vivo, trasmitiéndolos a Twitter y otros sitios de la Red, los últimos minutos de la huelga de Fariñas, por ejemplo.

Tan lejos ha llegado el fenómeno de la sobrepromoción de Yoani, que incluso algunos amigos cubanos me han confesado que no se atreven a criticar la desmesura por temor a que caiga sobre ellos sabe Dios qué sospechas, y peligre su credibilidad como opositores o comunicadores anticastristas, dentro y fuera de Cuba. Es por eso que firmo con seudónimo este llamado a la sensibilidad de los medios internacionales y del exilio cubano, en solidaridad con ellos y en apoyo a los demás bloggers dentro de la isla. Yo tampoco quiero que me señalen con un dedo y, definitivamente, el fenómeno Yoani Sánchez ha comenzado a hacer más daño que bien a la causa de la libertad.

(Autorizada la publicación de este artículo a quien pueda interesar).

—o—

No sé quién es este señor, lo he buscado en Google, pero todo me remite a este único texto que publica Zoé Valdés en su blog y autoriza a quien pueda interesarle. Lo he visto también referenciado por La Reina de la Noche.

Leandro Maidia se declara “experto en asuntos cubanos”. Sinceramente dudo que alguien pueda considerarse en esa categoría dada la imprevisibilidad que siempre (se comprende perfectamente que para nosotros no existe otro “siempre” que no sea el último medio siglo) ha sido manifiesta en la teoría y la práctica de la Revolución cubana.

Pero coincido con él en varias susceptibilidades con respecto a los blogs (semi) autorizados que operan desde Cuba.

En el principio fue El Verbo, y a mí me pareció correcto e inteligente que los textos escritos (o “supuestamente escritos”, otros dicen que los escribe el marido) por Yoani Sánchez no se adhirieran al léxico común que ha saltado desde la ofensiva-defensiva revolucionaria a la defensiva disidente (hablan exactamente igual, y esa es una de las razones que me impiden identificarme con ellos plenamente). Repito, pensé que era una persona inteligente.

No es que los hechos me hayan demostrado lo contrario, pero hay cosas que verdaderamente chirrían como las puertas de un castillo gótico lleno de fantasmas y vampiros. No sólo me siento totalmente escéptico al respecto sino que creo que ya todo conspira en su contra (y si hay una conspiración es por parte del poder mediático que, como gran puta de lujo, se acuesta con el mejor postor). En esto habría que preguntarse: ¿qué fue primero: el huevo o la gallina? No sé, tal vez quien escribe el texto, Leandro Maidia, experto en metafísica paranormal y otros absurdos, pueda contestar.

En contra de Yoani Sánchez pesa que (y mucho) que Ernesto Hernández Busto (Penúltimos Días) la haya tomado bajo su manto protector convirtiéndose en una especie de manager exclusivo (y cuando digo “manager” quiero significar con ello toda la línea de trabajo que ello representa), sacando (qui sait??), sino ventaja económica, al menos sí rédito para introducirse en la escala de personajes neutros que agradan a El País y el Grupo Prisa [otros personajes son Rafael Rojas y Antonio José Pontes (Encuentro y Diario de Cuba, y desde hace tiempo bastante visto por la Fundación Hispano-Cubana)]. Creo que esto es lo más negativo que le haya podido suceder a Yoani Sánchez. Pero desde el mismo principio, la tómbola está llena de papelitos doblados lo suficientemente bien como para que de cualquiera de ellos saquemos una sorpresa. Favorecida con el premio Ortega y Gasset (El País y Prisa), ya queda introducida y pagada para el resto de premios miméticos que se repìten como eso: las gracias de un mono (con el debido respeto a los simios). Se añaden la mamarrachería del duelo entre su marido y un agente de la Seguridad del Estado cubana y no sé hasta qué punto espontáneo u organizado acto de repudio recibido y su oportuna salvación de las garras del populacho. Se añaden las 12 plantas que tiene que subir y bajar cada día, aparentemente cientos de veces, de acuerdo a tanta actividad light política como se le atribuye y se anota ella misma. Se añade que, de pasar de la semi clandestinidad virtual a convertirse en una especie de institución, también virtual, que debe tener una agenda más apretada que la de cualquier ministro, va un Gran Salto hacia Adelante, como el de Mao, y todos sabemos lo que fue eso. Se añade que tiene una academia de blogueros en un país militarizado y super-represivo que se supone que no permite la continua reunión de más de cinco personas en una casa o ya lo considera sospechoso y comienza a investigar (yo soy un ejemplo viviente –-todavía—de esas medidas de recelo policial que fácilmente conducen a la Ley de Peligrosidad). Se añade la nebulosa de si verdaderamente se acerca, o se acercó, a los otros tipos de disidencia, porque es algo que nadie aclara razonablemente. Y a partir del tema de los ex-presos con licencias, deportados o simplemente mandados pa’l carajo, qué ha pasado con ella ahora: ¿la captó el Cardenal Ortega como Sierva de Jesús? ¿o ingresó en un convento dirigido por la abadesa Mariela Castro?

Se añade, finalmente, que ya muchos estamos cansados de que aparezcan salvadores y críticos que, además, son permitidos. Y por qué son permitidos? ¿Qué hay detrás de todo eso? ¿Cómo pueden mezclarse estas personas con personajes como Juan Juan Almeida, operativo de apariencia semi-defenestrado en busca de un abrazo familiar? ¿Son ellos los que verdaderamente tienen acceso a Internet dentro de Cuba? (Porque mis amigos y mi familia no lo tienen.)

No, bonita, los pendejos de nuestros culos ya son blancos, y no tienen fe.

© 2010 David Lago González

viernes, 16 de abril de 2010

Los últimos descubrimientos del Sr. Jorge Edwards

.

‘Prairie Lust’

.

 

TRIBUNA: JORGE EDWARDS

Las antenas del destino

http://www.elpais.com/articulo/opinion/antenas/destino/elpepiopi/20100415elpepiopi_4/Tes/

JORGE EDWARDS 15/04/2010

 

Era el título de uno de los libros de Violeta Quevedo, seudónimo que ocultaba a dos hermanas escribidoras, ingenuas, en cierto modo ajenas a este mundo, pero buenas observadoras de la realidad chilena de los años cincuenta y sesenta. Me parece recordarlas, delgadas, huesudas, de boinas y calcetines de lana gruesa, llenando modestas papeletas de depósito en las oficinas de un banco del centro de Santiago. "Violeta por lo humilde, declaró una de ellas a la prensa de la época, Quevedo por lo que veo...". Recordé a las hermanas inefables después de leer Cuba Libre, la recopilación de los últimos tres años de la cubana Yoani Sánchez, quien, desde luego, no tiene nada de ingenua, y quizás tampoco sea humilde, pero es una formidable, aguda observadora de la Cuba de estos días. Yoani Sánchez, que empieza a ser conocida en el mundo como la bloguera cubana, nació en La Habana hace 35 años, hija de un empleado de los ferrocarriles, que eran entonces de propiedad soviética. No hay nada más literario que los trenes. Se podría escribir un ensayo interesante sobre los trenes en la literatura del siglo XIX y en la del siglo pasado, sin olvidar al padre ferrocarrilero de Neruda y la historia del tren lastrero.

Pero Yoani Sánchez, tan escritora como nadie, no escribe, como el autor de Macchu Picchu, con excesos retóricos, letanías gongorinas, torrentes verbales. Su experiencia de la Cuba contemporánea, precisamente, la lleva a refugiarse en la miniatura, en la viñeta, en el humor leve, soterrado, en las anécdotas cotidianas, de barrio, desprovistas de todo énfasis, pero siempre sugerentes, instructivas, reveladoras.

En su país, el verbo torrencial es el verbo oficial, la manipulación abusiva del lenguaje practicada desde el poder durante décadas interminables, con monotonía abrumadora. Algunos, incluso en Chile, siguen creyendo en la fórmula, en su magia gastada, ramplona, y la respuesta de Yoani Sánchez no puede ser más convincente: una escritura concisa, que recoge la sabiduría de la calle, las voces discretas, los gestos expresivos, una poderosa contracorriente soterrada. Uno de sus blog, por ejemplo, se refiere a las viejas recetas del pan, a la "milenaria combinación", como dice ella, "de harina, agua, levadura y fuego". El socialismo real, que empezó a extenderse por el planeta a partir de 1917, terminó por convertirse en experto de los milagros al revés, de la desmultiplicación de los panes, los peces, los vinos. La bloguera, en pocas palabras, nos habla de los panes de su infancia, desaparecidos, transformados en sustancia de fábula, con cuya masa se podían formar muñequitos y hacer bolitas. En nombre de la teoría revolucionaria, se terminaron los panaderos privados, de barrio, que tenían su especialidad particular, su toque personal, y se produjo la más completa insipidez funcionarial y estatista: un pan blancuzco, que no pesa, que hace daño a las encías y se deshace en una arenilla que mancha la ropa. Parece una exageración, pero es otra cosa: una verdad menuda y reveladora, que nadie se atreve a decir, con la excepción de Yoani Sánchez.

La bloguera tiene la mirada del miniaturista, del escritor comprometido con las cosas pequeñas, que no rehúye su compromiso y que al proceder en esta forma fabrica, como quien no quiere la cosa, pequeñas bombas de tiempo.

Sería extraño que dictadores palabreros, vociferantes, borrachos de retórica, pudieran ser amagados, quizá destruidos, por una palabra menor, deliberadamente modesta, pero sería también una lección de notable higiene mental, un fenómeno que podría volvernos optimistas con respecto a los procesos lentos de la historia. Porque la lectura de los textos de la bloguera, entre otras cosas, nos comunica un aire de verdad y nos hace comprender una frase que parece haberse gastado con el uso: que sólo la verdad nos hará libres.

Supongo que podríamos analizar los textos de Yoani Sánchez utilizando el sistema que descubrieron los teóricos franceses y que bautizaron como "deconstrucción", pero soy hombre que puede llegar a divertirse con las teorías, pero que se resiste, por temperamento, por lo que sea, a tomarlas en serio.

En una de sus viñetas, que casi nunca tienen el menor desperdicio, la autora cita una frase de Julio Antonio Mella, fundador del Partido Comunista de Cuba en 1925. "Todo tiempo futuro tiene que ser mejor", anunció Mella, en un arrebato de optimismo revolucionario, y la bloguera se hace preguntas inevitables, inevitablemente corrosivas, que ya me tocó escuchar muchas veces en Cuba antes de que ella hubiera nacido, en los remotos finales del año 1970 y comienzos de 1971. Porque la calle donde nació ella y donde alguna vez hubo asfalto es ahora "una accidentada superficie de baches, polvo y piedras", y en los garfios oxidados de la carnicería de la esquina ya no cuelga un pedazo de carne "hace mucho tiempo".

Aquí me atrevo a esbozar no sé si una teoría, pero por lo menos un punto de vista que se amplía con la experiencia reiterada. Hay escritores y filósofos del pasado, incluso de la antigüedad clásica, que desarrollaron una visión del presente, del instante, de la belleza de la vida en su plenitud inevitablemente pasajera. ¿Fueron reaccionarios, indiferentes, egoístas?

El siglo XIX, en cambio, fue una época de constructores de grandes sistemas de anticipación. Carlos Marx es el más conocido e influyente, pero hubo muchos otros. Y el desmentido de la teoría, la gran contraprueba, vino con la implantación de los socialismos reales.

El embajador de la antigua Yugoslavia en La Habana, a fines del año 1970, me decía que ellos (los dirigentes cubanos) no sabían que no existe ninguna filosofía que dure más de 100 años. Julio Antonio Mella, mucho antes del castrismo, tampoco lo sabía. Yoani Sánchez, por su parte, sin necesidad de filosofías, lo sabe por la piel, por la experiencia diaria, quizá por su sensibilidad femenina, por la necesidad de encontrar alimentos sanos para su hijo, necesidad que se le plantea al despertar todas las mañanas.

El libro me lleva a una conclusión interesante: el paso cansino, pesado, ahora militarizado, de la Revolución castrista, se queda cada vez más atrás en el camino de la tecnología. Una de las viñetas más logradas tiene un título que resulta algo enigmático para la gente de mi tiempo: Parabólicas. Parece que en La Habana de hoy, a nivel de familias, existe un apasionado interés por hacerse con antenas clandestinas que puedan conectar con la televisión de México o de Miami. En vez de los programas oficiales, grises, llenos de interminables discursos políticos, hay películas norteamericanas y de todos lados, espectáculos de baile y de música popular, teleseries.

Leo estas líneas y me reconcilio con las teleseries, culebrones, rockeros de toda especie. Viva la farándula, me digo, y me sonrío. Las familias pagan hasta un salario completo mensual para que los técnicos del mercado informal instalen estas misteriosas parabólicas en lugares ocultos de los techos, de las cañerías subterráneas, bajo amenaza de serias multas y confiscaciones. Es la historia cotidiana, menuda, la intrahistoria, que se burla de las teorías políticas, una vez más. Y la palabra precisa de la bloguera lo pone en la más perfecta evidencia. Da en el centro mismo del blanco.

Jorge Edwards es escritor chileno, premio Cervantes en 1999.

-o-

NOTA DEL BLOGGER: ¿Habría que agradecer al Sr. Edwards que quede inocentemente deslumbrado o interesado por el descubrimiento de La Verdad Cotidiana —que forma a su vez la Historia de todo país, y la que yo particularmente prefiero— en las crónicas reunidas de Yoani Sánchez y publicadas en varios puntos del mundo? Y de paso me pregunto, ¿es que ahora las editoriales se preocupan verdaderamente por el talento? ¿en los premios no se reconoce más que el talento, o en ciertos premios no hay siempre algo turbio, políticamente taimado (o viceversa), arreglado o apañado para?

Voy por partes en la disección.

“Yoani Sánchez, que empieza a ser conocida en el mundo como la bloguera cubana, nació en La Habana hace 35 años, hija de un empleado de los ferrocarriles, que eran entonces de propiedad soviética.” No pasa nada, puede ser pura coincidencia, pero, si mis fuentes no están mal “sabidas”, Yoani también es sobrina de Elizardo Sánchez Santa Cruz, cabeza visible de la disidencia interna y antiguo miembro condecorado de la Seguridad del Estado cubana. Eso no quiere decir nada malo, no destilo ningún veneno —¡que me castigue Dios si así lo estima merecido!—, aunque siempre es mejor aquello de que la familia unida jamás será vencida y del barrer pa’dentro. Otra cosa en este párrafo, Sr. Edwards: ni siquiera habiendo perdido toda mi vida por vivir físicamente la mitad de ella en El Faro de América, podría yo decir que los ferrocarriles o cualquier otra cosa eran “propiedad” soviética. Utiliza Edwards conceptos burgueses para emponzoñar los proletarios que daban la propiedad de todo en la isla al pueblo cubano; el pueblo hermano soviético fue eso, amor filial y desinteresado como fue el de Salvador Allende. Y éste, además, tonto.

“No hay nada más literario que los trenes.” Esa frase casi huele a melaza de caña, pero le aseguro que los trenes en Cuba, después del año 60 comenzaron a ser una tétrica pesadilla que nos llevaba durante horas y horas por aquel aburrido y sempiterno verde como si cruzáramos el espacio infinito hacia Siberia. Una vez hice el viaje desde Matanzas hasta Ciego de Ávila parado en un solo pie y con el otro encima, hasta que en esa estación pudimos meternos como ocho personas en la toilette (vamos, en el servicio lleno de meao y mierda). Literario, ¿verdad?

Es evidente que en sus tiempos “cubanos” vivió a otras alturas, aun cuando estuviera bajo la lupa de la seguridad del estado. Todo cuanto cuenta Yoani Sánchez viene sucediendo desde hace 50 años. Lo más nuevo es el agravamiento de la repetición y el cansancio de todo ello, de lo material y lo inmaterial. Hace años, muchos años, que otras personas vienen diciendo lo mismo que YS sin que nadie preste atención —aunque tampoco es que se la presten mucho a la bloguera, no se engañe usted—. Confieso que yo mismo, al comienzo de la era Yoani (que ya “parió” todo lo que iba a parir, en alusión a la desdichada canción de Silvio Rodríguez), creí muy inteligente de su parte y compartí cierto entusiasmo por esa chica que no utilizaba el manido y reducido léxico patriótico-patrioteril de personas más elementales y que es justamente el que no hay que usar si se quiere llegar en alguna medida a cierta comprensión por parte de la empleomanía no criolla, pero ya cuando empezaron a lloverle premios (absolutamente sospechosos de politización) y aquel comentario sencillo y cotidiano se convirtió en una especie de academia (tan es así que, si mal no he entendido, tiene una academia de bloggers —¿en un país comunista y, por tanto, totalmente militarizado?), tiendo a recelar que no sólo en Dinamarca las cosas huelen a podrido.

Jorge Edwards creyó justamente en lo que a nosotros nos jodió pero puede olvidar. Suerte. “El libro me lleva a una conclusión interesante: el paso cansino, pesado, ahora militarizado, de la Revolución castrista, se queda cada vez más atrás en el camino de la tecnología.” ¿Ahora militarizado? ¿Sólo ahora? ¿Es olvido o algo más grave? ¿Olvida el Sr. Edwards que justamente el golpe de Pinochet se produce después de que la Armada chilena y la cúpula militar hiciera una visita de cortesía a la Cuba de Fidel y quedaran horrorizados con lo que vieron? Muchos militares pueden matar y torturar, pero si son de academia se consideran por encima de cualquier miseria.

Olvidar, cambiar. Tal vez comenzar de nuevo. ¡Qué gran sueño!

Hace ya unos cuantos años el Sr. Edwards daba una conferencia en el salón de actos de Casa de América en Madrid, no recuerdo por qué razón o con qué tema. Yo quería manifestarle mi satisfacción al leer Persona non grata, cosa que pude hacer aquí en Madrid recién llegado (y considero como el único libro suyo que vale la pena). Como se tocó el asunto, en el debate o tiempo posterior para preguntas y halagos, yo hube de pedirle su parecer sobre el hecho de que “el Capitán Jesús Díaz” —como cita el autor en un pasaje de su testimonio— que recién comenzaba en Madrid con la revista Encuentro de la Cultura Cubana, terminara entonces convirtiéndose, pues, en el adalid de una disidencia intelectual un poco rara (Jesús Díaz estaba vivo y presente en la sala). Demudó todo el personal, incluido el chileno. Al final contestó: “Bueno, todo el mundo cambia, todos cambiamos.” Como pretendía seguir insistiendo, la comisaria del acto me mandó callar; y, como al final intenté acercarme, el escritor canario J. J. Armas Marcelo me cerró el paso como si se tratase de un terrorista, o pre-terrorista.

Todo cuanto describe Yoani Sánchez en sus crónicas ya lo hemos vivido mucho antes, y la realidad y la verdad no nacen con ellas ni con esa generación. Y si hace referencia a panes de hace 30 años, realmente no tengo muy claro a cuáles se refería porque ya entonces apenas existían y mucho menos para hacer figuritas con la masa. A no ser, claro, que ella fuera de familia comunista burguesa y tuviera accesos que el resto del pueblo no teníamos.

© 2010 David Lago González

domingo, 29 de noviembre de 2009

DAVID LAGO GONZÁLEZ - Disidencias

.

 

Ya sea porque las circunstancias de sus vidas les lleven a ello, ya sea porque forme parte de una decisión personal muy profunda o porque un ansia de protagonismo les conduzca por un meandro de caminos que no se sabe bien dónde irán a parar, o ya sea, incluso, por un arrebato de iluminación que supuestamente asista al incipiente líder, las personas que luchan por la libertad tienen muy variadas formas para hacerlo. Podría decir que todas son válidas y con ello quedaría bien con todos, pero eso no es cierto y verdaderamente detesto la corrección política, aunque tampoco voy a entrar a diseccionar las artes y métodos y espontaneidad de la disidencia, ya que no soy un experto y sería un gran hipócrita si dijera que para mí es fácil entregarme y “entregarme” a una pasión que no nazca en el corazón: o sea, el recelo por causas políticas reside en mí y presumo que el asunto no es meramente patológico sino que lo justifican hechos y hechos y hechos apilados a lo largo de años.

Por otro lado comprendo que después de 50 años de comunismo no se puede esperar que aparezca alguien de la nada siendo absolutamente “puro” y que no haya estado contaminado aun en la menor de las medidas de las formas y lastres de un único estado y una única ideología. Ya sucedió en la Confederación Rusa y los países que antes conformaban la falsa imagen de sólida unidad en una URSS que sólo se mantenía fusionada por la fuerza de la represión. De ahí que existan personajes como Putin, un antiguo KGB nada menos.

Desconfío de la fe, pero ya sea por sinceridad, ingenuidad, oportunismo o envilecimiento, la gente suele tener un pasado vinculado de alguna manera a parcelas del poder, o si no del poder, al menos de haberse dejado llevar por las plácidas olas cuando la playa se presentaba idílica, o miserablemente idílica. Siempre existe la justificación de no haber hecho otra cosa que tratar de vivir. Estoy muy lejos de conocer el pasado de todos los que conforman la disidencia cubana, salvo casos que fueron notorios y que todo el que quiera conocer conoce aunque un tupido manto de piedad se tienda sobre ellos porque tal vez otras coyunturas actuales —no las mías—hagan necesario ser más indulgente. Yo no llenaré mi boca con la palabra “democracia” porque nada sabía de ella hasta el otro día, pero realmente sí me cansa un poco que señoras o señores que no hace tanto militaban en el Partido Comunista de Cuba vengan a darme charlas sobre democracia, libertad de expresión y derechos humanos. No voy a dedicarme detectivescamente a indagar la mayor o menor participación de sus miembros en tiempos pasados y no tan pasados, ya que hasta aburrirme me es incluso mucho más provechoso y edificante, pero permítaseme, por favor, que siga mirando las cosas con distancia.

Esta distancia y continencia incluye a todos los componentes de la disidencia cubana, los de antes y los de ahora, y en ese saco meto igualmente el boom Yoani Sánchez y todo lo que cuelga.

En este caso hay un antes y un después a partir de la entrevista-formulario que le hace Yoani Sánchez al presidente de Estados Unidos, Barack Obama. Aunque las respuestas corresponden más a Mahatma Ghandi resucitado, supongo que es real que fue contestada por la asesoría de la Casa Blanca ya que ésta nunca lo ha desmentido. Ahora bien, ¿realmente la política internacional se supone tan simple —aun en un caso tan poco interesante ya y tan cansino como Cuba— como para reducirla a ese nivel? Permítaseme que considere que el coeficiente intelectual del presidente Obama es más complejo y rico que el que le atribuían a George Bush, Jr., que para algunos rayaba en la muerte cerebral.

En este punto hay algo que ofende mi inteligencia —que, ya comenzó a ofenderse en un principio y paulatinamente ha ido intensificándose—. Pero en los inicios de este fenómeno todo era un poco más creíble o un poco más aceptable. Supongo que ya no es absolutamente necesario (y condición sine qua non) posicionarse, definirse (y, por tanto, quemar las naves) para salir de Cuba ni para establecerse en el extranjero: que ya se puede salir antes, otear el horizonte y considerar si se tienen posibilidades, no sólo de sobrevivir, sino de vivir en países donde el costo de la vida es un lujo que un mero inmigrante —no dispuesto a hacer lo que sea, sino aquello que le permita no humillarse demasiado— no puede permitirse, pagar religiosamente sus cuotas consulares a Cuba para mantener viva su condición de cubano, regresar antes de cumplirse doce meses y volver a salir de Cuba al siguiente. U obtener un permiso para residir en el extranjero, que no sé si se establece por un periodo determinado o cómo funciona exactamente. No es que desee que todos mis compatriotas que se deciden a dejar la isla tengan que pasar por calamidades y rigores (cuyo saldo, a la postre, por lo general siempre es positivo; lo demás es invento del poder cubano), pero ciertas formas de subsistencia para otros pueden también resultar un insulto, sobre todo si posteriormente adoptan roles de protagonismo y de representación.

En ese principio del verbo —nunca mejor dicho— la imagen aventurera y atrevida de un grupo de jóvenes que se pasaban el tiempo sorteando las posibilidades y dificultades de los hoteles habaneros en busca de una conexión a internet, se presentaba, además de romántica, admisible. No creo en la obligatoriedad del “deber de todo cubano” a convertirse en un disidente activo, yo nunca contribuí a afianzar ese poder excesivo en que devino “la revolución más hermosa del siglo XX” —como se la he oído definir al escritor español Antón Elorza—, por lo que no me siento comprometido a reparar ninguno de sus errores (que, por otra parte, para mí se concentran en un solo y único error: la Revolución en sí misma), y ello no anula para nada mi derecho a opinar.

Ahora bien, esa actitud, incluso divertida, de una especie de Robin Hood de los Bosques internáuticos, sistemáticamente ha ido convirtiéndose en una forma cuasi-institucional que dista bastante de la espontaneidad solitaria. Llevar el ritmo de posts y flujo cibernético que existe en este momento requiere de una organización que se dedique noche y día a esta función, o, de lo contrario, de personas con superpoderes o de héroes de comics, lo que me parece bastante improbable. Para nada estoy diciendo que la horripilante CIA o la más que temida Seguridad del Estado cubana estén detrás de Yoani Sánchez y compañía (como tampoco detrás de las numerosas y muchas veces inútiles agrupaciones de la disidencia), pero es evidente que las cosas no son tan primarias como se da a entender, y también para mí es indudable que esta situación conviene a más de uno y que está siendo utilizada por más de uno para réditos posibles y futuros. Cuáles son no lo sé. Y de este razonamiento salta entonces otro: la situación de la libertad de expresión y el libre movimiento de ciudadanos ha mejorado considerablemente con respecto a hace treinta años, lo que viene a contradecir el discurso de las cosas que se quieren subrayar sobre los métodos represivos y que los que padecemos ese cáncer y sus diferentes metástasis conocemos perfectamente. Da la impresión de que estas personas ya no tienen que dedicar tanto tiempo a buscar cómo “postear” sino que tienen todas las facilidades para hacerlo desde sus casas. Entonces, ¿en qué quedamos?

Volviendo a los inicios, nunca dejó de sorprenderme aquel primer premio concedido nada menos que por el Grupo Prisa y el diario El País, que catapultó a Yoani Sánchez a la fama mediática, consagrándola como periodista, carrera que no estudió y que no voy a decir que está al alcance de cualquiera porque estaría descalificando a excelentes profesionales a nivel mundial.

De modo que sí, hay un antes y un después a partir de la famosa entrevista a Barack Obama. Yoani y otras personas son interceptadas en plena vía pública, obligados a subirse a un coche, los golpean, los coaccionan, en fin, una serie de hechos injustificables. No sé cómo dan con el nombre o el alias del agente de la Seguridad del Estado responsable del acto, y al día siguiente (o al otro, o al otro, da lo mismo), en un arranque de machismo cubano, Reynaldo Escobar, su esposo, le reta a duelo en una esquina de El Vedado, como si se tratara del Far West. ¿Iban a batirse con espada o con revólver? ¿Es que querían experimentar en carne propia la humillación de un acto de repudio? Soy absoluto conocedor de la magnitud bárbara de un hecho de este calibre y respeto y considero sobremanera a las personas que, de una manera u otra, hemos pasado por crueldades semejantes, de modo que me parece que provocar uno con el pretexto de llamar a contar a quien se pasó con “mi” esposa, representa casi un insulto y una gran falta de respeto. Por otra parte, si dar tan fácilmente con el delator, tomarle fotos, pedirle reparación del honor o la integridad mancillada, resulta tan fácil, y por una osadía semejante, en un régimen totalitario donde no se puede ni respirar, se espera que no se vaya a recibir otro castigo más allá que la respuesta rápida de la chusma paramilitar, entonces, está claro que la situación política en Cuba ha mejorado considerablemente desde los tiempos en que yo vivía allí.

© David Lago González, 2009.

domingo, 22 de noviembre de 2009

LEYENDO EN Wooster

.

caf_2

.

 

Una de las cosas que más aprecio de la vida en la horrible sociedad capitalista y su sistema de consumo atosigante es la normalidad. La normalidad de, cada sábado y domingo por la mañana, pasar una o dos horas en la cafetería preferida de mi barrio, leyendo el periódico. Claro, he pasado por etapas peores y por momentos mejores, pero esa tranquilidad de la que disfruto cada fin de semana es impagable, y por eso afirmo que me devuelve a una normalidad que sólo puedo comparar con la de mi padre al coincidir con sus paisanos en el Hotel Europa —propiedad de Riestra y Peón— y algunas otras veces en el Hotel París, que era también un punto de reunión de los emigrantes españoles en Camagüey. Por esa simple tontería, por ese hecho nimio, ha valido la pena haber dejado Cuba y la vida que me tocó asumir.

Leyendo en Wooster El País de este domingo doy con un magnífico editorial escrito por Santos Juliá acerca de la permanencia de la ideología comunista. Comparto totalmente su opinión, que termina, lamentable y dolorosamente, con la mención de ese país donde nací y que se presenta como la sustitución ideal (y mucho más cutre) a la Unión de los Soviets. Considero absolutamente importante y de primer orden que, los que por una u otra razón estamos enrolados en la intelectualidad cubana, no cedamos al intento sistemático de desgajar el Castrismo de su todo, el Comunismo. Es evidente que los esfuerzos de una parte de la intelectualidad, tanto dentro como fuera de Cuba, hacia una neutralización ficticia esconde este propósito. La oficialidad de los países comunistas del este europeo no tuvo tiempo para reciclarse y sucumbió mayormente por su propio peso y por ser tan falsa y vana como la ideología que la había creado, pero los veinte años transcurridos han dado tiempo de sobra en Cuba (y esa otra parte de Cuba que ni está dentro ni está fuera, pero que obedece más a la primera por sus propios intereses, ya que es en el único lugar donde se pueden sertir “alguien”) para validar, en la más absoluta y profunda confusión, el who’s who en aras de una prolongada supervivencia y la pretensión de un reconocimiento perdurable por encima de toda realidad y de toda valía.

Reproduzco a continuación el editorial de El País al que hago referencia:

.

SANTOS JULIÁ  -  OPINIÓN

Comunismo: memoria y fe

http://www.elpais.com/articulo/opinion/Comunismo/memoria/fe/elpepusocdgm/20091122elpdmgpan_4/Tes

SANTOS JULIÁ 22/11/2009

El comunismo, escribió George Steiner, y no como juicio derogatorio sino como explicación de su fuerza para generar grandes obras de literatura en comparación con la pobreza del fascismo, es una "mitología del futuro humano, una visión de las posibilidades humanas rica en exigencia moral". Los mitos, como las visiones, pertenecen al orden de la fe, de las creencias, y los grandes relatos mitológicos, los que se viven a fondo porque prometen amaneceres que cantan, a la par que suscitan obras de arte plantean grandes exigencias morales. No se puede creer en otra vida y conducirse en ésta como un miserable.

Por eso, mientras el comunismo se organizó y creció como una especie de iglesia portadora de una mitología del futuro, fue una potente maquina de movilización en todos los órdenes de la vida, también en la política. En España, sin ir más lejos, los comunistas, que durante la República no pasaron de la dimensión ni del comportamiento de una secta, durante la guerra civil -como muestran Ángel Viñas y Fernando Hernández en su recienteEl desplome de la República- se convirtieron en el gran partido que pagó el precio más elevado en vidas por su disciplina y su determinación en mantener hasta el final la política de resistencia.

Los problemas del comunismo no surgen, pues, por el hecho de que sus militantes compartan una fe, crean en él, como al parecer vuelve a ocurrir con afiliados de las jóvenes generaciones, un fenómeno que alguna relación debe de tener con el reflorecimiento del espíritu de secta en la iglesia verdadera, la católica. Los problemas surgen, por el contrario, en el mismo momento en que el futuro humano prometido en el mito se hace presente, o sea, cuando los comunistas en lugar de iglesia de creyentes se convierten en iglesia triunfante. En este punto, no se conoce ninguna excepción: el poder comunista, se mire por donde se mire, ha sido siempre un horror. Un horror no como metáfora o cualquier otra figura retórica sino como práctica diaria de bárbaras técnicas de poder.

A esta historia de ejercicio del poder a base de purgas hacia dentro y de terror hacia fuera y al colapso final del gigantesco aparato construido sobre una burocracia de partido y una policía política es a lo que nunca se ha enfrentado en serio el Partido Comunista de España. Tampoco ahora: muy en la línea de no querer mirar de frente su pasado, elInforme al XVIII Congreso -celebrado hace unos días- ofrece del hundimiento de la URSS una explicación pintoresca: saqueadores de fuera y canallas de dentro se habrían repartido todo el botín. A eso se reduce el bagaje marxista de la nueva dirección: a explicar la desaparición de un sistema que llegó a implantarse en media humanidad por el ansia de botín de un puñado de saqueadores y canallas. ¿Canallas en la URSS, en Polonia, en Rumania, en Hungría, en Checoslovaquia, o un canalla sistemático? Y ¿qué saqueaban los saqueadores si con el botín no se podía hacer otra cosa que tirarlo a la basura?

Ah, escriben, pero el intento fue serio y las ideas que dieron vida a los procesos revolucionarios, "eran válidas, son válidas". Hay que leerlo para creerlo: de la seriedad del intento y de la actual validez de aquellas ideas, sostenidas en una fe inquebrantable, deduce el PCE que es preciso intentarlo de nuevo. Y como se trata de una historia insoportable, este resurgir del ideal comunista como mitología de futuro se acompaña, por lo que respecta al pasado, de una llamada a la memoria: que no nos hurten nuestra memoria, dice Centella; y por lo que se refiere al futuro, de una mirada hacia el continente en el que germina una nueva "sociedad de camaradas", América Latina.

En esto consiste todo el cimiento de memoria y fe sobre el que edifica el PCE su llamada a convertirse en "un referente moral, ideológico y político para muchas y muchos jóvenes": primero, en recordar la fortaleza moral y la solidez ideológica de los viejos militantes que lucharon contra la dictadura a la vez que se tiende un manto de silencio sobre lo ocurrido cuando la mitología de futuro, para desventura de millones de seres humanos, se convirtió en poder del presente; y segundo, y puesto que la URSS dejó de ser faro y guía "hace una eternidad", en dirigir la mirada a "los procesos anticapitalistas de poder popular" de Latinoamérica. Todo lo cual queda resumido en la consigna: "Socialismo, con mayúscula y sin complejos", que el nuevo secretario general recita como mitología de futuro de la nueva generación antes de emprender su peregrinaje a Cuba.

-o-

No considero de suficiente interés extenderme en consideraciones sobre la crónica de Mauricio Vicent acerca de los últimos incidentes alrededor de Yoani Sánchez y su esposo (http://www.elpais.com/articulo/internacional/Dias/infarto/Yoani/Sanchez/elpepuint/20091121elpepuint_2/Tes), ya que, como se sabe, Mauricio Vicent sólo escribe de lo permisible y lo permitido.

.