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(Camagüey, 1979. IMC, Avda. de Finlay km. ??, frente a la oficina donde trabajaba)
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Mi querida, inolvidable e irrepetible amiga María Palacios –de Camagüey, claro—, a quien no sé si algún día volveré a ver, me dijo al principio de conocernos:
“Desconfía siempre de la gente que acabas de conocer y enseguida te acorta el nombre, lo infantiliza o te pone un ‘mote’ cariñoso.”
Amén.
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3 comentarios:
Caray, mi abuela decía algo parecido, y no era de Camagüey. Mi abuela era incluso más tajante, porque ella decía que había que poner mucha atención cuando el diminutivo no venía de la “familia”. Incontables las veces que la escuché rectificar: Fela no, Rafaela, que yo a usted no lo conozco.
Muy cierto.
Gracias, David.
Ahora sé por qué cuando alguien me llama "sofi" se me disparan las alertas sin nombre...
Me alegra mucho oírte, David.
Un beso
Peor es Zoecita, del carajo.
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