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lunes, 14 de febrero de 2011

UMBERTO COBO - El Negro Abad

(Cortesía de Harold Alvarado Tenorio)

HAF entrega a MVLL uno de los borradores de El celta del sueño durante el Festival Gay de Cartagena de Indias.

El Negro Abad

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El 28 de Diciembre del año pasado,  un despacho firmado por Javier Faya de la Agencia Efe informaba que la Academia Sueca investiga a Mario Vargas Llosa por un posible dolo en la obtención del premio Nobel a raíz de una serie de denuncias, según las cuales, el peruano habría contratado negros o Ghost Writers para sus trabajos literarios. Según el comunicado, el presidente del comité electivo de la Fundación Nobel, Erikson Larsson, habría comentado: «Es prematuro hacer valoraciones sobre este asunto. Solo puedo decir que tenemos pruebas sólidas de que puede haber fraude».

Todo indica que la brigada de delitos informáticos de la policía sueca,  luego de interceptar un correo que MVLL habría enviado a uno de sus operarios clandestinos sobre un cuento donde un pastor anarquista se enamora de una rica heredera, estaría tras la pista de 18 escritores negros que trabajan para el novelista peruano enviándole bocetos y textos casi cocinados que luego se publicarían con  su firma, engordando sus bargueños, el capital de Alfaguara, la editorial del desquebrajado Grupo Prisa, dueño de El País, donde publica en exclusivo el galardonado, y las faltriqueras de la señora Carmen Balcells, la 007 de la literatura latinoamericana, la obesa que más dinero ha hecho en la historia de la humanidad a partir de la escritura de otros.

La fiscalía sueca cree que entre los Negros de MVLL  figuran cinco españoles, dos bolivianos, tres chilenos, cuatro peruanos, dos alemanes, un gibraltareño y un colombiano. Entre los españoles estaría un ex cuñado de Ana Rosa Quintana quien habría fabricado Sabor a hiel, con ventas mayores a los 100.000 ejemplares y la hermosa mexicana Genoveva Casanova, la ex de Cayetano Martínez de Irujo, hijo mayor de la Duquesa de Alba y actual novia de Gonzalo Vargas Llosa, a quien se adjudica la redacción final de El sueño del celta. Previniendo que resulten ciertas las sospechas de la policía sueca, el nuevo nobel ha contratado los servicios de la firma de abogados del difunto José María Stampa Braun, de Madrid, y el bufete de un amigo de Abad de apellido Bejarano, para que le defienda.

Ahora, Rosa Villacastín, la afamada periodista española del corazón, nieta ella misma de Rubén Darío, y quien trabajara por muchos años en la Real Academia Española ha revelado otros secretos de la producción de El sueño del  celta.

Según Villacastín, a mediados de Enero del año pasado, durante una visita que hiciera a la  RAE oyó acerbos comentarios de un grupo de académicos en torno a un aplauso que MVLL acababa de hacer en El País al libro de autoayuda El olvido que seremos, de un ignorado agente inmobiliario colombiano a quien calificaban de Negro, porque según decían, el antioqueño, en su afán de absorber mercados y prestigio, se había encargado de redactar las memorias del martirio de Ingrid Betancur.

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Pero las mayores descalificaciones de los académicos, entre cuyos suspicaces  figuraban  Gimferrer, Anson, Pombo, Pérez Reverte y Marías, eran causadas después de que en una reunión, en setiembre de 2009, en casa de la oronda Almudena Grandes, en presencia de Piedad Bonet, Chus Visor y Juan Cruz, luego que Abad Faciolince contara a MVLL como había descubierto, en un lote que había caído a su librería de Medellín como pago de una vieja deuda de unos finqueros arruinados por su madre, tres libros [The Black and The White, The Amazon Journal of Roger Casement y Some Poems] de un homosexual irlandés que había sido ahorcado por traidor, pero que, según la Bonnet, había sido amante de un jovencísimo Ignacio Torres Giraldo, uno de los fundadores del Partido Comunista Colombiano, en Cajamarca, con una vida plena de aventuras e intrigas ideológicas. MVLL en secreto y en  el baño del piso del poeta de la experiencia García Montero, le encomendó al Negro Abad el envío de los libros, hacer un resumen de sus lecturas y redactar un Draft, así lo dijo en inglés macarrónico, de una futura novela.

Ahora resulta, según los análisis y lecturas de más de media docena de críticos independientes de las editoriales, o enemigos de Prisa, empresa que acaba de cesar más de 2000 trabajadores porque temen una quiebra inmediata, que El sueño del celta no fue redactado por MVLL porque incurre en tantas incongruencias y dislates como suele acontecer en los libros de Héctor Abad Faciolince.

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Según Javier Munguía, por ejemplo, a pesar de que como en otras novelas de MVLL o en sus memorias, El sueño del celta presente dos planos narrativos, uno mientras espera su ejecución y otro remontando la infancia de Roger Casement hasta sus últimos años, en vez de ocuparse en detalle de la vida del héroe Abad Faciolince prefiere pormenorizar los indignantes casos donde los aborígenes africanos y americanos son explotados, humillados y asesinados, con el agravante de que Casement nunca fue testigo de esos hechos y todo es contado de oídas, como en El olvido que seremos, cuando Carlos Castaño terminó por confesar al huérfano ilustre cómo hizo asesinar a su padre y cómo el sicario, al sacarle el dinero que llevaba el difunto en el bolsillo de la camisa,  le introdujo el poema apócrifo de Borges con que tanto ruido ha hecho. “La impresión general que queda luego de leer esta novela, dice Munguía, es que la rica materia prima que la inspiró fue poco aprovechada por el autor. No vemos al personaje fascinante que sugiere la biografía de Casement. No vemos sus contradicciones, sus claroscuros, sus luchas internas más complicadas. Vemos, más bien, a un ser de una sola pieza, digno de admirarse pero poco interesante Toco madera para que El sueño del celta no sea el canto de cisne de Vargas Llosa. ”

Por su parte, Juan David Correa, de la prestigiosa revista Arcadia, afirma que “El sueño del celta termina en nada porque el personaje no aparece por parte alguna”. “El tema de la sexualidad, agrega, se pierde en un par de miradas que Casement tiene con amantes furtivos, los viajes los recorren las palabras, los personajes secundarios son de papel maché…”

Una diva mexicana y un diletante colombiano hijo de papi han diluido el prestigio de un premio nobel buscando ese cuarto de hora de la gloria que nunca habrán conocido. Casanova y Abad son dos Negros del mismo palo.

Umberto Cobo

domingo, 14 de febrero de 2010

UMBERTO COBO - La Jornada y Luis García Montero

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La Jornada y Luis Garcia Montero

dom,14 febrero, 2010 17:26

De: HAT asdfghjkl.123456@arquitrave.com

Para: Undisclosed-Recipient@yahoo.com


LuisGarciaMontero

La Jornada celebra la poesía de Luis Garcia Montero

La Jornada publica, para ilustración de sus numerosos lectores en la península, un compendio de sustanciosas, pero cortas, disertaciones de [Joaquín Sabina, Octavio Paz, Marco Antonio Campos, Juan Manuel Roca, Piedad Bonnet, Juan Gelman, Rafael Alberti] sobre la obra del andaluz profesional Luis García Montero (Granada, 1958), candidato al Premio Nobel, Ciudad de Granada y Cervantes.

Luis García Montero militante del Partido Comunista Español y de Izquierda Unida, aficionado a las carreras de caballos de sangre árabe, ha ganado enorme prestigio como poeta desde el día que su hermano Juan García Montero, militante del Partido Popular y católico practicante partidario de que la religión incida en todos los aspectos de la vida cotidiana [Ver vínculo], se hiciera con los cargos de Teniente Alcalde, Concejal de Cultura y Delegado del municipio a la Televisión Granadina, controlando la colección Visor de Poesía [que ha publicado, sin derechos de autor, más de 200 líricos americanos], el Festival de Poesía de Granada, el Granada Hay Festival, los Premios García Lorca, Casa de América y Ciudad de Granada o la Residencia de Estudiantes de Madrid donde han colocado a su primo hermano Juan Muñoz.

Luis García Montero que ha recibido numerosos premios literarios [Premio Federico García Lorca, Premio Loewe, Premio Adonáis, Premio Nacional de Poesía, Premio Nacional de la Crítica] gracias a sus generosidades con prestigiosos vates, envejecidos o enfermos, en trance de crear alguna fundación o dejar alguna fortuna en derechos de autor, digamos Blas de Otero, Rafael Alberti, Jaime Gil de Biedma, Angel Gonzalez, fue condenado por la justicia a pagar a uno de sus colegas en la Universidad de Granada una indemnización de 3000 euros y a una multa de otros 1800 por proferir insultos desde El Pais de Madrid contra el catedrático, mientras la esposa de Angel Gonzalez acaba de acusarle de deslealtad con la memoria de su marido y de pretender arrebatarle su herencia como viuda.

La Jornada publica en honor de este famoso relacionista del verso párrafos del cantante Joaquín Sabina [“Cómo no voy a quererlo si me sacó de una nube negrísima con el viejo paraguas cómplice de la amistad y la poesía.”], un cumplido de Octavio Paz[“Habitaciones separadas, es la obra de un joven poeta, pero ya importante.”]; el pago de una letra de banco por Marco Antonio Campos [director de Difusión Cultural y la Editorial de la Universidad Nacional Autónoma de México, Premio Casa de América, Premio Diana Toscano, Premio Xavier Villaurrutia, Medalla Pablo Neruda]; otro pago de otra letra por Juan Manuel Roca [Premio Eduardo Cote Lamus, Universidad de Antioquia, Casa de las Américas, Casa de América]; un extenso elogio [“La poesía de Luis García Montero quizá sea nostálgica pero no romántica. Su lenguaje es sencillo pero no simple”] de Dario Jaramillo Agudelo firmado por su carnal Piedad Bonnet, invitados permanentes de las festividades patronales de todos los pueblos andaluces; otro cumplido [“A este poeta andaluz, los ríos de Granada, le hicieron la boca”] de Juan Gelman [Premio Boris Vian, Nacional de Poesía, Juan Rulfo, Pablo Neruda, Reina Sofía, Cervantes] y por último una picardía de Rafael Alberti [“Suelo sentir algún temor de los poetas profesores, de ésos que diariamente son obligados a dictar clases a sus alumnos. A Luis García Montero no lo conozco en ese trance, ni me lo imagino”.]

Creador junto a Alvaro Salvador, Benjamin Prado y otros de sus colaboradores de la Poesía de la Experiencia, su obra se caracteriza por un extendido biografíame, teatral o seudo novelado, donde el personaje que habla cuenta recuerdos o deseos, acerca de la cual Gil de Biedma manifestó:

Es lamentable, eso no existía en mi juventud. Nosotros no aspirábamos al éxito social con la poesía, era otra cosa. El mundo editorial ha cambiado la condición de los poetas, hoy es posible ganar fama y fortuna y seguir siendo muy mal poeta, hay cientos de premios, de concursos, de verdaderas canonjías, que terminan por fomentar gildas poéticas, camarillas mafiosas…Y ciertamente es una vergüenza que haya tanto admirador suelto por allí. Al principio me halagaba oír que me citaban por la radio o alguien se acordaba de un poema o una línea mía, pero una cosa es la gente o el lector común y otra el gremio de los poetas y los escritores profesionales, aduladores de oficio…

Umberto Cobo

jueves, 18 de junio de 2009

ARQUITRAVE informa....... LOS PREMIOS CATIRE

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NOTA DEL BLOGGER: Recibo correo de Arquitrave con este texto escrito por Umberto Cobo. Confieso que la no familiarización con el entorno y la lengua afilada del cronista hacen que en algunos momentos me pierda un poco en los trasuntos del trasunto. Pero naturalmente, puedo apreciar ciertas coincidencias con escenarios ya largamente caminados (¿chancleteados?) y al mismo tiempo me parece adivinar que en lo expuesto los contuvernios están claros, definidos, desnudos, sin embalaje ni distracción alguna de disfraces románticos de profesar fe por revoluciones y cambios populistas que en literatura, y particularmente en poesía, sólo conducen a versos de carácter como intención tan social como oportunista.

Enredado en esta crónica, aparece la cabecita barnetiana con su perrito de aguas de por allá de ese archipiélago exótico, flor vivaracha que fue la única que verdaderamente aprovechó el tiempo (de forma física) para cruzar El Puente. And by the way, conste que el José Mario al que aquí se alude, nada tiene que ver con el nuestro, que ya hace algunos años murió incluso antes de cruzar el puente, pero que al contrario del Barnet aprovechado y listo (que no es inteligente), no pasará tan fácilmente al olvido cruel de la literatura.

David Lago

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EncuentroIberoamericanoEscritores

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Los Premios Catire

Hace poco, durante unas onces en una de las cafeterías de la plaza de Barichara, una señora preguntó si alguien había leído la novela ganadora del Premio Rómulo Gallegos. A lo cual otra respondió que no era Rómulo Gallegos porque el presidente Hugo Chávez lo había liquidado y ahora no era uno sino dos, para poesía y novela y se llamaban Premios Catire. A lo cual otra de las laidis respondió que eso no era cierto, que el premio se llamaba Chino Valera Mora en honor a un cantor de Stalin y se lo habían regalado hace medio año a José Mario Arbeláez, hermano de una muchacha muy conocida en los Estados Unidos, amiga de gente de Cali, dueños de droguerías y equipos de balompié y de adictos a la poesía, como un par de hermanolos que estuvieron en la Constituyente del 91 con María Mercedes Carranza.

Preguntada de nuevo por qué decía que se llamaban Premios Catire, como si fuera un chiste que sumara casi350 mil dólares, la dama dijo que eso no era tan fácil de entender porque todo se venía cocinando desde hacía treinta años, desde cuando Enrique Hernández de Jesús, alias el Catire Hernández, se había hecho amigo, en elCafé de los Poetas de Eduardo Escobar en la carrera 5, de Luis Ángel Parra, Andrés Carne de Res, José Mario y Fernando Arbeláez, dos admiradores de la poesía de Belisario Betancur.

Miren y verán dijo la señora. Para comenzar tengan presente que el jurado del premio Chino Valera Moraque ganó José Mario estuvo integrado por Enrique Hernández de Jesús, la copista y promotora de la Nueva Novela de Alfaguara, poetisa Luz Mery Giraldo de Jaramillo y la mexicana María Baranda de Hinojosa, famosa por haber publicado un libro sobre las ballenas de Dylan Thomas y la secuencia de la mantequilla de The Last tango in Paris con María Schneider y Marlon Brando, a quien ella admira mucho; y el Rómulo Gallegos, que ganara limpiamente el tolimense William Ospina Buitrago [Páramo de las Letras, 1954], por dos valetudinarias, la mexicana Elena Poniatowska y la argentina Graciela Maturo, por el presidente del sindicato oficial de escritores de Cuba Miguel Barnet y los neo-chavistas Humberto Mata y Enrique Hernàndez de Jesús, que en esta honrosa ocasión reemplazaba a su ex compañera de toda la vida, Stefanía Mosca, por haber fallecido de una prolongada enfermedad que algunos llamaban rabia. Algunos escritores venezolanos retiraron entonces sus obras, pero fue un asunto de la incomprensión y la envidia, no de los 150 mil dólares del premio.

Que tengo razón, continuó diciendo la señora, porque miren, el Catire Hernández, un muchacho de Mérida, que no terminó el bachillerato pero supo granjearse desde que vivía en La Pedregosa la amistad del embajador [Colombia, Cuba, Suiza, Chile, Haití, Israel, Dinamarca, Noruega y Polonia] y poeta Vicente Gerbasi, director vitalicio de la Revista Nacional de Cultura, a quien hizo más de un millón de fotos y rindió muchos homenajes etílicos, uno de ellos muy prolongado, durante los meses de agonía de Francisco Franco en compañía de más de una docena de poetas nacionales y extranjeros, fotos que pagaron muy bien los gobiernos adecos y copeyanos de turno, conoció en Cabimas a José Mario por intermedio de Edmundo Aray, quien en compañía del Catire y Carlos Contramaestre, Juan Calzadilla y Caupolicán Ovalles visitaron la capital colombiana donde en Carne de Res, entonces un ventorrillo mal oliente, le presentaron a la gestora Nubia Cubillos, que les dio luces sobre las posibilidades de Colcultura y el Conag en la impresión de grabados, la venta de pinturas y las lecturas de poemas.

Fue así como Hernández participó en el Festival Presencia Viva de la Poesía del año 93 y cuatro años más tarde, durante la Feria del Libro de 1997, Andrés Jaramillo, José Mario Arbeláez, Luis Ángel Parra, Fernando Charry Lara, Oscar Collazos y cincuenta invitados más celebraron en Andrés Carne de Res, el 9 de Mayo, la aparición del recetario poético del Catire con una espectacular cena donde las garrafas de vino llevaban el nombre de poetas de las dos repúblicas, algunas de ellas, muy repetidas; en todas las mesas reposaban ampolletas de leche sin leche pero con grabados eróticos, con testículos de diversos colores, la ensalada era un invento al detal de Oscar Collazos y los meseros bañaron con un spray serpentina oliendo a pedos a los comensales.

Al fallecer Carlos Contramaestre, muerte anunciada por Dalita Navarro, entonces agregada cultural venezolana, el Catire presentó en la feria del libro bogotana La tentación de la carne, editada por Taller Arte 2 Gráfico y Andrés Carne de Res. Año 1998 pleno de sucesos para el merideño que participa entonces en el Festival de Poesía de Casa Silva, en la inauguración al lado de Parra y María Eugenia Niño de la Galería Sextante y su magno, junto a la Embajada y el Centro de Cultura Venezolano, el Convenio Andrés Bello y la galería Quinta Papeles de Caracas, Proyecto Mapa, con más de cien grabadores y dibujantes de ambos países.

El noviazgo del ex presidente Belisario Betancur y Dalita Navarro, ex de Teodoro Petkoff Maleç permitirá a Catire llevar a cabo tres de sus grandes proyectos culturales bolivarianos: un libro con cientos de fotos desenfocadas de Vicente Gervasi, una gran expedición cultural a la frontera de ambos países, y la gran fiesta que anunció el matrimonio del ex presidente y la caraqueña, llamado Encuentro del Amor y la Palabra, que con los auspicios del alcalde Enrique Peñalosa trajo a Bogotá más de 100 poetas del mundo, incluso colombianos, a fin de acompañar la exquisita pareja de enamorados, evento que quedó registrado en otro lujoso volumen de aberradas fotos de Catire titulado El Amor y la Palabra, impresos ambos por Arte Dos Gráfico. A este magno acontecimiento cultural fueron invitados por Colombia hombres y mujeres de letras como Don William Ospina Buitrago, Don Ignacio Chaves Cuevas, Don Otto Morales Benítez, Don Nicolás Suescun, Don Mario Cataño, Don Jaime Sanín Echeverry, Doña Piedad Bonnet, Don Andrés Hoyos, Doña Luz Mery Giraldo, Doña Marianne Pondsford, Don José Mario Arbeláez, Don Luis Fernando Afanador, Don Guillermo González Uribe, director de la revista Número y agente literario de Don Ospina, Doña Gloria Valencia de Castaño, etc., al lado de grandes escritores como Rafael Alcides de Cuba, Josefina Aldecoa de España, Manlio Argueta de El Salvador, Gonzalo Celorio y Elena Poniatowska de México, Marcio Veloz de Santo Domingo, Alfonso Chase de Costa Rica, Nulida Piñon y Amadeu Thiago de Mello de Brasil, Julio Escoto de Honduras y por supuesto Stefanía Mosca, Enrique Hernández de Jesús y Luis Alberto Crespo de Venezuela. Se dice que cada escritor recibió en viáticos una elevadísima suma de dólares y no sólo fueron hospedados en las Residencias Tequendama la semana que duró el evento, sino que cada uno de ellos tuvo una limosina del hotel a su servicio.

Lo que permitió que al año siguiente José Mario y Catire viajaran juntos los dos a la capital del imperio para hacer parte del evento Nadaístas en Washington. Y que a renglón seguido Sextante hiciese una descomunal exposición de las fotos de Catire en botellas de leche titulada Cajas Negras de un Poeta.

Este año, coincidiendo con la concesión del Valera Mora a José Mario, Catire prologó e hizo publicar por Monte Ávila el poemario Ávido mundo de María Baranda de Hinojosa, quien junto a 14 poetas venezolanos, uno de ellos el gobernador y poeta Tarek William Saab, acusado recientemente de la muerte de un estudiante en El Tigre, vendría a Bogotá donde la última semana de Abril, en el restaurante bailadero de Chía se confeccionó el Premio Catire de Novela para el tolimense William Ospina Buitrago, luego de pasearse por Cartagena y disfrutar del Hotel Santa Clara pagados por el gobierno venezolano.

Un premio donde, dijo entonces uno que pasaba, que a “diferencia de ocasiones anteriores, el jurado no presentó una lista de las novelas finalistas, a lo que se sumó el ocultismo que tuvieron las deliberaciones. Esta edición estuvo rodeada de polémica desde el comienzo por los reclamos de varios participantes, que cuestionaron las políticas culturales de un gobierno que acosa, persigue e intimida a sus opositores; ocupa puertos y aeropuertos; condena militares disidentes a largos años de prisión; insulta presidentes y dignatarios extranjeros; vende como pulpa de papel 62.262 libros de las bibliotecas del estado Miranda; ataca el cine que se hace en Hollywood; convierte las editoriales estatales en productoras de libros de ideologización partidista; arrodilla la investigación y la libertad de cátedra; cierra los Ateneos de Valencia y Caracas o posiciona a un coplero, caballero de industria y cabildero de oficio como jurado de los Premios Valera Mora y Rómulo Gallegos.”

Sólo falta mencionar, dijo otra de las damas de la tertulia de Barichara, que este señor Ospina primero fue poeta, luego publicista de políticos y detergentes como José Mario, y ahora, con un pantógrafo, redacta culebrones sobre la Conquista de América, luego de haber dicho que no volvería por España hasta que les devolvieran las visas a todos los colombianos.

(C) 2009 Umberto Cobo

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