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Bill Carman - It Ate Bob, 2008
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Os pido disculpas porque estos “posts in briefs” los redacto directamente al blog, así que pueden tener más defectos de los que ya tienen los textos en los que me esmero un poco más. Pero muchas veces, y últimamente, las cosas van muy de prisa.
Si no soy tonto completamente –y mira que algunos se empeñan en ofender la inteligencia—, las últimas declaraciones, manifestaciones, intenciones, sugerencias, leídas en los periódicos españoles y vistas y oídas en la televisión nacional, me dan a entender la suspicacia de una componenda entre los gobiernos español y cubano para sacarles de encima a los Hnos. Castro y Ruz, S. F. (Sociedad Familiar) a los 26 presos políticos que se encuentran en peor estado de salud o que son más beligerantes y activos dentro de la prisión, utilizando al ex-psicólogo del Partido Comunista Cubano de apellido Fariñas y en huelga de hambre. Lo ha propuesto él, minimizando así su protagonismo. Con este destierro encubierto, el inefable Montesinos les sacaría a sus amigos esa patata caliente para que en suelo español armen la bulla, pero desde lejos. Indiscutiblemente me parece que ni siquiera los soviéticos, hicieron más por la supervivencia del comunismo en Cuba que este señor de aspecto bonachón. No sé cuánto más van a tardar las autoridades cubanas en llenarlo de honores, concederle la nacionalidad cubana honorífica, regalarle medio Biltmore (vuelve a llamarse Biltmore, ¿no?) con atracaderos y yates incluidos.
¡Todo es tan evidente que se hace burdo!
Otro asunto que encabrita mis orejas como si fuera un perro de caza, es la tibieza con que se ha tardado en reaccionar ante el aparente giro de timón dado por los juglares de la Corona cubana: Silvio Rodríguez y Pablito Milanés. ¿Qué quiere decir esto? ¿Dos nuevos empadronamientos en la ciudad sin estado de Marbella? ¿Dos nuevos bienvenidos al movimiento de reciclaje lampedusiano de que todo ha de cambiar para que vuelva a ser igual? ¿Dos nuevas figuras en el tsunami de los que vienen con el cuchillo en la boca a sustituir y enterrar la otrora mafia de Miami, con otro engendro mafioso más corrompido y de menos escrúpulos, que juega a la hermandad, el patrioterismo, la relativización, el diálogo, la neutralización, y el perdón, para que nunca haya culpables en base al cansancio de 50 años que para ellos han sido de entrenamiento y para otros de sufrimiento?
Demasiado burdo para ser evidente: mi pueblo no tiene solución.
(c) David Lago González