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Escoita, mae: voltei.
José Ángel Valente
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Hoy se celebra el Día de la Madre en Cuba, y en la mayor parte del continente americano, que yo sepa. En España se celebra el primer domingo de mayo.
Con toda seguridad, mi madre y yo celebramos, de alguna manera que no recuerdo, el primer año en España a la manera cubana pues prácticamente habíamos acabado de llegar. Pero luego --tal vez porque teníamos muy metido en cada poro de la piel que no íbamos a regresar--cambiamos a la costumbre del país que físicamente comenzábamos a habitar. Así fuimos haciendo con las comidas y con las festividades. No sé si eso fue traicionar a la patria (cubana); ni nos importó entonces ni después ni me preocupa ahora; en todo caso, la patria nos había traicionado sobradamente mucho antes.
Mi madre fue una de las mujeres más cosmopolitas y sencillas que he conocido. No pasó del cuarto grado de primaria, cosa que lamentó mucho toda la vida. Pero ya quisieran muchas mujeres ilustradas, educadas académicamente o poseedoras de toda esa información epidérmica de los que se consideran por encima de lo natural, haber calzado el más pobre de sus zapatos.
Descansa en paz, mi madre.
Tu hijo, David