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martes, 19 de julio de 2011

DAVID LAGO GONZÁLEZ - Sonia la patinadora

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Sonia la patinadora

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a Enrique Agramonte Robles

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¡Como cada año, como cada noche del San Juan camagüeyano, fiel a su cita con su incondicional público, se la ve acercarse, deslizándose como un cisne! (Y eso que no es agua la superficie, sino adoquines del siglo XVIII, de nuestra legendaria y bravía ciudad que para honor de todos fue bastión de La Independencia y cuna de linajes sin par.) ¡La Avenida de los Mártires se viste de gala para recibir esta ráfaga de misterio y sabrosura que nos devuelve la magia de sus movimientos y el enigma de su identidad! ¡Señores y señoras, damas y caballeros, distinguidos todos, aquí la vemos llegar, aquí está con nosotros ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Sonia la patinadora!!!!!!!!!!!!!!!! ¡No tiene charangas, no tiene congas, pero todas las orquestas y todos los tambores suenan para ella! ¡Suenan por ella! Porque también el arte anónimo es arte mayúsculo, señores. No se equivoquen. Leal a su independencia, ha rehusado el patrocinio de la cerveza Polar, del jabón Candado, y hasta de la prestigiosa firma Crusellas y Compañía. Partagás no tiene nada que hacer con ella. Sonia es libre, imprevisible. Este misterio que año tras año nos regala su arte inconmensurable, grandioso, negro como el trópico misterioso y siempre sorprendente y como el color de su piel (al menos el que obviamente se observa desde aquí), no se casa con nadie. Porque, como la más pura de las artes, pertenece a su público, se debe a él, que, devotamente, cuando nos iluminan estas estrellas sin par del cielo agramontino en esta cita anual, vuelve a nosotros para regalarnos su luz, su simpatía, sus movimientos rápidos y fugaces como una de esas otras estrellas a las que pedimos un deseo. ¿Y qué podríamos pedirle a Sonia que no sea otra cosa que se quede para siempre? ¡Que cada año esperemos con ansiedad este momento único y agradecerle que forme parte de nuestros recuerdos, de nuestra historia rica y sandunguera de ritmos que se atropellan y se sobreponen de comparsa en comparsa, de carroza en carroza, y sea ella misma carroza y comparsa, representante genuina de nuestra cultura popular!

¡Sonia! ¡Sonia! ¡Gritemos todos para dar la bienvenida a esta gran mujer llena del más rico glamour! Y como las grandes estrellas no se prodigan, este acontecimiento sucede una sola vez, una sola noche, cada trescientos sesenta y cinco días. Además de engrandecer el acerbo cultural de tan noble ciudad como la nuestra, ha pasado a formar parte indisoluble del conjunto de nuestras leyendas. ¡Aupémosla con un gran aplauso que nos saque fuego de las manos! ¡Acojámosla con un “¡Viva!” ensordecedor, porque nadie mejor que ella, nada mejor que su arte, se lo merecen! ¡Y démosle las gracias por escoger este trozo de la Avenida de los Mártires para hacer el gran despliegue de su encanto sin par!

-o-

Como cada año también, se escabulló tras unos matorrales a la altura de la Estación de Ferrocarril. Entre ellos y el ancho andén, los raíles y los trenes que llegaban y salían; los vapores de las locomotoras; algunos operarios, con enormes aceiteras de larguísimo pitón, revisando las enormes ruedas de esas viejas máquinas, negras y robustas como toros de acero. A su espalda, una ladera que servía de base a las tripas de un largo hotel español venido a menos: lleno de vocingleros vecinos y radios a todo volumen parecía más bien la parodia de una casa de muñecas tropical y barriobajera. Un pequeño foco de luz, suficiente para quitarse el maquillaje en la oscuridad, iluminaba el espejito de aumento de la marca Max Factor (“Hollywood, naturalmente...”) que servía al personaje para irse despojando del cuerpo y del alma de Sonia, la patinadora, ¡la única!, la eso del “acerbo” con lo que se había quedado un poco confundida. ¿Era bueno o era malo ser acerbo? El fru-frú almidonado del tutú fue tan áspero que un viejo gordo de la segunda planta miró hacia abajo, y a duras penas logró Sonia meter la prenda en la bolsa que dejaba escondida entre las matas. Luego se quitó el leotard y se puso la ropa que había llevado para dejar el mundo de la gloria y pasar de nuevo a la aburrida cotidianeidad. Le gustaba estrenar siempre algo, y para esta ocasión se había comprado unos pitusas americanos, un poco caros, pero qué caray, volvió a tocar la bolsa del dinero del cepillo y la sintió bien llena: en fin, la noche no sólo había sido diversión. Había pasado otro año.

Luisito tomó la línea del tren, pero no en dirección a La Habana ni a Santiago, sino la de vía estrecha que conducía al puerto de Nuevitas. En ese momento se dio cuenta, ¡qué extraño!, que todos los trenes que había visto transitar por allí eran los que regresaban, pero nunca había visto uno partir de la estación hacia el puerto. Debe ser pura coincidencia, pensó, porque no todos van a retornar como si vinieran de la nada. Nuevitas existe, no es imaginación mía.

Esta parte de la línea, aunque igual de peligrosa, no es tan inhóspita como la que lleva a La Habana, tan llena de marihuaneros y parejas de todos los sexos ―¡hasta el tercero! ¡habrase visto!―, singando discretamente bajo los árboles, como de salteadores, restos de brujería y gente solitaria y rara que de pronto sale de lo oscuro como si fueran fantasmas. Este lado es, digamos, más humano. Las casitas de madera están a unos metros de la vía, pero las mujeres que las habitan alivian la aspereza de la miseria cubriendo las cercas con enredaderas y plantas y arbustos olorosos, de modo que hacen de la soledad y la molestia de caminar sobre las traviesas un paseo bajo la luna llena y un muestrario de los más diversos perfumes: galán de noche, madreselva, jazmín, azahar, un limonero florecido, un guayabo parido. Y en definitiva, el trayecto desde la Estación hasta la Avenida de las Palmas no es muy largo, conque si se da prisa y anda ligero, él mismo asusta al miedo.

Con miedo o sin él, lo que no se le pasaría de momento era la vibración de todo su cuerpo, a pesar de calzar ahora esos tennis viejos que siempre reserva para la ocasión. Patinarse toda la zona adoquinada de la calle República, Avellaneda, hasta llegar a la Avenida de los Mártires, es un sacrificio que sólo se puede hacer una vez al año. Los adoquines “legendarios”, como les llamaría Raúl de la Torre cómodamente desde su micrófono de Radio Camagüey. ¡Comemierda! Y decir que había escogido para su Grand Finale ese área de la avenida que parecía ensancharse a causa de la superficie despejada de la gasolinera Esso como si se tratase de un reconocimiento a los mártires de la Independencia fusilados al terminar la calle... bueno, otra comemierdá. Cuando llegaba allí, simplemente ya la Sonia estaba medio muerta. Cuando llegaba allí, su odio hacia la humanidad era tal que en vez de una sombrilla habría querido tener una ametralladora; en vez de unos patines, ir montada sobre un tanque Shellman destruyendo todos los malditos adoquines a su paso y haciendo volar por los aires los balconies de los pudientes y las sillitas y los taburetes pequeños de la chusma de Florat. A medida que aquel imbécil hablaba entreteniendo a “su” público y a una señal pre-convenida con el bugarrón que manejaba la electricidad, las luces se apagaban por un segundo, tiempo suficiente para escabullirse por la calle de la gasolinera, soltar rápidamente esas ruedas de acero y salir lo más deprisa posible por La Vigía arriba en busca de los matorrales donde había dejado su ropita de Luisito. Sonia la patinadora desaparecía misteriosamente, así hasta el próximo año. Algo le unía a Greta Garbo.

Los músculos me tiemblan como una gelatina... de naranja, mami, que es la que más me gusta, acuérdate, me encanta cuando la haces mezclándola con zumo y le echas una latica de cotel de frutas DelMonte ―dijo Luisito en voz alta, y por una cerca de las graciosas casitas le contestó el hocico de un perro.

Ya se divisan las palmas (esto parece una canción guajira), pero al que no veo por ningún lado es a Papo. Bueno, deja pararme aquí, debajo de la farola del bar, y que llegue rápido porque esta zona no es muy buena, no me gusta nada, muy ancha y muy todo pero más solitaria que el cementerio del Cristo por la noche. Y todavía de tierra... el bajareque donde vivimos, en La Guernica, ya tiene una alfombra de asfalto hasta su puerta.

¿Y ese pitusa tan apretado que te has puesto? Pareces una puta.

¡¡¡¡¡¡Ayyyyy!!!!!!!! cómo me das esos sustos, cabrón: yo aquí cagándome de miedo y tú vienes por atrás sin avisarme.

Es que parece que estés fleteando, ¿no te lo he dicho ya?

Papo, déjame en paz, que para fletear estoy yo; además, no soy una puta.

Pero éste es un país de bugarrones y maricones, no de hombres.

Bueno, son variantes... Anda, coge la bolsa y no hables; no, déjamela, que la pongo sobre la parrilla para amortiguar el efecto de los baches sobre mis adoloridas nalgas (ay, qué bien me quedó eso, ¿verdad?). En vez de venir en bicicleta, deberías haber traído la guagua: ¡luces tan bien sentado al volante! Oye, esta noche el ridículo de Raúl de la Torre dijo que yo pertenecía al “acerbo” cultural de la ciudad y eso me ha dejado muy preocupado, ¿tú sabes lo que quiere decir esa palabra?

Luisito, a mí me suena a nombre de planta, ¿no será una mata de santería?

Luisito, Sonia, se encaramó en la parrilla de la bicicleta Niágara a la manera de una dama victoriana acomodándose sobre la montura del caballo. Su brazo derecho rodeó la cintura de su macho.

“Arranca”, dijo.

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© 2002 David Lago González

(Madrid, 26 de julio de 2002)

lunes, 13 de junio de 2011

Tito’s yard

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Tito's yard

Camagüey, 197?

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(de Facebook)

FA: un patio definitiva y arquetípicamente cubano... un gran saludo, david.

27 de noviembre de 2010 a las 19:18 ·

WC: De donde era ese patio tu casa?

27 de noviembre de 2010 a las 23:19

JL: David el patio de tu casa es particular...

28 de noviembre de 2010 a las 3:07

David Lago-González

No, Wilfredo. Ese era el patio de la casa de Tito, en un fin de año que celebramos allí. Compramos un puerco y todo y quisimos asarlo en púa. No dejábamos cocinar a las chicas (las Diablas, Saritica, qué se yo). El pobre puerco terminó medio crudo medio quemado porque ya desde el mediodía comenzamos a emborracharnos. Dónde terminó? No lo sé, igual lo enterramos en el mismo hueco que habíamos hecho para asarlo. Al final, claro, lo único que había era aguardiente "Coronilla".

28 de noviembre de 2010 a las 10:30 ·

WC: A mi me pasó lo mismo en La Habana la gente pensaba que por ser de Camagüey sabia asar puercos y mi tío trajo uno de Camagüey en un Volga alquilado y pasó exactamente lo mismo nos emborrachamos y el puerco quedo medio crudo y la leña era lo que se podía poner pues no había carbón al final tiramos sillas y una escalera.
Yo me acuerdo claro de tu casa yo iba con Meruelos a oír música y siempre en el 70 el cuadro de Jesus que tenias como arriba de un buro que decía "de que van van" jajaja

28 de noviembre de 2010 a las 15:55

David Lago-González

Me matas Wilfredito. Meruelos me suena mucho, creo que era de los Meruelos de la Avda. de los Mártires, profesores. A la Dra. Meruelos que era un caso, y en la Secundaria una vez le destornillaron toda la silla y cuando la pobre mujer se sentó... pues claro.
Lo "de que van van" eso no me acuerdo. El cuadro de Jesús debe ser un grabado de Raúl Parrado. Lo que estaba en la pared del buró era el afiche de Disco Blanco de los Beatles.
Mi casa era famosa por la música, supongo que figuraría en una guía del diversionismo ideológico. Una noche, haciendo la guardia del CDR, me enteré por un vecino que apenas conocía que a mí la llamaban "La Casa de la Música".

29 de noviembre de 2010 a las 2:11

WC: Bueno a lo mejor lo del cuadro fue un "trip" pero si me acuerdo bien claro, era un pequeño buro que estaba detrás de la columna, si meruelos era de la vigia, en realidad donde único se podía oír rock era en tu casa también a veces iba con Jose Alberto yo traía muchos discos de la Habana y donde único podía oír era allí y me recuerdo bien claro de Carlos Victoria que siempre venia cargado de música

29 de noviembre de 2010 a las 3:39 · Me gusta

David Lago-González Jose Alberto vivía en la cuadra siguiente a la mía. Tremenda quedada que se dio cuando era músico de Farah María.
Lo del cuadro no fue un "trip" tuyo. Sí existió.
Qué curiosos son los recuerdos. Yo te recuerdo más del Pre y de la zona del Gallo. Creo que por entonces eras muy delgado (bueno, yo también...)

29 de noviembre de 2010 a las 11:10

WC: Como la famosa serie Argentina "Éramos tan flacos" jejeje, imagínate la plaza del gallo era el punto de reunión y coppelia por la madrugada cerrando la noche con un tres gracias de chocolate. Yo los recuerdos a ustedes como super intelectuales actualizados como beatniks o hippies cubanos, sabían ingles la música rock etc. etc. estaban como fuera de espacio en Camagüey jajaja

29 de noviembre de 2010 a las 15:11

David Lago-González Todo un honor, Wilfredo.

29 de noviembre de 2010 a las 18:03

WC: Y yo también por eso me fui a la habana y luego aquí donde estoy what's next? No se

29 de noviembre de 2010 a las 19:12

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jueves, 2 de junio de 2011

Rememorando la pesadilla…

Rememorando la pesadilla de los actos de repudio, a colación de un vídeo colocado en Facebook.

 

  • David Lago-González pues eso no es nada para los que yo recuerdo...

    Hace 4 horas · Me gustaYa no me gusta

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  • is Sánchez Curbelo Y yo, David! De todos modos te juro q ver esas imágenes me transportó a los 70 y 80. Vi arrancar los pelos a una amiga mía, when I was 13, una de esas niñas decentes del entonces Camagüey. Decir enjambre lo q tenía alrededor, gritándole puras ofensas, es poco. En fin, qué te voy a contar q no sepas (tú!). No sé, me cuesta imaginar q eso se supere, sólo con linchamientos.

  • Hace una hora aproximadamente. · Ya no me gustaMe gusta · 1 personaCargando...

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  • David Lago-González Luisi, no sé si hay quien lo supere. Lo de mi amigo Rolando (Vertientes) fue hoRRRRRRRRRRRRible, y posteriormente para los padres que quedaron allí. Mi madre y yo fuimos unos privilegiados porque Frangelina se negó a que los Miranda y otros vecinos nos dieran el acto de repudio; y en mi centro de trabajo el director (Rolando Acuña) y el del sindicato (que se llamaba Cristóbal) también se negaron al que querían darme Marta Verdugo (San Ramón, cerca de la Plaza), Aidita (una pija de Puerto Príncipe) y más gente, que seguramente vivirán en Miami. Aún así, yo me incorporé después al trabajo cuando no nos dejaron salir (estaba de vacaciones mientras sucedió el Mariel) y me entrevisté con el director, que me dijo que lógicamente no me podía mantener en la misma plaza (de mierda) que tenía antes, y entonces me mandaron a dar pico y pala. El pobre encargado de la brigada, muy consternado, no sabía qué hacer conmigo. Por fin me mandó al fondo de unos talleres en donde se habían dejado secar trozos de cemento sobre el suelo y allí me pasé las 8 horas, mientras desde las naves de los talleres me tiraban piedras y cosas (ninguna me dio ciertamente) y me gritaban ya te puedes imaginar de todo lo que se podía decir en aquellos momentos. La empresa tenía transporte propio, que naturalmente yo no cogí, y me fui andando desde allí (más allá de El Pollito, o Chicken Picking) hasta mi casa. Por supuesto, ya no volví.

    hace pocos segundos · Me gusta

  • domingo, 8 de mayo de 2011

    Disculpas

    DOMINGO 8 047.

     

    Agustina.

    Ahora estaba sentado en un banco de piedra de una linda plaza del Madrid de los Austrias, y al otro lado de la plaza, con su fuente borboteante en medio y sus árboles plagados de un verde intenso, había un pequeño grupo de jóvenes y no tan jóvenes detritus sociales que continuaban la juerga de anoche bebiendo latas grandes de cerveza y calimocho en botellas plásticas de Coca Cola de 2 litros. Cantaban y gritaban, sin duda se sentían en su ebriedad felices. Ese grupillo es el extremo último de lo que se conoce como “botellón”, ya en el umbral del alcoholismo, si no de lleno metido en todo ese diabólico caserón.

    A pesar de su felicidad, o de su alegría, daban una fea imagen. Una imagen de la que cualquier madre se sentiría dolida, horrorizada, avergonzada, si uno de esos inconscientes muchachos fuera hijo suyo.

    Recuerdo que todos nosotros hicimos lo mismo cuando teníamos veinte y algo. Algunos lo prolongaron un poco más, con consecuencias funestas.

    Por entonces corríamos un doble –o triple, o cuádruple— peligro: en la salud y lo social, y en lo político. En aquel lugar donde nacimos tú y yo todas las cosas se convirtieron en pecado político. ¿Te acuerdas? Esto nunca lo supiste, pero una noche bebíamos sentados en las gradas abandonadas del antiguo Club Social Atlético, por allá por San Zenón; estábamos los “sí, pero con cuidado”, Nikitín, Carlos Victoria, creo que Carlos Alonso, Víctor, Enrique, Elio, no se quién más; posiblemente Manuel Molina también. Moneábamos, simplemente. Ya sabes lo que era Nikitín en aquellos tiempos. Y de pronto,

    --All of a sudden (my heart sings)--,

    se encienden no sé cuántos reflectores de esos de los stadiums, dirigidos hacia nosotros, y de todas partes empiezan a salir hombres armados con pistolas y metralletas, insultándonos y preguntándonos qué hacíamos allí. Por supuesto, ellos sabían perfectamente que lo único que hacíamos era reír hasta desternillarnos de las monerías nikitianas, pues sabrá Dios desde cuándo estaban acechando y escuchando en la oscuridad. Pero nos dieron un susto de muerte.

    Y tuvimos suerte. Aparte de la muerte contraída y heredada de por vida, siempre fue increíble la suerte que tuvimos. Pues a aquellas gradas llegamos después de haber descubierto que la piscina del club deportivo permanecía llena por las noches, y todo el mundo se lanzaba en cueros al agua. ¿Te imaginas lo que nos habría pasado? Otra “fiesta del perchero” para la primera plana del Adelante.

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    PABLO SERRANO 001 002

    Hoy es el Día de la Madre, sobre todo para América, tanto norte como sur. Tú y yo, y los de alrededor, después del primer año en Madrid, comenzamos a celebrarlo el primer domingo de mayo, como es costumbre en España. Pero, ahora que tengo más o menos los años que tú podías tener entonces cuando aquellas borracheras nuestras, comprendo perfectamente lo que tanto tú como mi padre deberíais haber sufrido pensando en la imagen que podríamos estar dando por las calles y vericuetos de tan señorial ciudad.

    Disculpas tardías, ya sé, pero acéptalas de todo corazón, por favor.

    Tu hijo,

    Davi

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    © 2011 David Lago González

    domingo, 17 de abril de 2011

    Cuadernos de Camagüey (2)

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    BODA 228

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    De:

    Mi CorresponsalA en Camagüey <…>

    Para:

    David Lago Lago Lago-Gonzalez <david2305@yahoo.es>


    Me acabo de enterar de que la compañía de seguros MED-LIFE acaba de pagar allá en la isla, la suma de $30.000.00 a un cubano que murió y que había decidido regresar a vivir a Cuba. Y el embargo? bien, gracias.


    Ésta es una nueva modalidad que ahora están usando muchos "exiliados políticos" que han salido huyendo del COMUNISMO porque ése es el ticket de entrada que nos abre las puertas del Imperio y que automáticamente nos da el estatus de refugiado  para comenzar a vivir dentro de las entrañas del monstruo.  Ahora es natural el encontrarse a esta gente viviendo en Cuba COMO CARMELINA mientras el TIO SAM los mantiene desde el corazón del norte revuelto y brutal. ¿Y el embargo? Bien, gracias.


    Esto lógicamente el gobierno cubano lo sabe de sobra pero al final del día, es básicamente lo mismo que están haciendo con la pandilla de delincuentes, narcotraficantes y fugitivos de otros países que se han refugiado al abrigo del "Padrino", aunque, por supuesto, mientras con ellos entren sus infladas cuentecitas bancarias. Es obvio y de todos sabido, que los exiliados le están -o le estamos-resolviendo "la papeleta" a una gran parte de los que viven allá y eso es la especie de chantaje emocional que utilizan contra nosotros pues saben que no dejaremos que se jodan nuestros padres, amigos o hermanos porque no tengan un par de zapatos que ponerse ni medicinas para controlar sus enfermedades. Mi madre es diabética y yo no puedo dejar de enviarle, desde el azúcar para diabéticos hasta otras medicinas, medias y zapatos para ayudarla y resolverle su condición. Aunque también se que -como cubanos al fin- muchos no tenemos noción de lo que es el límite de las cosas y ahí es donde empiezan a aparecer, como flores en un jardín, los Plasma TVs, Motocicletas, etc., etc.  

    Te decía en mi carta anterior que, ahora somos los cubanos los que estamos levantando aquello de la misma forma en que los americanos lo hicieran con anterioridad. Tú no tienes idea de la cantidad de casas particulares que se dedican a vender cuanta cosa les lleven o les envíen sus familiares desde hache. Las tiendas "el comercio" están para vender cosas mayores: televisores, refrigeradores, aparatos de aire acondicionado y cosas de mas valor y tamaño que son más difíciles tratar de encontrarlas "en bolsa negra" aunque esto no quita que aparezcan!! Nada más tienes que hacer los contactos adecuados para que  te los pongan en la puerta, siempre en un jeep o en un carro del estado PARA QUE NO LLAME MUCHO LA ATENCION. El resto de las cosas como ropas, zapatos y cosas por el estilo, eso lo manda la gente de Miami para que sus familiares los vendan y los distribuyan allá en la ciudad y en el campo ¡ASI COMO SUENA! Nadie va a las tiendas de ropas conocidas allá como "trapi-chopi" porque ahí lo que venden son las cosas usadas que nosotros y ustedes donamos para que los regalen a los necesitados pero que allá el estado vende a precio de mercancía nueva y eso luego que éstas pasan por "el tamiz" de los responsables de su distribución, quienes, como de costumbre, se quedan con lo mejor para venderlo "por debajo de la mesa". Cuando tú dices de ir a comprar algo, lo que sea, siempre te aconsejan que lo compres a los particulares pues, "lo que vende el estado es más caro y es una mierda". Esto es una idea generalizada que te convence cuando tu entras a una de esas tiendas bien montadas a nivel de aire acondicionado pero te encuentras con los precios y la calidad de lo que te quieren meter por los ojos (y por el culo) que no son comparables con la calidad y precios de lo que se vende en la calle y que es, o mandado de Miami o "birneado" con los extranjeros pues estos últimos son la competencia de nosotros los exiliados. estos son los que llevan y venden carros, motos y cosas de mayor envergadura.

    Sobre la experiencia de ir de compras a una de estas tiendas: en El Encanto (remodelado luego de que lo quemaran) El Globo, La Sultana y todo establecimiento que tenga puerta de entrada y de salida, siempre te vas a encontrar una serie de porteros que, aparte de no abrirte la puerta para que entres, no te permiten pasar dentro del establecimiento con tu maletín o cartera y te espetan entonces que LO TIENES QUE DEJAR CON LA COMPANERA DE LA TAQUILLA y recogerlo cuando vayas a RETIRARTE (estoy usando la diarrea bucal que ellos utilizan), entonces te entregan EL NUMERO que te toca y que aparece escrito con lápiz en un pedacito de cartulina cortado a mano que te servirá como comprobante. Ah, y cuando vas a RETIRARTE, tienes que entregarles el recibo de pago donde aparece la lista de todo lo que compraste y por lo que pagaste para que ellos, como si en realidad estuvieran haciendo algún trabajo serio, abran las javas, miren lo que hay dentro, lo comparen con el recibo y entonces, cuando están "convencidos" de que no te estás robando nada, entonces te dejen pasar a que RETIRES tu maletín o tu cartera.

    No es lo humillante de toda la experiencia sino que, te das cuenta que esos estúpidos no saben siquiera ni contar ni les interesa lo que están haciendo. Yo, en mas de una ocasión me escondí cosas en mis bolsillos nada más para comprobar que esos inútiles ni saben lo que hacen ni les importa un pito. Ellos son un grupo de más de diez individuos por establecimiento, atravesados en las puertas y cobrando un salario cada uno de ellos por no hacer ni cojones nada más que molestar. Entonces, por otro lado te enteras de que los Sábados cierran a las doce del día y los Domingos no abren!!!  luego se quejan de que la economía no avanza. Y es ahí cuando los Cubanos con "FE" (familia en el extranjero) hacen zafra pues la gente entonces se vuelca a comprar mercancías en sus casas particulares.

    El gobierno se encarga de intervenir las casas particulares de gente que se han ido y que no han tenido a quien dejárselas, esa es otra película de horror el hacer el tramite de traspaso a algún familiar que puede ser hijo o madre o padre. De ahí en lo adelante, la casa pasa a manos del gobierno y esto implica que, con el paso del tiempo pues, la propiedad se derrumba porque no hay quien la arregle y además, como regla general, ésta empieza a ser bandalizada por los propios vecinos que necesitan, desde un fregadero, una taza de servicio hasta las mismas puertas para reponer las de ellos o para utilizarlas en la casa nueva que se están construyendo. Esto ultimo, siempre y cuando esta familia tenga "FE". También estas propiedades pueden ser vendidas prácticamente en pedazos, comenzando por las tejas del techo hasta las tomas eléctricas y los cables de la luz que aun existan y que sean solicitadas por quien esté construyendo su nueva casita.

    Ahora se están viendo muchas remodelaciones y muchas fabricaciones de nuevas casas por donde quiera que uno va, esto se debe gracias a los bajos precios en que se puede conseguir una casa vieja o un solar vacío donde se nota que en tiempos pasados ahí existió una vivienda y que pertenezca esta a un cubano o una cubana que no tuvo ni tiene dinero para arreglarla. En este caso, el comprador o compradora se  casa con el propietario o propietaria para al cabo de unos meses divorciarse y entregar la casa como "repartición de bienes" (Ya para ese entonces un par de miles de dollars han pasado de una mano a la otra) y ahí se cumple con lo que la ley exige. Es entonces cuando las nubes se abren en el cielo y de lo alto desciende, montado como Aladino en una flamante alfombra repleta de dollars, el abominable y detestable marielito, Gusano, traidor a la patria, PIN-PON-FUERA pariente, que vive en Miami y que, inexplicablemente, en menos de lo que un mono se rasca el culo, fabrica una súper mansión con cocina y baños de azulejos, pisos de granito, todo tipo de comodidades, efectos eléctricos y hasta AIRE ACONDICIONADO!!!! que el gobierno no pudo hacer  ni resolver en cincuenta y un anos, según ellos, POR CULPA DEL BLOQUEO. 

    Lo triste de esto que uno tira a jodedera es que, mientras el pueblo tiene que vivir en casas que literalmente se están derrumbando, no hay una etapa del año en que no se estén construyendo plazas, parques y obras monumentales que sean siquiera necesarias. Ahora mismo están construyendo una especie de MOLE DE CONCRETO en lo que era el parquecito de la pizzería "El Gallo" que, aparte de ser una cosa desproporcionadamente grande para el espacio que ocupa, es algo tan feo y falto de gusto que ofende. Súmesele que están renovando la calle Maceo OTRAVEZ y ahora han eliminado las aceras que terminaron de reconstruir el año pasado. "El Boulevard" como ellos le llaman ahora, es plano, sin aceras y exactamente al nivel de las entradas de los establecimientos y lo mas notable es que, según los propios constructores, cuando comiencen las lluvias, no habrán suficientes desagües como para que el agua no se acumule, lo que creara el nuevo problema de las inundaciones dentro de las tiendas, pero entonces quizás se vuelvan a romper las piezas de granitos del boulevard para hacerlo, otra vez,  de modo que no se inunden las tiendas.
    PARQUEO PLAZA DEL GALLO

    Uno de los crímenes mayores contra lo que ellos consideran "el casco histórico" fue el repellar y poner "bonita" la iglesia de la misma “Plaza del Gallo" (no recuerdo el nombre) con lo que gastaron una fortuna en repararla matando lo que la hacia peculiar que fue su aspecto de edificio viejo y sus paredes de ladrillos, cosa que podía haberse restaurado sin tener que llegar a lo del repello Y LOS COLORES ROJOS Y ROSADO QUE LE HAN METIDO que la hacen lucir como un Cake gigantesco!!

    Pero, las casas se están cayendo, por culpa del Bloqueo.

    Hace un par de años, un político recién electo vino con la idea de abrir una zanja para pasar una tubería de desagüe y aliviar el problema de las inundaciones en el barrio. Ya sabes que, con el tiempo los tubos nunca aparecieron y los vecinos se dieron cuenta de que era mas fácil botar la basura en dicha zanja lo que con el paso del tiempo se convirtió en el basurero del barrio y como es lógico el hueco se llenó de mierda. Bueno, a aquel político "lo plancharon" y ahora estrenaron uno nuevo que, sin pensarlo dos veces, mandó unas aplanadoras para emparejar la calle y sepultar el mierdero que sirvió como relleno. Dice este individuo que próximamente y cuando haya recursos materiales,  pavimentarán la calle. Los vecinos dicen que si, que eso va a pasar luego que el imperialismo ataque!!

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    Ja,ja,ja,jaa!!!!

    LUEGO TE CUENTO MAS!!!!!!!

    UN BESO!

     

    (Post vinculados: http://heribertopenthouse.blogspot.com/2011/04/cuadernos-de-camaguey.html)

    martes, 12 de abril de 2011

    Cuadernos de Camagüey

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    © 2007 David Lago-Gonzalez, “This is not ART” graffiti

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    NOTA DEL BLOGGER: Reproduzco el parte de mi corresponsala en Comala Comunista, en gran parte por lo harto que estoy de la imagen de LA VIDA REAL EN CUBA que dan, tanto el Estado cubano como la disidencia cibernética (admitida con gracia por la sección revisionista de la izquierda española –que es hasta lo más que pueden llegar, de igual forma que la intelectualidad, tanto española como cubana derivada de la neutralización del pensamiento) y la disidencia aguerrida y patriótica convencional, que cada vez más se hace acompañar de estampas tamaño DIN-A4 de la Virgen de la Caridad (versión moderna pedestre y lastimosa de los rosarios colgando de los pescuezos de los barbudos cuando bajaron de la Sierra –de los cuales me acuerdo perfectamente ahora como si fuera todavía aquel niño, más que fascinado, atolondrado, que miraba hacia arriba desde mi tamaño infantil encontrándome en el camino matas de pelo en pecho y en barba antes de llegar a la boca y los ojos de aquellos hombres que ocupaban la sala de mi casa, durante su Gran Marcha Hacia Adelante cuando pasaron por Camagüey camino de La Capital, que después convirtieron en El Capital de Marx para terminar reconvirtiendo todos los capitales en el de cada oportunista oficial-oficioso tanto de dentro como de fuera, y no sigo porque después van a decir que uno copia el facilismo ocurrente de Cabrera Infante..)

    Como podrán apreciar, esto no tiene nada que ver con “Las Crónicas de Indias” que emite Johanna, la Reina de la Salsa Bloguera y Habanera desde su atalaya, ni con toda la basura patrioteril de los egresados de la ANAP (Asociación Nacional de Agricultores Pequeños) que la Iglesia-Estado cubana [dos teocracias en una, codo con codo, para que unidas jamás sean vencidas, o lo que es igual decir “Timba y la Trampa”, “la soga y el cordero” (o es el caldero?)] monta en aviones zapateriles con destino peninsular. Tampoco con lo que escribe Mauricio Vicent para El País.

    ¡Disfrutarlo!

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    Bueno, ¡ALLÁ VA ESOOOO!!!!!!!!!!

    CUBA YA COMENZÓ A EVOLUCIONAR: ¡AHORA SE PARECE A HAITI!

    Demoré en hacerte "la historia" porque no quiero sonar como un disco rayado. Ya una vez te conté mi experiencia y mis puntos de vista sobre aquello y esos siguen inalterables aunque ahora me tropecé con ciertos cambios (Y  dale con la dichosa palabrita) y esos cambios me sorprendieron un poco. En primer lugar (…),  a quien vi igual que en el año pasado, encerrado en su casa y en su mundo de achaques y de frustraciones (justificables todos), pero que ahora se  le ha sumado la aterradora idea de que VAN A ELIMINAR LA LIBRETA DE ABASTECIMIENTOS!!! Esto implica, según él, que ahora existirá la posibilidad de que, cuando el arroz llegue a la tienda, se abalanzarán todos a comprar y a acaparar mientras él –que ya no tiene fuerzas para fajarse en una cola— se quedará sin comida, tendrá que comprarla entonces de contrabando a mayor precio y él no tiene de donde sacar para cubrir esos gastos. ASÍ COMO SUENA. Por lo demás, … (más personal)

    Visité tu casa en García Roco pues pensé que te gustaría ver y saber de ella e incluso le pedí permiso al matrimonio que vive actualmente en ella y fueron bien atentos en dejarme solo y permitirme tirar las fotos que quisiera y, en fin, ya las habrás visto AUNQUE NO ME MANDASTE A DECIR NI PINGA DE ELLAS!!!. Pero yo disfruté mucho el volver, sobre todo, al pedacito aquel de la saleta donde estaba el tocadiscos y donde tanta música escucháramos. Habrás notado lo bien conservada que está y eso se debe a que sus inquilinos la han convertido en un Bayú, donde la gente paga para singar, cosa que en estos días es como decir que se arreglan uñas o se venden durofríos. ¡Hasta ahí hemos llegado! De todos modos,  te digo que me emocionó mucho el haberme reencontrado con el lugar pues, entre otras cosas me hizo recordar mucho, a Enrique y a tu mama. Hay una señora que vive a dos casas de la tuya, no recuerdo su nombre pero ella me dijo que se acordaba mucho de ti y que te diera muchos recuerdos de parte de ella. Yo toqué por error en su puerta y ella me indicó donde era, me reconoció y enseguida me preguntó por ti.

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    Bueno, de Cuba ya se puede esperar cualquier cosa y cada cual en la isla está tan cansado, tan obstinado y tan JODÍO que ya les da lo mismo "chicha, que limoná". Un americano viejo, compañero de trabajo, a quien yo le contara cómo estaba aquello, me dijo una frase en inglés que describe exactamente lo que pasa con los cubanos "They are broken" y eso en este caso define exactamente el estado mental de ellos allá en la isla. La indiferencia es absoluta, la falta de interés para hacer algo que les pueda traer mejoras es aplastante y llega al punto en que uno, que ve las cosas desde fuera, se frustra pues te das cuenta de que a nadie le interesa nada ni está dispuesto a hacer nada y esto es algo que el propio gobierno y los dirigentes lo saben y de lo que desde sus cargos, se aprovechan para no hacer nada para beneficio de nadie pues si no hay quien exija, nada se hace. La corrupción es a todo tren y siempre son los altos dirigentes quienes salen tronados pero ya todo el mundo sabe que "el próximo" --a quien nadie conoce--, va a ser igual o peor y a ése tampoco le va a pasar nada cuando le llegue su turno y así, uno tras otro, siempre lo mismo. Mientras tanto, cada cual sale por la mañana a inventar y ver lo que "se les pega" pues la libreta de abastecimientos es una especie de reliquia que ya no tiene uso y el que no invente por su cuenta se muere de hambre pues las tiendas están vacías. Hay vendedores por doquier que te venden desde el pan, verduras, conejos, patos, flores, you name it!!! Vas por las calles y a ambos lados encuentras viejas y viejos vendiendo coquitos, cremitas de leche, cosas de uso, tomates.......¡el infinito!! Hay camiones modernos para la recogida de la basura y este pasa dos veces por semanas, son iguales que los de aquí aunque allá en Cuba, los que recogen la basura llevan unos sacos enormes donde van depositando todo lo que otros botan y que a ellos les puede servir de algo: zapatos rotos, ropas desechadas, COMIDA. Yo les pregunté por qué lo hacían y uno de ellos me dijo que "Tú no sabes lo que mi familia resuelve con esto".
    MI CASA ALEGRE Y BONITA

    Ya cuando estaba en el aeropuerto en espera del avión, éste se demoro nueve horas y media. ¡Alégrate! -me dijo una de las oficiales-, usualmente se meten hasta veinticuatro horas, así que puedes darte golpes en el pecho".... a mí, que no me gusta torturarme mucho, me dio por no golpearme, aunque sí experimenté de pronto una especie de paz y creo que hasta me sentí feliz y dichoso por haber tenido que esperar nueve horas y media nada más.

    El sistema de aire acondicionado del aeropuerto, Aire Central, nunca funcionó, por lo que alguien decidió, en vez de arreglarlo, comprar unas unidades tan grandes o más grandes que el refrigerador de tu casa para resolver el problema. Estas están distribuidas por todo el área del piso superior, unas seis u ocho unidades que supuestamente enfriaran el local de arriba y de abajo construido en forma circular. El segundo piso está diseñado para que los pasajeros puedan ver aterrizar los aviones desde allí, por lo que todas las paredes son de cristal excepto en una parte donde hay una barra para quien quiera comprar cosas CON DOLLARS (Aquí los cubanos no tienen acceso) y algunas mesas distribuidas a su alrededor. El calor que mete el sol a través de los cristales es simplemente brutal; las unidades de aire acondicionado están hechas para enfriar si acaso una oficina A LA SOMBRA así que, lo poco que éstas puedan enfriar se lo traga el calor del sol mientras que los infelices que están en el piso de abajo casi se desmayan pues, no hay donde meterse y, una vez que pases por la aduana AHI TE QUEDAS!! De la única manera en que se puede sentir un poco de aire fresco es sentándose exactamente frente uno de esos aparatos y eso fue lo que yo hice. Moví una mesa y una silla y ahí me senté!!!

    Uno de los empleados, obviamente de la Seguridad del Estado, vistiendo el uniforme verde olivo, se me acercó para decirme lo ingenioso que yo era, yo le di las gracias y cinco minutos mas tarde estaba él, con los ojos agua'os contándome su frustración porque, teniendo dos hijos pequeños, él veía la diferencia entre los niños extranjeros, lo felices y lo infantiles que se veían, comparándolos con los de él que a los  ocho y diez años parecían militares. Que estaba obstinado por tantas restricciones y por tanta hipocresía pues, ellos tenían que recibirnos a nosotros cordialmente y como si fuéramos familiares pero hasta ahí. Eso que él estaba haciendo, conversando conmigo, podría traerle malas consecuencias. Ya él estaba "hasta la coronilla" de tanta mierda y tanta "muela" y lo mas jodío era ver cómo los dirigentes y sus hijos, no paraban de entrar y de salir del país y todos vía Miami, mientras ellos los "Integrados" se habían quedado "sin escalera y reguindados de la brocha" pues ni podían salir como los comunistas grandes ni podían relacionarse con "los Gusanos de Miami" pues los castigaban.

    Ahí te mando unas fotos de cosas que me encontré. Fíjate en el busto de Martí, que, hace unos cinco años a alguien se le ocurrió PONER UNO EN CADA CUADRA y estos debían ser bien cuidados y  mantenidos bien limpios por los CDR etc. Ya quedan muy pocos pues, entre otras cosas, los vecinos los han utilizado como relleno en los cimientos de sus casas en construcción. Me dijo una prima mía que cogieron un vecino de ella con un cuarto lleno de cabezas de Martí, de las que ya había desbaratado a martillazos más de la mitad. Los que sobreviven ya ves en el estado en que se encuentran. (…)

    EL APOSTOL

    Aquello no tiene arreglo porque ya está arreglado. De eso te escribo en mi próxima carta la semana que viene pues ya no doy más. En los 50 los americanos comenzaron a mudarse a Cuba y a levantar aquello. Ahora son los cubanos quienes lo están haciendo. Las dos cabezas del círculo se volvieron a encontrar.

    UN BESO.

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    (To be continued…)

    Opposites by Killer Napkins

    Opposites by Killer Napkins

    sábado, 20 de noviembre de 2010

    ANTONIO MUÑÓZ MOLINA - Sosiego final de Saul Bellow

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    saul bellow-self portrait[3]

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    BABELIA

    REPORTAJE: IDA Y VUELTA

    Sosiego final de Saul Bellow

    ANTONIO MUÑOZ MOLINA 20/11/2010

    http://www.elpais.com/articulo/portada/Sosiego/final/Saul/Bellow/elpepuculbab/20101120elpbabpor_6/Tes

    En la última carta que escribió en su vida, un año antes de morir, Saul Bellow se acordaba de unas sandalias que su madre le había comprado cuando tenía seis o siete años, y que le gustaban tanto que las untaba con mantequilla para mantener fresco y flexible el cuero del que estaban hechas. Qué asombroso cómo todo se resume en un par de sandalias de cuero, dice Bellow en la última línea, antes de la despedida. Quizás uno de sus últimos pensamientos o recuerdos antes de perder la conciencia sólo un año después tendría que ver con esas sandalias en las que se resumía su infancia: la cercanía de la madre que iba a morir muy poco tiempo después y el amor de un niño pobre por un pequeño regalo conseguido después de haberlo mirado mucho en un escaparate. En 2004 Saul Bellow era un anciano que vivía retirado en una zona rural de Nueva Inglaterra y tenía una esposa muchos años más joven y una hija de cinco años. La veía jugar cerca de él cuando escribía esa última carta y pensaba que la niña era más pequeña de lo que él había sido cuando se quitaba cuidadosamente sus sandalias de cuero antes de acostarse. Casi nonagenario ahora, sin proyectos de nuevos libros ni de viajes, quizás le dio tiempo a disfrutar una serenidad y un desahogo que no había tenido nunca en su vida, desde que empezó a hacerse adulto en los duros barrios de emigrantes del Chicago de la Gran Depresión, cuando devoraba uno tras otro los libros retirados de la biblioteca pública al mismo tiempo que estudiaba y que intentaba buscarse la vida trabajando en cualquier oficio que se presentara. La mezcla de entusiasmo y penuria de aquellos tiempos iba a alimentar siempre su imaginación y a determinar su actitud hacia el mundo: perseguir contra viento y marea aquello que uno desea o a lo que considera que tiene derecho; pelear si es preciso para que a uno no lo pisen y no dejar ninguna ofensa sin respuesta para ser respetado.

    Convertía en literatura de manera inmediata las complicaciones de su vida, y cada libro le complicaba la vida más aún

    "Es el oficio el que mantiene cuerdo, bendito sea", escribe en 1969, en medio de alguna de las tormentas usuales

    El hijo de emigrantes judíos que no llegaron a hablar nunca bien inglés despertó a la vocación de escribir leyendo las obras maestras de la gran literatura y conversando y discutiendo con amigos tan pobres y tan literarios como él, tan llenos de insensata ambición. Todo lo que más querían era inaccesible en aquella adolescencia de marginalidad y penuria, en una ciudad en la que la crisis económica y la ferocidad de los inviernos revelaban en carne viva la crueldad de un sistema sin misericordia para los débiles o los pusilánimes. Los mejores capítulos de Las aventuras de Augie March tienen un resplandor de calamidad como el de los horizontes de los infiernos de Brueghel o El Bosco: los tranvías alejándose por extrarradios de casas pobres y mataderos industriales en amaneceres batidos por las tormentas de nieve; la sensación de madrugar tanto que todavía es de noche y sentir anticipadamente el frío de la calle y la humedad en los pies calzados con malas botas y chapoteando en la nieve sucia. La alta cultura que veneraba el muchacho demasiado fantasioso para tener sentido práctico era tan ajena a él como el bienestar de las mansiones de los ricos. La cultura literaria tenía su lugar no en Chicago, sino en Boston o Nueva York, o más lejos todavía, en Europa, y sus guardianes eran altivos intelectuales anglosajones que además no ocultaban su antisemitismo.

    "Pero un idioma es una mansión espiritual de la cual nadie puede expulsarnos", escribió Bellow toda una vida después, en el homenaje póstumo a un compañero de generación y de origen, Bernard Malamud, que igual que él se había alzado desde la periferia del gueto judío. Esa mansión espiritual la fue ensanchando Bellow con cada una de sus novelas, con sus cuentos y sus ensayos. Pero cuanto más trabajaba y más cerca se creía de haber alcanzado una posición en la que le estuviera permitido tomar un respiro, otros sobresaltos, deseos incontrolados, pendencias conyugales y literarias, le hacían sentir que nunca iba a pisar un terreno firme. Sus personajes masculinos son seres que nunca descansan, que hablan sin parar, que se van de un sitio nada más llegar a él, que se divorcian tan rápidamente como se enamoran y se casan, que se ven enredados en conflictos legales, en diatribas que sólo suceden dentro de sus cabezas o que si se hacen públicas terminan en escándalos. Leyendo las cartas uno confirma lo que sospechaba, aunque no hubiera conocido la extraordinaria biografía de Bellow que publicó hace unos años James Atlas: Saul Bellow convertía en literatura de manera inmediata las complicaciones de su vida, y como lo hacía tan descaradamente cada libro le complicaba la vida más aún. Decía de sí mismo que era un serial marrier: se casó cinco veces y tuvo cuatro hijos de cuatro madres diferentes. Alguna de sus ex esposas lo llevó casi a la quiebra reclamando compensaciones económicas por haber inspirado los personajes femeninos en sus novelas de más éxito. En una carta le da explicaciones y le pide excusas a una antigua amante a la que convirtió en un personaje que muere en un accidente aéreo. Después de cada nueva novela Bellow tiene la tentación de marcharse de viaje para huir de las quejas de ex esposas, ex amantes, amigos o simples conocidos que le piden cuentas por haberlos usado sin ningún disimulo en la ficción. Pero también ha de defenderse de los críticos que lo atacaban con más saña según iba siendo más conocido y expresaba más abiertamente sus opiniones sobre la literatura o la política. Era siempre, incluso en medio del éxito, el advenedizo que ha de abrirse paso a codazos y a fuerza de tesón y arrogancia. En una carta de 1981 le confiesa a Philip Roth, refiriéndose al escándalo provocado por su novela más reciente, El diciembre del decano: "La escribí en una especie de ataque y me ha quedado un residuo peculiar del que no sé cómo librarme. Ni siquiera puedo describirlo... Hace algún tiempo descubrí que no hay nada que me contenga de decir exactamente lo que pienso".

    Y cómo lo decía. En la inmediatez de las cartas se nota con más claridad el poderío de un estilo que no necesita los controles de la corrección posterior ni de la cautela para transmitir como una corriente eléctrica el flujo de una conciencia convertida en palabras. Entre viajes y angustias, citas clandestinas, compromisos retrasados, demandas de las ex esposas, exigencias de los hijos, diatribas con colegas, Bellow fue dejando un rastro de cartas escritas a toda prisa que dibujan para nosotros una autobiografía y también una poética, una manera pasional y resabiada, severa y sarcástica a la vez de mirar la vida y la literatura. "Es el oficio el que mantiene cuerdo, bendito sea", escribe a un amigo en 1969, en medio de alguna de las tormentas usuales. "La única curación segura es escribir un libro", le había dicho a otro en 1960. En 2004, después de tantos libros y tantas peleas extenuadoras, quizás lo único que necesitaba era ver jugar a su hija y acordarse de aquel par de sandalias de cuero.

    Letters. Saul Bellow. Penguin. 608 páginas. antoniomuñozmolina.es/

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    Creo que Fefa la de la Biblioteca fue la primera que comenzó a suministrarnos las novelas de Bellow, que no estaban prohibidas según la Constitución pero sí según la Santa Inquisición de la Conveniencia (¿qué y qué no es conveniente y cómo sobrevivir a ello?).  Le dio a Carlos (Victora, claro) “Henderson, the Rain King”, que pasó de mano en mano y a todos nos pareció deliciosa.  Luego no sé si fue Fefa o fue La Pucha la que consiguió HerzogHerzog cambió bastantes cosas en mí y creo que el descubrimiento de Bellow en esta novela –o el del propio personaje Herzog, que se libera y supera al autor –fue muy importante para mí, tanto como en los early 60’s había sido Ginsberg con su Howl y el Kaddish.  Debe habérsela quedado –¿debo yo habérmela robado? –porque recuerdo haberla leído varias veces estando en Camagüey.  Incluso hubo un tiempo (quizás la primera vez que la leí) que copiaba (mecanografiaba) partes enteras (sobre todo, las cartas de arrepentimiento de escribía Herzog al cabo del tiempo) y se las mandaba a Enrique (Bedoya) cuando estaba en La Habana, sin remitente y desde varios pueblos de Camagüey.  No, no estaba loco: era simplemente esa cosa deleitosa de gozar de un descubrimiento.

    Gracias, Mr. Bellow.  Gracias, Herzog.

    DLH

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    viernes, 5 de noviembre de 2010

    DENUNCIA-DENUNCIA-DENUNCIA - El Sabio Arte de Narrar o EL SABIO ARTE DE INFORMAR

    “El Sabio Arte de Narrar”

    o

    EL SABIO ARTE DE DELATAR

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    PACA GARZA LA ACTIVA_EL MUNDO 001

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    Desde luego pienso que algo raro pasa conmigo algunas veces. No sé por qué sueño tanto con Beluca y el agua, y también con el restaurante donde trabajé cinco años y por lo general mezclado a intentos de sacarlo a flote, de que no quiebre (ya desapareció desde hace tiempo). Ayer noche de pronto pensé en una señora asidua a Wooster, y que me parece muy agradable, y reparé en que hacía días en que no coincidíamos en el desayuno, y hoy la veo y se lo dije. Ayer también, no recuerdo por qué asociación, me puse a indagar en Internet sobre algún paradero de FRANCISCO GARZÓN CÉSPEDES, antiguo protegèe de Haydèe Santamaría, directora estrella suicida de la Casa de las Américas en Cuba. Hace un rato voy a comer a Wooster, me pongo a ver El Mundo (que, dicho sea de paso, tiene una muy deficiente edición virtual en la que no aparecen muchas de las noticias y opiniones de la edición impresa) y me encuentro en la página 10 de la sección de Ocio, suplemento de M2, cuarto y mitad de página bajo el título de “El sabio arte de narrar”, escrito por Beatriz Pulido, lo cual es lo de menos, sino que “¡oh, casualidad!” (recordando y homenajeando a Luis Carbonell), casi dedicado por completo a ensalzar la labor de FRANCISCO GARZÓN CÉSPEDES, “cubano de nacimiento, lleva más de tres décadas embarcado en una cruzada personal por la oralidad.”

    Curioso. En esa misma “oralidad” (oral service?) le recuerdo sentado en el primer sillón (balance) a la izquierda de la saleta de mi casa en la calle García Roco 61, de Camagüey, leyendo poemas “de mi propia inspiración” y deshaciéndose en elogios hacia mi talento. De los que leyó, escogió unos cuantos (creo que no más de cinco) para publicarlos en su revista de la UNEAC o Unión o cómo coño se llamara. Niquitín me había llamado un rato antes, pobrecito –yo era de los asquerosos burgueses que contábamos con teléfono particular en la ciudad desde los años 50, particularidad que a la vez lo hacía prácticamente público--, porque de pronto a la paisana agramontina, que creo que vivía entonces por Santa Fe en La Habana bajo el manto protector de sus madrinas y el (supuesto) pago por sus servicios por colaboracionismo, le había dado un repentino interés incontenible por saber que hacían los nativos de las sábanas, paisanos suyos. Caímos entonces las bobas de la yuca Carlos Victoria, José Rodríguez Lastre y David Lago González –que sigo siendo yo--. Por supuesto, nunca jamás se vio un solo verso nuestro (CV por entonces no escribía narrativa) ni drama teatral de JRL por publicación alguna, salvo quizás en nuestros respectivos expedientes de la Lubianka cubana y/o camagüeyana. Muy poco después, éramos conducidos a las dependencias de Villa María Luisa el mencionado trío, Rafael Zequeira, y Carlos Alonso Victoria que no sé qué coño pintaba ahí. De esa “Jimi Hendrix Experience”, que la infeliz Truca Pérez/Daniel Sakuntala (bautizada como Daniel Fernández) cree que ella fue el centro del meollo, salimos con la lección aprendida: no escribir versos ni obras de ficción al margen de los cauces establecidos por el Estado Comunista (entiéndase, y léase, UNEAC y Brigada Hermanos Saínz, a las que hoy tantos fuera de Cuba llevan en su curriculum vitae como un galardón honorífico), cosa que de inmediato volvimos a hacer porque en realidad no nos querían en ninguna parte y lo que diabólicamente ambicionaban era eliminarnos. Esa visita a mi casa, la última vez que vi con vida a esa (presunta) mala mujer, aconteció en algún momento de 1978 o últimos de 1977. Aquí en este texto hay un “aparte” donde leo: “Desde 1975, Francisco Garzón ha impartido este taller pionero de cuentos orales en más de 12 países. En Madrid, donde reside habitualmente, suele realizar periódicamente este tipo de talleres.” “Donde reside <habitualmente>”, o sea, que viaja por tierra y por mar robando los corazones como La Viajera. Imagino que al incluir el año de 1975 se está refiriendo a cuando el compañero presuntamente chivato del DSC ofrecía aquellas tertulias salvajes en los bosquecillos del Parque Lenin, acompañado a la guitarra por Teresita Fernández (muñeca de trapo soy, muñeca de trapo), encuentros intelectualísimos que supongo eran rematados por suculentos almuerzos o meriendas en el lujosísimo e inaccesible Restaurante Las Ruinas (nunca mejor dicho).

    Ignoro por qué razón Carlos Victoria, en todos sus años de mala y un poquito mejor vida, obvió, omitió, olvidó, se le fue de la cabeza, la realidad de aquel proceso que no fue únicamente suyo ni, de lejos, derivado de la pésima novela que había escrito por entonces Truca Pérez y que sirvió de pregunta-lanzadera en los correspondientes interrogatorios a los que nos sometieron tanto a Carlos como a los demás involucrados, o aquejados. Como otros tantos misterios, La Nariz se lo llevó a la tumba o a las cenizas que su esposa putumaya expandió por el hediondo Miami Lakes. No es el tema.

    Y a lo mejor todo es más simple. Yo, en realidad, no conocía al interfecto, pero Vicky Lester y Niqui sí se reían mucho de él cuando en Camagüey era conocido como PACA GARZA LA ACTIVA y fue durante años “compromiso” de Manolito Martínez, cantante melódico de los derivados de la nefasta influencia raphaelina, allá por los tempranos 60. He de confesar –ante Dios Nuestro Señor y ante los arcángeles-- que años más tarde, a mi regreso de La Habana, MM se enamoró de mí (sí, aunque cueste creerlo) y durante una semana yo fui novio suyo porque no sabía cómo decirle que no, hasta que una noche me invitó al cine y sufrí lo indecible por el sudor frío de sus manos.

    Luego conocimos a Saritica y a su hermano, y al hermano de MM y a Sara su esposa, y todo se complicó enormemente… pero eso es otra novela.

    Whatever. Aquí les dejo el número de teléfono de Madrid para que se inscriban, compañeritos y compañeritas, miembros y miembras, en este Curso de narración oral --o Curso de (presunta) Delación--. Llamen al 91 509 96 73 y pregunten por Paca Garza La Activa. A lo mejor se pone alguien…

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    David Lago González

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    POSTDATA:  Os avisaré a la penitenciaría española que me llevan para que alguna vez vayáis a visitarme, ya que doy por hecho que seré condenado por calumnias e injurias a tan respetable personaje.  Pero pagaré con gusto mi sentencia (con mi pensión NO) por la memoria de Carlos Victoria –aunque nunca hiciera Nico Jones por mí—, por la mía propia, por la de Nikitín y la de Rafael Zequeira cuando muramos.  Y por la verdad.  Y por la dignidad con que vivimos, entonces y ahora.

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    sábado, 16 de octubre de 2010

    El sombrío arte de la epístola

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    NIKI - Si_pero_con_cuidado 008 (2)_Inversion Polar© David Lago Gonzalez, Digital Art 2010 (Niki One) 

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    (Gracias a esa mujer enigmática t.c.c --también conocida como— “Loca del Blog” por haberme re-enviado la misiva desde Montreal)

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    Se lo dedico a Cheny Pardo,

    pues sé lo mucho que él aprecia al personaje,

    y al ser humano que está detrás,

    y muchas veces me hace recordar cosas que yo he olvidado.

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    Copio un fragmento:

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    “No salgo. La ciudad está criminal, horrible, oscura, cruel, áspera, como una sombra de algo que no fue, no es, no será. Una ciudad que no tiene historia y mucho menos memoria, que es lo peor que le puede pasar a una ciudad. Por lo tanto prefiero vivir puertas adentro, conmigo y con mis fantásticos fantasmas, mis amigos, muy pocos que me visitan casi a diario. Como muy sano, nada de grasas y salsas y excesos, no. Estoy como nunca.

    Te recuerdo como al mejor, te deseo paz y más paz.

    Josep”

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    Posiblemente hacía más de 20 años que no veía una letra suya. La primera lectura casi fue inútil, tan poco acostumbrado ya está uno a leer un manuscrito. Confieso que tuve que leer la carta varias veces y así fueron saliendo palabras y signos que en un primer momento no pude distinguir. Fue como abrir un cofre musical poquito a poco, asomándome por la abertura para comprobar si el interior era el mismo que yo conocía.

    Ése es el idioma que hablábamos, el mismo idioma que seguimos hablando. Es un lenguaje propio, único, muy lejos de los estándares de perversiones de estilo oficioso o popular. Ni teníamos ni tenemos nada que ver con toda esa ebullición del mal gusto que nos deja sin agua y terriblemente sedientos de algo hermoso y humano. Querríamos encontrar en el mundo exterior algo mínimamente semejante al profundo río que (nos) circulaba entonces por debajo de la ciudad, y que sigue su corriente por debajo de otros océanos y sabanas.

    © 2010 David Lago González

     

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    NIKI - Si_pero_con_cuidado 008 (2)_Ruido Mediano_Curvas RGB© David Lago-Gonzalez, Digital Art 2010  (Niki Two) 

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    viernes, 1 de octubre de 2010

    Lo mismo que a los chinos…

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    Fan Ho_Kids and Cats, 1961(Fan Ho, Kids and Cats, 1961)

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    Fíjate, Heriberto, ahora me doy cuenta que muchas veces la gente termina donde empieza.  Te acordarás que yo nací en un barrio que, en la actualidad española de la maqueta política correcta e intacta donde nada se mueve sin la conveniente aprobación silente que ni se sabe de dónde viene, sería también etiquetado como “multi-cultural”; y en Madrid he acabado viviendo también en otra zona multi-cultural.

    Ahora cuando venía hacia acá me crucé con dos mujeres de raza negra, elegantemente ataviadas en sus saris (o cosa así que seguramente no se llamarán de esa manera), y mientras desayunaba en Wooster vi pasar una legión de gitanos y gitanas (españoles, no romaníes) cerrados en negro, con pañoletas y medias incluidas.  Y la verdad que me quedé pensando que, plásticamente, era mucho más agradable la imagen de las mujeres negras en blanco marfil.  A veces me encuentro con alguna que parece salida de uno de los cuadros de Miquel Barceló en la etapa en que vivió en Mali.

    Pero lo de los chinos…  Yo creo que a nosotros nos va a pasar como a los chinos de mi barrio en Camagüey, me preocupa este bolchevismo galopante que veo por todas partes en mi ciudad de Madrid.  Recuerda que en la calle de la Plaza, no me acuerdo su nombre  --¡ah, Van Horne!--, casi esquina con la mía, habían dos sociedades chinas, una al lado de la otra, pero separadas, en casas distintas.  Ignoro qué diferencia habría entre ambas.  En la sala y la saleta tenían esos típicos balances camagüeyanos, robustos, como el tipo de mueble que aquí llaman “rústico”.  Uno pasaba por allí y los chinos de ambas comunidades mantenían la misma parsimonia, absortos en sabrá Dios qué cosas pero se les veía tranquilos, como si estuvieran en paz consigo mismos.  Fumaban lentamente, y aún más lentamente se mecían en sus sillones.  Al fin y al cabo, ellos habían logrado huir.

    Una de ellas la cerraron bastante pronto con la Revolución, pero la otra seguía abierta, yo creo que incluso sobrevivió al Mariel.  Claro que, no sé si por mala leche o por ignorancia, a algún mayimbe cederista se le ocurrió colgarle a los chinos un cuadro gigantesco con la imagen de Mao Tse Tung.  Seguro dijo: ah, chino = Mao, y zas, allí les plantaron la cara de galleta de agua amarilla del Gran Timonel.  Menos mal que los chinos conservan esa expresión facial como lisa, que no refleja nada de lo que están sintiendo o pasando, pero deben haberse estado cagando en la hora en que todos aquellos comunistas cubanos les cogieron el local para las reuniones del comité de zona.  Impertérritos los recuerdo, mientras el populacho jacobino celebraba sus asambleas a la derecha de donde estaban los balances.

    DLG

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    viernes, 10 de septiembre de 2010

    Guille Nieves

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     Guille Nieves (Guillermo Nieves, RIP) 

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    Me cuesta mucho trabajo hacer coincidir el recuerdo que guardaba de Guille, el del comercio, el del Gallo, el de la onda, con la imagen de esa foto, esa especie de santão sonriente acostado con un gato y con la acumulación de todo el descuido al que los seres humanos podemos llegar, y sólo después de mirar muchas veces la fotografía creo reconstruir algunos rasgos, sobre todo, los pómulos, y algo en la mirada y la sonrisa.

    Después del Mariel, en Camagüey sucedió algo cuando menos curioso. Muchos de los que quedaron, desaparecieron. Yo no me considero en esa categoría, pero supongo que para los que yo denomino aquí como “desaparecidos” también lo fui ya que el no coincidir en lugares públicos ni privados fue mutuo. En esa categoría están, por ejemplo, Luis Ruiz (ahora en Berlín), Norberto (en alguna parte que no recuerdo, casado y convertido en padre de familia), Papo (que quedó en Cuba), Omar Cerit (que no pudo salir en aquel momento por una operación y un año después me tocó a la puerta de la casa dándome un susto de muerte). Y estaba Guille, de quien no dudé jamás que había escapado en La Gran Fuga. Pero años, creo que bastantes años después, supe que se había quedado en Camagüey para no abandonar a su madre. La faceta del Mago de los Jeans que he leído en los comentarios en Facebook yo, o no la conocí o no la recuerdo.

    En aquellos tiempos de la jipada, o de la onda, los chicos y chicas aparecían un día cualquiera como si acabaran de llegar del espacio exterior. Recuerdo a uno llamado Ricardo, que “bajó” en la Plaza del Gallo en una bicicleta y con una larguísima melena, crecida, según comentó él a modo de presentación, a lo largo de dos años de encierro casero; llevaba gafas. No lo dudo. Después desapareció, mucho antes de La Gran Evasión, sabrá Dios qué pasó con él, o si se hizo “revolucionario” como Carlos Padrón (sobrino de la Dra. Padrón, que había sido profesora mía de 6º Curso al ingresar a regañadientes en la escuela pública “Rafael Guerra Vives”, que quedaba en la esquina de mi acera, construyó Batista e inauguró Fidel, colgándose él el mérito de su construcción; y también era primo de Pichilingo --¿alguien se acuerda de Pichilingo? Pichilingo, de niño, había sido hormonado para el crecimiento o algo así, pero eso le atrofió el cerebro, lo convirtió en un semi-humano y le hizo desarrollar una pinga del tamaño del Edificio Lugareño. Yo nunca la vi, pero era famoso por eso; luego formó dúo con una tal Reyna que vivía por detrás de la fábrica de gas y de otra más, no recuerdo su nombre pero utilizaba el diminutivo, convirtiéndose el trío en el hardcore de la vida nocturna provinciana)... bueno, decía que como Carlos Padrón, que de pronto se hizo funcionario de la Universidad de Camagüey y dejó de saludarnos, tanto a los “Sí pero con cuidado” como a Los Poetas Malditos y Reinas del Pop(quería) que éramos nosotros. También por aquellos días apareció Michael el Loco, que según algunos “informaba” al “aparato represivo”; en fin, una forma más de justificar un salario y hacer la vida de algunos cuantos un poco más estudiada (espero que algún día el Departamento de Seguridad del Estado cubano –nuestra querida Stassi—publique un tratado de sociología sobre el tema). Y Guille Nieves también bajó del Cielo un día, o un atardecer (la hora preferida por los hippies camagüeyanos). Descendió convertido en una super-loca, totalmente glimmer y fashion victim, después de haberse graduado en la escuela de artes y oficios de la calle Francisquito (la cárcel, pegada a la de Progreso, antigua calzada de las putas camagüeyanas en los años 40 y 50, de ésas que se asomaban a una ventanita que se abría en cada hoja de la puerta). Yo no lo recuerdo de antes, después me dijeron que sí, pero sus credenciales incluyeron una rápida confesión de su transformación de bateador de locas a loca superstar diciendo: yo antes bateaba a las locas, entré en la cárcel y miren lo que salió, y asumía la pose de la Estatua de la Libertad pero sin llama de piedra pues él brillaba por sí solo.

    A partir de ahí fue un personaje constante e imprescindible en el panorama contracultural agramontino (camagüeyano). Hilarante, ingenioso. Imprescindible. Me acuerdo de una boda, de alguien de la onda, que se celebraba en una villa de la Zambrana quizás, y terminamos todos en los lugares más insospechados. Carlos Socarráz y yo besándonos en mitad de Garrido y de pronto le pregunto pero qué haces, por qué nos besamos, y luego seguimos así hasta el Reparto Boves, donde vivía y murió. No sé si ésa fue la noche en que Carlos Victoria terminó durmiendo en una cuna en casa de Wilfredito Riverón, uno que le preguntó después si yo era “entendido” y si era “chivato”. Pero aquello fue una locura completa, si mal no recuerdo terminamos cargándonos la boda… Terrorismo total, pero, quién les manda a invitar a gente tan poco recomendable…

    Una tarde castigada de sol y sed insaciable, bajaba yo por Vista Hermosa de casa de una chica que estaba tan enamorada de mí que decía que yo cantaba bien… (ella tocaba el piano y después terminó casándose con uno al que le pusimos “Miss American Pie”, que tenía ínfulas de cantaautor), y al pasar por un chalet me llaman desde la ventana (ventana Miami) psst psst, Daviiiid… Yo miro, pero sigo caminando, pues inmediatamente habían cerrado la ventana (la ventana Miami) y no pude identificar de dónde salían las voces; camino unos pasos, y otra vez psst psst… Entonces regreso sobre mis pasos, abro la verja del jardín de una casa y toco a la puerta. Me abren Guille, Renecito Cifuentes y Yeyito. Nos subimos todos a una cama en la que hablábamos y nos reíamos, y supongo que bebíamos (se bebía siempre), hasta que siento algo que se me acerca más y más y lo dejo acercarse, y en eso René y Guille discretamente nos dejaron solos a los otros dos (were they peeping from another room???), porque, en fin, los camagüeyanos mantenemos el pudor de una clase agotada ya por el populacho pero que sigue intacta en lugares cerrados a los que la chusma no tiene acceso. Vale, Roly, lo siento: flesh is weak, you know.

    En fin, Guille, el azar no es menos débil que la carne.  Pocos escogen la forma de morir, y estoy seguro de que si lo hacen, es a regañadientes.

    © 2010 David Lago González

    miércoles, 8 de septiembre de 2010

    El Blog de Heriberto - Fundadores

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    Natan Serret

    Llénate de mí.
    Ansíame, agótame, viérteme, sacrifícame.
    Pídeme. Recógeme, contiéneme, ocúltame.
    Quiero ser de alguien, quiero ser tuyo, es tu hora,
    Soy el que pasó saltando sobre las cosas,
    el fugante, el doliente.

    Sé que hay personas que creen que Heriberto soy yo, o que el título del blog es simplemente un nombre, que no quiere decir nada. Aunque lo pongo en un lateral, hay gente que no lo lee.

    Hace tiempo ya, colgué un post de Natán Serret cuando descubrió el blog y me escribió diciendo y aclarando que él fue uno de los fundadores reales del Real Penthouse de Heriberto y que Heriberto es una de las mejores personas que ha conocido en su vida.

    40587_1469607592886_1614497687_1136320_3819762_n Desde hace meses coincidimos de vez en cuando en Facebook, y no entiendo si celebrando algo él y su mundo en Miami… bueno, que escribió un corto poema que hoy me place colgarlo aquí en el penthouse.

    Heriberto, que yo sepa, sigue vivito y coleando en Camagüey. Yo me he comprado un ascensor virtual y no tengo que dispararme las infinitas escaleras que conducen a su ático, pero él sí, porque sigue allí, en la La Siguaraya, donde todos los que quieran tienen su casa, si quieren pasar, ver y lamentar la hora en que viajaron al Infierno de Cuca La Más Loca.

    Feisbukeando con él me entero de que Mateo había muerto hacía tiempo (Mateo, el que se casó con Betty la de la fonoteca de la Biblioteca, que teca que teca cada vez que uno iba a oír música clásica allí, ella se entretenía en contarnos todas las cosas que le hacía Mateo y cuánto sufría....) Mateo era como el más feo de todos, pero tan divertido que uno continuamente estaba riéndose con él (bueno, tampoco era Frankestein ni nada parecido). Los demás sí, éramos hermosos, como sólo la juventud sabe serlo. Y ahora es el momento, virtual, onírico, en que todos los muchachos de “la onda” nos juntamos en un coro supra-global (porque incluye a vivos y muertos de varias partes del mundo pero con el denominador común de tener a Camagüey de fondo) y cantamos todos, perfectos, únicos, irrepetibles: mem’ries… like the corners of my mind… misty water-colored memories… of the way we were… Scattered pictures… of the smiles we left behind… smiles we gave to one another… for the way we were… Can it be that it was all so simple then?... or has time rewritten every line… if we had the chance to do it all again… tell me - would we? could we? ????? Memories… may be beautiful and yet… what’s too painful to remember… we simply choose to forget… So it is the laughter… we will remember… whenever we remember… the way we were… So it is the laughter… we will remember… whenever we remember… the way we were

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