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domingo, 26 de junio de 2011

JAVIER MARÍAS - Cortar el revesino

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12th century version of present day video games

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JAVIER MARÍAS LA ZONA FANTASMA

Cortar el revesino

JAVIER MARÍAS 26/06/2011

http://www.elpais.com/articulo/portada/Cortar/revesino/elpepusoceps/20110626elpepspor_16/Tes

He hablado de este asunto en otras ocasiones, y me disculpo por la repetición. Pero es que también los vicios españoles se repiten hasta la saciedad desde hace siglos y nadie parece dispuesto a enmendarlos. Se reconocen, pero siempre como "cosa del pasado", a la vez que quienes los condenan los reiteran infaliblemente en el presente, sin darse cuenta o con gran cinismo, en realidad no sé por qué otorgo el beneficio de la duda. Se habla, por ejemplo, de lo mal que sus contemporáneos -los colegas escritores, no los lectores- trataron a Cervantes, cuyos talento y éxito tardíos no pudieron perdonarse: recuérdese que a la publicación de la Primera Parte del Quijote su autor contaba cincuenta y siete años, que debía de ser como tener hoy setenta y cinco, y diez más cuando dio la Segunda Parte a la imprenta. Escandaliza el largo ostracismo a que fueron sometidos Clarín y su Regenta (hasta los años sesenta del siglo XX, como quien dice), o los pocos honores conferidos a Valle-Inclán en vida. Quienes los conceden ahora se rasgan las vestiduras ante los errores e injusticias de otros tiempos, y se aplican a perpetuarlos en la actualidad. Acaba de ocurrir una vez más al morir Jorge Semprún. Oigo a Javier Solana lamentarse del escaso reconocimiento habido en España a quien escribió buena parte de su obra en francés pero también buena parte en español; a quien, pese a vivir principalmente en París, nunca quiso perder su ciudadanía original y por ello no pudo ser elegido miembro de la Academia Francesa. Semprún fue español de principio a fin, y sólo los muy tontos o los muy patrioteros creen que la lengua en la que uno escribe es determinante de nada. Quienes hemos traducido sabemos que ese factor, con ser importante, es secundario; que las lenguas no son gran cosa en sí mismas: un vehículo, una herramienta para expresarse y entenderse, jamás un fin ni algo sagrado. Oigo también que, "a título póstumo", a Semprún se le ha concedido "la Orden de las Artes y las Letras" en nuestro país.

"No me alegran esos premios que se otorgan a la edad, y no al talento"

No sé qué Orden es esa. Ni siquiera sabía de su existencia, y, dado que llevo cuarenta años publicando, infiero que no es codiciada y que a nadie le importa. Pero seguro que al que menos le importa es a Semprún muerto. Cada vez que se da algo póstumamente se me llevan los demonios, sobre todo si el finado ha sido longevo y ha habido tiempo de sobra para honrarlo cuando aún podía disfrutarlo. Claro que tampoco me alegran mucho esos premios que tan frecuentemente se otorgan a la edad, y no al talento, y que resultan más una humillación que un agasajo para quienes los reciben. Parece que los jurados estén refunfuñando: "Bueno, como tiene usted más de ochenta años y no se ha muerto, vamos a celebrarle lo que escribió antes de los sesenta". Porque a veces se da la circunstancia de que el octogenario en cuestión lleva ya un par de decenios sin entregar nada que valga mucho la pena. Y uno se pregunta: ¿por qué no se lo premió en su mejor época, y cuando en verdad estaba activo? Para cortarle el revesino, por utilizar una expresión de tiempos de Cervantes (significaba "interrumpir el discurso o dificultar las pretensiones de alguien"), algo a lo que España siempre ha sido aficionada, y lo continúa siendo. "¿A ver qué se va a creer este? Ya ha subido mucho, hay que frenarlo", parece ser el propósito nacional a través de los siglos.

Propósito alcanzado numerosas veces. Algunos muy buenos escritores han sido galardonados con los premios oficiales -el Cervantes, el de las Letras, el Nacional-, pero también muchos medianos y malos. En cambio se murieron sin obtener ni siquiera el último -el de menor categoría- Juan Benet, Jaime Gil de Biedma y Juan García Hortelano, y los tres eran ya sexagenarios. Lo mismo le pasó a mi padre, Julián Marías, y él murió nonagenario. Estos premios les han sido esquivos siempre a autores como Eduardo Mendoza, que ya ha cumplido los sesenta y ocho, a Félix de Azúa, que cuenta uno menos, y a Francisco Rico, con uno más; a Leopoldo María Panero y a Enrique Vila-Matas, que andan por los sesenta y tres; a Arturo Pérez-Reverte y a Luis Antonio de Villena, que tienen casi sesenta; a Soledad Puértolas y a otros de valía y obra abundante. Es llamativo que ninguno de sus libros fuera visto jamás como "el mejor del año" en narrativa, poesía, ensayo o historia, según los casos. Sé, por un testigo, que cuando Gil de Biedma rondaba ya la sesentena, se le negó un Premio Nacional con el siguiente argumento: "No estamos aquí para juvenilia". El poeta más influyente de nuestra época se murió poco después, como es sabido. Y la única vez que fui jurado de uno de esos galardones (el de las Letras, especie de "pre-Cervantes"), varios miembros se opusieron a la candidatura de Benet arguyendo que había que recompensar "primero a los viejos". Benet murió seis meses más tarde, a la edad de sesenta y cinco. Todos ignorábamos -hasta él mismo- que estuviera enfermo, pero me aventuré a discutir con aquellos miembros: "Miren, nadie sabe el orden de la muerte, y, que yo sepa, la senectud no es un mérito literario". En realidad es absurdo que en España haya tales premios, cuando este es un país al que le revienta reconocer el talento de nadie. Por eso se suele hacer póstumamente. Y si los escritores se empecinan en no morirse, como debieran, entonces se espera, al menos, a que sean gente decrépita y sin ilusiones; a que apenas puedan gastarse el dinero (si lo hay) ni sentir contento. Luego vienen las generaciones siguientes y exclaman: "Hay que ver qué ceguera tuvieron sus contemporáneos con Fulano o Mengano. Qué trato tan injusto le dieron". Mientras ellos les dan el mismo a los creadores mejores de su tiempo, y les cortan el revesino a conciencia.

-O-

De acuerdo.  Pero a la altura en la que estás, Javier Marías, no te llega del todo el olor de las habas que se cuecen.

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domingo, 15 de mayo de 2011

EL PAÍS SEMANAL sobre AMNISTÍA INTERNACIONAL

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REPORTAJE

El azote de los gobiernos

LOLA HUETE MACHADO 15/05/2011

http://www.elpais.com/articulo/portada/azote/gobiernos/elpepusoceps/20110515elpepspor_10/Tes

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Cartas, protestas, informes independientes... Hablar de derechos humanos es hablar de Amnistía Internacional. "Es mejor encender una vela que maldecir la oscuridad", dijo un hombre en 1961, llamando a la acción. Y hoy, tres millones de activistas actúan de barómetro del estado de la justicia en el mundo. En su 50º cumpleaños le ponemos rostro a su historia a través de 14 de sus protagonistas de 12 países. | Consulta el ESPECIAL: 50º aniversario de Amnistía Internacional

Ni Facebook ni Wikileaks. Las redes sociales y la exhibición pública de asuntos que a los Gobiernos no les gusta airear son prácticas de Amnistía Internacional (AI) desde su nacimiento. Y justo ahora cumple medio siglo. Dado el aniversario, pongamos cara a aquellos que están detrás de sus acciones. Esa era la idea para este reportaje. Dicho y hecho. Y al extender ahora nuestro mapa de ruta resulta que no cabe aquí lo mucho que esta organización representa en la democratización del mundo. A día de hoy, que Amnistía se fije en uno no es cuestión banal. Y más sabiendo lo que ahora sabemos: "Un investigador de AI nunca abandona un caso hasta que no está resuelto". Y debe ser: miren, si no, sus casos de presos, casi 50.000, la mayoría cerrados; sus informes, 17.093. Completos, insistentes, en bucle, como esas concertinas (alambradas) que se colocan en las prisiones para acotar... Azote de Gobiernos, dicen unos. Mosca cojonera, otros. Por ello, esta ONG independiente (no solicita ni admite financiación de Gobiernos o partidos; ingresó 202 millones de euros en 2009; en España, en 2010, siete, el 96% de cuotas y donaciones; el resto, ventas) recibió en 1977 el Premio Nobel de la Paz: por preparar el terreno para la libertad, para la justicia y la paz en el mundo".

AI (Amnistía Internacional)
A FONDO

Sede: Londres (Reino Unido)

Directivo:Salil Shetty (Secretario General)

"Un investigador de AI nunca abandona un caso sin estar resuelto"

"¿Cuál es su mayor frustración? Estados Unidos, siempre; es como un muro"

"Las cartas de AI apoyan no solo a uno sino a muchos a su alrededor"

"Dejamos de ser una ONG solo de presos para serlo de derechos humanos"

"Para mí, recibir postales era abrir una ventana a un mundo colorista"

La paz. Pensábamos en ella justo (ya que los investigadores de AI andan por Libia) cuando saltó la noticia: la Corte Suprema de EE UU rechaza la apelación de Troy Davis, de 42 años, condenado a muerte desde hace dos décadas. Él es uno de los casos emblema de AI, parte de una de sus batallas: la que libra contra la pena capital. Y el desaliento se extiende cual tsunami en este día de marzo por la sede del Secretariado Internacional en Londres. "¿Qué es lo primero que harás al salir?", le habíamos preguntado por teléfono a Troy en diciembre en una visita a su casa familiar en Savannah (Georgia): "Lo pasaré con los míos... sentado en un baño caliente". "¿Qué es lo primero que hará cuando Troy salga?", le preguntamos a su madre Victoria Davis. "Irme para siempre de este Estado malvado". Entonces aún había esperanza. Su fuerza y la de su hija mayor, Martina Correia, que ha hecho de la lucha por su hermano (condenado sin móvil ni arma, con la mayoría de los testigos retractados) su razón de ser, parecía inundar Londres entero mientras los de AI leían el comunicado decepcionado de la directora de la campaña por la abolición en EE UU: "Da la impresión de que al sistema de justicia no le incomoda que una persona sea ejecutada aunque no se hayan despejado todas las dudas sobre su culpabilidad en el caso...". "Rezo por que se ordene mi inmediata liberación. Y si no, que se me garantice un nuevo juicio. Quiero salir como hombre libre este 2011.Y después de recuperar mi vida seguiré luchando por la abolición de la pena de muerte", decía Troy.

Pero no. Y Troy está a punto de doblar en esta carrera de encierros injustos al español Marcos Ana, el hombre que más tiempo pasó en una cárcel franquista, 23 años, quien, dice, se salvó con la literatura como Troy, dice, se salva ahora con la fe en Dios y en los suyos. Mi vida / os la puedo contar en dos palabras: / Un patio / y un trocito de cielo donde a veces pasan / una nube perdida y algún pájaro / huyendo de sus alas. Así decía Mi corazón es patio, el poema que hizo famoso a Marcos Ana, que él nos mostrará luego en su casa madrileña.

La sede de AI, dos edificios de ladrillo unidos por un corredor, en Easton Street, es un río caudaloso de información pública sobre derechos humanos. Todo fluye. Vas de un piso a otro dividido por colores, y pisas secciones (cuentas, prensa...) y continentes: acá, América; allí, Asia... Países, ciudades, pueblos, víctimas, ampliados con una suerte de microscopio made in AI, de enfoque lento, pero seguro, que permite ver bien el virus causante del daño. Así son los informes de AI: cocidos a fuego lento. Precisos. "No podemos permitirnos errores". Te tropiezas por estos pasillos con alguno del centenar de investigadores que se encargan de Estados concretos y puedes demorarte un día entero hablando. Y hasta con alguno de los séniors de AI (son cinco): Javier Zúñiga (especialista en América Latina, enciclopédico, la memoria de los abusos del continente, ni un año bastaría con él: "Ay, Brasil", dice, "nuestra China en América Latina"), Claudio Cordone (especialista en el Medio Oriente), Whitney Brown (experta en asuntos legales), Donatella Rovera (una máquina de alta cilindrada que se encuentra en el norte de África deshilando el hilo de esa rueca y mandando informes sobre represión y daños) y Anne Fitzgerald, que destapó los vuelos secretos de la CIA; uno de los grandes éxitos de AI (ver informes EE UU/Yemen, Reclusión secreta en los 'lugares negros' de la CIA, 2005; Below ther radar. Secret flights to torture and 'disappearance', 2006, y Open secret, sobre la complicidad europea en estos hechos, 2010, además de otros sobre los aún 39 desaparecidos).

Fitzgerald no puede disimular su amargura con lo de Troy. "¿Cuál es su mayor éxito en AI?", le preguntamos en el comedor de su casa british, con jardín y perro y cocina de madera, llena de catálogos para comprar flores, libros y recuerdos. "Yemen", responderá (los desaparecidos yemeníes de 2003, víctimas de la red estadounidense de detenciones ilegales). "¿Y su frustración?" "Estados Unidos, siempre". Un muro, dice, contra el que darse cabezazos (como demuestran una vez más los Wikileaks sobre Guantánamo y otras cosas de actualidad). La mayor democracia y el mayor obstáculo. "Se desvelan abusos, pero nunca se responsabilizan". Y no solo eso. En derechos sucede como en el clima o las armas... Si un país poderoso no firma un protocolo, otros se excusan. Una espina, pues. En Savannah, Martina Correia no cesa, contesta al revés sufrido: "No abandonaremos nuestra causa bajo ningún concepto". Puro espíritu AI.

Medio millar de personas (2.000 en todo el mundo) trabajan en el cuartel general de AI; de 66 países distintos. Gente común, 40 años de media, la gran mayoría mujeres. ¿Método de trabajo de la ONG? Recabar información a diario a través de denuncias, de medios, de redes, de visitas, de colaboración con ONG locales, de contacto constante con el lugar y sus gentes, de hacer lobby con otras... Número de informes de investigación que AI ha editado desde 1961: 17.093, producto de 3.341 visitas; numero de acciones urgentes desde 1985: 20.544 (aunque este método de movilización rápida, si se determina que una persona corre peligro o se está produciendo una crisis, se empezó a usar en 1973). Este año han emitido 267.

Multiplicando aquí y allá: ¡un millón de horas anuales han calculado que invierte este equipo en salvaguardar los derechos humanos del planeta!, dicen sonriendo hoy a duras penas. Gente de gran entereza. Porque aquí las malas noticias abundan como se ve, aunque hay también sección para las buenas (muy activa, en realidad). Hoy mismo anuncian: "El activista indio de derechos humanos Binayak Sen será puesto en libertad bajo fianza". Levantas cualquier papel y ahí están escritos objetivos: presos de conciencia, pena de muerte, juicios justos, impunidad, tortura, desaparecidos, guerra contra el terror tras el 11-S...

Personas que trabajan por personas que trabajan por personas... y que cambian legislaciones. Así se presentan en AI al ser preguntados. Voluntarios o no, de toda condición, juntos, en pro del cumplimiento de la Declaración Universal en la ONU en 1948.

Buceamos por AI a través de 14 personas de 12 países (en las imágenes), elegidas entre miles posibles. Algunas de ellas son activistas puros o investigadores; otras, ex presos o víctimas. Y las hay, y en gran cantidad, tal como sueña ser Troy, de un tercer grupo: las que pelean ahora para conseguir para otros lo que ayer se consiguió para ellas. Una red. Un círculo. Como nuestra travesía misma. Que comenzó un buen día de noviembre de 2010 en una plaza de Madrid, en la Mayor, junto a dos de las madres de Soacha (Colombia), poniendo despacio sobre la mesa, una a una, fotos de sus hijos asesinados en 2008 por el Ejército colombiano, ante la mirada atenta de Nancy Sánchez, defensora de derechos humanos, y los camareros de las terrazas sableándonos, creyéndonos turistas. Jaime, de 16 años, en el campo, en la casa, haciendo arrumacos... Y se hizo el silencio, como si el mismo Jaime cruzara a nuestro lado, y ellas: "De mi chico dijeron que era guerrillero, que tenía un arma en la mano, y cómo podría ser eso, si era discapacitado de ese brazo". Y termina este viaje en otra plaza, en la de Tahrir en El Cairo (Egipto), con el bloguero Diaa el Din Gad y sus amigos, dando vueltas revolucionarias un día tras otro, con los tanques del ejército parapetados bien cerca. Diaa fue detenido en 2009 por demasiado propalestino y por hablar contra Mubarak, estuvo desaparecido, sometido a torturas. Su madre puso a AI en guardia, que impulsó una de sus acciones urgentes. "Envíen llamamientos al ministro de Interior, al fiscal, a la Embajada de Egipto... instando a las autoridades a que revelen de inmediato su paradero... ". "Tú, que eres hijo de familia bien, ¿para qué te metes en esto?", le decían los carceleros. "Precisamente por eso", contestaba él.

Libertad de expresión. La mecha. El espacio por el que lucha AI desde que el abogado católico y judío Peter Benenson pusiera las palabras-cimientos de la organización un 28 de mayo de 1961 en un artículo en prensa en defensa de ocho presos portugueses y aludiera luego a un proverbio chino de valor eterno: "Es mejor encender una vela que maldecir la oscuridad". Menos quejarse y más actuar, vino a decir. Y sus palabras fueron cual levadura de este pan inmenso que ahora amasan tres millones de socios en 150 países en 68 oficinas locales (los más: Holanda, con 300.000 socios. En España, 63.602; 1.500 activistas). Desde entonces, en paredes, cuadernos y fachadas aparece el logo: una vela rodeada de alambre de espino. Amarillo luz. Llevar a la escena pública el lado oscuro de la acción política. "No puede ser voluntario respetar los derechos humanos, debe ser obligatorio, no son artículos de lujo según que época", dice Esteban Beltrán, director de AI España. Pocas empresas con tal dimensión. Y dedicadas a objetivos tan altruistas, cuyo foco se ha ido ampliando: primero eran solo presos (con el debate añadido de si defender a alguien violento o no, y la conclusión: defender siempre un juicio justo y un trato humanitario, cualquiera que sea el delito), luego, armas, tortura, justicia internacional... y ahora, impulsar el pacto internacional de derechos económicos, sociales y culturales. "Aceptamos la pobreza como inevitable, con la misma actitud que tratábamos la esclavitud en el siglo XIX", advierte Beltrán. "Exige dignidad" se llama su última campaña. "Tenemos que buscar a los Pinochet de la pobreza", apuntan. "Hemos dejado de ser hace mucho una organización de presos para serlo de derechos humanos", comentarán en AI de Lugo, uno de los equipos más implicados de España (celebran ahora sus 25 años). Lugo simboliza bien lo que es el trabajo de grupo: han adoptado presos diversos (desde Puigane, del asalto al cuartel de La Tablada, hasta el guineano Weja Chicampo, pasando por desaparecidos saharauis, un sacerdote vietnamita...) y organizar: "Todo lo que podemos hacer lo hacemos: escribir, subirnos a un globo por Lugo, hacer el Camino de Santiago con petos con sus imágenes". Y los presos muchas veces ni siquiera se enteran de quiénes son las personas que contribuyeron a su liberación.

Beltrán construye un autorretrato de AI en la sede de Madrid. "Imparcialidad, no importa el régimen, también investigamos en democracias; no cometer errores por la precipitación... ". Y dice que este trabajo no se acaba nunca, pero que ya hay tres asuntos "a término": pena de muerte (150 países en contra; "habrá un mundo sin ejecuciones legales"); justicia internacional, que hace que los criminales no se vayan de rositas ("no se puede pasar página en la historia sin leerla", dice en relación a los 100.000 desaparecidos aún en España), y tortura. "Las actuaciones son importantes, sí, pero cambiar las políticas es lo fundamental, y eso es muy lento", decía Anne. "Por eso, ahora, los países emergentes (BRICS) son prioritarios para nosotros". Por el efecto dominó: "Si por ejemplo Brasil mejorara sus condiciones carcelarias... ". "La división entre lo político y lo económico no existe. Muchos defensores trabajan con indígenas, con sindicalistas, con lo ecológico...". Uf, suspiran en Madrid, en Londres...: "No tenemos más recursos para cubrir más temas; no podemos recortar la realidad como nos gustaría. Pero la gente lo reclama: y esto requiere otro modo de acción. Con Gobiernos se firman compromisos y luego la presión internacional funciona; no quieren vergüenza pública... Pero con empresas privadas es todo más complicado, están preparadas para responder a las críticas. El de los indígenas es uno de los temas más graves hoy, a nadie le importan, hay intereses económicos de por medio, muchas manos... y lo peor es que no están en la agenda...".

Paciencia. Una larga lista de éxitos tienen ya tras de sí; basta atender al número elevado de premios Nobel que fueron antaño casos de los que se ocupó AI: Andréi Sajarov, Adolfo Pérez Esquivel, Wole Soyinka; Aung San Suu Kyi; Rigoberta Menchú; Nelson Mandela, Orhan Pamuk, Liu Xiaobo... "Sin Amnistía, Pinochet nunca se habría sentado en el banquillo; sin AI, la pena de muerte aún existiría en el Código Penal militar en España...". "No sé si hacemos mucho o poco, pero cuando empecé, hace dos décadas, nadie hablaba de derechos humanos, y ahora es parte de todo", nos dice más animada Fitgerald, quejándose, sin embargo, de lo difícil que sigue siendo -ella, que ha sido cocinera/periodista antes que fraile-, que estas historias aparezcan en los medios... cuando el interés del público sigue intacto. Por ejemplo, en España: "Ni el crecimiento económico ni la crisis hacen subir o bajar el número de socios, la implicación o participación".

El fundador, Benenson, tras su artículo de gran repercusión, se puso en contacto con varios amigos, y estos agregaron a otros y a otros y a otros. Crearon red y decidieron ponerse a escribir juntos y masivamente a los poderosos. Mensajes personales. Sobre los condenados. Y cartas a los propios presos. Una suerte de correos empeñados en llevar cartas al zar. Con el paso del tiempo, los métodos de envío han mutado "de la pluma al ratón"; los retos son otros (gestionar y ordenar la información: "El margen de error crece"), pero el zar sigue siendo el zar, poderoso. Lo que significan las cartas para una persona aislada 23 de cada 24 horas, como está Troy Davis, lo cuenta él mismo: "Recibir cientos de ellas de todo el mundo es un consuelo para mi corazón". O el científico ruso Ígor Sutyagin, 11 años prisionero, al que vemos en Oxford (bajito, gorra de paño, eslavo; mirarle es mirar una película): "Recibir postales, para mí, era una ventana a un mundo colorista. ¡Una imagen de España o del Caribe en ese mundo gris y negro! Es la ilusión de estar conectado con el gran mundo y un control invisible de los carceleros. Hey, pensarán, este tipo recibe montones de cartas, debe de ser importante, mejor ser precavido... Las cartas son felicidad para muchos... Los presos las reutilizan, las pintan, las cuelgan, las regalan y envían a sus seres queridos... Una postal sirve no solo a una persona, sino a muchas alrededor".

Seis libretas de apuntes se han llenado en este tiempo. Medio año de citas, idas y venidas para encontrarse con unos y otros. Desde las favelas y los juzgados que visita sin pausa la defensora de derechos humanos Valdenia Paulino en João Pessoa (Brasil) hasta el lugar exacto en Savannah en el que la vida de Troy Davis cambió: el parking de la terminal Greyhound, junto al Burger King de la avenida Oglethorpe. Desde el Puerto Rico de Miami donde Camilo Mejía habló sobre su abandono del Ejército estadounidense, del que era sargento, hasta convertirse en el primer desertor de la guerra de Irak, hasta la Oficina de la Sección Española en Madrid, incansables todos, o las de los grupos de Albacete o Lugo.

Cuadernos repletos de vida cotidiana de los activistas. De detalles. A saber, cómo Valdenia, que ha tenido siempre la muerte en los talones (¿de qué pasta están hechos los defensores?), vive como si el instante último ya llegara. Con qué angustia de ser se plantea el día día una víctima de violencia de género como Ascensión Anguita. Qué ha sido de la vida de Shao Jiang, que fue uno de los miles de estudiantes que protestaron en Tiananmen en 1989 y ahora es profesor en Londres: "Yo tuve suerte. Muchos amigos murieron en la cárcel. Me encarcelaron hasta 40 veces. Salí por Hong Kong hacia Suecia en 1997 como refugiado junto a otros de la ONU, allí comenzó mi relación con AI, hice informes...". "¿Ahora China está mejor?". "Peor. Con grandísimas diferencias sociales, económicas, Internet, todo está controlado, pero la gente es ahora más consciente, defiende sus derechos desde dentro".

Si el currículo de Amnistía da para un libro; cada historia personal, para otro. El primero, de hecho, ya se ha escrito: buenísimo, Como agua en la piedra, de Jonathan Power, se publicó en el 40º aniversario. En él se relatan éxitos y fracasos: los casos de prisioneros políticos como Obasanjo en Nigeria, o la labor de AI en países complicados como Guatemala, apoyando a los que se enfrentaban a los escuadrones de la muerte, o la República Centroafricana, donde sacaron a la luz la masacre de niños; la guerra sucia de Gran Bretaña en Irlanda del Norte, o uno de los puntos negros de AI en los setenta, el apoyo a la banda terrorista alemana Baader-Meinhof. La obra concluye: "Quizá Amnistía no ha cambiado el mundo todavía, pero tampoco lo ha dejado tal como lo encontró".

Del segundo, sin duda, el más conmovedor sería el de los Davis. En noviembre le preguntamos a Troy por sus peores momentos. "Ver el dolor en los ojos de mi familia las tres veces que pisé el corredor de la muerte. Me rompió el alma", contestó. Por sus nostalgias. "Echo de menos las peleas de almohadas con mis sobrinos, sus sonrisas, la deliciosa comida de mi madre". Ya no la probará, porque mientras escribimos este texto, Victoria ha muerto en Savannah. De repente. Sin estar enferma. Su corazón se paró al poco de saber que su hijo no será liberado, que podría ser ejecutado. Quizá no ha querido vivir para verlo.

Más información: www.amnistiainternacional.es

domingo, 24 de abril de 2011

LEYENDO EN WOOSTER (domingo 24 de abril de 2011)

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Contra censores y energúmenos

Vargas Llosa clama por "la libertad y los libros" en Buenos Aires.
Ambiente caldeado en las horas previas a la conferencia que un grupo de intelectuales quiso vetar

SOLEDAD GALLEGO-DÍAZ | Buenos Aires 22/04/2011

http://www.elpais.com/articulo/cultura/censores/energumenos/elpepucul/20110422elpepucul_1/Tes

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Mario Vargas Llosa no inauguró finalmente la 37ª Edición de la Feria del Libro de Buenos Aires, como estuvo previsto en su momento, pero sí pronunció el discurso "principal" del orador invitado, 24 horas después de la apertura formal de la muestra. "Se supone que la inauguración es un acto único, pero aquí se ha desdoblado en dos días distintos, imagino que para evitar que yo apareciera junto a los políticos el día de la apertura", ha explicado a EL PAÍS el premio Nobel de Literatura 2010. "Mi discurso no cambiará por eso: defender el derecho de los libros a ser libres es defender nuestra libertad de ciudadanos, el precioso fuego que la atiza, mantiene y renueva", afirmó.

La Feria del Libro de Buenos Aires sortea la polémica sobre Vargas Llosa. El ambiente, que parecía más calmado, se caldeó mucho en las últimas horas, con unas imprevistas declaraciones de Aníbal Fernández, jefe de Gabinete de la presidenta. Pareció ignorar las instrucciones de Cristina Kirchner de dejar en paz al escritor y lanzó un furioso ataque tanto contra Vargas Llosa como contra Fernando Savater, que visita también estos días Buenos Aires y que se rio de los intelectuales argentinos que protestan por la presencia del premio Nobel en la Feria del Libro.

El acto de inauguración formal, que se desarrolló el miércoles por la tarde, tampoco ayudó a calmar las cosas. Aunque no asistieron ni la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, ni el intendente de la ciudad, Mauricio Macri, sus enviados y representantes se las arreglaron para alimentar el clima de confrontación. El ministro de Educación, Alberto Sileone, en especial, convirtió la inauguración en un mitin político puro y duro. Logró el extraño prodigio de inaugurar una Feria del Libro en una capital latinoamericana sin mencionar el hecho de que este año un escritor latinoamericano ha sido reconocido con el Nobel.

Vargas Llosa no se sintió ofendido por el cambio de programa, ni alteró por eso el contenido de su discurso, una defensa apasionada del libro que "como árboles de un bosque encantado, se animan al abrirlos". "Basta que celebremos con sus páginas esa operación mágica que es la lectura para que la vida estalle en ellos".

El escritor no rehuyó, sin embargo, la polémica. "Agradezco a la presidenta su oportuna intervención para atajar el intento de veto de algunos colegas y adversarios de mis ideas políticas para desinvitarme al acto", aseguró. "Ojalá esa toma de posición se contagie a todos sus partidarios y sea mantenida por ella misma en su conducta gubernamental".

Enorme expectación

Vargas Llosa quiso que su discurso, esperado con enorme expectación en una sala abarrotada de público, fuera seguido por un diálogo con el periodista y escritor argentino Jorge Fernández Díaz, y que discurrió con toda tranquilidad, en medio de risas, anécdotas y relatos extraordinarios del Premio Nobel.

Vargas Llosa se mostró relajado y disfrutó del coloquio, en el que se tocaron temas literarios, biográficos y también políticos. Reafirmó, en un momento del diálogo, que seguirá criticando todo lo que no le guste tanto de América Latina como de Argentina. "Hay que seguir ejerciendo la libertad con prudencia y sin beligerancia", dijo. Tal afirmación fue recibida con una cerrada ovación del auditorio.

Previamente, el premio Nobel de Literatura tuvo que soportar que un pequeño grupo de piqueteros "ideológicos" cortara el tráfico frente a su hotel y que, con un ensordecedor ruido de bombos, reclamara su marcha del país. "Les vi desde la ventana. No eran muchos, pero hacían mucho ruido. Gritaban contra mí, pero no estaban muy informados porque me decían que Humala va a ganar las presidenciales en Perú, sin saber que yo ya he anunciado que voy a votar por él, para evitar que regrese Fujimori al poder y se legitime su etapa de robo, asesinatos y corrupción".

Vargas Llosa reconoce que este tipo de polémicas le resulta muy cansada y aburrida y que han conseguido estropearle un viaje a Buenos Aires, algo que para él siempre había sido muy agradable y enriquecedor y que ahora le exige, incluso, llevar protección en la calle. "Estoy deseando que elijan un nuevo premio Nobel para que sea el siguiente el que tenga que soportar toda esta presión", reconoce. Pero no está dispuesto a permitir que nadie le impida hablar libremente, y mucho menos en una Feria del Libro. "Eso sería admitir la derrota frente a los energúmenos", protesta. "Sobrellevo todo esto con espíritu deportivo, pero la verdad es que no comprendo por qué la inauguración de una Feria del Libro tan hermosa como la de Buenos Aires no puede ser algo sencillo sino que se convierte en un combate político y en un intento de censura".

Contra ellos, los censores y energúmenos, ha dirigido su discurso "semiinaugural": "El episodio, más allá de lo anecdótico, es un asunto actual: la libertad y los libros", explica. "Manuscritos, impresos o ahora digitales, representan la diversidad (mientras no sea expurgados, claro está). Esta extraordinaria diversidad desaparece cuando gracias a los libros nos sumergimos en lo profundo hasta llegar a aquellas raíces de la especie, pues allí descubrimos lo que hay de solidario y de semejante, una condición, unos anhelos, alegrías y miedos, que establecen una identidad recóndita sobre las diferencias y distancias".

Los libros, cree, ayudan a derrotar los prejuicios y a descubrir que somos iguales en el fondo, que los "otros" somos "nosotros". El premio Nobel ha explicado cómo la Inquisición española prohibió durante casi tres siglos que se imprimieran novelas en América Latina. "Una de las perversas y felices consecuencias de esa prohibición", afirmó, "fue que la ficción prohibida se las arregló para contaminarlo todo. Eso ha sido muy beneficioso en los dominios del arte y la literatura, pero bastante catastrófico en otros en los que, sin una buena dosis de pragmatismo y de realismo, un país puede irse a pique". "Los comisarios políticos han reemplazado en la vida moderna a los inquisidores de antaño", denunció.

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NOTA DEL BLOGGER: Pues de censores y comisarios políticos del arte y la literatura, todos energúmenos, sabemos bastante los cubanos, así como los rusos y todos los súbditos de los países que han sido comunistas. Lo triste es que esos sub-personajes siguen campeando a diestra y siniestra, y con la anuencia de la mayor parte del colectivo del ghetto (o exilio, o diáspora) cubana y la cuña de la mayor parte de la oligarquía literaria internacional. Pasaron de ser deplorables a respetables. (DLG)

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Bardem, Bollaín y Casas, premiados en Nueva York

La Asociación de Cronistas reconoce a actores y cineastas en su gala anual

AGENCIAS - Nueva York - 24/04/2011

http://www.elpais.com/articulo/gente/tv/Bardem/Bollain/Casas/premiados/Nueva/York/elpepugen/20110424elpepuage_1/Tes

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NOTA DEL BLOGGER: EE UU es uno de los pocos países del mundo que llega al colmo de premiar incluso a aquellos que le desprecian, como es el caso de tantos actores y directores de cine de mejor y peor valía que se han pasado la vida criticando el encasillamiento de Hollywood para con los actores hispanos (que por lo general siempre terminan haciendo papeles, no de españoles, sino de sudacas) mientras ellos no dan eso que llaman “el salto a Hollywood”. ¿Inocencia, ingenuidad, bondad, respeto a la profesionalidad del otro? Valores muy poco profesados en suelo patrio. (DLG)

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Procesiones ateas

CLARA SÁNCHEZ 24/04/2011

http://www.elpais.com/articulo/madrid/Procesiones/ateas/elpepiespmad/20110424elpmad_9/Tes

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La Semana Santa se repite con bastante precisión año tras año incluso en tiempos tan sorprendentes como los nuestros. Comienza con sol el Domingo de Ramos para seguir con tormenta y nubarrones el Viernes Santo. Un calco del libro de historia sagrada de mi infancia en que en una lámina Jesús entraba triunfante en Jerusalén montado en burro y en otra había tres solitarias cruces en el Calvario bajo un cielo tenebroso. Una escena era alegre y multitudinaria y la otra de una soledad aplastante. Espinas, dolor, sangre y temblor de tierra. La siguiente lámina representaba la ascensión del hijo de Dios a los cielos.

Sí que me molesta que los católicos sean tan susceptibles

La historia es de una gran sencillez mitad realista, mitad mágica; mitad humana, mitad divina: al mundo de los seres humanos llega otro ser superior, más elevado, para mostrarnos un camino espiritual. Siente compasión por nosotros porque somos unos descerebrados crueles que, en sus propias palabras, no sabemos lo que hacemos, y la verdad es que algunos milenios después continuamos igual o peor. Pero para comprendernos de verdad este ser con poderes extraordinarios ha de ser uno de los nuestros y sentir nuestras pasiones, deseos y limitaciones. Ha de vivir en un momento histórico y social concreto, por lo que nace, crece y muere, aunque como sabemos que es un ser especial el que ascienda a los cielos no lo consideramos un giro completamente gratuito en la narración, porque desde el mismo momento de su atípico nacimiento su existencia va acompañada de unas cuantas pinceladas sobrenaturales sabiamente repartidas hasta el final apoteósico con el advenimiento del Espíritu Santo, representado en la lámina con una paloma.

¿Inverosímil? ¿Increíble? El creyente no se cuestiona estos detalles. Y para el no creyente puede ser el más bello relato de ciencia ficción de la historia. Su encanto reside en la frescura y el candor con los que transmite todo tipo de sensaciones y sentimientos: amor, odio, traición, culpa, remordimientos, compasión, dolor, alegría, y unas cuantas imágenes de una eficacia demoledora, como "la última cena", que aún está en explotación comercial, como la "sábana santa", la corona de espinas, la copa, la cruz. ¿Qué no daría cualquier líder político por tener a un asesor al que se le ocurriesen frases del tipo: "Dejad que los niños se acerquen a mí", "los últimos serán los primeros", "poned la otra mejilla", "todo está consumado"?

A veces la gente muy religiosa, que todo lo basa en la fe, no llega a saborear la gran libertad creativa de esta narración. Yo no me considero religiosa en ese sentido. No me he empapado de religiosidad entre otras cosas porque fui de las pocas niñas de mi generación que no asistió a un colegio de monjas y que solo me acercaba por la iglesia en bautizos, bodas y comuniones, lo que en el fondo me hacía sentirme fuera del sistema en un país en que en Semana Santa solo se escuchaban las cadenas de los penitentes.

Las procesiones a la fuerza tampoco me gustaban, me entristecían. En cambio ahora empiezo a entenderlas. Me gusta ver la emoción de la gente, el clima que se crea en torno a una sensación, el colorido, el barroquismo. La gente se disfraza, llora y canta. El ambiente es contagioso y hay que ser muy frío para no dejarse llevar por todo ese delirio. Y lo mismo ocurre en las procesiones del interior, mucho más austeras y sobrias, como las de nuestro Madrid. Las procesiones y la Semana Santa, sobre todo en Andalucía, hoy por hoy son una atracción cultural y turística de enorme envergadura, que genera mucho dinero y que se ha convertido en marca, en postal. Del mismo modo que la fiesta del Orgullo está llena de heteros, las procesiones de Semana Santa están llenas de ateos. Lo que importa es la fiesta y el calor humano, la energía colectiva, como en los conciertos y en el fútbol.

A mi vida no le afectan negativamente estas fiestas, salvo que los hoteles estén abarrotados y no encuentre habitación. Pero sí que me molesta que los católicos sean tan susceptibles. Y si lo son que se aguanten. En este país siempre ha habido católicos radicales y ateos radicales. Y si los ateos quieren hacer una marcha, que la hagan, están en su derecho. Y si hay sátira que la haya. ¡Ya está bien!

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NOTA DEL BLOGGER: De acuerdo en todo con Clara Sánchez, salvo en ¿la ingenuidad? de no prever que en la sátira va implícita la provocación. Tan gratuita como la quema del Corán por parte del estúpido fanático evangelista en EE UU. Claro, que los nazarenos luego no van a ir a decapitar a Cayo Lara ni a Almudena Grandes. (DLG)

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La semana por delante DANZA

Un gran clásico

ROGER SALAS 24/04/2011

http://www.elpais.com/articulo/madrid/gran/clasico/elpepuespmad/20110424elpmad_17/Tes

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Coincidiendo con el Día Internacional de la Danza, pero sin que se pueda asimilar como una celebración específica de significado reivindicativo, los Teatros del Canal presentan de nuevo en Madrid el Real Ballet de Suecia (del 29 de abril al 1 de mayo, a las 20.00), una de las compañías más antiguas de Europa y un verdadero poso importante de la historia del ballet europeo desde el XVIII.

La compañía nórdica, ahora bajo la dirección de Madeleine Onne, con una tradición muy específica dentro del ballet dramático y moderno (desde Mijail Fokin a Antony Tudor, o de Ivo Kramer a Birgit Cullberg) ha dado un giro radical a su repertorio activo, centrándose en los modos más contemporáneos. Dos obras de creación componen el programa: Tableau perdu, de Christian Spuck, talento de 41 años que despunta en varias compañías y que usa la sinfonía italiana de Mendelssohn. Lo que más promete es Rättika, del sueco Mats Ek sobre el concierto para violín Opus 77 de Brahms. Ek ha tenido como asistente coreográfica a la importante intérprete Ana Laguna.

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La semana por delante ARTE

Ficciones africanas

FIETTA JARQUE 24/04/2011

http://www.elpais.com/articulo/madrid/Ficciones/africanas/elpepuespmad/20110424elpmad_16/Tes

Personajes vestidos con elegantes trajes de estilo victoriano o de la época de la Revolución Francesa, realizados íntegramente con telas de estampado típicamente africano. Una versión distinta y ficticia de la historia, como si los africanos -por entonces colonizados y esclavizados- hubiesen participado en la pompa y los lujos de la clase dominante de aquellas épocas.

Las metáforas que usa el artista británico de origen nigeriano Yinka Shonibare (Londres, 1962) son vistosas, irónicas, directas, eficaces. Estos estampados se han convertido casi en su marca de fábrica. Los utiliza como símbolo de un continente que ha permanecido mudo e invisible en los grandes acontecimientos del pasado. Aunque el artista explica, para colmo de paradojas, que esos estampados que los africanos actuales consideran como propios son originalmente indonesios.

Esculturas, pinturas y un vídeo fastuoso. La exposición de Shonibare en la sala de la Comunidad de Madrid, Alcalá 31 (hasta el 5 de junio), es una magnífica oportunidad para ver una amplia selección del trabajo de este artista, uno de los más valorados en el panorama del arte británico actual.

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Yinka Shonibare, Scramble-for-Africa

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TRIBUNA: MÓNICA ZGUSTOVA

Libros en el 'gulag'

MÓNICA ZGUSTOVA

24/04/2011

http://www.elpais.com/articulo/opinion/Libros/gulag/elpepuopi/20110424elpepiopi_5/Tes

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Hace dos semanas, en Moscú, visité a varias mujeres que habían pasado su juventud en el gulag estalinista. Para llegar a sus apartamentos en los enormes bloques de pisos de paneles prefabricados llamados jrushchovki, era preciso coger el metro y luego el tren o el trolebús. Allí, en la periferia de la capital, las expresas políticas me recibieron con la proverbial hospitalidad rusa. Nunca rehabilitadas del todo, recordaron los años de su cautiverio no sólo con horror. Varias de ellas me confesaron que sin esa experiencia su vida hubiera resultado incompleta.

La amistad y la literatura fueron los refugios de las mujeres rusas desterradas

Me costó entenderlo. Primero pensé que defendían su juventud en el gulag porque no tuvieron otra. Pero a medida que la conversación avanzaba y me mostraban sus fotos y sus libros (todas ellas erigieron en sus humildes pisos unas bibliotecas admirables), lo fui comprendiendo. Lo excepcional que esas mujeres encontraron en el gulag fue la amistad: una amistad invulnerable, abnegada, firme.

Gaira Artiómovna Vesiólaia me enseñó pequeñas libretas hechas a mano: la poesía que se escribía en el gulag. "Puesto que los libros estaban prohibidos, por las noches recitábamos de memoria esos poemas que habían compuesto algunas de nosotras; preferíamos dormir menos y humanizarnos, elevarnos con la poesía," me explicó Gaira. Entonces recordé mi reciente encuentro con Irina Emeliánova, la hija de Olga Ivínskaia que fue el último amor de Borís Pasternak y en quien éste se inspiró para crear el inmortal personaje de Lara, la heroína de Doctor Zhivago. Irina me contó que, tras la muerte de Pasternak, tanto su madre como ella habían ido a parar al gulag. Allí Irina se enamoró de un preso, traductor de poesía. Los dos enamorados se comunicaban ocultando poemas entre los ladrillos del muro que separaba el campo de las mujeres del de los hombres. Él le dejaba poesías francesas, ella poemas de Pasternak en minúsculos trozos de papel.

Valentina Grigórievna Íevleva, actriz que había pasado ocho años en el gulag de Kotlas, un desierto helado, por haber sido la hija de un "enemigo del pueblo" (a su padre lo fusilaron en los años treinta), compartió conmigo un recuerdo. Una vez, tras una brutal paliza que le infligieron los guardianes del campo, tuvieron que intervenirla en una mano. En la barraca de la enfermería por milagro encontró un libro: Guerra y paz. Era el primer libro que tocaba en muchos años. Mientras se recuperaba de la operación lo leyó a escondidas, y tan pronto lo acababa, volvía a empezarlo con avidez. Así, a falta de otros libros, leyó la novela de Tolstói cuatro veces. Al salir del gulag, la habitación que alquilaba, se llenó de libros hasta el techo: "Me pasaba los días y las noches leyendo. Era insaciable," confesó Valentina, hoy minusválida. "Puesto que después del gulag no pude rehacer mi vida -la gente desconfiaba de una antigua presa-, los libros dieron sentido a mi existencia."

Galina Stepánovna Safónova es más joven que las demás porque nació en un gulag siberiano, en los años 40. Puesto que la barraca, que de niña compartía con su madre y otras presas, era lo único que conocía de pequeña, lo vivía como algo natural. Y hasta hoy conserva los libros que las presas confeccionaron para ella. Tomé uno al azar, Caperucita roja: papeles de distinto tamaño, cosidos juntos a mano; en cada página dibujos hechos con lápices de colores: Caperucita con su cesto de regalos; el lobo con la abuela; Caperucita con el lobo disfrazado... y el texto del cuento inscrito con pluma. "¡Qué feliz me hizo cada uno de esos libros!" exclamó Galina: "De niña esos fueron mis únicos puntos de referencia culturales. Mire, los he guardado toda la vida, ¡es mi tesoro!".

Elena Vladímirovna Márkova, que había pasado más de 10 años en un régimen especialmente duro en las minas de Vorkutá, en la taiga más allá del círculo polar, me enseñó un libro de Pushkin, adornado con antiguos grabados, impreso en 1905. "En el campo, este libro de procedencia desconocida, pasó por centenares, tal vez miles de manos. Los libros tienen sus vidas, sus historias y destinos, igual que los hombres." Elena me mostró también un archivo de cartas que le habían mandado a escondidas, de una barraca a otra, algunos presos: filósofos y escritores. Con sumo cuidado toqué esos pedacitos de papel, llenos de una letra minúscula medio borrada, y constaté que hablan de Kierkegaard, Goethe, Beethoven, Gogol. Al salir del campo, a los 37 años Elena se puso a estudiar en la universidad para luego convertirse en una destacada especialista mundial en cibernética. Abandonó su carrera al cumplir los 80, hace siete años. "Todo eso gracias a los escasos libros que pude tocar en el gulag," concluye, y exclama: "Nadie se puede imaginar lo que para los presos significaba un libro: ¡era la salvación! ¡Era la belleza, la libertad y la civilización en medio de la barbarie!"

Monika Zgustova es escritora.

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NOTA DEL BLOGGER: MAGNÍFICO texto de Monika Zgustova. UN VERDADERO REGALO PARA LA MAÑANA DEL DOMINGO, aun cuando el tema es terrible y desolador. Ella, y ellas –sus tristes protagonistas—, lo convierten en algo sumamente humano.

Soy profundamente rusófilo. Una vez oí o leí a no sé qué estúpido colgante de la UNEAC (Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba), cuyos miembros y miembras, aun uniéndose al ghetto, siguen ostentando en sus currícula la membresía y los premios recibidos (como si todos, o la mayoría de ellos, no estuvieran contagiados de favoritismo y trueque oficial-oficioso) como emulando con los altos militares exsoviéticos engalanados con la chatarrería de sus medallas… bueno, a uno de ellos, creo que era Miguel Barnet, oí diciendo que de la era soviética no había quedado nada en Cuba. O sea, que pasaron por la vida sin saber que pasaban, como el poema del ridículo Buesa, o el no tan mucho mejor Neruda. No sé dónde vivía ese señor, la verdad. Hace tiempo en un poema dije que quien pone su bota, pone también su pie. Quizás es un recurso del pisoteado apreciar más el pie que la bota. Quizás quien dijo eso, vivía siempre con las botas puestas.

En fin, me encantaría ser amigo de Monika Zgustova.

(DLG)

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LA IMAGEN

¿Se acostumbra uno a todo?

JUAN JOSÉ MILLÁS 24/04/2011

http://www.elpais.com/articulo/portada/acostumbra/todo/elpepusoceps/20110424elpepspor_3/Tes

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NOTA DEL BLOGGER: Sí, corazón, incluso al comunismo. (DLG)

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JAVIER MARÍAS LA ZONA FANTASMA

Inmovilizados de pavor

JAVIER MARÍAS 24/04/2011

http://www.elpais.com/articulo/portada/Inmovilizados/pavor/elpepusoceps/20110424elpepspor_20/Tes

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El método más eficaz para cargarse una palabra es su usurpación y su consiguiente ensuciamiento por parte de los usurpadores. A ello han recurrido todas las dictaduras que en el mundo han sido. ¿Cómo creen que quedó el adjetivo "democrático" en el territorio que durante décadas se llamó "República Democrática Alemana" y que no fue sino un Estado totalitario dominado por su ubicua policía secreta, la Stasi? Pero no hace falta una dictadura para llevar a cabo la contaminación. Así lo hemos visto en nuestro país, donde el noble vocablo "liberal" (que, más allá de su acepción económica, no tan noble, significó "Tolerante o respetuoso con las ideas o actitudes de los demás", así como "Partidario del liberalismo", el cual a su vez fue definido como "Doctrina política surgida en el siglo XIX, que aspira a garantizar las libertades individuales de la sociedad"), al habérselo apropiado la derecha más recalcitrante, ha quedado por los suelos. Hasta el punto de que el resultado ha sido aún más grave que el mancillamiento de la palabra (muy malparada sale, en efecto, si se la aplica a sí misma Esperanza Aguirre): se ha acabado con la propia noción o concepto de "liberal", de tal modo que ya casi nadie, ni de izquierdas ni de derechas, está dispuesto a serlo. Y esto, curiosamente, ocurre no sólo en España, sino en todas partes.

Ya casi nadie, ni de izquierdas ni de derechas, está dispuesto a ser 'liberal'.

Ser liberal, en su sentido social y en el uso más coloquial del término, equivalía, entre otras cosas, a no inmiscuirse en la vida y en las costumbres de los demás; a diferenciar entre las capacidades, la competencia y el talento de alguien y su moral, sus vicios particulares, sus ideas y sus creencias. Entre sus obras y su comportamiento en la esfera privada. Esa separación llegó a ser aceptada por la mayoría. Sólo los muy dogmáticos o los muy fanáticos eran incapaces de hacer la distinción. Alguna vez he contado que mi abuela Lola era tan católica que se negaba a ver las películas de Chaplin o Charlot, "porque se ha divorciado muchas veces". Ella se lo perdía, indudablemente, ya que era mujer dulce, afable y de risa fácil, nada iracunda pese a su puritanismo. También recuerdo cómo, durante el franquismo, numerosos falangistas y "leales al régimen" se empeñaban en decir que Picasso era muy mal pintor y que sus "garabatos" estaban al alcance de cualquier niño, sólo porque no podían tragar al individuo con sus ideas "comunistas". Pues bien, este tipo de intolerancia desmedida ha regresado y se le inflige a cualquiera. No ya a los políticos, cuyas andanzas sexuales empezaron a tenerse en cuenta en los países anglosajones y ahora ya son motivo para apartarlos de sus cargos en casi todo lugar, independientemente de lo bien que los desempeñen, sino a los intelectuales, actores, modistos, bailarines y cantantes.

Ya se ha comentado mucho la negativa del Estado francés a rendir homenaje literario al novelista Céline por sus posturas antisemitas, que son muy condenables pero que no influyen en la calidad de sus escritos. Ahora leo que una serie de televisión titulada Glee y protagonizada por Gwyneth Paltrow se plantea suprimir, ante las protestas, una secuencia porque en ella uno de los personajes iba a interpretar una canción -¡de 1973!- compuesta por Gary Glitter, antigua estrella del pop británico que -con mucha posterioridad, en 1999- fue condenado por posesión de pornografía infantil; luego, en 2002, deportado de Camboya a Vietnam bajo sospecha de actividades pedófilas, y, tras cumplir condena en este último país, devuelto al Reino Unido, donde está inscrito en el registro de delincuentes sexuales y tiene prohibido volar en compañías aéreas (?), como si en el transcurso de un trayecto, rodeado de pasajeros, fuera a poder practicar sus depravaciones. A mí me parece bien que contra el señor Glitter se tomen todas las medidas posibles para que no reincida, pero no entiendo que una canción de 1973, por el mero hecho de haberla compuesto él, tenga que ser castigada y nunca más escuchada, sobre todo si la canción es buena. No sé, es como si las editoriales del mundo decidieran no volver a reeditar la maravillosa novela Bajo el volcán, de Malcolm Lowry, porque es sabido que éste, alcoholizado, intentó estrangular un par de veces a su mujer, sin mucho ahínco, todo sea dicho. Aun así, las sanciones contra el ciudadano Lowry me habrían parecido justas y necesarias; las adoptadas contra su obra, semejantes a la represalia de mi abuela contra Chaplin por sus muchos divorcios.

Veo también que en Rusia el director de bailarines de la compañía Bolshoi, Guennadi Yanin, ha perdido el puesto y toda posibilidad de convertirse en director artístico porque "un emisor anónimo" envió a millares de emails y webs de todo el planeta "imágenes de un hombre muy parecido a Yanin en posturas sexualmente atrevidas". El diario Kommersant observó que el hombre había sido víctima de una técnica utilizada por grupos cercanos al Kremlin para desprestigiar a opositores y críticos: "Poco importa que las imágenes sean auténticas. El daño ya está hecho y el objetivo cumplido". En un mundo mínimamente liberal, esas imágenes, aunque hubieran sido auténticas, no deberían haber tenido la menor consecuencia para el señor Yanin, si hacía bien su trabajo. Nos estamos deslizando hacia unas sociedades tan fanáticas, puritanas y represoras como la que albergó la época de mayor esplendor de nuestra malfamada Inquisición. Sólo que lo que hoy se denuncia y condena es tan variado que pronto nos quedaremos todos inmovilizados de pavor.

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NOTA DEL BLOGGER: MAGNÍFICO también. Lo que yo llamo “la perversión de las palabras”. Produce satisfacción cuando uno encuentra pensamientos afines expresados en ese mismo momento por personas que tienen acceso a expresarse públicamente y que son escuchados o refutados –no da lo mismo pero es igual— pero para los que al menos el tiempo no pasa entre el sonido atenuado de los blogs. (DLG)

domingo, 17 de abril de 2011

LEYENDO EN WOOSTER (domingo 17 de abril de 2011) - Basura por todas partes / Everywhere Trash

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¿QUÉ HACER CON ESA BOQUITA DE LOS EXPRESIDENTES ESPAÑOLES?

No les basta con tener una pensión vitalicia millonaria que no les impide cobrar otros millones por figurar como asesores (nominativos) de grandes empresas, dar conferencias en universidades que no sé ni cómo mantienen el prestigio contratando a semejantes lenguaraces o hacer presentaciones de libros para las que indiscutiblemente tendrán establecidos sus cachés (lo hacía hasta el comunista Vázquez Montalbán, así que cómo no lo van a hacer ellos). Se invisten, además, de una especie de aureola de gurús y con la profundidad de los sabios, cuyas sentencias son el corcho de la botella etiquetada con su nombre. Yo propongo que les corten la lengua, y la mano derecha o izquierda según con la que escriban: solución iraní (en fin de cuentas, they shoot gays, don’t they?)

Felipe González, prácticamente admitiendo ser la X de los GAL. Y ahora este sastrecillo valiente, con su difícil y estreñidamente cautivadora sonrisa, y su inglés ininteligiblemente macarrónico (era preferible cuando hablaba español con acento tejano en la era Bush), soltándonos que “Gaddafi es un amigo de Occidente, extravagante sí, pero un amigo”. Qué curioso que no se contenga un poco en público pensando que coincide plenamente con el apoyo de los dictadores impresentables latinoamericanos al Coronel libio. Sin duda alguna, los extremos se tocan, si no es al principio es al final, pero las similitudes siempre se destapan.

EL MUNDO publica un editorial bajo el título de “La contradicción de Aznar, reflejo de las de Occidente.” Y por su parte EL PAÍS, en primera plana, señala “Aznar defiende al ‘amigo’ Gadafi en plena ofensiva aliada”, y más adelante, casi una página completa: “Aznar se desmarca de Rajoy, elogia a Gadafi y critica la intervención militar”. Pero me quedo, sobre todo, con el titular de El Mundo: la contradicción de Aznar es un reflejo de la de Occidente. Particularmente en estos días atañe directamente a España y a su último gobierno, pues estallan las bombas racimo que nuestro país vendió al terrorista reciclado y vuelto a ser el mismo dictador impresentable de siempre, poniendo en evidencia la sucia e incalificable manera de obrar de los gobiernos democráticos: armar primero (o sea, vender) a los dictadores y a los terroristas de estado para que luego utilicen esas armas contra la población de sus países y las respetables y dignas organizaciones internacionales dicten emplear más armas en “matar al criminal” (Huckleberry Hooooooooooooooouuuuuuunnnnnnd)

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EL PAÍS y Cuba:Raúl Castro pone firme al partido”, “El modelo vietnamita a ritmo cubano”, “EEUU libra una batalla oculta para enviar sus mensajes a los cubanos” (resucita Wikileaks News). Y Cartas al Director publica (¡!) una carta firmada por Martha Beatriz Roque Cabello, Pedro Argüelles Morán, Óscar Elías Biscet y 13 firmas más, que copio a continuación: Los Miembros del Grupo de los 75 prisioneros de conciencia residentes en Cuba abajo firmantes denunciamos la desmedida represión aplicada y el encarcelamiento durante varias horas contra Félix Navarro e Iván Hernández Carrillo, así como otros defensores de derechos humanos, el 11 de abril para impedir una reunión pacífica en el hogar de Navarro, en el poblado de Perico, provincial de Matanzas. // Durante el operativo policial se aplicaron maltratos físicos a los detenidos y a Sailí Navarro, hija de Félix Navarro. Estos hechos denotan la falta de voluntad del Gobierno de Cuba por respetar los derechos humanos y coadyuvar en la búsqueda de una vía de entendimiento y reconciliación que tanto necesita nuestro país. Mediante la fuerza y el cultivo del miedo, pretenden ahogar el disgusto y la creciente frustración nacional. Pero los tiempos han cambiado, la sociedad cubana clama por la participación de todos los ciudadanos en la reconstrucción de nuestra nación en un ambiente fraterno y civilizado. // Demandamos el cese de la represión, y el respeto de la Declaración Universal de Derechos Humanos y otros instrumentos que reconocen los derechos de todos los ciudadanos a participar pacíficamente en la vida del país. Sin duda, alguien les aconsejó que no utilizaran la palabra “patria”, que es sobradamente usada y enarbolada por las dictaduras de derecha; tampoco se expresan como “hermanos”: en fin, creo que están aprendiendo la forma de hacerse entender con el mundo “civilizado”. ESTO me lleva nuevamente a la situación de España y ETA: por un lado liberan antiguos presos y por el otro apresan nuevos.

EL MUNDO y Cuba:Castro propone limitar a 10 años los mandatos.” (pero si solamente hay un único partido: ¡qué más da! Dictadores con límite de caducidad, qué bueno…) “Fidel ‘absuelve’ al presidente Eisenhower” (menos mal: ya puede descansar en paz en Arlington. Los espíritus americanos que se me manifestaron la semana pasada me dijeron que Ike no podía vivir “en sí”.)

Por otra parte, EL PAÍS SEMANAL nos deleita con una selección de fotos de inmejorable calidad en las que posan los rebeldes libios entre ataque y matanza de las tropas asesinas de Gaddafi. Pero las mujeres siguen empañoladas, algunas de arriba abajo. Supongo que terminaremos viéndolos compartir plató con Belén Esteban y Víctor Sandoval traicionada en el programa de la chusmería nacional: “Sálvame”.

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¿Más cosas? Chernóbil en ambos periódicos, lo cual no es casualidad sino fruto del espionaje editorial.

Ah, y un anuncio de Havana Club que muestra a un matrimonio negrito (antes o después de la boda, no se sabe) subidos a una bicicleta. El hombre conduce; la hembra va en el sillín, como corresponde. Ambos vestidos de impoluto blanco y ella luce un traje de novia primoroso, seguramente comprado por algún familiar suyo de mucha FE (familia en el extranjero).

© 2011 David Lago González

martes, 1 de febrero de 2011

JAVIER MARÍAS - DISCUSIONES ORTOGRÁFICAS (EL PAÍS SEMANAL)

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Sam Abell - Old Colony Mennonite Boy Studying, Chihuahua State, Mexico, 1071

Sam Abell - Old Colony Mennonite Boy Studying, Chihuahua State, Mexico, 1071

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JAVIER MARÍAS LA ZONA FANTASMA

Discusiones ortográficas I

JAVIER MARÍAS 30/01/2011

http://www.elpais.com/articulo/portada/Discusiones/ortograficas/I/elpepusoceps/20110130elpepspor_14/Tes

 

No sé si una de las funciones, pero desde luego uno de los efectos y grandes ventajas de la ortografía española era, hasta ahora, que un lector, al ver escrita cualquier palabra que desconociera (si era un estudiante extranjero se daba el caso con frecuencia), sabía al instante cómo le tocaba decirla o pronunciarla, a diferencia de lo que ocurre en nuestra hermana la lengua italiana. Si en ella leemos “dimenticano” (“olvidan”), nada nos indica si se trata de un vocablo llano o esdrújulo, y lo cierto es que no es lo uno ni lo otro, sino sobresdrújulo, y se dice “diménticano”. Lo mismo sucede con “dimenticarebbero” (“olvidarían”), “precipitano”, “auguro” y tantos otros que uno precisa haber oído para enterarse de que llevan el acento donde lo llevan: “dimenticarébbero”, “prechípitano”, “áuguro”. Del francés ni hablemos: es imposible adivinar que lo que uno lee como “oiseaux” (“pájaros”) se ha de escuchar más o menos como “uasó”. El inglés ya es caótico en este aspecto: ¿cómo imaginar que “break” se pronuncia “breic”, pero “bleak” es “blic”, y que “brake” es también “breic”? ¿O que la población que vemos en el mapa como “Cholmondeley” se corresponde en el habla con “Chomly”, por añadir un ejemplo caprichoso y extravagante, y hay centenares?

Este considerable obstáculo era inexistente en español –con muy leves excepciones– hasta la aparición de la última Ortografía de la Real Academia Española, con algunas de sus nuevas normas. Vaya por delante que se trata de una institución a la que no sólo pertenezco desde hace pocos años, sino a la que respeto enormemente y tengo agradecimiento. El trabajo llevado a cabo en esta Ortografía es serio y responsable y admirable en muchos sentidos, como no podía por menos de ser, pero algunas de sus decisiones me parecen discutibles o arbitrarias, o un retroceso respecto a la claridad de nuestra lengua. Tal vez esté mal que un miembro de la RAE objete públicamente a una obra que lleva su sello, pero como considero el corporativismo un gran mal demasiado extendido, creo que no debo abstenerme. Mil perdones.

Lo cierto es que, con las nuevas normas, hay palabras escritas que dejan dudas sobre su correspondiente dicción o –aún peor– intentan obligar al hablante a decirlas de determinada manera, para adecuarse a la ortografía, cuando ha de ser ésta, si acaso, la que deba adecuarse al habla. Si la RAE juzga una falta, a partir de ahora, escribir “guión”, está forzándome a decir esa palabra como digo la segunda sílaba de “acción” o de “noción”, y no conozco a nadie, ni español ni americano (hablo, claro está, de mi muy limitada experiencia personal), que diga “guion”. Tampoco que pronuncie “truhán” como “Juan”, que es lo que pretende la RAE al prohibir la tilde y aceptar sólo “truhan”. De ser en verdad consecuente, esta institución tendría que quitarle también a ese vocablo la h intercalada (¿qué pinta ahí si, según ella, se dice “truan” y es un monosílabo?), lo mismo que a “ahumado”, “ahuyentar” y tantos otros. O, ya puestos, y siguiendo al italiano y a García Márquez en desafortunada ocasión, ¿por qué no suprimir todas las haches de nuestra lengua? Los italianos escriben “ipotesi”, “orrore”, “eresia” y “abitare”, el equivalente a “ipótesis”, “orror”, “erejía” y “abitar”. Y dado que la Academia parece inclinada a facilitarles las cosas a los perezosos e ignorantes suprimiendo tildes, no veo por qué no habría de eliminar también las haches. (Dios lo prohíba, con su hache y su tilde.)

En cuanto a “guié” o “crié”, si se me vetan las tildes y se me impone “guie” y “crie”, se me está indicando que esas palabras las debo decir como digo “pie”, y no es mi caso, y me temo que tampoco el de ustedes. Hagan la prueba, por favor. Tampoco digo “guió” y “crió” como digo “vio” o “dio”, a lo que se me induce si la única manera correcta de escribirlas es ahora “guio” y “crio” (en la Ortografía de 1999 poner o no esas tildes era optativo, y no alcanzo a ver la necesidad de privar de esa libertad). En cuanto a “riáis” o “fiáis”, si yo leo “riais” y “fiais”, como ordena la RAE, me arriesgo a creer que he de pronunciar esas formas verbales igual que la segunda sílaba de “ibais”, lo cual, francamente, no es así. Y si leo “hui” en vez de “huí”, nada me advierte que no deba decir esa palabra exactamente igual que la interjección “huy” (tan frecuente en el fútbol) o que “sí” en francés, es decir, “oui”, es decir, “ui”. Si un número muy elevado de hablantes percibe todos estos vocablos como bisilábicos con hiato, y no como monosilábicos con diptongo, ¿a santo de qué impedirles la opcionalidad en la escritura? La RAE parece tenerle pánico a la posibilidad de elegir en cuestión de tildes (que es algo menor y que no afecta a la sacrosanta “unidad de la lengua”). Pero es que además es incongruente en eso, porque sí permite dicha opcionalidad en “periodo” y “período”, “policiaco” y “policíaco”, “austriaco” y “austríaco” (yo siempre las escribo sin tilde), lo mismo que en “alvéolo” y “alveolo”, “evacúa” y “evacua” y otras más. ¿Por qué no permitir que cada hablante opte por “truhán” o “truhan”, como aún puede hacerlo (por suerte) entre “solo” y “sólo”, “este” y “éste”, “aquel” y “aquél”? La posibilidad de seguirles poniendo tildes a estas palabras no es para mí irrelevante. ¿Cómo saber, si no, lo que se está diciendo en la frase “Estaré solo mañana”? Si se la escribe en un mail un hombre a su amante, la diferencia no es baladí: sin tilde significa que estará sin su mujer; con tilde que mañana será el único día en que estará en la ciudad. No es poca cosa, la verdad. Por menos ha habido homicidios.

domingo, 19 de diciembre de 2010

ROGER SALAS - El Barishnikov chino (reportaje para El País Semanal)

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(“El último bailarín de Mao”, foto de la película)

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REPORTAJE: PERSONAJE

El Barishnikov chino

ROGER SALAS 19/12/2010

http://www.elpais.com/articulo/portada/Barishnikov/chino/elpepusoceps/20101219elpepspor_6/Tes

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De una humilde familia campesina a estrella del ballet en Pekín. De la rigidez comunista a apostar por la libertad desde EE UU. La deserción de Li Cunxin recuerda mucho a Nureyev y Barishnikov. Ahora, ya retirado, una película relanza su fama.

El caso de Li Cunxin resulta conmovedor. Parte de una historia autobiográfica contada con sencillez y de un drama: el deseo de libertad en la vida y en el arte, por ese orden. Hoy, con 49 años, bailarín retirado y alejado de la profesión de la danza, el artista pasaría por uno más de los miles de empresarios chinos que pululan por todas partes. En cierto sentido, él es parte de esa diáspora gigantesca, pero oculta unas razones muy diferentes.

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La noticia en otros webs

"Cubanos y rusos podían bailar 'Giselle' o 'Don Quijote'. Nosotros los chinos solo podíamos hacer ballets políticos"

"Quiero que mis hijos valoren su herencia china y estén orgullosos de haber nacido en un mundo libre"

"Con la Revolución Cultural, a los maestros los mandaron a granjas de cerdos; algún maestro mío sufrió esa persecución"

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A simple vista, sería difícil calcular la edad de Li Cunxin; delgado, elástico, su mata de pelo liso negro intacta junto a una piel lozana y unos modales corteses muy orientales. No falta la sonrisa, expansiva y constante, como un sello. En su caso no podemos hablar de vocación por la danza y el ballet: "Al principio no me gustaba nada, odiaba el ballet", comienza a relatar con cierta parsimonia. "Cuando me eligieron, no tenía idea de lo que era aquello y me hacía una imagen lejana de las bailarinas en las puntas de los pies en equilibrio. En mi zona, las campesinas llevaban los pies vendados y caminaban sobre los talones; así que tenía miedo de terminar como ellas. Los primeros tres años fueron muy difíciles, el ballet era aburridísimo para mí, un muchacho de campo. Me sentía como un pájaro enjaulado, quería salir, escapar; no le encontraba sentido alguno al ballet, pero entonces, gracias a mis profesores, empecé a amar aquello. Especialmente el profesor Xiao fue importante en esto, que me demostró que podía hacerlo y desarrollar mi talento".

Hoy Li Cunxin tiene sobradas razones para sonreír: su libro autobiográfico con más de un millón de ejemplares vendidos y un filme en cartelera dirigido por el oscarizado Bruce Beresford: El último bailarín de Mao (recién estrenado en España). Ahora está de gira promocional por todo el mundo con agotadores pases de la película, preguntas, sesiones fotográficas... Pero Li Cunxin parece estar discretamente encantado de su éxito. Ya estaba acostumbrado a los aplausos en su carrera de bailarín clásico, primero en China y luego en Norteamérica. Le descubrió muy joven el coreógrafo inglés Ben Stevenson en su primer viaje a China, e hizo que fuera invitado a Houston (Texas), donde se enamoró y protagonizó un sonado escándalo diplomático cuando estuvo retenido contra su voluntad en el consulado chino. Consiguió lo que se proponía, y bailó en libertad hasta recalar en Australia, donde vive apaciblemente instalado con su mujer, una ex bailarina que fue partenaire de sus éxitos, tres hijos y una vida con leyenda.

Después de las grandes deserciones de los rusos Rudolf Nureyev, Mijaíl Barishnikov o Natalia Makarova, de los cubanos Rosario Suárez y Rolando Sarabia (por solo mencionar grandes estrellas), estaba cantado que faltaba un bailarín de ballet chino que huyera del régimen maoísta. La escapada de Li Cunxin fue algo tardía, pues ya la férrea estructura dictatorial estaba resquebrajada. Ballet y libertad parecen que van unidos, sin embargo han florecido en regímenes terribles y dictatoriales (la Unión Soviética, China, Cuba), pero a la vez, el ballet sirve después para llegar a la libertad. El mundo del ballet está plagado de historias de defecciones como la suya: "Rusos y cubanos tenían una formación que partía de los métodos rusos, y en realidad los bailarines chinos también teníamos algo parecido: la raíz en la escuela rusa. Es cierto que la presión política en mi época era terrible y mientras los cubanos y los rusos podían bailar El lago de los cisnes, Giselle o Don Quijote, nosotros los chinos solo podíamos hacer ballets políticos. ¡Soñábamos con los ballets románticos! Y creo que de ahí parte ese deseo de libertad artística, de entender el ballet como una forma artística universal donde al querer llegar a ser el mejor solo puedes conseguirlo sin restricciones territoriales o fronteras".

Li Cunxin estuvo en medio de una generación que vivió los avatares de la Revolución Cultural y donde el ballet era una rareza, pues como dice Hsu Tao-ching, la verdadera demostración de la universalidad del ballet llega con la asimilación de la danza clásica occidental en China, con tan diferentes metros musicales y conceptos estéticos; a lo que el bailarín puntualiza: "La danza tradicional china tiene unos patrones contrarios a los del ballet y muy diferente a las formas occidentales; en cuanto a los movimientos, lo mismo, pues la ópera china responde a diferentes estímulos físicos, y ese fue uno de los empeños absurdos de Madame Mao, unirlos. Las posiciones del cuerpo y las líneas son muy diferentes; mientras en el ballet se gira el cuerpo hacia fuera, en la danza china es hacia dentro".

Parte de la explosión china hacia el exterior se ha basado en un estilo de ballet acrobático muy popular donde las bailarinas trepan en puntas hasta la cabeza del acompañante, una cosa que horroriza a los puristas y que a Li Cunxin también produce dentera: "Lo veo más cercano al circo, no lo puedo ver como ballet de verdad, no es artístico, no hay sentimientos expresados sino solamente una técnica espectacular, deslumbrante dentro de nuestra tradición acrobática, pero carente de contenido. Creo que esas acrobacias entretienen, pero no llegan al corazón de las personas".

Tras tranquilizarse las cosas, al menos en parte, Li Cunxin ha comenzado a volver a China, pero no le gusta todo lo que ve allí: "Sí y no. Es contradictorio, es un choque de culturas. Por un lado, ahora tienen una vida mejor, pero también se pierden tradiciones muy valiosas".

Li Cunxin ha tenido tres hijos con su mujer, la bailarina australiana que le ha acompañado todos estos años, e insiste en que sus hijos amen su parte china: "He inculcado a mis hijos que valoren su herencia china, pues cuando pase el tiempo es importante que sepan objetivamente qué ha pasado y que se sientan orgullosos de haber nacido en un mundo libre, que valoren la suerte que han tenido. De mis tres hijos, el chico solo piensa en el baloncesto; a las dos niñas les gusta la danza, pero no creo que para dedicarse a ello profesionalmente. Al vivir en Australia, estoy cerca de China, y voy dos o tres veces al año a ver a mi madre".

El ídolo de Li Cunxin era Mijaíl Barishnikov (en la escuela veían a escondidas los vídeos del bailarín disidente), pero otros bailarines también le habían encandilado: "Rudolf Nureyev y Vladimir Vasiliev fueron los mejores, los más perfectos. Una vez en Nueva York bailé El Lago de los cisnes; al día siguiente, en una sala de ensayos, Barishnikov pasó a mi lado, me palmeó el hombro y me dijo: '¡Muy bien!'. Me parecía un sueño que mi ídolo me hubiera visto bailar y luego me dijera eso".

Tanto en el libro como en la película quedan muy bien reflejadas las duras condiciones de vida de la escuela de Pekín, un centro que estaba alejado de la escuela oficial del Ballet Nacional de China, algo así como una escuela alternativa más politizada: "Era exactamente así. Madame Mao [Jiang Qin, la esposa de Mao Zedong] quería que estuviéramos alejados de las distracciones y tentaciones de la ciudad, más cerca de los campesinos". Esta temible señora cercenó carreras y prohibió mencionar a otros, como el notorio caso de Wu Xiaobang, uno de los pioneros del ballet moderno en China, cuya biografía fue censurada. "Con la Revolución Cultural muchos artistas de esa época fueron represaliados y hasta asesinados, las academias estuvieron cerradas 10 años, a los maestros los mandaron a granjas de cerdos y algún profesor mío sufrió ese mismo tipo de persecución". Y hay quien piensa que todas las heridas no están cerradas y que en China no todos han perdonado a Li Cunxin. "La nueva generación de líderes quizás sí me ha perdonado de verdad, pero para los antiguos dirigentes sigo siendo un desertor".

China ha cambiado tanto que los productos de la Revolución Cultural donde las bailarinas aparecían sobre las zapatillas de puntas, pero de uniforme y con un fusil, como en El destacamento rojo de mujeres o La chica del pelo blanco, se ven ya como cosas exóticas. La gran duda es si deben ser preservados, si tienen algún valor artístico. "Yo mismo bailé La chica del pelo blanco. Artísticamente puedo decir que no hay valores, pero en su contexto específico se deben mantener como elementos históricos. Le puedo decir que era terrible bailarlos... ¡y verlos!".

Cuando nuestro héroe dejó de bailar se alejó de la danza, lo que resulta extraño, pues casi todos los bailarines cuando se retiran continúan vinculados a ese mundo, como maestros, coreógrafos, directores de compañía... "Mi mujer renunció a su carrera porque nuestra hija mayor nació sorda y ella se dedicó por completo a enseñarla a hablar. Sigo teniendo relación con el Ballet Nacional de Australia y, de vez en cuando, ayudo a bailarines jóvenes que empiezan".

Al mirar atrás y verse sobre la escena, Li Cunxin no puede ocultar un deje romántico: "Me gustaba hacer Romeo y Julieta, y me gustaban sobre todo las nuevas creaciones, el reto de desentrañar lo que el coreógrafo quería obtener, trabajar juntos durante semanas y a veces desechar todo y empezar de cero otra vez".

En esta vida novelesca, el coreógrafo inglés Ben Stevenson juega un papel decisivo al fijarse en él durante su primer viaje a China: "Sin duda Ben es muy importante en mi vida. Ha sido como un segundo padre. Cuando me retiré, creó un último ballet para mí, lo que fue muy emocionante. Nos reencontramos en el estreno de la película y así subimos al escenario los personajes reales y los actores que nos interpretan". El propio Li participó en el casting para seleccionar al bailarín que se mete en su papel en el filme: "Hay tres actores en la película, uno niño, otro adolescente y el que hace de Li Cunxin adulto, que es hijo de dos de mis profesores de la academia".

¿Cree que se verá en China la película El último bailarín de Mao? "No lo creo. Por ahora no lo veo factible".