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domingo, 12 de junio de 2011

Las eternas moradas del corazón transeúnte

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London, 2009

Graffiti, London 1999, “Splash”

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"But we are alone, darling child, terribly, isolated each from the other; so fierce is the world’s ridicule we cannot speak or show our tenderness; for us, death is stronger than life, it pulls like a wind through the dark, all our cries burlesqued in joyless laughter; and with the garbage of loneliness stuffed down us until our guts burst bleeding green, we go screaming round the world, dying in our rented rooms, nightmare hotels, eternal homes of the transient heart."

— Truman Capote, Other Voices, Other Rooms

miércoles, 18 de mayo de 2011

Dos de El País de hoy

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“This book is held by a statue in the Church of St. Martin in Colmar, France”

“This book is held by a statue in the Church of St. Martin in Colmar, France”

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Philip Roth gana el premio Booker

El novelista estadounidense se impone a 13 finalistas, entre otros el español Juan Goytisolo

EL PAÍS - Madrid - 18/05/2011

http://www.elpais.com/articulo/cultura/Philip/Roth/gana/premio/Booker/elpepucul/20110518elpepucul_1/Tes

Entrevista en profundidad al autor en Babelia (23/04/2011)

El novelista estadounidense Philip Roth ha sido galardonado hoy con el prestigioso premio Booker, según ha anunciado la organización en un acto celebrado en la Ópera de Sidney (Australia). Roth, autor entre otras obras de la laureada Pastoral americana, se ha impuesto a otros 13 finalistas, entre ellos el español Juan Goytisolo. La noticia ha sido difundida por los organizadores mediante un comunicado.

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Philip Roth
A FONDO

Nacimiento: 19-03-1933

Lugar: New Jersey

La noticia en otros webs

El premio Booker está dotado con 68.000 euros y se concede por los logros en el género de ficción. Se convoca cada dos años y se dirige a autores en lengua inglesa o cuya obra haya sido ampliamente traducida a ese idioma.

"Philip Roth es un gigante de la literatura y uno de los más prolíficos, celebrados (y controvertidos) escritores del mundo", indica la organización, que cita al cantante Bruce Springsteen como autoridad a la hora de fijarse en Roth. "Su trabajo es fuerte, tan lleno de revelaciones acerca del amor y del dolor emocional. Esa es la manera en que uno vive una vida artística", ha dicho Springsteen en declaraciones recogidas por la organización del premio.

Nacido en marzo de 1933 en la ciudad de Newark, Estado de Nueva Jersey (EE UU), Roth es conocido por su trilogía de finales de los noventa que contiene Pastoral americana (ganadora del Pulitzer), Me casé con un comunista y La mancha humana.

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Y DIGO YO: ¿Qué tiene que ver Juan Goytisolo con el Booker?

 

===O===

 

TRIBUNA: CÉSAR ANTONIO MOLINA

La verdad premonitoria

Se cumple el centenario del nacimiento del premio Nobel de Literatura polaco Czeslaw Milosz, uno de los primeros intelectuales que denunció la situación de esclavitud de los países del bloque comunista

CÉSAR ANTONIO MOLINA 18/05/2011

http://www.elpais.com/articulo/opinion/verdad/premonitoria/elpepuopi/20110518elpepiopi_12/Tes

El pensamiento cautivo del premio Nobel de Literatura polaco Czeslaw Milosz es una obra fundamental para entender lo que pasó del otro lado del telón de acero durante el régimen comunista impuesto por la Unión Soviética. No es un libro escrito a posteriori, sino durante los mismos años en que estos acontecimientos se llevaban a cabo. Milosz fue un testigo excepcional de la invasión nazi, la II Guerra Mundial y la subsiguiente instauración de otro Estado totalitario con parecidos o semejantes signos de violencia y carencia de libertad.

Para un intelectual, el realismo socialista se imponía como una prueba difícil de superar

El revolucionario estaba libre de escrúpulos, hasta la delación era una virtud

Cuando Milosz comenzó a redactarlo, hace más de medio siglo, aún vivía uno de los dictadores más sanguinarios, Stalin. Tras ser un joven poeta vanguardista en el periodo de entreguerras y vivir clandestinamente en Varsovia durante la ocupación nazi, confió en los inicios del nuevo régimen polaco y lo representó en el extranjero, como agregado cultural, en la capital norteamericana y en la francesa, donde abrazó el exilio en el año 1951.

Durante esta década escribió las novelas El poder cambia de manos y El Valle del Issa, así como los ensayos El pensamiento cautivo, La otra Europa e Infancia europea. Inmediatamente, sus obras y su persona fueron demonizadas en su país natal, en el área comunista y también sufrió amplia incomprensión por parte de los intelectuales europeos de izquierdas y otros al servicio de los intereses de Moscú. ¿Qué debieron pensar Camus, Sartre o Simone de Beauvoir? ¿Lo leyeron? El primero hubiera sido más comprensivo que los otros dos, cegados por la "democracia" popular. El autor de Calígula y el Mito de Sísifo, desde el año 1945, se había comenzado a alejar del Partido Comunista y también de la pareja de sus antiguos amigos. Sartre abogaba por la revuelta y no dejaría de radicalizar su pensamiento; mientras que Camus, partiendo de la revuelta, profesaba la moderación, la reforma, la mesura con una desesperación activa, un humanismo ateo, un espíritu de fraternidad sin engaño, la moral de La peste.

Michel Winock cuenta en su extraordinario libro El siglo de los intelectuales que en la revista Les Temps Modernes, menos timorata que Esprit a la hora de evocar los campos de trabajo en la Unión Soviética, no se pronunciaba todavía la palabra gulag. La revista publicó un texto firmado por Sartre y Merleau-Ponty, Les jours de notre vie, en enero de 1950, en el cual los autores reconocían que había campos de concentración en la Unión Soviética, pero que, aun así, "la única política sana es la que tiene como objetivo, en la Unión Soviética y fuera de ella, acabar con la explotación y la opresión, y toda política que se define contra Rusia y focaliza sobre ella la crítica es una absolución que se da al mundo capitalista".

Está claro que Milosz se convertiría automáticamente en un adversario y El pensamiento cautivo en una obra peligrosa. Peligrosa, sobre todo, porque estaba escrita desde dentro del gulag, no era una imaginación o una ficción. Este libro habla de la realidad desde la verdad y, a la vez, es premonitorio de lo que, aún décadas después, fue pasando.

El pensamiento cautivo explica la entrega de los intelectuales, en este caso polacos, pero extensible a todos los otros pueblos comunistas, a la nueva fe del marxismo-leninismo-estalinismo, después de haber abrazado otras ideologías, incluso antagónicas. Mislosz hace diferencia entre el marxismo como ideología -no la juzga con desagrado del todo, pues él siempre se consideró un hombre de izquierdas- y la aplicación de la misma por parte de los dictadores soviéticos. Al primero que crítica Milosz es a él mismo por el tiempo -muy breve- en que fue cómplice de su administración y propaganda, aunque nunca perteneció al Partido Comunista polaco.

Durante algún tiempo, frente al nazismo, el antisemitismo y la opresión fascista, muchos habían opuesto el comunismo liberador. Y lo hicieron sin darse cuenta de los muchos males que traía consigo. Entre otros, nuevamente la falta de libertad. Si el nacionalsocialismo sojuzgó a los alemanes (como dice Karl Jaspers en las palabras introductorias) en su espíritu, lo mismo hizo el comunismo en la Unión Soviética y sus países satélites. Durante los mismos años, el terror se impuso sobre la razón y ambas ideologías se regaron con millones de asesinados. El nazismo fue pronto rechazado, pero no así el comunismo, respetado y acariciado por tantos intelectuales que, curiosamente, nunca quisieron probarlo viviendo en esos países de la utopía. Pero, además, para un intelectual, el realismo socialista se imponía como una prueba difícil de superar. No solo era una cuestión estética, pues en el fondo lo que se les pedía a los creadores es que se adhiriesen de manera total a la ortodoxia filosófica, a la ortodoxia leninista-estalinista. El realismo socialista prohibía la independencia del escritor y su espíritu crítico.

Milosz se negó a toda complicidad con la tiranía, se negó a justificar los crímenes, se negó a la esterilidad, se negó a la costumbre de la falta de libertad, se negó a las purgas en masa, se negó al estado de terror, a que los hijos delataran a sus padres, se negó a que la tristeza y la falta de esperanza lo invadieran todo. Milosz se negó a las abjuraciones y humillaciones cotidianas, a que el bien y el mal solo pudiera definirse en términos de servicio o perjuicio a los intereses de la revolución, a la reeducación, a ser un hombre nuevo al servicio del partido. Milosz se negó a repetir la mentira y a ocultar las matanzas y atrocidades llevadas a cabo en nombre de la revolución.

Milosz prefirió ser un intelectual a un revolucionario bolchevique. A los intelectuales se les despreciaba porque, aunque irreprochables en el orden teórico, estaban paralizados en la acción "por una susceptibilidad moral excesiva". El revolucionario estaba libre de escrúpulos, hasta la delación era una virtud. Milosz no tuvo nunca miedo a la libertad, no tuvo nunca miedo al vacío, a diferencia de la dialéctica soviética que decía que "en el hombre no hay nada". Él estaba persuadido de que la libertad lo llenaba todo. Milosz se refiere a un tipo de intelectual que debía pertenecer a las masas, ya sea en regímenes fascistas o comunistas, y que siempre necesita creer en una nueva fe. Un intelectual útil que se somete a la censura y a los sindicatos editoriales, que teme pensar por sí mismo. De esta manera, se dejaba de pensar y de escribir en otra forma que la necesaria. Milosz ponía el ejemplo de Ril-ke: "Los poemas de Rilke podrán ser muy buenos, pero, si lo son, es porque en su tiempo tenían una razón de ser. En una democracia popular nunca podrían publicarse poemas contemplativos como los suyos, no solo porque sería difícil publicarlos, sino también porque el impulso que lleva al poeta a escribirlos habría sido alterado en su misma raíz".

César Antonio Molina es escritor y fue ministro de Cultura.

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miércoles, 23 de marzo de 2011

ESTANDARTE


Te resumimos lo más interesante de lo que te hemos contado en la última semana. La actualidad del mundo del libro y la escritura, al alcance de un clic.


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Crítica por: Solodelibros

sábado, 5 de febrero de 2011

MIRZA L. GONZÁLEZ - Dos poetas cubanos en Madrid

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Dos poetas cubanos en Madrid.

Poesía en exilio: la contemplación del tiempo.

Mirza L. González

Profesora Emérita, DePaul University

 

“Blanco poroso del dril cubre su sombra en la fila de los muertos / Blancas alas de su pamela varonil, por donde asoma su cara…/ Cantó boleros como el dios que habita las cocinas de los restaurantes orilleros, / ahíto de alcohol y hierba, que en pleno mediodía rapta a una mujer…/ Al regresar cada tarde y cerrar la puerta con tres vueltas de llave / para que su palomita no escape, le dice no sé decirte cómo fue./ Fueron tus ojos que venían por debajo del mar / moviendo sus raicillas de lascivia pulposa. / O tu boca, pretendida e ingenua red / donde se agolpa el agua que no pudo escapar de la noche./ Fueron tus manos o tu voz, resurgiendo de bañistas temblorosas./ Fue a lo mejor la impaciencia de tanto esperar / la extensión del conocimiento recorriendo el cristal de la gruta / desde el vórtice hasta el pensamiento / zumbando como un animalito ebrio, tu llegada.”David Lago.“ Tríptico de la noche musical en la Isla de la Siguaraya. 3 El rapto (Benny Moré).” La resaca del absurdo.

“Sufrió lo indecible por una tierra que le laceraba / sumergido en un pantano reseco por la lejanía / miraba sus poros como si fuesen el universo / extraño siempre extraño frente al espejo desnudo. / Su presente fue una ausencia prolongada / marchito caminaba las calles ajenas / descoloridas las ciudades que transitaba./ Nunca estuvo vivo sino más bien muerto:/ un fantasma rebelde que todo criticaba / irreverente hasta con sus sentimientos / arremetía contra lo injusto por ser justo / heterodoxo de carácter por antonomasia / no comprendía la pobreza por no padecerla ni de espíritu./ Aquí yace el que en realidad jamás nació.”

Felipe Lázaro. “Epitafio para un aprendiz de poeta.” Los muertos están cada día más indóciles.

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Sirvan de presentación los fragmentos anteriores como expresión de la realidad vivencial de dos poetas cubanos en el exilio, cuyas visiones del mundo difieren en el estilo pero se acercan en el contenido. El poema de Lago, en el que recuerda a Benny Moré y su popular bolero “Como fue,” es parte de un cuadro desdoblado en tres homenajes a cantantes cubanos. “El rapto,”evidencia y se enraíza a la memoria de un tiempo, compensador de la realidad inmediata. En “Epitafio para un aprendiz de poeta,” el hablante se sume en un intimismo aniquilante y nos transmite el dolor de la ausencia y la enajenación.

Los desplazamientos territoriales de estos y otros escritores, además de otras circunstancias existenciales, marcan con un fuerte toque de cosmopolitismo y/o universalismo a la literatura cubana del exilio a través de su historia, haciendo difícil, a la vez, determinar con precisión las influencias que un entorno específico ha ejercido en sus autores. Así como también hacen del establecimiento de fechas concretas y lugares de permanencia para propósitos generacionales, y de la creación de otros paradigmas agrupadores o sintomáticos, una ardua y compleja tarea. Son dignos de encomio pues, los esfuerzos realizados en los Estados Unidos y en España por ordenar de alguna manera esa disgregación. En un empeño de integración y actualización literarias, substanciales estudios bibliográficos, críticos y antológicos, han ordenado lo que de otra manera hubiera sido un caos clasificatorio.[1] En los Estados Unidos existen núcleos fuertes de poetas exiliados en Nueva York y Miami, y por diversas regiones españolas hay numerosos poetas cubanos que han producido una obra valiosa. Algunos poetas radicados en España han contribuido a nuestro acervo cultural no sólo como creadores sino también por medio de su labor editorial. Es decir, publican obras de escritores latinoamericanos, especialmente de cubanos residentes fuera de la isla, facilitando un espacio que hubiera sido muy difícil de crear.[2] Específicamente en el campo de la poesía sobresalen, entre otros trabajos, tres antologías publicadas en Madrid: La última poesía cubana (1973), de Orlando Rodríguez Sardiñas; La poesía de las dos orillas (1959-93), (1994), de León de la Hoz, y Poesía cubana: La isla entera, (1995), de Felipe Lázaro y Bladimir Zamora.[3]

El enclave madrileño, incrementado con el pasar del tiempo, es autor de un telar poético amplio, recio, y de singular urdimbre.[4] Dos poetas cubanos residentes en Madrid, David Lago y Felipe Lázaro, contribuyen, definitoria y substancialmente, a la consolidación de la poesía cubana.

David Lago (Camagüey, 1950), salió de Cuba en 1982 hacia España, y desde entonces reside en Madrid. Dos de sus poemarios, Los hilos del tapiz ( 1994) y La resaca del absurdo(1998), han sido publicados en la capital española.[5] Lht incluye como secciones, y con el mismo título, las colecciones inéditas de Lago concebidas en Cuba: “Paisaje” (1976), “Júbilos” (1977) y “Los hilos del tapiz” (1978). En Lra pueden encontrarse poemas concebidos en la isla y en el exilio. Este estudio incluirá poemas del “acá” y del “allá,” de estas dos colecciones, con el propósito de ofrecer una visión más abarcadora y que muestre una lógica continuidad en su trayectoria poética.

Como dato importante debe mencionarse que, en la etapa cubana, Lago escribe varios de sus poemas desde una perceptible distancia física y espiritual. Entre ellos cabe destacar “Matajíbaro”( Lht, 17), “A las tres de la tarde”(Lht, 19), y “Figuración de cuadro familiar en Cuabitas”(Lht, 23). A pesar de la inmediatez de su concepción, y el poco tiempo transcurrido entre la inspiración o creación poética y la palabra escrita, dichos poemas representan vivencias del pasado. El distanciamiento temporal y estético se explica por la capacidad de aislamiento o auto-marginación del poeta. [6]

En la poesía de Lago, en su mayoría narrativa-descriptiva, hay imágenes originales muy bien logradas. La morosa delectación, de tonalidades eróticas, al estilo de Leopoldo Lugones, en la creación ambiental de “Retirada”(Lht, 29), alterna en ocasiones con el “paseo” contemplativo y deleitoso, como en la mejor poesía “ambulatoria” de Eliseo Diego, de“Puerto Príncipe”(Lht, 24), “Atardecer en Varadero”(Lht, 47), y “Atardecer en el Hotel Europa.”(Lht, 54). También “eliseana” es la observación complaciente y sabrosa del entorno inmediato, la convivencia y la vida familiar, notables en el ritual cafetero de “A las tres de la tarde.”[7]

La re-creación del paisaje cubano, que aparece con profusión en Lht, y en menor escala en Lra, es uno de los aspectos notables de su obra. En Lht se destaca, en un estilo expresionista, la finura del paisaje. El sol aparece a distintas horas del día, en amaneceres, mediodías y ocasos, dándole nombre a poemas tales como “La mañana”(Lht, 13), “(La tarde)”(Lht, 64), y “(La noche)”(Lht, 65), entre otros. El conjunto de “Atardeceres”(Lht, 45-55) en Varadero, o en Altagracia, donde ríe y se mueve la lorquiana Celia Cutiño; o en San Diego de los Baños, o en el Hotel Europa, conforman una galería de cuadros de elevados valores artísticos.

Las descripciones coloridas del paisaje complementan, como fondo y marco, la escena hogareña de “Figuración de cuadro familiar en Cuabitas.” La loma “donde el verde delira...” es el punto de referencia, y engloba de manera total significante y significado. Es el alfa y el omega que, simultáneamente, sirven como si “fuese el telón que hace concluir el espectáculo y allí terminase la isla y todo el universo/... /El padre inicia el rito tabacalero con un habano espumoso,/ y en reciprocidad nuestra primera palabra es una nubecilla/ que ejercita en el aire innumerables sugerencias./” Este poema nos revela una clave poética. Es decir, la poesía paisajística fija la escena y plasma el recuerdo familiar, y será el vehículo que facilitará el viaje memorioso hacia experiencias significativas del pasado cuando el poeta se haya marchado. De esta manera culmina “el equilibrio pictórico de la familia y de la casa./ Y al final... todos... /enriquecidos por lo increíble de la figuración,/ entresacamos del sueño un verso que asciende... /y lleva nuestra primera palabra,/ el color traslativo del silencio y la contemplación del tiempo/ a la fundida poesía crepuscular de la casa.” (Lht, 23)

En ocasiones, el paisaje se funde con una situación o relación, ya sea familiar o erótica, o con el recuerdo de la misma. En estas poesías, Lago fusiona con la descripción la alquimia del alimento y los olores del ritual casero, ofreciendo un cuadro familiar de exquisito dramatismo lírico en el que las imágenes se tergiversan con el despertar de las sensaciones táctiles y olfativas . Buen ejemplo de ello es “Matajíbaro”, cuadro de metamorfosis y síntesis culinaria, donde “El plátano quiere escabullirse como una hormiga/ perseguida por los dientes del tenedor,/...El cochino, por igual, se resiste: sus ojos prefiguran el fogonazo crujiente/ de un chicharrón machacado/.” Hay remedos de la gastronomía lezamesca en sus imágenes, donde la muerte, en consorcio con el amor, parece hacer un referente erótico: “Y plátano y marrano, dos machos cubanos, se revuelcan en la caldera, ungiéndose/ los cuerpos sin forma en manteca y rumor de ajos” (Lht, 17).

En otras ocasiones aparece un paisaje con motivos escondidos, difícilmente avizorados, o se aluden situaciones represivas. Referencias a lo oculto o lo enigmático, que recuerdan al Padilla de Fuera del juego, donde se percibe ese algo peligroso y subrepticio, aparecen en “Primer paseo por el Casino Campestre.” La expresión “Tal vez algo se mueve bajo el verde fresco” es el leitmotiv del poema. En contraste con la alegría inocente del verdor, es posible que ese “algo” nos “atrapará como un pulpo, soltándonos su tinta…” porque el paisaje verde “no trasluce la venida del otoño / ni el espanto del invierno…” Indicativos de intertextualidad, reaparecen en este poema los personajes y cisnes, y el mundo palaciego de la “Sonatina” de Darío donde, sorpresivamente, la magia ha sido suplantada por una cruda realidad. El recinto palaciego de Lago, “de medieval desgaste,” se puebla con “el chillido de los pequeños demonios infantiles” de princesas derrotadas, y en sus estanques hay “cuatro tristes y sucios patos encerrados,” (Lht, 14) pintando en términos generales la situación de encierro en la isla. El hablante, ante la certeza de un peligro inminente al acecho, y el ambiente decadente que lo rodea, presiente que la solución sería la partida.

Ante un posible y futuro desprendimiento físico de su tierra, ya en Lht Lago evidencia los sentimientos del exiliado perpetuo. En “Un hombre está partiendo” aparece la idea continua del viaje sin un punto definido de llegada: “un hombre siempre está partiendo, alejándose de la orilla/.../El y la orilla nunca se encuentran: un hombre que siempre parte/ y una orilla que al parecer se detiene cuando en realidad se aleja” (Lht, 70).

Los conceptos anteriores aparecen nuevamente en algunos de los poemas de Lra, específicamente en “Entre una realidad y la otra,” donde Lago se ubica en un tiempo y un espacio pendulares. Sin duda alguna, el poeta escribe este poema desde el exilio, al expresar: “Entre una realidad y la otra, la ausencia.” “/...entre una realidad y la otra/ siempre seremos la hormiga/ que hace de su vida un equilibrio/ y de una realidad, la otra." (Lra, 10). Es éste un poema trascendental, donde el hombre se divide entre el mundo de sus recuerdos, integración y caudal de vivencias, y la realidad presente. Oscila Lago aquí entre sus dos mundos posibles, el yo y la otredad, alcanzando en esta disyuntiva duales posibilidades ubicadoras del ser, tanto en el tiempo como en el espacio físico.

Para Lago, poeta del silencio, la contemplación y la memoria, sus libros son el tapiz donde se recrean los recuerdos y se “descargan” las experiencias. Por su aptitud contemplativa, capacidad de abstracción y tendencia a la auto-marginación, las escenas descritas en varios de sus poemas escritos en Cuba producen la impresión de haber sido añejadas en el tiempo. Debe destacarse cierto desarrollo entre los dos poemarios de Lago. El poeta evoluciona desde el despliegue del tapiz, con sus formas y dibujos, en Lht, hacia un acercamiento más analítico y filosófico de su experiencia personal en Lra, donde las vivencias del destierro y el desarraigo se presentan en un marco más abstracto y de connotaciones universales.

Pudiera afirmarse que los poemas de Lago en Lht y Lra, despliegan un compendio de situaciones y sentimientos enajenantes, tanto en su poesía del exilio interior, desde Cuba, como la del exterior, desde España, transmutándose los textos en galerías o escenarios donde se ordenan y exhiben cuadros lugareños, personajes e interacciones, en una aleación casi perfecta entre la Cuba del recuerdo y las experiencias del destierro. La creación poética en Lago es un proceso para representarse su mundo: el inmediato y el lejano, el asequible y el inasequible; para crear enlaces y atarse a la vida; para poder vivir y para ser.

Felipe Lázaro (Güines, 1948) sale para Puerto Rico de Cuba en plena adolescencia, en 1961. En 1967 se traslada a Madrid, donde ha vivido desde entonces. Cuenta con cuatro colecciones de poesía, todas publicadas en España: Despedida del asombro (1974), Las aguas (1979), Ditirambos amorosos (1991) y Los muertos están cada día más indóciles (1986 y 1987).[8]

La poesía de sus años juveniles se concentra en Da, cuando el poeta confronta, según sus propias palabras, “la realidad de abandonar la tierra amada en este doble destierro de una generación que está «dentro y fuera del juego a la vez».”(“Prólogo,”Da, s.n.) Lázaro considera que su generación es la del asombro, por haber vivido a muy temprana edad los años del terror batistiano, la esperanza y el desengaño revolucionarios, el camino al destierro y los avatares que esta nueva vida conlleva. De ahí que, alimentada con los ímpetus de la adolescencia y la primera juventud, en esta colección se junten temas tan variados como la solidaridad de “En crear se piensa”(Da, 13) y “Hermandad” Da, 11); y la admiración heroica en “Humboldt-7”(Da, 14), y “Manzana rebelde”(Da, 16), dedicado a José Antonio Echevarría; con la cuerda amorosa de “Cancioncilla de amor” (Da, 43), la erótica de “Cuarto trinchera”(Da, 55), y la máxima tensión del sincrético “Quiero”(Da, 59); hasta el dolor ante la muerte de“Ansío”(Da, 9) y “Flores fraternas”(Da, 83). Integran este libro poemas de variada longitud, en estilos desde el intimista al coloquial. Entre ellos destaca el brevísimo “Nostalgia:” “Tan fría es la ausencia / que el silencio / se hiela” (Da, 24), poema aforístico que ofrece una definición magistral de la añoranza con la fuerza indiscutible de cuatro palabras: ausencia, frío, silencio, hielo. Definición amplísima que abarca todos los niveles de significado, incluyendo las añoranzas posibles desde la amorosa y la filial hasta la del destierro; además de enfatizar la emoción que el sentimiento produce, sugiriendo, o implicando, que no hay palabras para expresarla, sólo el silencio helado.

Lázaro es el poeta andariego por excelencia. En su deambular por las calles, encuentra periódicos, o restos de papeles que le ayudarán a reconstruir su historia personal y aparentemente le darán calidad y constancia de vida. Pero, en estas andanzas, a veces nos deja la impresión de un divagar sin objetivo. “Transplantado” expone claramente la desubicación inevitable. Una falsa búsqueda de la verdad enterrada, inalcanzable, por su ruta desolada: “Vivir cotidianamente/ como agonizando/ mantenido por savia propia/ raspando paredes para encontrar verdades/ caminar sin leer las calles/ ni anuncios/ ni nombres de ciudades/ para hacerlo todo aún más ficticio/ así darnos cuenta de lo irreal-presente ..” (Da, 68).

“Despedida del asombro,” perteneciente a la colección del mismo título es, posiblemente, una de las composiciones poéticas mejor logradas de Lázaro. Este tour de force concreta, de manera dramática, el estado físico del poeta, las emociones y los sentimientos encontrados del desprendimiento, el viaje, y la llegada a la nueva tierra. Todo ello imbuido de recuerdos y nostalgia. El poema emana de tres focos, que se originan y establecen en cada una de sus tres estrofas con un adjetivo demostrativo: el yo poético, léase robot atónito; el estado físico y mental del hablante; y la travesía, el recorrido material y espiritual, realizado por el poeta desde el ayer, amado, familiar y conocido, hasta el ahora del presente. A partir de la primera línea en cada estrofa, las imágenes se abren como los pétalos de una flor. Veamos como muestra las dos primeras y fragmentos de la tercera:

“Este abismo de la extrañeza / el estar fuera / el brusco cambio / acostumbrarse a través del silencio / robot atónito de la nostalgia.

Esta llaga: ansiedad agrandada en el tiempo / como las nubes pasan aireando el recuerdo / las mismas manos de un ayer truncado / voz ronca de lamentar a gritos la huida /-despedida del asombro- / ese resurgir en los murmullos del agua / ser granito de arena en la inmensa playa / son las últimas olas llevándose la esperanza.

Estos ecos tropicales / en su selvática forma / repicando en el asfalto playense/ mientras contemplo / la inmensidad de distancia / lo que nos une y separa / este vaso de tinto mar…”

La primera estrofa representa la desubicación del hablante, el cual se autoidentifica con el símil, “robot atónito.” La segunda alude a su estado físico: por medio de la llaga, que metafóricamente representa la herida del desprendimiento, y que en lugar prominente encabeza la estrofa; por sus manos, truncadas de su ayer; y por su voz, ronca de gritos. Se refiere también a su estado anímico, de ansiedad agrandada y desesperanzadora, a la vez que establece puntos conectores con el recuerdo por medio de imágenes fluviales y marítimas. La tercera estrofa continúa y amplía este recuerdo, comenzado en la anterior, con la tenuidad del agua murmurante y la ternura del diminutivo “granito,” inaugurando un crescendo. Los “ecos tropicales" del inicio de la estrofa son un breve intermezzo, anunciador como repique de campana de un paisaje que va a continuar, en un agudo contraste entre el ayer y el hoy, y en un tono cada vez más ascendente, desde el selvático, hasta el chocante “asfalto playense.” También continuarán las imágenes acuáticas, comenzadas en la paz remansada del murmullo, arreciándose en estridencias tonales, embriagadoras y violentas, a partir de “este vaso de tinto mar.” El mar, contenido en un vaso es, paradójicamente, paréntesis, que une y separa la vida anterior de la presente, y sirve, además, de línea demarcatoria entre el espacio geográfico del ayer, y el hoy del destierro. Visiones caóticas “desperdicios de guerras / cuerpos mancillados,” pobladas de seres cavernarios y saturnianos “devorando a sus secuaces,” acompañan al hablante hasta el término de un viaje dantesco, el cual, con “las venas saltando como trampolín / por la sangre teñida de tierra / sin llevar pañuelo-manto, albergue,” es decir, herido y desprotegido, entra al agua universal, hasta llegar “caminando / rodando / a rastras / pero llegar…” (Da, 66).

Es evidente en “Despedida del asombro” que el exilio para Lázaro es un estado de foraneidad, un proceso agónico que comienza con una caída hacia el “abismo de la extrañeza.” El ser poético, desplazado de su medio innato, pasa del asombro de la partida, de la ruptura de la raíz, a su nueva condición de robot atónito. El término nostalgia, clave, abre un espacio por donde se filtran imágenes de la isla, percibidas a través de la distancia y el mar. Es preciso notar la corriente metamorfósica subyacente que aflora a dos niveles: el humano que, paradójicamente, es una deshumanización (el robot), y el segundo a nivel de naturaleza, consistente en mutaciones acuátiles. Los líquidos se transmutan en formas y calidades diversas, de lo simple local a la connotación universal. Arribando últimamente el poeta a la catarsis, esperando beber todo mar, hasta llegar a su meta definitiva.

La última colección de Lázaro, Lmi, gira alrededor de la muerte, tema trascendental en su poesía.[9] El libro le debe su título a un poema de Roque Dalton y abre con el epígrafe de Giorgio Bassani: “Los artistas son muertos que tratan de volver al mundo a través de la poesía”(Lmi, 11). Según Lázaro la muerte es una constante eterna, los muertos se perpetúan y trascienden en los poetas. En esta colección la voz poética, artista en desequilibrio, piruetea sobre la cuerda floja y, desde su posición precaria y riesgosa, posee la elegancia destructiva de un caballero, que ajusticia y sentencia a los demás en “The Young Gentleman”(Lmi, 21). Y también es la dama perfecta, diamante petrificado, iceberg humano que, dañinamente, acorrala, miente y salta las leyes, en “Sueños de Rábula” (Lmi, 15).

Lázaro se exterioriza, se convierte en “el otro,”y se observa en su “Epitafio para un aprendiz de poeta.” Hacia el futuro, no como esperanza de vida, sino como fin de ella, escribe Lázaro este poema, cuyas estrofas concluyentes, reminiscencias del pesimismo y el nihilismo de Schopenhauer, aparecen citadas al inicio de este artículo. La primera línea de esta composición, “Aquí yace el que nunca fue” (Lmi, 31), presenta la tumba del poeta muerto y es de una contundencia desvastadora. En imágenes que se deslíen paulatinamente, éste, sin huellas dactilares, con ojos que “ya eran unas lentillas desdibujadas,” se difumina en un afán de no ser nada, tal vez como resultado de lo infructuoso de su existencia. En oposición al concepto machadiano de que al andar se hace el camino de la vida, el hablante, cuyas “andariegas piernas jamás cruzaron un río,” va por calles que no le pertenecen. La voz poética, cada vez más difuminada, expresa el dolor de la tierra perdida en téminos como “extraño,” “lejanía,” y “ausencia.” Los sentimientos de enajenación del poeta, su estado físico, marchito y lacerado; y su imagen de incorporeidad fantasmal, se apoyan en antítesis canceladoras de lo positivo y terminan, como aldabonazo final, cerrando el poema con la absoluta negación existencial, al expresar: “Aquí nace el que en realidad jamás nació”(Lmi, 32).

Como conclusión, tanto Lago como Lázaro expresan problemáticas y vivencias comunes por medio de una poesía donde sistemáticamente aparecen recuerdos de infancia o juventud. En ocasiones, estas poesías aluden a la premura de un éxodo o travesía, a veces estrepitosa, hacia un lugar geográfico, hacia el interior del poeta, o hacia la nada. En la exploración y el proceso de ajuste a la nueva sociedad, la vida se percibe como un acto enajenante, solitario, y muchas veces doloroso; a partir de ahí se hace evidente la búsqueda de un nuevo espacio donde localizarse. Cuando falla el encuentro de un locus amenus, estos poetas se embarcan en la evasión nostálgica, creando mundos imaginarios, o reinventando la historia. Después de examinar los textos poéticos de Lago y Lázaro, se puede constatar cómo la diáspora se ha convertido en una forma de vida, nutrida constantemente por una doble realidad. La voz poética, indudablemente marginalizada, se enfrenta a un mundo ajeno, muchas veces incomprensible y extraño.

En términos generales, la poesía de estos dos autores cubano-españoles adquiere visos de viaje. Su mirada, inquisitiva y profunda, se vuelca hacia sus raíces. Y en cuadros donde se recrean el paisaje y la naturaleza cubanas y, para no olvidar, ejecutan, cada uno en su estilo, la sutil y exacta tarea de la enumeración, caótica unas veces, ordenada otras, y el despliegue de las imágenes. El poeta cubano-español bucea en su memoria o en las profundidades subjetivas de su yo; y la obra surge y se concreta en el texto en una acuciosa tarea contra el olvido, porque olvidar es dejar de ser.

Obras citadas:

Bordao, Rafael. “Los muertos en la poesía de Felipe Lázaro.” Hora de poesía 65-66.

(Madrid; sept.-dic. 1989): 165-8.

de la Hoz, León. La poesía de las dos orillas. (1959-1993). Madrid: Prodhufi, 1994.

Edwards, Robert. “Exile, Self, and Society,” Exile in Literature. New Jersey: AUP, 1988.

24-7.

Fuentes, Marta. “Editoriales y revistas cubanas en España.” Revista Hispano Cubana 2

(Madrid; oct.-dic. 1998): 155-64.

González-Montes, Yara. "Bosquejo de la poesía cubana en el exterior." Revista

Iberoamericana 152-153, (julio-dic.1990): 1105-28.

Ilie, Paul. Literatura y exilio interior. Madrid: Fundamentos, 1981.

Knapp, Bettina. Exile and the Writer: Exoteric and Esoteric Experiences. A Jungian

Approach. Pennsylvania: PSU Press, 1991:1-7

Lago González, David. Los hilos del tapiz. Madrid: Betania, 1994.

___________. La resaca del absurdo. Madrid: Betania, 1998.

Lagos-Pope, María Inés, Ed. Exile in Literature. New Jersey: AUP, 1988.

Lauro, Alberto. “David Lago: exorcista del absurdo.” Revista Hispano Cubana 3

(Madrid; enero-abril, 1999): 98-108.

Lázaro, Felipe. Despedida del asombro. Madrid: Pueyo, 1974.

___________. Ditirambos amorosos. Madrid: Ed. La Gota de Agua, 1981.

___________. Las aguas. Bilbao: Comunicación Literaria de Autores, 1979.

___________. Los muertos están cada día más indóciles. Madrid: Betania, 1987.

___________. Poesía cubana contemporánea. Antología. Madrid: Catoblepas, 1986.

___________. Poetas cubanas en Nueva York. Cuban Women Poets. Madrid: Betania, 1991.

___________. Poetas cubanos en España. Madrid: Betania, 1988.

___________. Poetas cubanos en Miami. Madrid: Betania, 1993.

___________. Poetas cubanos en Nueva York. Madrid: Betania, 1988.

Lázaro, Felipe y Zamora, Bladimir, Eds. Poesía cubana: La isla entera. Madrid: Betania,

1995.

Mario, José. “La verídica historia de Ediciones El Puente. La Habana, 1961-1965.”

Revista Hispano Cubana 6 (Madrid; enero-abril, 2000): (89-99).

Montes Huidobro, Matías y González-Montes, Yara. Bibliografía crítica de la poesía

cubana. (Exilio: 1959-1971). Madrid: Playor, 1973.

Morán, Francisco, Ed. La isla en su tinta. Antología de la poesía cubana. Madrid:

Verbum, 2000.

Muñoz, Elías Miguel. Desde esta orilla: poesía cubana del exilio. Madrid: Betania, 1988.

Rodríguez-Sardiñas, Orlando. La última poesía cubana. Madrid: Hispanova, 1973.

Tabori, Paul. The Anatomy of Exile: A Semantic and Historical Study. London: Harrap,

1972.

BIO-BIBLIOGRAFIA

Mirza L. González nació en Güines, La Habana, Cuba. Reside en Chicago desde 1962, donde continuó sus estudios y obtuvo una maestría (M.A.) de Loyola University, y un doctorado en Filosofía y Letras (Ph.D.) de Northwestern University en Evanston. Ha publicado numerosos artículos de crítica literaria y tres libros: La novela y el cuento psicológicos de Miguel de Carrión, (Miami: Ediciones Universal, 1979), la antología crítica Literatura revolucionaria hispanoamericana (Madrid: Betania, 1994) y una colección de cuentos, Astillas, fugas, eclipses (Madrid: Betania, 2000). Sus áreas de investigación más recientes son la poesía y el teatro cubano-americanos.Últimamente ha publicado artículos sobre el teatro cubano-americano y se dedica a revisar una segunda colección de cuentos para su publicación. Es Profesora Emérita de DePaul University en Chicago, institución en la que ocupó cargos administrativos y enseñó por muchos años.


[1] Deben mencionarse entre los esfuerzos ordenadores más completos en la poesía, la Bibliografía crítica de la poesía cubana de Matías Montes Huidobro y Yara González-Montes, de 1973; y los estudios críticos de Elías Miguel Muñoz, Desde esta orilla: poesía cubana del exilio, de 1988; y de Yara González-Montes, “Bosquejo de la poesía cubana en el exterior,” de 1990, pioneros en su género. También han contribuido a esta labor agrupadora, las antologías poéticas de Felipe Lázaro, entre otras.

[2] Las casas editoriales cubanas en España han proliferado. Entre las primeras en orden de aparición, con fecha de fundación y nombre de su director, se cuentan las siguientes: Playor (Principios del 70, Carlos Alberto Montaner), Pliegos (1982, César Leante), Betania (1987, Felipe Lázaro) y Verbum (1990, Pío Serrano). Información más amplia al respecto puede encontrarse en el artículo de Marta Fuentes. Es justo mencionar aquí al pionero de los editores cubanos en el exilio, Juan Manuel Salvat, fundador de Ediciones Universal en Miami en 1965, de larga trayectoria comercial.

[3]Los poetas cubanos que han residido, o residen aún, en España, incluidos en esas antologías son Gastón Baquero (1918-97), Rolando Campíns, León de la Hoz, José Kozer, David Lago, Alberto Lauro, Felipe Lázaro, José Mario, Lilliam Moro, Isel Rivero y Pío Serrano. El más reciente esfuerzo antológico de carácter inclusivo, La isla en su tinta, incluye, además de algunos de los anteriores, a María Elena Cruz-Varela, Ramón Fernández Larrea, Rolando Sánchez Mejías y Manuel Díaz Martínez. Otros poetas cubano-españoles destacados son: Benita Barroso, Roberto Cazorla, Paulina Fátima, Orlando Fondevila, Julio Fowler, Ana Margarita Meireles y Santiago Méndez Alpízar.

4Entre los poetas cubano-españoles deben destacarse José Mario, Isel Rivero y Lilliam Moro, conocidos integrantes de “El Puente.” Esta generación, agrupada alrededor de las Ediciones El Puente, es la primera que surge dentro de la revolución cubana, y también, desde la revolución, se rebela contra el autoritaritarismo cultural. Para más detalles, se recomienda consultar el informativo artículo de Mario, fundador y director de “El Puente,”que incluye una bibliografía muy útil.

[5]“Lobos,” el primer poemario de Lago, escrito en Cuba en 1975, ha sido publicado por la editorial artesanal Timbalito en Madrid, 2000. Referencias a Los hilos del tapiz y La Resaca del absurdo se harán, a partir de ahora, como Lht, y Lra.

[6] Los valiosos estudios sobre el exilio involuntario o exotérico, y el voluntario o esotérico, de Bettina

Knapp y María Inés Lagos-Pope confrontan esas situaciones y sus repercusiones. Knapp distingue entre:

“involuntary (one is banished or expelled from one’s native land by authoritative decree), or voluntary (one

escapes persecution, evades punishment or stressful circumstances, or carves out a new existence for

oneself). …(2)” Basándose en la psicología de Jung, Knapp asegura que dentro del tipo voluntario, existe

una sub-categoría, denominada exilio privado o esotérico, la cual define como una manera de vivir,

adoptada voluntariamente por el individuo sin necesidad de abandonar físicamente su país de origen, y

asociada usualmente con la creatividad artística y la vida religiosa y contemplativa. Lagos-Pope, asimismo,

destaca dos modalidades: la expatriación y el exilio interno, coincidente este último con el privado o

esotérico de Knapp. Robert Edwards, Paul Ilie y Paul Tabori han hecho también análisis interesantes en

este campo.

7 Comenta Alberto Lauro en su estudio, al respecto, “(que) hay un acercamiento reverente a lo cubano, tan cercano al elogio de los extraños pueblos de Eliseo Diego, con un sustrato onírico.” (99)

8 Referencias a Despedida del asombro, y Los muertos están cada día más indóciles se harán, a partir de ahora, con las siglas Da y Lmi respectivamente.

[9] Sobre este tema opina Rafael Bordao que, “Para Felipe Lázaro, la muerte no es un modo de concluir la vida, sino una forma sumamente per(s)picaz de enfrentarla”; añadiendo, “Los muertos que hostigan a Felipe no son otra cosa que la antigüedad…” (166); y “Uno de los muertos más rencorosos que asedian al poeta es la distancia, esa otredad que se contrae a la acción del recuerdo” (167).

domingo, 14 de noviembre de 2010

QUOTES TO REMEMBER - Denise Affonço

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(Madrid de los Austrias, ventana, vitral y barrotes)

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Si nadie habla, nadie recuerda

Denise Affonço

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Y más, de ella y sobre ella:

<La autora camboyana de origen francés narra su estremecedor testimonio de sobreviviente del régimen de Pol Pot.  “Mi exorcismo fue escribir el libro”, afirma.  “Los jemeres rojos fueron más astutos que los nazis”>

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(en Babelia)

http://www.elpais.com/articulo/portada/nadie/habla/nadie/recuerda/elpepuculbab/20101113elpbabpor_26/Tes

sábado, 16 de octubre de 2010

LEYENDO EN WOOSTER (sábado, 16 de octubre de 2010)

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Coffee-Caffeine-and your health

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CRÍTICA: LIBROS / Ensayo, Narrativa, Poesía y Reportaje Ensayo

Testigo en el siglo de los perros lobo

L. F. MORENO CLAROS 16/10/2010

(http://www.elpais.com/articulo/portada/Testigo/siglo/perros/lobo/elpepuculbab/20101016elpbabpor_14/Tes)

Vasili Grossman (1905-1964) es uno de los autores más relevantes del siglo XX. Su novela Vida y destino (Galaxia / Círculo), publicada por primera vez en Suiza (1980) tras sufrir desmedido ostracismo en la Unión Soviética, cosechó un sonoro éxito de ventas en toda Europa. Nacido en la ciudad ucrania de Berdíchev, y de origen judío, fue testigo de los horrores de la II Guerra Mundial y del Holocausto, así como de la destructora crueldad del régimen soviético. Nunca estuvo cautivo de los nazis, y sin recibir una sola herida, se destacó como el más valeroso de los reporteros de guerra del Ejército Rojo. Sus crónicas sobre Stalingrado y la caída de Berlín para Estrella Roja fueron leídas con avidez hasta por los gerifaltes del Partido. En ellas exaltaba el valor de los hombres y mujeres junto a los que él luchaba a brazo partido contra el invasor, bajo condiciones deplorables. En aquel entonces omitía referir sus opiniones sobre la nefasta gestión de la guerra por parte soviética y consignaba su rabia en sus diarios particulares.

Batalla_Stalingrado (Getty Images) Batalla_Stalingrado (Getty Images)

 

La vida y el destino de Vasili Grossman

John y Carol Garrard

Traducción de Lázaro Sanz Velázquez

Encuentro. Madrid, 2010

502 páginas. 43 euros

En 1943 se topó con un hecho que le cambio la vida: las macabras evidencias del genocidio judío que los invasores alemanes, ayudados por colaboradores ucranios y lituanos, perpetraron en los territorios ocupados de Polonia y la URSS. Aparte de conocer el horror de los campos como el de Treblinka o Sobibor, constató el horrible destino que aguardó a los 100.000 judíos asesinados en Babi-Yar o a los 30.000 de Berdíchev: varones, mujeres y niños fueron masacrados en masa, tiroteados a sangre fría por verdugos alemanes y carniceros nativos, ávidos de violar a mujeres judías. En Ucrania y Lituania odiaban a Stalin tanto como a los judíos, de ahí la entusiasta cooperación con los invasores.

La madre de Grossman murió en una de las fosas descubiertas en Berdíchev. Su hijo, entonces en Moscú, no actuó a tiempo para alejarla del peligro; el remordimiento lo atormentó de por vida. Ante las fosas de Berdíchev, rebosantes de cadáveres desnudos medio descompuestos, Grossman tomó conciencia de lo que significaba ser judío en Rusia, célebre por sus históricos pogromos sangrientos, y juró preservar la memoria de lo acontecido.

Junto con Ilia Ehrenburg, Grossman quiso publicar un "libro negro" para dar cuenta del Holocausto en la URSS, mas sus ambiciones chocaron con el Kremlin. Tras la guerra, Stalin ordenó "reescribir la Historia": no hubo muertes de judíos en la Unión Soviética ni colaboracionismo; debía publicarse sólo que los "fascistas" alemanes habían asesinado a cientos de miles de "ciudadanos rusos indefensos" sin más distinciones. El propósito de Grossman de divulgar la verdad se truncó: el proyecto fue prohibido. Y lo mismo ocurrió con sus escritos de guerra que ya no pudo reeditar, o con sus novelas más ambiciosas: Todo fluye y Vida y destino. Lo que Grossman podía revelar contrariaba la historia oficial del Partido, que sostenía, por ejemplo, que Stalin dirigió en persona la batalla de Stalingrado y que su estrategia de guerra fue impecable.

Educado desde su juventud en el comunismo soviético, entusiasta de la fraternidad entre todos los pueblos de un inmenso país, Vasili Grossman conoció con los años qué clase de régimen tiránico era el que los esclavizaba. Durante el Terror de los años treinta vio cómo sus amigos eran encarcelados sin piedad; asimismo, supo de la gran hambruna a la que Stalin condenó a Ucrania; y luego, en el frente bélico, descubrió la necedad de unos dirigentes que enviaban a la muerte a miles de seres humanos como carne de cañón. Pero ni siquiera una vez muerto Stalin, los regímenes de Jruschov o Bréznev permitieron a Grossman publicar la obra que estuvo preparando durante una década: la mencionada gran novela Vida y destino, la Guerra y paz del siglo XX, en la que narraba sin trabas lo que había vivido. El KGB requisó las copias manuscritas. Se salvó una que pudo salir al extranjero. Sólo con la glásnost, en 1988, vio la luz también en Rusia, causando una enorme conmoción.

El poeta ruso Mandelstam caracterizó el siglo XX como el de los "perros lobo". John y Carol Garrard aportan en su espléndido libro generosa y bien documentada información sobre las fechorías que semejantes alimañas protagonizaron en toda Europa, pero también narran muy bien las vicisitudes del propio Grossman y algunos amigos valerosos para que al fin hoy se conozca la amarga verdad que el escritor pugnó por divulgar: que ambos totalitarismos, el nazi y el soviético, eran idénticos en su inhumanidad.

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REPORTAJE: OPINIÓN

Cinco notas conjeturales

JUAN GABRIEL VÁSQUEZ 16/10/2010

(http://www.elpais.com/articulo/portada/notas/conjeturales/elpepuculbab/20101016elpbabpor_55/Tes)

Albert_Camus---Albert Camus (1913-1960, Nobel de Literatura en 1957), fotografiado por Henri Cartier-Bresson en 1944. Albert Camus (1913-1960, Nobel de Literatura en 1957), fotografiado por Henri Cartier-Bresson en 1944.

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Los premios Nobel Mario Vargas Llosa y Albert Camus tienen algo de almas gemelas. Los malentendidos por sus ideas políticas o el refugio en la literatura frente a las carencias del mundo son ejemplos de sus analogías.

A la realidad le gustan las simetrías, se lee en un cuento de Borges, y es sin duda por eso que Vargas Llosa ha recibido el Nobel en el mismo año redondo en que los lectores de Camus conmemoramos los cincuenta años de su muerte. Vargas Llosa y Camus tienen algo de almas gemelas, o de vidas, si no paralelas, por lo menos análogas. ¿Quién le iba a decir esto al sartrecillo valiente? Algún día escribiré algo serio al respecto. Mientras ese día llega, he tomado algunas notas.

1 No me sorprende encontrar el nombre de Camus en las páginas de Sables y utopías, esa especie de retrato del intelectual público a través de sus textos. Cuando piensan en Vargas Llosa, sus lectores suelen pensar en Sartre: la idea de que las palabras son actos deslumbró a Vargas Llosa en su juventud y moldeó buena parte de su concepción de la literatura. Pero es la trayectoria de Camus, el hombre de izquierdas decepcionado por la izquierda totalitarista y violenta, y no la del existencialista dogmático, la que tiene más de un punto en común con la de Vargas Llosa. No llegan al mismo lugar, es cierto, pero sufren los mismos malentendidos, soportan los mismos ataques, deben enfrentar los mismos intentos de secuestro intelectual por parte del enemigo. En un discurso pronunciado en 1978, Vargas Llosa recuerda o parafrasea a Camus: "La única moral capaz de hacer el mundo vivible es aquella que esté dispuesta a sacrificar las ideas todas las veces que ellas entren en colisión con la vida, aunque sea la de una sola persona humana, porque ésta será siempre infinitamente más valiosa que las ideas". Vargas Llosa no dice de dónde viene la paráfrasis, así que me pongo a buscar argumentos semejantes en El hombre rebelde. Los encuentro, y en varias páginas; y entonces encuentro también otras cosas.

2 En la cuarta parte de El hombre rebelde, que Camus titula "Revuelta y arte", leo una cita de Nietzsche: "Ningún artista tolera lo real". Y luego la glosa de Camus: "La creación es exigencia de unidad y rechazo del mundo. Pero rechaza el mundo por causa de lo que le falta y en nombre de lo que, a veces, el mundo es". La creación artística como manera de subsanar las carencias del mundo: eso lo he leído antes y en varios ensayos o conferencias de Vargas Llosa. En el epílogo de La verdad de las mentiras leo que "toda buena literatura es un cuestionamiento radical del mundo en que vivimos", y también que la literatura "es un refugio para aquel al que sobra o falta algo, en la vida, para no ser infeliz, para no sentirse incompleto", y también que la mejor contribución de la literatura al progreso humano es "recordarnos que el mundo está mal hecho". El novelista que es Vargas Llosa siempre ha aspirado a compensar, mediante los poderes de la ficción, los defectos de la realidad; Camus, por su parte, dice: "El artista rehace el mundo por su cuenta".

Esto me hubiera bastado para imaginar a Vargas Llosa leyendo El hombre rebelde y derivando de allí buena parte de su visión literaria. Pero entonces me encuentro con este párrafo:

Un crítico católico ha escrito: "El arte, sea cual sea su objetivo, entra siempre en culpable competencia con Dios". Es más justo, en efecto, hablar de competencia con Dios, a propósito de la novela, que de competencia con el estado civil. Thibaudet expresaba una idea parecida cuando decía, a propósito de Balzac: "La comedia humana es la imitación de Dios padre". El esfuerzo de la gran literatura parece ser el de crear universos cerrados.

No me parece una especulación demasiado grosera ver en estas líneas, y en otras de ese capítulo de El hombre rebelde, el origen mediato de una de las teorías que soportan la obra literaria de Mario Vargas Llosa: el novelista como deicida.

3 En 1970, Vargas Llosa contestó a unas preguntas de la revista El Urogallo con palabras que no hubieran desentonado en el ensayo de Camus:

Esta representación desinteresada de la realidad humana que expresa el mundo en la medida que lo niega, que rehace deshaciendo, este deicidio sutil que entendemos por novela y que es perpetrado por un hombre que hace las veces de suplantador de Dios, nació en Occidente, en la alta Edad Media, cuando moría la fe y la razón humana iba a reemplazar a Dios como instrumento de comprensión de la vida y como principio rector para el gobierno de la sociedad. Occidente es la única civilización que ha matado a sus dioses sin sustituirlos por otros, ha escrito Malraux: la aparición de la novela, ese deicidio, y del novelista, ese suplantador de Dios, es el resultado de ese crimen.

Confrontar este pasaje con El hombre rebelde: "Religión o crimen, todo esfuerzo humano obedece, finalmente, a este deseo irracional y pretende dar a la vida la forma que ella no tiene. El mismo movimiento, que puede llevar a la adoración del cielo o a la destrucción del hombre, lleva también a la creación novelesca". Pocas páginas después, Camus se refiere a Proust. Le Temps retrouvé, dice Camus, es la eternidad sin dios. Proust, dice Camus, "ha demostrado que el arte novelesco rehace la creación misma, tal como ella nos ha sido impuesta y tal como la rechazamos".

4 Imaginar a Vargas Llosa en aquella buhardilla del Hotel Wetter. Imaginar que lee El hombre rebelde; imaginar que anota palabras clave para la construcción de una poética, palabras como creación, rehace, rechaza, religión, crimen, creación novelesca. Imaginar que tiene en mente a Camus (o ha olvidado que lo tuvo en mente) al contestar a las preguntas de El Urogallo en 1970 y, finalmente, al escribir el libro que da forma concreta a la idea del novelista como suplantador de Dios: Historia de un deicidio. Allí se lee esto: "Escribir novelas es un acto de rebelión contra la realidad, contra Dios, contra la creación de Dios que es la realidad".

5 Una mañana de principios de 1958, Camus, que por esos días dirige la reposición de una de sus obras de teatro, sale a la calle junto con la actriz María Casares. Un joven peruano de veintiún años se le acerca, le dice en un francés todavía torpe que lo admira, le entrega una revista. Camus, nieto de españoles, le contesta al joven en su lengua.

Camus muere dos años después, justo cuando Vargas Llosa llega a instalarse a París.

Juan Gabriel Vásquez (Bogotá, 1973) es autor de las novelas Los informantes (Alfaguara y Punto de Lectura) e Historia secreta de Costaguana (Alfaguara), entre otros libros.

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La he pasado muy bien leyendo el Babelia y estos dos muy buenos textos sobre Vasili Grossman y alrededor de una cierta simetría en torno a dos premios Nobel de Literatura, Albert Camus y Mario Vargas Llosa, este último a cargo de un escritor colombiano que no conozco (nada extraño porque cada vez leo menos). Hubo otras lecturas agradables.

Pasé con sumo cuidado y rapidez sobre el anuncio de la joint-venture ruso-venezolana para construir una central nuclear en La Nueva Cuba. Para ello me refugié en la casi certeza de que, por muy rápido que se desarrollen los acontecimientos, yo no estaré presente para entonces. Hay cosas verdaderamente desconsoladoras.

Como desconsoladora y atorrante es lo que leí en El Mundo sobre la propuesta para el Premio Sajarov. La verdad es que a mí la saharaui se me escapa bastante, ahora que además entiendo que está intentando cursar un pleito contra el gobierno español (después de todo lo inimaginable que hizo el tándem Moratinos-Zapatero con aquella huelga de hambre suya). Sigo sin comprender el misterio de la predilección progre por el asunto saharaui, a no ser que lo vincule con la “desinteresada y solidaria” ayuda que el gobierno cubano prestó a la formación de escogidos ciudadanos del desierto. Y no sólo se me escapa sino que se me pierde en la lontananza y en la más atónita incomprensión que el sujeto cubano de apellido Fariñas esté también propuesto para tal certamen de belleza, un ser cuya nitidez política, tanto ideológica como funcional (sí, funcional) está más que en entredicho. Esto no es otra cosa que EL CUENTO DE LA BUENA PIPA. ¿Tú quieres que te cuente el cuento de la buena pipa? Sí, cuéntamelo. No, no, pero dime: ¿tú quieres que te cuente el cuento de la buena pipa? Y así hasta el infinito, o hasta que el niño se dormía en brazos de su madre, y la madre se quedaba pensando: “¡ay, al fin, ya me ha dejado tranquila el jodío niño!”

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Fariñas y Aminatu Haidar, candidatos al Premio Sajarov de la Eurocámara

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Guillermo Fariñas y Aminatu Haidar. | EFE

María Ramírez (Enviada especial) | Estrasburgo

Actualizado miércoles 22/09/2010 23:52 horas

(http://www.elmundo.es/elmundo/2010/09/22/union_europea/1285184137.html)

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El Premio Sajarov a la libertad de conciencia del Parlamento Europeo recordará este año al ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, dos de los disidentes más incómodos para el Gobierno español: el cubano Guillermo Fariñas y la saharaui Aminatu Haidar.

El opositor Fariñas, que mantuvo en primavera una huelga de hambre durante 135 días por la muerte del disidente preso Orlando Zapata, es un candidato con posibilidades, ya que ha sido presentado con el apoyo de todo el Partido Popular Europeo (la mayoría de las candidaturas son iniciativa de eurodiputados individuales), y su causa tiene buena acogida entre los liberales y algunos socialistas. En marzo, la Eurocámara denunció los abusos del régimen cubano en una dura resolución, apoyada también por el PSOE europeo.

El ganador se decidirá a finales de octubre tras las votaciones en las comisiones de Exteriores y Desarrollo y, después, de los presidentes de los grupos políticos. La pega para Fariñas es que el Parlamento ya ha dedicado este premio dos veces a cubanos: al disidente Oswaldo Payá, en 2002, y a las Damas de Blanco, a quienes el régimen no dejó viajar para recogerlo en 2005.

La entrega del premio a Fariñas sería una nueva prueba para el régimen cubano justo cuando España intenta que la UE haga un gesto diplomático hacia Cuba y retire la llamada Posición Común, una declaración obra del Gobierno Aznar que pide la transición democrática e invita al diálogo con la disidencia. Aunque no tiene ahora consecuencias prácticas, este texto irrita a La Habana y el ministro Moratinos volverá a pedir que se retire en una reunión de los Veintisiete en octubre.

La candidatura de Aminatu Haidar, que hizo huelga de hambre en Lanzarote y creó otro rifirrafe diplomático con Marruecos después de su expulsión del Sahara Occidental, fue presentada por el eurodiputado catalán de ICV Raül Romeva, que ha reunido las 40 firmas necesarias para que sea considerada, entre ellas las de los socialistas Antonio Masip y Andrés Perelló, de Willy Meyer, de IU, y de Francisco Sosa Wagner, de UPyD.

Haidar es una candidatura difícil, como reconoce a este diario el propio Romeva. En la Eurocámara, hasta los debates que puedan molestar a Marruecos tienden a desaparecer de la agenda por la presión de Rabat. Romeva comenta que algunos diputados socialistas ya se han quejado de que Haidar es "demasiado política".

"Sé que es difícil, pero el hecho de que esté en la lista y de que suene su nombre sirve como apoyo moral. Quienes digan 'no' a su nombre tendrán que explicar por qué... Qué se mojen", dice el eurodiputado, que no es contrario a la candidatura de Fariñas, pero subraya que sería el tercer galardón para la oposición cubana. "Ya le toca a Marruecos", insiste.

El premio, que ya tienen el ex presidente sudafricano Nelson Mandela o la opositora birmana Aung San Suu Kyi, consiste en 50.000 euros y honra la memoria de Andrei Sajarov, el físico nuclear convertido en activista de los derechos humanos en la antigua Unión Soviética y que murió en 1989. Se entrega con una ceremonia solemne en el pleno del Parlamento cada diciembre.

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No sé si Andrei Sajarov se merece el descrédito post-mortem de cobijar bajo su ala a una persona cuyo papel entre la Seguridad del Estado cubana y la disidencia permitida nunca ha estado claro del todo.

Por cierto, la otra tarde me encontré con una de las personas con las que solíamos pasar a la post-jornada patriótica de los miércoles en la Fundación Hispano-Cubana, y estuvo contándome de lo raro que se ha puesto todo aquello, además de asegurarme sus justificadas sospechas sobre la militancia colaboracionista activa de Willy Fariñas. “Y ahora, a todo el que llegue le publican un libro,” me decía. Y no se quién del PP, que se ha cogido aquello para él solo (será en nombre del Partido, digo yo). El asunto es que “en el nombre del Partido” es una frase que a mí me resulta terroríficamente familiar.

David Lago González

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País mío, tan joven, no sabes definir.

Virgilio Piñera

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Por suerte, hubo maricones como él.

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viernes, 8 de octubre de 2010

ALENA COLLAR - Acerca de Vargas Llosa y su obra. Intento de Acercamiento

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ALENA COLLAR

Acerca de Vargas Llosa y su obra . Intento de Acercamiento

Posted on Octubre 7, 2010 by alenar

http://alenacollar.wordpress.com/2010/10/07/acerca-de-vargas-llosa-y-su-obra-intento-de-acercamiento/

 

¿Cuándo se jodió el Perú, Zavalita?… es la primera frase si no recuerdo mal porque cito de memoria, de Conversación en La Catedral.

Efectivamente, de esta manera tan desconcertante- porque entra “in media res” en la narratividad, empieza una de las mejores obras en lengua castellana que se han escrito el siglo pasado.

Y en una época en la que incluso el verbo “joder” en literatura era casi una blasfemia.

Vargas Llosa de heterodoxias sabe mucho, y de países jodidos también. En esta obra bajo el aspecto de una novela coral no cuenta cuándo se jodió el Perú, sino cuándo las ideologías y el afán de Poder joden a los ciudadanos normales de un país cualquiera. Y eso, por aquél entonces también era aplicable en España.

El ejemplo me sirve para destacar una de las principales características de su narrativa: que es generalizable. Es decir, que trasciende el ámbito peruano, y el hispanoamericano- cosa de la que no todos los escritores pueden presumir- para llegar a cualquier sociedad. A través del mundo peruano leemos a Guatemala, a Chile y su golpe de Estado inducido por la CIA, a España y sus caciques de pueblo, a Argentina y sus muertos-desaparecidos, y a una sociedad civil que vive alrededor de una “catedral” metafórica de silencio y resignación mientras ejerce su único derecho: conversar.

Y a veces ni eso. Porque ya desde niños  (Los Cachorros) nos enseñan que vence el fuerte, no el razonante, a través de las más bien desventuras de una pandilla de adolescentes, que establecen las mismas relaciones que sus mayores, basadas en el imperio de la dominación por la fuerza bruta y la manipulación tanto física, como moral.

La segunda característica de su obra podría ser entonces enunciada como : la demolición narrativa del engaño de los sistemas de poder. La denuncia de sus métodos.

Pero Vargas Llosa además de estas dos obras, que a mí me parecen fundamentales aunque sean antiguas porque inauguran un estilo, ha sido y sigue siendo un desvelador de sueños. Y esto ocurre en una obra muy extraña, muy poco leída, muy poco criticada y muy poco comentada porque además es muy surrealista, es decir, muy no “realismo mágico” sino “surrealismo mágico”, como es La Señorita de Tacna.

Los críticos la definen como una obra menor; habrá que pensar que los críticos no entendieron ni papa –sin perdón- de los sueños encubiertos bajo un delirante lenguaje, de esta señorita presuntamente absurda en un mundo presuntamente real. Aquí el estilo de Llosa se bifurca hacia un lirismo de metáfora casi salvaje, de paroxismo asociativo, de demostración de que la palabra puede crear tanto como un mundo aparte, y de que, desafortunadamente, todo ello topa de frente con el muro de la gente muy civilizada, requetecivilizada, recontracivilizada.

La tercera característica sería pues, la capacidad de recreación lingüística de mundos imposibles.

Y naturalmente tenemos la faceta más controvertida de Vargas Llosa, que se desvela en ensayos y artículos periodísticos.

Las opiniones políticas o las ideologías personales de los escritores parecen estar sometidas a las críticas de los críticos, que, según corre el aire de la historia, así juzgan, olvidando por supuesto la literatura y dejando que las marcas de la opinión dominante se peguen al escritor porque “ es lo políticamente correcto”. De manera que a Galdós nunca le dieron el Nóbel porque los muy progres escritores de izquierdas de su tiempo pusieron el grito en el cielo, acusándolo poco menos que de servidor de la clase media y vendido al capital; eso sí, no se molestaron en leer Nazarín.

Y a Vargas Llosa se le acusó en su primera época de comunista tremebundo y en sus últimos años de fascista. Vaya por diox, o por Marx… Naturalmente se olvidaron de que a Dios lo mató la generación de Sartre y a Marx, el pobre, ya no le leen ni los marxistas, entre otras cosas porque es aburridísimo. Quiero decir con esto, que, basta que Vargas Llosa escriba que Cuba es una dictadura para que se alcen los bujujús correspondientes, olvidando que en su día apoyó- como casi todos- aquella Revolución.

Y por supuesto no leyendo- vaya a ser que se enteren de algo- libros como Lituma en Los Andes, que vienen a ser un ensayo novelado de los movimientos guerrilleros de la época y del terrorismo de Estado existente. Ni tampoco leerán – por si se les pegara algo de inteligencia- los ensayos sobre escritores, La Orgía Perpetua (sobre Flaubert), o el último, sobre Victor Hugo, La Tentación de lo Imposible, o sus ensayos, Contra Viento y Marea.  En los que despliega un espíritu libre para analizar, sin importarle un ardite lo que los sacrosantos críticos decidan sobre el nuevo cliché en el que meterle.

Porque Vargas Llosa no tiene clichés. Es decir, es inclasificable. Dirá lo que le parezca que deba decir, guste o no. Expondrá juicios razonados, lo hará con un estilo que se distingue porque cualquiera puede entender lo que dice- otra característica de su escritura, la naturalidad- y finalmente nos dejará el solo testimonio de sus palabras para juzgarle.

Molesta que apoye a EEUU – visión maniquea naturalmente, como la de que García Márquez apoyaba a Cuba-, o que diga que los nacionalismos son un obstáculo para la democracia. Y entonces le agitan fanáticamente las banderas nacionalistas en la cara, demostrando que lleva razón.  Y naturalmente, no le leen, demostrando que son mucho más antidemócratas que él.

No importa. Quienes le farfullan soflamas nunca escribirán La Guerra del Fin del Mundo; están muy ocupados en prepararla.

© Alena Collar

(Se publica este artículo por cortesía de su autora)

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viernes, 17 de septiembre de 2010

TOMASITO “LA GOYESCA”, último de los epígonos colgantes de Reinaldo Arenas

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Dancing in the rain - Paris(Dancing in the rain – Paris)

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La verdad es que a mí me interesa bastante poco Reinaldo Arenas. Nunca creí que fuera un genio, mucho menos en poesía, aunque sí suplía perfectamente las carencias con un perfecto dominio de la lectura: al escucharle leer un poema suyo, el poema ganaba un 80% y se convertía en otro.

El Mundo Alucinante, Celestino Antes del Alba, son cosas que se salvan. “Antes que Anochezca” por lo testimonial, teniendo en cuenta la exageración, la mentira y el tratamiento singularmente personal de los hechos que son un manifiesto de su mitomanía, su paranoia, su delirio de grandeza y su mala leche. Con El Color… simplemente no pude porque a la segunda página vi que era más de lo mismo, y no, no estaba dispuesto a mandarme un tocho de ese tamaño. Además se dice que ese libro no fue real o totalmente escrito por él, sino por La Cofradía de las Arenistas. Sobre estas mujeres lorquianas he de decir que no las comprendo. Por ejemplo, los honores que le hacen a la infame semi-ficción escrita por Daniel Fernández (also known as Truca Pérez y Daniel Sakuntala) no alcanzo a comprenderlos cuando, precisamente, en lo único que resalta ese texto es porque despoja a Arenas de su manto sagrado, que sus locas y bugarrones han bordado con tanto esmero, rabia y fanatismo.

Es evidente que yo no fui amigo de Reinaldo Arenas. Tampoco enemigo. Nos presentó Queta Pando en el Parque Fé del Valle, la (pobre) “quemadita de El Encanto”, y ya está. Mil años después leí un texto escrito por Carlos Victoria que me dejó de una pieza: el encuentro romántico entre ellos dos en ocasión de uno de los tantos viajes de CV a la Habana en el tren lechero. Y me sorprendió sobremanera porque, cuando de vuelta a Camagüey, éste se tiró por una ventana y a los dos minutos irrumpió en la sala de mi casa, donde estábamos unos cuantos (entre ellos, Nikitín), informó inmediatamente de lo que parece ser había sido un triunfo para él. No sé si CV después perdió esa costumbre pero si alguien que le conozca de aquellos tiempos lee este escrito, podrá volver a verlo rozándose frenéticamente las manos contra el pantalón vaquero y, en esa ocasión, diciendo: “me acosté con él”. Todos nos quedamos con boca de signo de interrogación, y entonces él añadió: “me acosté con Reinaldo Arenas”. Y allí se acabó el romanticismo, porque a los demás simplemente no nos interesaba el personaje. Creo que exhalamos un “Ahhhhhhhhh…) y seguimos jugando canasta (también éramos un poco siniestros e implacables)

Pues sí, nada menos que en Ediciones Unión (¿era ésta editorial la que llevaba Francisco Garzón Céspedes, a.k.a. PacaGarza-La-Activa, presunta informante en el proceso de Camagüey con Carlos Victoria a la cabeza? --No, Truca Pérez, no fue por culpa de Salas.) Pero cómo se atreven a extrapolar la presunción de movimientos gay y militancia gay de Reinaldo Arenas a La Habana y la Cuba de aquellos años???? Como si aquella Isla hubiera sido alguna vez normal en los últimos 50 años. La verdad que… La verdad que ser maricón y pasar tanto tiempo para que otro maricón como Senel Paz y el híbrido de Abel Prieto, terminen metiéndotela al unísono… no sé, no hay que ser “maricón de argolla” sino de ALMA.

¡Arenistas del Miami y del Mundo, uníos en contra de Tomasito la Goyesca!

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LITERATURA-CUBA: Resurrección de Reinaldo Arenas

Por Dalia Acosta

LA HABANA , sep (IPS) - Hay muertos que no descansan. Es el caso del escritor cubano Reinaldo Arenas, militante gay fallecido a causa del sida en 1990 en Estados Unidos, que vuelve 10 años después a su país natal de la mano de quien podría ser el único gran amigo que conservó en la isla, el investigador Tomás Fernández Robaina.
"Ahí está el Reinaldo que yo conocí", comentó a IPS Fernández Robaina, quien rememoró al autor de "Antes que anochezca" (1992) en "Misa para un ángel", una novela-testimonio que saldrá a la luz el viernes 17 en la sede de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba.
Eran muy jóvenes y recién llegados a La Habana de la misma provincia del oriente cubano cuando coinciden como trabajadores en la Biblioteca Nacional de Cuba "José Martí" e inician una amistad que resistió todo tipo de contradicciones, desacuerdos y silencios y, de alguna manera, sobrevivió incluso a la muerte.
"Fui tras la huella de Reinaldo hasta Nueva York y con lo que encontré podía hacer un libro de 500 páginas, pero no tenía sentido. Como Reinaldo habló tan mal de todos nosotros (sus amigos y conocidos en Cuba), la gente pensaba que yo iba a hacer lo mismo", comentó Fernández Robaina.
"Misa para un ángel", de la gubernamental Ediciones Unión, mezcla ficción y realidad. En el texto confluye una ceremonia para llamar al espíritu de Arenas, testimonios que revelan secretos de su vida y la mirada con luces y sombras del autor sobre un hombre, según él, convertido en "mito".
Con una posición radicalmente opuesta a la Revolución Cubana , asumida públicamente en Estados Unidos tras su partida al exilio en 1980, Arenas se colocó en medio del diferendo político de medio siglo entre los gobiernos de ambos países y su nombre ha sido usado desde las posiciones más extremistas.
Sin embargo, Fernández Robaina pretendió lograr un equilibrio sobre alguien que considera "un hermano", desde "lo más personal y literario". La novela-testimonio, "sin dejar de decir cosas que a mí me parecen importantes, da mi visión de Reinaldo Arenas. Va a la esencia y no los detalles", enfatizó.
Sobre los riesgos de unir hechos de ficción con la biografía del escritor nacido en la zona rural de la provincia de Holguín, unos 740 kilómetros al este de La Habana, el investigador consideró que no deberá ser "controversial" pues se trata de un estilo ya impuesto y que le permite determinadas libertades como escritor.
Cuando de literatura cubana se trata, "habrá que hablar de antes y después de Arenas", defendió Fernández Robaina, como lo hiciera por primera vez en 1963 tras leer el original de "Celestino antes del alba" (1967), el único libro del fallecido escritor publicado en Cuba.
"Era una cosa muy fresca, poética, asequible y, por supuesto, en esa novela no hay una militancia homosexual a tambor batiente", dijo sobre el actual ícono de la cultura gay, que alcanzó su madurez intelectual a fines de los años 60, época de la homofobia institucionalizada en esta isla caribeña.
"Hay un Reinaldo Arenas en La Habana y otro Reinaldo Arenas en Estados Unidos", aseguró el escritor, que intentó develar al escritor emigrado.
La total apertura homo de Arenas en su literatura y hacia la sociedad acaeció justo con su llegada a tierras estadounidenses.
"Reinaldo no era amanerado. Tenía el estilo de un lord inglés y toda una serie de cosas que no hacían ver fácilmente si era homosexual", detalló. "Esa lucha, tal y como él la hace posteriormente, en Cuba nunca la hizo. En aquel momento no había un movimiento gay fuerte" en la isla, recordó.
Para el investigador de la Biblioteca Nacional, la obra de Arenas abiertamente homo pudo ser una limitante en Cuba "en un momento determinado, porque hay personas que aman la literatura pero (…) por prejuicios no le gustan los homosexuales, y por tanto, la literatura homosexual".
No obstante, su autobiografía "Antes que anochezca" cobró popularidad entre el público de la isla, aunque no estuviera publicada por editoriales nacionales. En corto tiempo, "yo conté siete personas leyendo el libro por la calle, en barrios y ediciones diferentes", recordó asombrado Fernández Robaina.
A pesar de que su literatura es "única", el rescate y difusión de su obra en el ámbito cubano se obstaculiza por diversas razones, que no sólo dependen de la voluntad de las autoridades. "Cuando él muere, deja una cláusula de que sus libros no se pueden editar en Cuba mientras exista el sistema socialista", reveló.
Para Fernández Robaina, obras como "El mundo alucinante" (1968), "Celestino antes del alba", "El palacio de las blanquísimas mofetas" (1975) y sus relatos de "Viaje a La Habana " (1990) podrían editarse en la isla sin problema, pero la voluntad final de Arenas lo impide legalmente.
"Reinaldo Arenas va a ser estudiado en el futuro como una especie rara, no solamente por su estilo, sino por sus contenidos e imaginación", previó el escritor, quien espera consultar parte de los manuscritos de Arenas, a disposición del público a partir de 2011 en la Universidad de Princetown, de la ciudad estadounidense de New Jersey.
En cuanto a "Misa para un ángel", comentó que hasta ahora la crítica de quienes lo han leído "ha sido muy fuerte, porque yo no utilizo el mismo lenguaje de Reinaldo", dueño de un carácter sin tregua hacia las personas que le rodeaban y exponente del realismo sucio. Pero no falta el humor en un libro que calificó de "divertimento".
Tomás Fernández Robaina, activista por la no discriminación racial, ha trabajado el género del testimonio y la investigación sociológica siempre con un tratamiento atractivo como "Recuerdos secretos de dos mujeres públicas: testimonio literario" (1984) y "Hablen paleros y santeros" (1994).(FIN/2010)

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