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© David Lago Gonzalez, Digital Art 2010 (Niki One)
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(Gracias a esa mujer enigmática t.c.c --también conocida como— “Loca del Blog” por haberme re-enviado la misiva desde Montreal)
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Se lo dedico a Cheny Pardo,
pues sé lo mucho que él aprecia al personaje,
y al ser humano que está detrás,
y muchas veces me hace recordar cosas que yo he olvidado.
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Copio un fragmento:
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“No salgo. La ciudad está criminal, horrible, oscura, cruel, áspera, como una sombra de algo que no fue, no es, no será. Una ciudad que no tiene historia y mucho menos memoria, que es lo peor que le puede pasar a una ciudad. Por lo tanto prefiero vivir puertas adentro, conmigo y con mis fantásticos fantasmas, mis amigos, muy pocos que me visitan casi a diario. Como muy sano, nada de grasas y salsas y excesos, no. Estoy como nunca.
Te recuerdo como al mejor, te deseo paz y más paz.
Josep”
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Posiblemente hacía más de 20 años que no veía una letra suya. La primera lectura casi fue inútil, tan poco acostumbrado ya está uno a leer un manuscrito. Confieso que tuve que leer la carta varias veces y así fueron saliendo palabras y signos que en un primer momento no pude distinguir. Fue como abrir un cofre musical poquito a poco, asomándome por la abertura para comprobar si el interior era el mismo que yo conocía.
Ése es el idioma que hablábamos, el mismo idioma que seguimos hablando. Es un lenguaje propio, único, muy lejos de los estándares de perversiones de estilo oficioso o popular. Ni teníamos ni tenemos nada que ver con toda esa ebullición del mal gusto que nos deja sin agua y terriblemente sedientos de algo hermoso y humano. Querríamos encontrar en el mundo exterior algo mínimamente semejante al profundo río que (nos) circulaba entonces por debajo de la ciudad, y que sigue su corriente por debajo de otros océanos y sabanas.
© 2010 David Lago González
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© David Lago-Gonzalez, Digital Art 2010 (Niki Two)
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3 comentarios:
Si querido David, es uno de los pocos nuestros que aún habita la ciudad fantasma, que es solo real en nuestra memoria empecinada. Casualmente hace una semana le pregunté a mi hermano por él.
Un abrazo.
Misterio.
Cuánto me gustaría recibir una carta escrita de puño y letra, aunque fuera sombría! Ya hay que llamarlas ¨epístolas¨, a la antigua. Mi mejor poema salió de una noche sin electricidad, escrito a mano bajo la luz de una vela.
No se quién es Josep, pero puedo imaginarlo en una ciudad sin memoria, como son hoy por hoy todas las ciudades de la isla.
Besos
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