lunes, 2 de agosto de 2010

“Espejito, espejito: ¿quién es la más inteligente de Todas?”

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Dice siempre la Revolución cubana, al final de cualquier maniobra, de disuasión, de esperpento (heredado de España, claro está) o tribal profunda (traída de África por el imperio esclavista español).  No importa quien la personifique, aunque hay que reconocer que es un papel casi exclusivo de las Hnas. De Castro, y en verdad, cada cual en su estilo, no tienen rival.

Se volverá a condenar por la misma razón –y por otras tantas cualquiera—que las razones que llevaron a la cárcel a estos señores que han soltado en la península española con un permiso o licencia extrapenal, que es un eufemismo tan sonoro como el que el Ministerio de Asuntos Exteriores esgrime para no considerarles “asilados políticos” pues sí, ciertamente, los asilados políticos en teoría tienen prohibido tener ningún tipo de relación con el país del cual se han exiliado (con los acogidos cuando lo de la Embajada del Perú sucedió así, y un amigo mío estuvo a punto de perder ese status porque nadie le dijo que no podía pagar la inscripción consular cubana) y, al parecer, según lo que uno puede leer en la prensa, deducir lo que es verdad o mentira, manipulación o ingenuidad, o trashumancia semántica, yo no me acabo de aclarar si pueden o no pueden regresar a La Siguaraya, aunque sea teóricamente, y si eso lo firmaron o no lo firmaron, o los engañaron (claro que sí) o no tienen idea de cuánto les han engañado (claro que no la tienen), y por lo visto (por estos ojitos míos de Camagüey de 1950) han sido tan pesimamente aconsejados, o aconsejados tan al estilo cubano profundo, que cada vez que tratan de explicarse los pobres, provocan más rechazo popular.  Haría falta uno de esos abogados de las películas americanas, pero me temo que el tío ese de tan buena pinta es un postalita más, una sombra que apenas se distingue en el zoom abierto de la postal completa.

© 2010 David Lago González

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1 comentario:

Zoé Valdés dijo...

Qué país tan oscuro.