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He presentado la CARTA ABIERTA A LOS ARTISTAS E INTELECTUALES ESPAÑOLES a las instituciones oficiales correspondientes, aunque sigue abierta la admisión de firmas, así como a los medios de prensa y a todo lo más lejos que puedo llegar
La Carta por la liberación de los presos políticos en Cuba fue convocada coincidentemente con esta iniciativa mía.
Una cosa es la libertad, y otra es la independencia. El motivo y la puesta en marcha de esta (mi) carta abierta han sido totalmente míos, auxiliado por un pequeño grupo de amigos que me han ayudado desde el principio, además de todos los que la han firmado y otras personas, hasta ahora desconocidas, que han apoyado y respaldado por espontánea solidaridad. Por supuesto, mis recursos son limitados, muy limitados. No tengo conocimientos informáticos suficientes para hacer correctamente una convocatoria de firmas como lo ha hecho OZT blog, y tampoco tengo dinero para pagar a un profesional. Carezco de apoyo de partido político alguno y de asociaciones de la disidencia cubana. Yo mismo no pertenezco a nada, como tampoco pertenecí a nada en Cuba “revolucionaria”, que es prácticamente la única que conocí. He hecho lo que he podido y mi reacción ha sido la de la indignación. Sé que la iniciativa no ha sido bien acogida por muchos y, salvo casos muy particulares, a las pocas puertas de los grupos denominados como “disidencia cubana” a las que he tocado, han quedado como las puertas del cielo de Bob Dylan: cerradas. Incluso “un grupúsculo de cinco o seis personas salidas entre el año 199y largo y el 2005” crearon específicamente un blog para, a continuación de “hermanarse” con la convocatoria de las firmas por la libertad de los presos políticos en Cuba (blog OZT), arremeter contra mi iniciativa, ignorándome como creador de la misma y poniéndome como “lacayo de Zoé Valdés”, para concluir alegrándose de que la convocatoria no haya sido bien acogida. El post y todo el blog debe estar hecho en España o en Europa; por el léxico utilizado no me suena que provenga de Miami.
Claro, eso de “pedir respetuosamente”... ¡¿cómo se me puede haber ocurrido?! “Pedir” es casi mendigar. ¡Cómo va a pedir ningún cubano que se nos trate con respeto...! ¡¡¡No!!! ¡Un cubano tiene, al menos, que exigir! ¡Para eso es más hombre que todos los hombres del mundo! A pesar de todas las desgracias que tiene y ocurren en el mundo, la nuestra es la principal, y todo el universo debe postrarse a nuestros pies, comprendernos, querernos, amarnos, gustar de nosotros, elogiarnos, porque ya hemos sido suficientemente humillados en nuestro país y muy de sobra por la misma gente que comparte nuestra sangre directamente, no por otros de nacionalidades ajenas al asunto. No nos merecemos eso, no nos merecemos que nadie nos trate mal ni que nos insulten de forma individual o general, pero a la más mínima ahí estamos nosotros imponiendo nuestra bulla por encima de cualquier otra palabra. “Gresca”, se llama aquí. “Donde se pone un cubano, caballero, que se quiten los demás.” Hasta somos los mejores fornicando, macho o hembra, da la mismo. Claro, también somos los mejores mintiendo, adulando, prometiendo en vano, simulando cualquier cosa hasta lograr nuestro objetivo, y los primeros a los que cualquier otra costumbre que no sea nuestra nos parece una cosa rara, sin sentido y motivo de mofa. Los grandes especialistas del choteo (¡maldito Mañach!) ¡Qué bien se nos da ir por la vida! Para eso hemos aprendido bien con la Revolución, igual que los rumanos mantienen una buena herencia de Ceacescu. ¡Ay, qué pena, Señor, de mi pueblo! Es a ese pueblo al que no quiero volver.
Si mal se entiende la libertad (y el uso de “la libertad de expresión” se ha convertido en lugar común para muchas cosas), mucho peor se acepta la independencia. O estás, o no estás. Pero todo con disciplina de partido. O te envuelves en la bandera o te la pones de taparrabo, pero si no incorporas todo el léxico repetitivo de la obviedad no eres aceptado y siempre serás sospechoso. Justamente eso mismo me sucedió en Cuba y me costó universidades y llevar una vida con el mínimo de recursos, pero independiente: se podía hacer, aunque era peligroso y desaconsejable. Cuestiono mucho el heroísmo, y mucho más el patrioterismo. Mi posición es siempre personal, individual y vertical.
Luego están los del cuchillo en la boca. Los que salieron últimos pero han llegado primero que los primeros que, además, son los monstruos y los más insultados. También los que más se han involucrado con la Revolución y, curiosamente, los más recalcitrantes en la Contra-Revolución, con la diferencia de que ninguna de las dos se llama ya así: hay que decir dictadura o tiranía, y hay que decir disidencia pacífica y angelical. ¡Qué harto estoy de que los antiguos carceleros, los represores, las miembrAs del PCC hasta ayer, los poetastros de tres al cuarto, vengan a darme charlas sobre democracia, libertad y libertad de expresión! ¿Acaso enseñan alguna de esas materias en las escuelas y universidades por las que han pasado, en Cuba?
Hay que tener paciencia si se quiere ir por libre y obrar según sus propias premisas y no por consignas o disciplina de partido!
Hace unos días no he podido resistirme a comentar un post de la poeta (nacional) cubana, Mª Elena Cruz Valera, en el blog OZT, en el que habla sobre la facilidad de ser considerado “delincuente” en Cuba y donde, entre las razones que da (y que yo viví, y no ella, por simple cuestión de edad), se refiere a “los escritores con ínfulas de ser independientes”. Lo que ella llama “infulas” es aplicable precisamente al otro tipo de intelectuales y artistas que querían y quieren ser oficiales, y paradójicamente hoy representa el mejor aval ya que si no colaboraste antes, ¿cómo pruebas que puedas escribir, como si el talento lo hubiera entregado sólo Nicolás Guillén, Fernández Retamar o Abel Prieto? Paradójico, triste y cruel, donde la justicia poética está de nuevo en manos de la mediocridad. El comunismo es una religión, y como religión su dios está por encima de todo y de todos, da cordel pero no perdona la vida del pez, sobre todo si éste se atreve a pensar que es más inteligente que el anzuelo. Lleva su pequeño cuaderno de notas y cuando ve que el infeliz osa lucir alas que el dogma no le proporcionó, ¡zas! se las corta a rente, y lo manda al sótano oscuro o al purgatorio. Yo, iluso de mí, una y otra vez vuelvo a caer en el mismo error: ese dogma lo llevan dentro muchas personas con ínfulas de medir la advocación de otras almas.
Pero, claro, tendría que morirme para dejar de ser yo mismo: persona, individuo, ser humano, independiente y libre por la gracia de la vida y la muerte.
© 2010 David Lago González
3 comentarios:
David, mis respetos por este tremendo texto. En una ocasión intenté explicar todo eso que cuentas y me llamaron "galleguita de mierda" me levanté y me fui con la pena de ver que algunos no tienen ni tendrán jamás la más remota idea de lo que es respeto y es que en algunos casos no se puede sacar de dónde no hay.
Besos
Sí, Carmen, el texto está mal escrito porque tiene mucha rabia contenida, pero hay más, todavía hay mucho más.
David, no me canso de decirtelo, no solo porque eres mi amigo, tambien por la justo del tema, cuanta razon te lleva a tener esa rabia que comparto porque estoy hasta las orejas de oportunistas galleros que ensucian y manchan cualquier proposito de dignidad.
Te abrazo y feliz de regresar a leer tus palabras,
HAG PESSAH SAMEA
feliz pessaj David, feliz
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