.
.
Lo verdaderamente dañino a largo plazo
no es ni la vaca ni los matarifes, ni siquiera los instrumentos
con los que la descuartizan en infinitas partes,
sino la legión de manos que aguantan sus patas
y alrededor del morro tensan un torniquete bien fuerte
para que no muja y descubra la verdad del crimen.
Si la vaca es la vida, y el carnicero aquél que desde su poder la ejecuta,
lo demás es el instrumento que nunca pierde su forma,
o la torna en nueva silueta, y sobrevive a todo,
incluso florece cuando se le creía muerto.
La vaca se desdibuja dentro de tanta algarabía;
los matarifes enloquecen aunque mantienen la astucia;
y la legión, reproduciéndose como la cola cortada de un lagarto,
se multiplica más allá de los años
para mantener sin respiración y contra el suelo al Hombre Justo,
hasta que se una a ellos o se pegue un tiro.
.
(Madrid, 27 de septiembre de 2010)
© 2010 David Lago González
2 comentarios:
sin aire..me has dejado.
abrazo
Respira, respira.
¿Tú crees que lo escribí uniéndome a la conga ("un pasito pa la izquierda, y a la derecha tre má..." -Carbonell)? No, cariño, también lo escribí sin aire, y sin aire vivo.
Publicar un comentario