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CONTENGO LA RESPIRACIÓN para que estos días no se conviertan en la oportunidad de los imbéciles. Toda intransigencia, todo fanatismo, todo fundamentalismo lleva implícita una alta concentración de imbecilidad. Todos los libros sagrados –ya sea la Torah, la Biblia, el Corán o una especie de misal de la Santería que una vez tuve que mecanografiar a una amiga y tuve que hacerlo bajo no sé cuántos juramentos y limpiezas y cosas, o cualquier otro— son precisamente eso: SAGRADOS. Los manuscritos en sí no van más allá de literatura inflamada de espiritualidad, y son hermosos, y son terribles, y pueden ser temibles o acogedores, pero es el hombre el único que los convierte en arma o en cúmulo de sabiduría. Y toda sabiduría, bien aprendida y repetida por la voz de los sensatos, ensancha el alma y convierte las balas en arena. Son muchos los momentos en que se han invertido los términos, esperemos que no estemos ante uno más.
David Lago González
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(Coran manuscrito siglo X, Kuwait)
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2 comentarios:
Muy bien dicho David .
Todas las escrituras son mal interpretadas por aquellos que no conosen la tolerancia, el amor , y el valor que encuentran para vivir mas y mejor los que saben perdonar . gracias. Ranulfo Ramirez.
Muy bueno este post David, el hombre moderno hace una lectura e interpretación un poco oportunista y desorientada de manuscritos que dieron la luz en un mundo primitivo y sin recursos científicos, con el paso del tiempo muchas de estas escrituras han quedado obsoletas y solo sirven para ser usadas por fanáticos y desalmados que entre muchos objetivos los usan básicamente para el sometimiento y el enriquecimiento a costa de una prole de ignorantes y semi-analfabetos.
Nota aclaratoria: Este es el criterio de un ateo.
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