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“grupos de estudiantes y universitarios organizados en unidades paramilitares para combatir a los revisionistas y a quienes no eran lo suficientemente revolucionarios”
Ésta es una definición utilizada por un periodista español para referirse a determinada gente y determinada acción. No es peyorativa, no insulta a nadie: es literal y exacta. Se podría decir seguramente que es una definición imparcial. ¿De qué país y de cuál situación estaríamos hablando?
Si los que conocemos el tema cubano, sustituyéramos --no necesariamente obligatorio-- “estudiantes y universitarios” por “personas”, simplemente por “personas” para hacerlo más general, ¿no estaríamos hablando de las hordas que nos han dado y siguen impartiendo los actos de repudio en Cuba?
Pues no. Os equivocáis. Es la forma en que el periodista de El País, José Reinoso, define en un artículo de hoy domingo 4 de abril de 2010 a los guardias rojos de la época de la Revolución Cultural China.
Cuando la prensa española, o la prensa de cualquier parte del mundo, se refiera con tal mismo grado de imparcialidad a esos bárbaros que pululan en aquella isla y que no sólo humillan y apedrean sino que también han llegado a matar, entonces a los cubanos nos estarán empezando a respetar un poco, un poquito nada más, como seres humanos.
No hace falta que la Academia Sueca acredite la inteligencia ni el talento de nadie para que el más simple de los mortales sea capaz de SUSTITUIR PARA COMPROBAR cuán maniqueamente se trata el asunto de la maldita revolución de los cojones.
(El artículo en El País se llama “Mao todavía da miedo”.)
-o-
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