sábado, 10 de abril de 2010

LEYENDO EN WOOSTER (sábado 10 de abril de 2010)

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David Stoupakis - Balance

(David Stoupakis – Balance)

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Si pudiera mantener con respecto a Cuba la misma posición que sostengo ante la muerte, sería un hombre más feliz.  Sé que voy a morirme, al igual que todo el mundo, y nadie sabe si eso va a suceder en un segundo o durante un año de agonía, de modo que desde hace tiempo no me miro al espejo (y, como consecuencia, me afeito muy mal) ni vigilo si me aparece una manchita por aquí o una cosita por allá.  La muerte vendrá, y, como siempre, será bien y mal recibida.

Sí, hoy también leí El País en Wooster -–también lo hice ayer—pero obvié leerme toda la parafernalia sobre Cuba.  El romance epistolar entre Silvio Rodríguez y Carlos Alberto Montaner, esa patética lid entre sus correspondientes demagogias, ha dado por resultado un futuro o inminente macro-concierto de Silvio para la Oficina de Intereses de Estados Unidos.  Si quieren promoción (¡más todavía!) que se la paguen sus fans y tontos útiles en ambos casos.  Yo casi no tengo ni para comer, así que qué coño me voy a preocupar de los negocios de Silvio y de Montaner.  Y esto es todo lo más que voy a decir de ellos.

Para mí es mucho más importante el aniversario de la penosa pero inevitable separación de los Beatles hace 40 años.  En el principio no fue el verbo, sino los Beatles.  Por aquel entonces Carlos Victoria y yo sosteníamos verdaderas batallas frontales y personales porque yo prefería a los Beatles y él a los Rolling Stones.  Luego la rivalidad cambió y pasó quizás a Creedence Clearwater Revival contra no sé qué grupo, pero entre represiones, censuras y hostigamientos, al fin y al cabo vivíamos también.  Considerablemente parecidos a los progres que el tiempo ha colocado como enemigos nuestros.  ¡Qué triste!  La única y verdadera contradicción era que nuestras respectivas dictaduras, nuestros respectivos tiranos y sátrapas, se admiraban tanto entre sí que el presente y el pasado se fraguaba para un futuro imposible.

© 2010 David Lago González

1 comentario:

Zoé Valdés dijo...

Una piñasera no estaría mal. Yo siempre fui de The Rolling Stone.