martes, 9 de noviembre de 2010

Panorama

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Me levanté esta mañana, me tomé un zumo de granada y uvas rojas (lo que a mí me resulta casi romántico y demuestra así la relatividad del exotismo) con algunas pastillas y me metí de nuevo en la cama.  Estuve viendo un más o menos interesante debate sobre el inicio de los debates políticos televisados (¿la telegenia?) con el de John Fitzgerald Kennedy y Richard Nixon que fue el primero, y después vi completico un telediario de la 4 que, entre la figura y el tono del presentador y la avalancha de noticias desconcertantes, me hundieron en la más negra de las pesadillas: la duermevela.

Creo firmemente que a los presidentes de los países, cuando dejan sus cargos, porque pierdan “civilizadamente” o sean violentamente destronados, deberían coserles la boca, cortarles los dedos y someterles a una mínima lobotomía que los desenchufe con su pasado de poder.  Las desafortunadas declaraciones de meditación y/o arrepentimiento, o simple vacilación y duda, tanto de Felipe González con la guerra sucia de los GAL como la versión de “la voz disidente” de Richard W. Bush en la decisión de la guerra de Irak, cuál de las dos más cínica, me han dejado incapacitado para el día de hoy.

A eso se le une todo lo demás, que ya casi lo olvidé.  No, no es que lo olvidara, sino que forma parte de una masa tan compacta de confusión que me resulta imposible de separar qué y cuántas cosas.  Dar un paso fuera de casa me produce un trágico estupor.  Aunque si me quedo dentro no se alivia mucho.  Ya hace tiempo me lo dijo mi propio consejero mental:  “tu peor enemigo eres tú mismo.”

DLG

2 comentarios:

Margarita Garcia Alonso dijo...

si, estan que dan miedo... y con la palabrita que utilizo "disidente", para acabar de despretigiar el pomo!

besos

Zoé Valdés dijo...

Felipe González mandó a retirar Mea Cuba de Guillermo Cabrea Infante, por orden del régimen castrista. Y se abrió de patas cuando Cagastro I le mandó a decir con el Gabo, que era un maricón , con todas sus letras. Lo que para este tipo de gentuza es un insulto, ya sabes que para mí no lo es. E inmediatamente nos llenaron la isla de ETARRAS.