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Auguste Lev, Bachanalia
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Algunas cosas deberían empezar a contarse por el principio, pero otras muchas resuman tanto dolor al ser contadas que es difícil respetar la cronología y tienen que aparecer como trozos dispersos, retazos de hechos pasados a veces mal hilvanados por el paso del tiempo, la subjetividad y la selección autónoma de la mente. Las memorias no son sólo recuerdos: son la vida del hombre. Si un hombre renuncia a la fidelidad a lo vivido, renuncia también a su vida y no es sino un mero farsante.
En Cuba persiste una incomprensible costumbre que ignoro a qué tiempos se remite, que consiste en celebrar los quince años de una muchacha como una puesta en sociedad mediante una fiesta, una gran fiesta cuanto más fastuosa más deseable. Nuestra fiesta de quince, allá por los primeros años 60, con la que el grupo de Camagüey despertamos y nos integramos de forma entrecomillada al mundo, a aquel mundo comunista donde nunca se vio el horizonte, consistió en una especie de collage punitivo político-social que sirviera de escarmiento a futuras desviaciones, también entrecomilladas. Fue primera página del periódico Adelante y, como si de la UMAP se tratase, en mi casa no se habló de eso jamás. Se llamó “LA FIESTA DEL BARBERO”. La idiotez del super-machismo cubano “cheo” la dio a conocer por el resto de sus miserables vidas como “fiesta del perchero” porque daba por supuesto que al lado de la puerta de entrada de la casa donde se realizara, habían colocado un armario o alguna barra bien provista de perchas para colgar en ellas la ropa que se dejaba al desnudarse para integrarse de inmediato a la depravación total de la orgía. Naturalmente, esto sólo podía ser obra de maricones y tortilleras, muchos de ellos menores de edad que eran engañados y sonsacados por babeantes y sangrantes bocas adultas llenas de colmillos vampirescos que harían de sus gráciles y apetitosos cuerpecitos la gran tarta de la fiesta.
No recuerdo si hay más referencias, pero Carlos Victoria en “La Travesía Secreta” nos sitúa en el balcón interior de la Casa Teatro de la calle Cisneros mirando hacia las salas del Juzgado donde estaba celebrándose el juicio (había una o dos ventanas abiertas). Tal como sucedió. Intentábamos adivinar quién declaraba en cada momento, tarea que se hacía muy difícil por la amplitud de los patios interiores de esos palacetes, incluso creo recordar que en un momento determinado vislumbramos en la distancia el delgaducho cuerpo de Larita.
Éramos amigos y conocíamos a muchos de los acusados, tanto mayores de edad como menores (que también lo éramos nosotros en aquel momento) y algunos de ellos seríamos posteriormente amigos importantes, y con la mayor parte de ellos la amistad sigue manteniéndose.
La Fiesta del Barbero nunca existió. La mala suerte vestida de Policía les tocó a estas personas como pudo habernos tocado a nosotros o a cualquier otro. Fueron simplemente chivos y nunca pudieron berrear la injusticia y la arbitrariedad.
Larita era un magnífico actor del Grupo de Teatro de Camagüey (sigo recordando perfectamente su memorable actuación en una comedia de los años 30 de un dramaturgo norteamericano cuyo nombre no recuerdo ahora) y una persona entrañable con la que he vuelto a contactar a través de internet, después de haber estado preso muchos años y posteriormente salir para Estados Unidos.
Benny (también conocido como Benny-Bola de Humo, de nombre Evelio Cabiedes) nunca fue tan buen actor pero devino en un excelente narrador, cuya obra se perdió totalmente. De los que conozco, creo que fue el gran perdedor, pues los años de cárcel por la sentencia por corruptor de menores, se vieron incrementados por posteriores condenas, y creo que tuvo un triste final.
Papo, Renecito, Carlos Alonso, Elio, Osmel (creo), Tamara, Aleyda, y otros que no recuerdo y otros que quizás nunca conocí, pasaron por sus castigos domiciliares o de reclusión de menores y quedaron marcado para todo futuro posible en aquella isla-paraíso en cuyo gobierno y romántica revolución todavía tantos creen y defienden, sobre todo fuera de ella. Es curioso el caso de mi gran amigo Elio, que cumpliendo otra condena por haberse escapado del Servicio Militar o por “escándalo público”, llegó a conocer en la cárcel al mismísimo barbero, en cuya “fiesta” supuestamente había estado. También Aleyda (omito el apellido) me contó cuando la vi aquí en Madrid una vez, que a ella simplemente la había besado una mujer, mayor de edad (también acusada y metida en “la fiesta”), en otro lugar que no tenía nada que ver con aquella barbería de la que no conocía nada.
Hace unos años, en Sevilla, hubo un suceso que me recordó aquella “fiesta”. Fue “el caso Arny”, y estábamos en plena democracia.
En fin, cosas gratuitas que les suceden a las personas en cualquier parte del mundo y bajo cualquier circunstancia.
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(Madrid, 17 de enero de 2010)
© 2010 David Lago González
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Mel Wilken, 1978
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11 comentarios:
Good news
Publicado el jueves, 01.21.10 http://www.elnuevoherald.com/noticias/america_latina/cuba/story/633510.html
PULSO CUBANO
SEMBLANZA/ Después de Jacques Chirac y Georges Bush Jr, una figura de la televisión francesa, Karl Zéro, se mete ``en el pellejo de Fidel Castro'' en una ficticia autobiografía, cáustica y con mucho material de archivo, que presenta al ``comandante'' con un inesperado toque de ternura.
Se trata de una recopilación de imágenes de archivo sobre todo de Fidel Castro, de su hermano Raúl, de Ernesto `Che' Guevara, Nikita Jruschev, y también de los cubanos y de la isla caribeña.
Los textos, escritos en un tono cáustico y a veces irreverentes, son leídos por una voz en off, la del actor Pierre Arditi, como si fuera Fidel Castro.
Karl Zéro, que ha trabajado con la escritora cubana anticastrista y exiliada Zoé Valdés, considera que su película no es ``ni pro ni anti Castro''.
``Es el último gigante de la Historia que todavía sigue más o menos al pie del cañón. Es alguien que conocemos sin conocerlo'', dice Karl Zéro para explicar su proyecto.
Karl Zéro dice que ha descubierto un personaje ``tierno'', ``extremadamente seductor que no me imaginaba para nada. Me daba un poco de miedo, ahora mucho menos. Lo encuentro muy humano''.
``Antes de la película, veía a Castro más bien como dictador. Después de todo, tengo la impresión de que quería el bien de su pueblo. En eso no ha mentido'', añade, e insiste: ``tampoco es un monaguillo''.
David querido, como habrás leído en mi blog. El mismo Karl Zéro desmintió esa noticia, además de que pudo haberlo dicho con la mayor inquina e ironía del mundo. De eso va el filme. No sé quién es comentarista anterior; pero ya estoy acostumbrada a que envíen mensajes para romper relaciones mías con otros bloguerons. Sólo te diré algo. Pase lo que pase. Nadie, nadie, podrá impedir que te admire como poeta, como escritor. Fue la única razón por la que quise que estuvieras en Ars Atelier, como lo que eres: un inmenso poeta.
Tu texto, como siempre, magnífico.
Querida Zoé,
Pues perdóname por favor. Verdaderamente no me di cuenta que el texto fuera contra ti u orientado de esa manera. Aunque no entiendo bien lo que parece una ambivalencia en las declaraciones de este señor (KZ), no he comprendido del todo lo del documental ni lo del programa de la televisión francesa precisamente porque no sé francés.
Sabes que tengo por regla no dejar comentarios mal intencionados.
Dudé en dar la aceptación porque, además, no tiene nada que ver con el texto mío, y me molesta eso que hace cierta gente como para desviar la atención del tema del post.
O sea, dicho a la vieja usanza "oficialesca", bajé la guardia y el enemigo me jodió.
Saludos.
David
tu lo que eres un descarao. y todo eso por los cuatro papeles que te publico. Quien te lo va a creer. Quien te va a creer. Mierda por toas partes.
ACLARACIÓN
Bueno, parece que hoy es el día de los comentarios mal intencionados.
Además del de "aleramirez" (supongo que un seudónimo), me llega ahora este de otro cobarde seudónimo que se hace llamar "Gabriel2".
Realmente es tan absurdo que no se si esta dirigido a mí, porque nadie me publica ni cuatro papeles, mucho menos alguien llamado Gabriel. He pagado solamente la publicación de dos libros a Editorial Betania hace miles de años, y luego edité mi pareja y yo, de forma manual, las Ediciones Timbalito, algunos títulos que salieron numerados y edité en el ordenador y reprografía, haciendo yo también el diseño de las portadas. En gran parte, decidí NO PAGAR A NINGÚN MESENA POR LO QUE ESCRIBO YO, ni a mi amigo Felipe ni al gordo de Salvat ni a Pío ni a nadie que después haya que aplaudir como mesena.
Además, no sé qué tiene que ver ese comentario inventado de la nada con el texto de algo que ocurrió en Camagüey en los años 60.
En fin, eso es lo que tenemos.
Que pena David todo ese lío con los comentarios mal intencionados, no entiendo nada...pero a lo de Camaguey, que es de lo que trata tu comentario.
Recuerdo muy bien la historia, ese barbero de la calle San Martín (mi tia vivía en la misma acera)me cortó el cabello más de una vez. Papo, al que visito siempre que visito Camaguey, creo me explicó alguna vez, de donde sacaron su conexión con el barbero y la "fiesta". El patio de su casa daba al fondo de la Barbería, y claro, como él era homosexual y se conocía por supuesto con el vecino (quien no en Cuba), lo involucraron en ese "performance" político, que para tales traquimanas la Seguridad del Estado tiene el "One", ya sabemos. Cuantas historias como esas se han cocinado en la olla maléfica de los segurosos, y cuantos tristes finales para los involucrados. Cuando nos reuníamos en el apartamento de Elio en Boves a escuchar música y tomar copetines, trataron de hacer algo semejante, pero felizmente la sangre no llegó al río.
Interesante que hagas mención a estos sucesos.
Saludos.
Pues sí, tienes razón, Luisito. La fiesta nunca existió y por aquello que no sucedió hubo gente presa durante años y y cambiaron y arruinaron la vida de otros muchos que empezaban a ser jóvenes y tuvieron que desarrollar sus vidas bajo esa pesada loza.
Yo estaba presente en la casa de Elio en diferentes momentos en que pudo suceder cualquier cosa parecida.
También sucedía en mi casa, en diferentes épocas. Jugábamos canasta y continental y decían que había hombres bailando juntos (un vecino se acercaba por la ventana y me llamaba para decírmelo: "Davi, ten cuidado que están diciendo que hay hombres bailando juntos".
¿Algún parecido con los comentarios breteros? Sí, son el mismo tipo de personas.
Seguiré sacando todo lo que tengo dentro, con nombres y apellidos.
Un saludo.
Pués me parece muy bién. Ese comentario de tu vecino lo conozco perfectamente. Una vez en el apartamento que ocupaba la Meyi (la recuerdas, trabajaba en el Encanto), pués solíamos reunirnos allí, pero como los espiones en la isla salen de debajo de las piedras como el musgo, resultó que un vecino de ese edificio conocía a mi padre. Un día que me encontraba allí, el vió cuando entré e inmediatamente llamó a mi padre por teléfono, y ya podrás imaginar lo que le comunicó, pués eso mismo, nos encontrabamos celebrando una "fiesta de perchero", claro, no existían otras razones para los condenados a la deshonrra: los homosexuales, para reunirse, sino hacer sexo en grupo y otras decadencias. Mi madre se apostó debajo del edificio y me mandó a buscar alarmadísima porque temía que me fueran a coger preso. Así tronchaban nuestras aspiraciones y nuestros suenos, pués lo triste es que nos reuníamos a conversar, jugar cartas, leer poemas, tomar té, pero nio siquiera eso nos estaba permitido. Esa es nuestra historia (nuestra triste historia).
Acabo de descubrir este comentario sobre las "FIESTECITAS DE AMBIENTE A LA AMERICAN WAY OF LIFE", como literalmente se publicara en primera plana del periodico ADELANTE en Camaguey.Esto alla por el 1966 adornada toda la pagina con fotos de los "corruptores" entre los que recuerdo las de: Larita, Beny, Carlos Aguero, Miguel Betancourt (el barbero) Ciro, quien anos mas tarde y poco antes de salir en libertad se suicidara de un tiro en la granja Siboney pues, segun el, no podria enfrentarse de nuevo a su esposa e hijos.
En fin, parte del grupo de desconocidos a quienes, a pesar de nunca habernos visto, el hecho de que todos (o casi todos) mamaramos, nos convirtio en CONSORTES DE CAUSA.
Uno de los casos irrisorios y absurdos que me viene a la mente sobre los segurosos cuando nos reuniamos en el apartamento de Boves fue el dia en que casi nos tumban la puerta pues "segun los vecinos" habia un hombre bailando con unos ajustadores puestos. ASI COMO SUENA. Vilma Garcia, quien nunca fue muy agraciada con rasgos femeninos, se encargo personalmente de convencer a los "companeros" de que no habia sido un hombre bailando sino ella, una mujer, y diciendoles esto se quitaba la blusa para mostrarles que en si, ella era una mujer con ajustadores y de paso les invitaba a que le las tetas para que se convencieran que eran reales.
REMEDIO SANTO!!!
Los atonitos burros, antes que la puerta del apartamento se cerrara de nuevo ya estaban montandose y desapareciendo en el jeep de la patrulla.
Acabo de descubrir este comentario sobre las "FIESTECITAS DE AMBIENTE A LA AMERICAN WAY OF LIFE", como literalmente se publicara en primera plana del periodico ADELANTE en Camaguey.Esto alla por el 1966 adornada toda la pagina con fotos de los "corruptores" entre los que recuerdo las de: Larita, Beny, Carlos Aguero, Miguel Betancourt (el barbero) Ciro, quien anos mas tarde y poco antes de salir en libertad se suicidara de un tiro en la granja Siboney pues, segun el, no podria enfrentarse a su esposa e hijos.
En fin, parte del grupo de desconocidos a quienes, a pesar de nunca habernos visto, el hecho de que todos (o casi todos) mamaramos, nos convirtio en CONSORTES DE CAUSA.
Uno de los casos irrisorios y absurdos de los segurosos cuando nos reuniamos en el apartamento de Boves fue el dia en que casi nos tumban la puerta pues "segun los vecinos" habia un hombre bailando con unos ajustadores puestos. ASI COMO SUENA. Vilma Garcia, quien nunca fuera muy agraciada con rasgos femeninos, se encargo personalmente de convencer a los "companeros" de que no habia sido un hombre bailando sino ella, una mujer, y diciendoles esto se quitaba la blusa para mostrarles que en si, ella era una mujer y de paso les invitaba a que le tocaran las tetas para que se convencieran que eran reales.
REMEDIO SANTO!!!
Los atonitos burros, antes que la puerta del apartamento se cerrara de nuevo ya estaban montandose y desapareciendo en el jeep de la patrulla.
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