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Después de leer algo de El País en Wooster y pasar de largo y corriendo por no sé qué basura de “ciber-disidencia” escrita por ese sujeto que habita en la Ciudad Condal y que lleva un blog que rivaliza con Encuentros (en la penúltima fase) y Diario de Cuba (los que han vivido más tiempo en la Revolución y han estudiado y vivido a su costa son los más recalcitrantes a la hora de hablar de lo que ellos fueron partícipes), me puse a caminar y llegué a la Capilla de San Andrés, muy recién restaurada. Aun no está abierta del todo al público ni a los oficios (estos comenzarán en septiembre), pero entré y coincidí con un momento de meditación de las novicias, silencio infinito acompañado por el otro profundo silencio cantado por un coro de ellas. El retablo, verdaderamente impresionante. Pero creo que quedé más sobrecogido por el recogimiento de la oración y el mágico momento en que llegué.
Una señora se me acercó para comentarme en respetuoso susurro, sobre la cantidad de recuerdos que le traía volver a entrar allí, pues ella había nacido en la plaza y había bautizado a sus dos hijos en la capilla. No sé si en ese instante o después decidí que mis funerales se realizasen allí, llegado el momento del descanso. Tomen nota de ello los pocos amigos que van quedando.
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Capilla de San Andrés, Madrid (interior)
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Capilla de San Andrés, Madrid (Puerta de San Isidro y San Andrés, detalle San Isidro Labrador)
Capilla de San Andrés, Madrid (Puerta de San Isidro y San Andrés, detalle San Andrés)
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Y después regresaba a casa, cuando me distrae el oído y la atención unas voces que berrean. Y he aquí por donde me encuentro que salían de la mismísima boca de la cantante rusa que canta en la Iglesia de San Cayetano, y de mi fantasía turguenievana y chejoviana me encuentro de golpe con la vulgaridad rumana de una madre que le grita a su hija (más vulgar que ella todavía) sabrá Dios qué cosa. Y yo hasta le hice un poema. Después la gente se pregunta --¡ay, mamá!— de dónde salen los versos…
Mañana de fuertes contrastes.
© David Lago González, 2010
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3 comentarios:
Hijo, dos dias antes de quitar Madrid andaba en plena errancia y entre a esta iglesia, yo nunca le mando recados a D. ios, entro a cualquier casa y se lo digo en cara, me estaba dejando en tremenda desolacion el muy ocupado y lo peor me hizo dañadita de fabrica, y me quede sentadita , no sé cuanto tiempo, bajo la mirada de las novicias...
vamos David, que estas en un pase que hasta a ti mismo te debe erizar los pelos, "tas" sintiendo como un cabron esto aqui abajo...
te beso y siempre me haces falta.
No sé por qué Windows Live Writer (programa intermedio que utilizo para editar el blog) ahora, algunas veces me permite mostrar las fotos que pongo y otras no, haciendo lo mismo para ambas cosas. Ya daré con la verdad.
Y yo también estuve ahí dos veces cuando vivía en Madrid, es impresionante, sentí lo mismo, sobrecogimiento, tranquilidad, comunión con mi Dios. La iglesia es preciosa. Esas fotos que bajaste son muy buenas!
No morimos, David, sólo cambiamos de materia. Siempre estaremos juntos.
Karin
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