lunes, 17 de mayo de 2010

LEYENDO EN WOOSTER (Domingo 16 de mayo de 2010)

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Estoy tan cansado,pero tan cansado, que nadie es capaz de imaginarlo. Haber nacido en una isla, en una minúscula isla, y no ser insular sino tener vocación y voluntad continental y cosmopolita es una verdadera desgracia. A esa desgracia se suma una mayor: la de que allí se produjo La Revolución, la revolución por antonomasia, la revolución de las revoluciones, una revolución más importante mediáticamente que la francesa, pero tan disparatada, arbitraria, definitiva y posiblemente inevitable, llena de sangre y derechos y frases altisonantes, como las del país vecino. Una isla, un país, al que todos, ABSOLUTAMENTE TODOS, quieren proteger y salvar, pero ¿salvar de qué? Las cosas siempre pueden empeorar, pero en soportar desastres continuados tenemos una experiencia de medio siglo. No sé si les ganamos a los nor-coreanos. Un país donde termina en un juego: ahora vamos a jugar a ser reprimidos; ahora vamos a jugar a ser disidentes; ahora vamos a arremeter con piedras, huevos, insultos y cartuchosde excremento contra el prójimo; ahora vamos a tirar un poco de ácido a la cara de los gusanos que se quieren ir; ahora vamos a dejar que se marchen donde las ganas les de; ahora vamos a sufrir; ahora vamos a gozar; ahora vamos a que me fusiles; ahora vamos a que hundas el bote en el que huyo; ahora vamos a posar para las comisarías del país; ahora vamos a ser periodistas independientes (la Facultad de Periodismo "ha parido un corazón más grande" que el de "la era" de Silvio Rodríguez); y como todo es contagioso, los otros, la vida de los otros, también se ve alterada por el juego: ahora vamos a protegerles, ahora vamos a guiarles, ahora vamos a vigilar que las cosas marchen bien, ahora vamos a convertir por arte de magia una dictadura en democracia bajo el zumbido de una mosca, ahora vamos a hacer valer la confusión de igualar gobierno y pueblo en una sola imagen. Y yo estoy atolondrado por el tanto amor que se nos dice profesar hacia nosotros, tanto por un extremo como por el otro. Porque, en definitiva, ¿a qué se refieren?

Hoy en El País, tanto en el diario como en el magazine dominical, tres focos apuntan a Cuba. Mauricio Vicent, Oscar Espinosa y Manuel Gutiérrez Aragón. ¡Vaya troika! Confieso que no puedo leérmelo todo, soy incapaz de torturarme más*. Sólo me atreví un poco más con un supuesto, presunto relato de Gutiérrez Aragón, soso, superficial y alelado como cuando le he visto alguna vez por la calle. Mauricio Vicent, en "Corrupción al modo cubano", trata sobre el último descubrimiento de los corruptos que el Gobierno, por los intereses que sean o porque ya se le agotó la vida útil, quiere sacar a superficie el caso de Max Marambio, agente dela Seguridad del Estado y ex guardaespaldas de Salvador Allende convertido en empresario y dueño de una empresa que creo que se llama "Alimentos Río Zaza". La verdad es que no sé si Vicent lo convierteen víctima o aprovechado de la confianza depositada en él por el gobierno cubano, pero ¿es que acaso el gremio de los guardaespaldas, y sobre todo los ex, se caracteriza por su honestidad e integridad?

Seguidamente, Oscar Espinosa --"economista y ex preso político", leo aquí-- dice "El momento es de sálvese quién pueda." Muy bien tiene que haber vivido este señor cuando fue economista, muchas prebendas tiene que haber sacado, para que haga distinción aparte de un "momento" cuando la existencia de ese instante es sostenido y lento, continuado a través de 50 años, ya fuera con más furor o con menos.

Por último, Manuel Gutiérrez Aragón, juega con la más absoluta nadería bajo el título de "Cuba: Peligro de derrumbe." ¿Pero a qué tipo de derrumbe se refiere? ¿Al de la Revolución, al del comunismo cubano, o al de Cuba como nación? ¡Ah! ¿Es que aún no habían colapsado, y como los personajes de Hemingway, transitan por la vida medio vivos y medio muertos? El reportaje --o lo que sea-- viene acompañado por la obra de una fotógrafa cubana llamada Damaris Betancourt. El pie de la primera foto (un Volkswagen escarabajo comido por el salitre y el óxido, aparcado contra una fachada igualmente deteriorada) me resulta aterrador --y además incomprensible--. Dice: "El desgaste del tiempo. La fotógrafa cubana Damaris Betancourt (1970) lleva desde 2006 inmersa en el proyecto Habana Siglo XXI, que define como . Sus imágenes (como la de este coche oxidado en el municipio Cerro) pretenden mostrar y contribuir a que ". Vuelvo a preguntarme cosas parecidas, que nunca jamás se aclaran y definen con nombres y con conceptos mínimamente sólidos (ah, jugar a no decir nada...): ¿qué es el cambio: un chapistero y un mecánico para que revivan el cohe? ¿albañiles y galones de pintura para acicalar la fachada desconchada? Contribuir a que no se pierda ni falsifique este pedazo de historia. ¿Qué es esto? Me parece monstruoso: el tiempo ya está perdido, ya fue perdido, o ¿servirá de base para recuperar el pasado? ¿o servirá de acicate para huir de él? Si colocamos esta imagen al lado de la inauguración de Habana Hilton (Habana Libre), ¿alguna de las dos es la que servirá para punto de partida? ¿Qué quiere decir con "falsificar este pedazo de su historia"? Quienes lo falsifican justificándolo con el victimismo político acostumbrado es el propio Estado cubano y mercachifles como Willy Toledo y demás animalarios. O personajes como el mismo Gutiérrez Aragón, a quien leí hace ya unos cuantos años algo así como "yo sé que la Revolución cubana es una dictadura, pero cuando me hablan mal de ella, inmediatamente me pongo de su parte". No tengo claro si esta imagen pretende ser un similar de las ruinas humeantes de la Reichstag o una instántanea de Auchwitz, o algo para recordar tarareando "The way we were".

¿Qué significa todo este desmedido amor, más bien hacia una parte de nosotros, un fantasma nuestro, del que quisiéramos habernos deshecho hace ya bastante años atrás y que a muchos ha arruinado la vida --menos a los oportunistas, y de forma más cruel para la ética, a los oportunistas reciclados--? Whatever will be, will be. Basta ya de marear la perdiz.


(C) 2010 David Lago González


*Me los leí por la tarde, posteriormente a haber escrito este texto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

David. En realidad tus comentarios se acercan muchísimo a mi forma de pensar, incluso, me hago preguntas similares. Y las mismas siguen sin respuesta, claro. A veces pienso que "lo de Cuba" es una entrega por capítulos desde la involución del 59. O incluso, como la representación de La Ratonera , en Londres, cambiando, eso sí , el decorado y los personajes. Para nuestro mal.La mayor de las Antillas sigue impertérrita, estéril, con su sordidez permanente y la enfermedad sociólogica y antropológica haciendo estragos desde entonces... Lo peor es que los responsables de tanto descalabro siguen aferrados a una historia que los condenará "for ever". Igualmente, y como sugirió Cabrera Infante, en su momento, y cuando pase el marasmo improductivo, deberá crearse un FISCALATO para poder procesar a TODOS los que han justificado, y lo siguen haciendo, si no por COMPLICIDAD, al menos por DIFAMACIÓN Y PERJURIO. Tiempo al tiempo. Saludos, y gracias por tus comentarios tan acertados y llenos de claridad. David. (también)