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Anoche vi por fin La Vida de los Otros. Desde hace tiempo ya no me apresuro ni corro por ver nada o leer o escuchar algo nuevo. Parece que finalmente caló en mí aquella deducción de Queta Pando que solía acompañar de un encogimiento de hombros: "¿Y si lo veo hoy, qué veré mañana?"
Puede que haya oído tanto sobre la película que eso ha disminuido la impresión. En el aspecto cinematográfico, creo que su mayor acierto es el de reproducir fielmente la mala manufactura de los filmes de la República Democrática Alemana, incluso en los colores un tanto desvaídos, como si hubiera sido filmada con carretes Agfa.
Salvo por la muy buena actuación del protagonista-represor de la Stassi, otras muchas actuaciones me parecen esquemáticas, o tal vez deliberadamente esquemáticas (como si realmente se tratase de una película de la RDA).
La Mirada de Ulises, de Angelopoulus, ante ésta para mí se crece en su categoría de obra maestra, así como una cinta italo-rumana titulada "América", que tuve que parar de verla y salir volando del cine casi llorando.
Quizás lo más significativo es el acierto de aplicar un mediocre destino de cartero al represor que en sus momentos de gloria entregaba también mensajes de muerte a sus destinatarios. Sería un buen castigo para los represores cubanos.
(C) 2009 David Lago González
1 comentario:
Mira que he buscado esa película: América... La de Angelopoulos es una obra maestra. ¿Has visto La eternidad y un día? ¡Soberbia!
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