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A mi tía Caridad Robles, que en vida me enseñó a ser poeta
Kachin es el nombre de Caridad
En sus poemas
las palabras son un sonido visible
que une los hilos del entendimiento a su voz
advirtiendo en esa sensación de espacio
los símbolos eternos de la vida
Las manos de Kachin
dejan volar uno a uno los papeles que lee
y ellos se convierten en banderas de colores
de pobres
y de reinos
cubriendo los lados de las escaleras
hechas de estrofas
escalón por escalón
sin descanso
Para ir visitando superficies de planetas
mares insospechados de navegable música
mecanismos de espejos
urgencias
y todo aquello que coloca al narrar
Al igual que una adivina
Kachin es la piedra dura de un material precioso
Alguien que a sabido obtener
de la arquitectura firme de la poesía
su resonancia
como músculo del aliento
dominio de la intensidad
reposo de perfiles
cantos
toques delicados de ideas
o el drama cruel
que atrapa a quién lo acoge
en un acto creado por la continuidad
referencia activa del momento vivido
al llevar sus experiencias diurnas
al mundo nocturno de las dudas
Es sencilla Kachin
le anima que la vean pasar
reuniendo sus pasiones
Abordándolo todo como las nubes
Sobrevolando dos grandes centros
el bueno y el malo
Ahuyentando el mal
como la paloma en la tormenta
que dueña de su suerte
bate las alas
para salir donde saltan a la vista sus presagios
dados de otra manera
como el vitral que el Sol ilumina
y resplandece cuando pasa
Agramonte ©
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