miércoles, 7 de octubre de 2009

CARTAS ABIERTAS desde Cuba

 

----- Original Message -----

From: Edgardo Valenzuela

To:  Marcial Justo Labori De la Paz

Sent: Thursday, September 17, 2009 6:50 PM

Subject: Carta abierta de Armando Tomey

 

 Carta abierta de Armando Tomey

September 11th, 2009 • 21 Comments

Colegas y amigos: hace unos instantes me llamaron para convocarme a participar en un teleteatro; el salario es el mismo que se paga en los teleplay, pero éste con bastantes ensayos y grabaciones tiene una novedad, que al parecer se quiere convertir en moda. Hasta la fecha, es normal que los actores acudan a los ensayos por sus medios, pero ahora, también nos quieren hacer aceptar, acudir a las grabaciones por nuestra cuenta; los que tenemos carro que nos paguemos el combustible y los que no; ¡en guagua, taxis o a pie! Esto sería algo normal si nuestras condiciones de vida fueran normales; lo que significa ganar un salario normal y en correspondencia con lo que vale nuestro trabajo (aún siendo superior a los de cualquier obrero), que nos permita ser personas normales y no preocuparnos por el transporte. Tenemos que tener mucho cuidado y ser muy firmes para evitar que esta modita se extienda desde los proyectos atípicos, experimentales, cortos, de bajo costo o no se qué tipo de clasificación; hasta las producciones habituales. Me parece muy bien que la televisión cubana trate de ampliar los espacios dramáticos que tan restringidos están desde hace mucho tiempo, pero no nos hace ningún favor al producir uno que otro programa dramático y darnos trabajo imponiendo una política de “tómalo o déjalo”. Está claro que los directores que no pueden dirigir sus proyectos, por tal de realizarlos, aceptan menos que lo mínimo, sin importarles el grado de sacrificio al que deben someter a los actores y resto del personal. Me pregunto, si a Randy, Taladrid o el resto del selecto grupo de “LA MESA REDONDA” ¿Van en guagua o a pie a su programa? Todos sabemos la respuesta, pues hasta mean en un baño diferente. Lléguense a los baños de los estudios del focsa, o a los propios del ICRT que nos tocan a nosotros; compiten en acumulado de secreciones sólidas y líquidas con cualquier baño de una Terminal o una cervecera en moneda nacional. En Cuba hay una sola televisión y no por decisión nuestra. Hay un solo dueño; pues bien; ese dueño tiene que asumir su responsabilidad y definir si somos una carga o una capa social importante. No nos pueden escamotear lo poco que hemos logrado durante tantos años con planteamientos, quejas, sugerencias, llantos y lamentaciones que hasta ahora son la única vía para tratar de alcanzar algo, como por ejemplo; el derecho compartido con médicos, deportistas pilotos, científicos y otros pocos sectores privilegiados; a que se nos autorice comprarnos un auto, justificando los CUC ganados legalmente en un país donde no se nos paga en CUC, y que además exigen acumular una cifra desorbitarte, y para colmo; hacer un papeleo mayor que en “La Muerte de un Burócrata”, pues exigen hasta una carta del comité. También algunos logramos el derecho a tener correo electrónico, por supuesto que sin, ¡INTERNET!, pues somos unos de los pocos países atípicos del mundo en que no se nos permite; creo que Corea Del Norte y nosotros ¿por qué no podemos tener Internet? Responder esa pregunta conllevaría a un análisis muy crítico de la filosofía o la forma autocrática y rígida con que se conduce y dirige nuestra sociedad socialista de la mitad del siglo veinte “SOCIALISMO DE VIEJO TIPO”.

Para nada del siglo veintiuno “DE NUEVO TIPO” que tanto alabamos y defendemos para otros en América latina.

Pues sí, se trata de luchar por más, no perder nada. ¿Por qué después de tantos años trabajando para este organismo, envejeciendo sin recibir nada por la parte de ellos, solo el respeto inherente de parte del pueblo por el hecho de ser exhibido nuestro trabajo, tenemos que coger una guagua para ir a firmar? Los jóvenes artistas que empiezan ahora son candidatos seguros para “Acaballamiento”. Si lo admiten, ya verán lo que les reserva el futuro. ¡No! , si hay que ahorrar, que la guagua la cojan, los dirigentes, ellos existen por nosotros, algunos, los menos; son capaces y sensibles y hasta con muy buenas intenciones nos han defendidos y luchado por nuestras aspiraciones, pero al final…se han rendido o sufren constantemente antes la trituradora gigante, pues tienen que escoger entre conservar el puesto o luchar contra la corriente y perecer. Los dirigentes lo son hasta que los truenen, los artistas perduramos para toda la vida, en el celuloide, en el video o en el recuerdo del público. Si no exigimos respeto de manera consciente, nunca nos respetaran. Convoco a todos los actores y artistas en general que por muy necesitados que estén económicamente, no acepten condiciones leoninas y humillantes de trabajo. Bastante hemos cedido al aceptar que constantemente en series que estamos combeniados, se nos rebaje el salario por incumplimiento “Del Plan”, por motivos siempre ajenos a los actores. Que cuando filmemos en exteriores, no tengamos las condiciones mínimas de estancia y hasta tengamos que hacer nuestras necesidades en los matorrales. Que nos comamos en las mayorías de las producciones televisivas, comidas indeseables lo cual se ha convertido en un problema casi generalizado en nuestro país, aunque sea justo reconocer que últimamente nuestras productoras han estado haciendo un esfuerzo discreto para mejorarlo.

Que por la poca producción dramática y a pesar de la emigración de tantos actores, los que estamos aquí suframos constantes “baches” y nos quedemos sin trabajo con mucha frecuencia. Para nosotros se ha convertido en una costumbre aceptar con resignación las carencias, regulaciones, medidas; siempre decimos: _ ¿Qué vamos a hacer?…x_ ¡Esto no hay quien lo arregle!… _ ¡Hay que trabajar! De la misma manera, si caemos en la costumbre de acudir a las filmaciones por nuestros medios. ¿Qué nos espera después?

Sí, hay que ahorrar. Somos un país sin economía, que lleva muchos años despilfarrando, comprando barredoras de nieve para barrer el polvo; comprando trenes para líneas más anchas que las nuestras, comprando fabricas que nunca se montaron mientras se dejaron destruir las que existían, dejando que el marabú se extendiera por nuestros campos, imponiendo políticas agrarias locas que desestimulaban la producción del campesino, imponiendo cultivos, dejando perder las cosechas en los campos, invirtiendo desmesuradamente en nuevas técnicas y maquinarias, pero acabando con la cultura tradicional de los cultivos, sobre todo en la que siempre fue nuestra primera industria; la azucarera, que hoy por hoy se ha reducido en más de la mitad. ¿Quién podría creer en la zafra del setenta; que hoy la mitad de nuestros centrales serian chatarra? En ese entonces se paralizó todo el país para ponerlo en función de la zafra, ni carnavales, ni centros nocturnos ni transporte; centros e industrias cerrados, todo el mundo a cortar caña y ¡Los diez millones van!

¡Hay que ahorrar!, pero hay que definir si es más importante encender un estadio deportivo noche tras noche mientras se le apaga el aire a una sala de recuperación de un hospital. ¡Hay que ahorrar!, pero sobre todo hay que rectificar los errores. Ya una vez se hizo una rectificación y fue para mal pues nos hermetizamos y enclaustramos mucho más. La mayoría de los cubanos deseamos otra rectificación, pero para bien.. De las cosas buenas que teníamos antes de la revolución, ¡solo queda la arquitectura tambaleante!… ¡Y gracias! pues ese viejo legado es lo mejor de todo lo que queda en pie. (Negación de la negación).

No perdamos lo que logramos muy aceleradamente con el triunfo de la revolución, y hablo de la salud y la educación con todas las deficiencias que puedan tener, de la primera ley de reforma agraria que hizo propietarios de sus tierras a muchos campesinos en peligro de desalojo, de la ley de reforma urbana para asegurarle el techo a muchas familias, de los planes de viviendas para obreros que si bien excluía a muchos, solucionaban la situación desesperada de otras tantas familias. Hoy este tema de la vivienda es uno de los problemas más serios de muchos cubanos; hasta tres generaciones comparten un apartamento; no se construyen casas, no se venden, no se alquilan, ¡un callejón sin salida! La salud es gratis pero cada día se nos hace mas difícil obtener un buen diagnostico, una buena atención, hacerse análisis, operarse; conozco casos de pacientes que tras largos días de ingresos han salido de un hospital sin diagnósticos o con diagnósticos equivocados y el precio a veces lamentablemente es la vida. Se han restaurados algunos hospitales pero la mayoría siguen en la suciedad y deterioro. El transporte ha mejorado en la capital pero en provincias ¡a carretones y bicicletas! El transporte ferroviario es un caos, muchos pueblos han quedados desconectados del sistema. El transporte de ómnibus interprovincial también es muy deficiente y el soborno es el que consigue pasajes, mientras los infelices esperan largas horas.

Los servicios a la población despues de un breve periodo de mejora y eficiencia han vuelto a ser muy deficientes provocando irritaciones y falta de respuesta a las necesidades humanas elementales como sentarse donde hay que esperar, o tener donde tomar agua, mear y cagar. Los viejos que trabajaron el tiempo exigido o las viudas, tienen su pensioncita, pero ¡coño! Como tienen que sufrir en las kilométricas colas para cobrar, y los otros clientes que necesiten hacer una operación en el banco en esa fecha, mejor se ahorcan. Cuánto tiene que sufrir el que se le rompe un equipo eléctrico, el que necesita un plomero, un carpintero o un albañil en su casa, pues hasta los oficios han ido desapareciendo y cada día son más caros. Cómo se las arregla el que tiene pocos recursos y con limitaciones físicas debe acudir a un hospital con frecuencia. Hablar de los servicios en nuestro país es hacer un puchero y comenzar a sudar. A todo esto hay que sumarle la mayor desdicha del cubano de hoy “comer”; la libreta de abastecimiento es una gran ayuda para la mayoría de las familias, pero es solo eso, una ayuda, el resto que es la mayor parte, exige proezas cotidianas, que van desde el invento hasta el robo pasando por encima de los que se revientan trabajando honradamente y obteniendo muy poco.

Últimamente se está dando un fenómeno muy singular “nadie tiene un kilo”…pero “tampoco hay nada”. Es cierto que aún podemos vanagloriarnos de algunas cosas muy buenas como el hecho de que en Cuba los niños no tienen o no se les permite trabajar; se les exige estudiar y puede que muchos sufran carencias y desigualdades, pero ninguno muere de hambre ni vive debajo de un puente. Pero la pregunta es ¿Porqué para tener esto, tenemos que renunciar o prescindir de otras tantas cosas?

Sí, tenemos que ahorrar, pero hemos desperdiciado y malgastado muchos recursos. Hemos ayudados a muchos países dándoles los que nos quitamos. Quisimos siendo un país pobre encabezar y costear la revolución mundial. Para defendernos de lo “yanquis” buscamos cobijas en los “rusos” y bien sabemos que caro nos ha costado ese compromiso.

Nos involucramos en muchísimos conflictos bélicos con un alto costo de vidas y recursos y hoy en día ninguno de esos países practican una política ni similar a la nuestra. Nos olvidamos de elevar el nivel de vida del pueblo y de pensar en sus necesidades y aspiraciones y nos convertimos en el Mesías de internacionalismo ploretario. Hoy insistimos en viejas fórmulas fracasadas y seguimos el mismo camino recto, recto, requeterrecto. ¿Hacia dónde?

Hay mucho por hacer: Para comenzar hay que reconocer, ¿En que nos equivocamos todos estos años?, y sobre todo darle participación ¡a todos¡ Por eso me gusta tanto el término de Correa (si no es demagógico) de llamar a su revolución; ¡Revolución Ciudadana¡ Y como dice un eslogan:¡Pongamos los pies sobre una buena tierra! Y tal ves no solo logremos plátano burro y boniato; ¡también, malanga!

Nota: No soy en lo absoluto disidente ni pretendo serlo. Mi afiliación política es la lógica, no creo en dogmas políticos ni religiosos. No soy patriota pero amo mi país y nunca he querido abandonarlo. Me encanta opinar, pensar y decir libremente lo que pienso. No vivo como quiero pero pienso como quiero y sobre todo me encanta intercambiar criterios. Me molesta muchísimo que me quieran obligar a creer en la mentira y a hacer lo que me dicen que haga, pero no lo que ellos hacen. Si a alguien les molesta, les perjudica o simplemente les aburren estas parrafadas; por favor comuníquenmelo para no cometer indiscreciones. Un Abrazo: Tomey

 

 

 

Para: HV-Guillermo López; HV-Manuel Girón

Asunto: Cartas abiertas

Lee la de abajo primero

 

-----Mensaje original-----

De: Marcial Justo Laborí de la Paz [mailto:justodelapaz@gmail.com] Enviado el: Martes, 22 de Septiembre de 2009 8:41

Asunto: Carta abierta de Marcial Laborí

 

He leído con interés la carta de Tomey, valiente, revolucionaria.  Si alguna vez vamos a tener en cuenta que las aspiraciones de un revolucionario deben girar en torno a que revolución también  es cambiar todo lo que debe ser cambiado es muy necesaria la carta de Tomey, como también es muy necesario debatir y exponer criterios en función de que nuestro país avance, cambiando de inmediato fórmulas obsoletas. Debemos demostrarle a los del lado de allá que tanto pataleo han formado con lo de Juanes que sí podemos, siempre y cuando comencemos a cambiar, de lo contrario estamos condenando a nuestros hijos y nietos. Si como parece ser pronto volveremos a debatir a muchos niveles y volveremos a intentar con nuestros planteamientos mejorar nuestro país, ojalá que sea de una vez por todas, para que no me quede la impresión de que lo que hablé la vez anterior fue por gusto y de que si ahora se vuelve a hacer un congreso de la UNEAC se volverían a plantear las mismas cosas.  Leyendo a Tomey y coincidiendo con él no pude evitar preguntarme en qué otros problemas estarán pensando sus colegas actores de Pinar, Las Tunas o Ciego.  La situación de los actores y otros artistas fuera de la capital es penosa.  La centralización le ha hecho mucho daño a toda la vida del cubano no capitalino, pero en los sectores en que el reconocimiento depende de los medios de difusión es peor, casi infernal.  Hace un tiempo se publicaron en Juventud Rebelde unos reportajes sobre la emigración interna, hacia la capital, obviamente.  Casi siempre eso se enfoca convirtiendo en villano al emigrante interno, sobre todo si es oriental.  Pero no me canso de preguntarme cómo la gente no va a emigrar si la televisión cubana es un infinito comercial de La Habana, si en la TV nacional hay un solo acento, en un país de tanta riqueza de acentos de oriente a occidente.  Fíjense si el comercial es exitoso que ya mi nietecito no sabe cómo me va a preguntar cuando lo voy a llevar a Expocuba o a la Isla del coco y la verdad es que no sé qué le voy a responder, por suerte de Cayo Largo, Cayo Coco o Varadero, no salen esos spots publicitarios trastornadores de la mente de los niños, porque al menos a La Habana estoy pensando llevarlo aunque no se lo he dicho.  A mí me da mucha gracia cada vez que veo en un periódico de tirada nacional alguna nota de tránsito o de otra índole con indicaciones que sólo le interesan a los habaneros, ¿por qué no cogen el Tribuna para eso o por qué no publican también el cambio de sentido o la prohibición de circulación en más cual calle de Sancti Spiritus?  Digo yo no, si el periódico es nacional.  No sé si algún día podremos ser un país normal en ese sentido, si algún día el país dejará de concentrarlo todo en la capital.  Hace unos años se nos metió la absurda idea de organizar una Olimpiada, qué ridículos somos, nada más y nada menos que una olimpiada. Pero si nosotros no podemos organizar unos centroamericanos fuera de la Habana como vamos a pensar en unos juegos olímpicos.  Venezuela ha organizado eventos en Maracaibo, caracas, Barquisimeto, Puerto Rico en san Juan y Ponce y pronto organizará unos juegos en Mayagüez, Colombia en Cartagena, Barranquilla, Medellín y Cali, Argentina en Buenos Aires y Mar del Plata, Brasil en Río de Janeiro y Sao Paulo, República Dominicana en santo Domingo y Santiago de los Caballeros, Canadá en Winnipeg y Montreal.  De los que han organizado eventos múltiples en América sólo México al igual que Cuba se ha circunscrito a la capital, aunque acogerá unos juegos en Guadalajara pronto y ha organizado campeonatos de diversa índole en una pila de sus ciudades.  Como es posible que aspiráramos a una olimpiada si Santiago de Cuba no puede acoger unos juegos panamericanos o Camagüey unos centroamericanos.  Digo más, de los países que por ejemplo juegan en la liga mundial de volibol, sólo Cuba juega todos los juegos en la capital, ¿Cuándo se jugará un partidito de la liga mundial fuera de la habana?  No critico otra cosa que no sea la mentalidad centralizadora, el culto desmedido a la capital el protagonismo capitalino excesivo en detrimento del desarrollo uniforme del país. Me he preguntado muchas veces por qué el dinero que dio la FIFA para el supuesto desarrollo del futbol cubano en vez de malgastarse en el Pedro Marrero no lo emplearon en hacer ese centro nacional en Zulueta, por ejemplo,  donde está el mejor terreno, sin malgastar recursos, y la mejor afición, siendo además Zulueta un lugar de buena ubicación en el centro de Cuba; pero no,  la habana es cuba y esa plata se queda en el pésimo Pedro Marrero, por lo que los zuluetenos dejaron de beneficiarse de los beneficios que la inversión en infraestructura les hubiera dado, todo lo nacional es para La habana. Como es posible que los zulueteños han logrado tener el mejor terreno de futbol de este país, sin recursos, burlando el bloqueo y en el Pedro Marrero se haya invertido tanto por gusto, porque ese terreno da pena, más si llueve, además ese exceso de gradas para el futbol cubano, alejadas en exceso del campo además.

Claro que sí, lo nacional es para la habana, da gracia oír hablar a Abel Acosta o cualquier otro funcionario de cultura de las orquestas nacionales que van a participar en tal o  mas cual evento, poniéndole el cartelito de nacional a todo el que salga de La habana para el interior “tal evento se desarrollará con tantas orquestas nacionales” claro chico la Original de Manzanillo no es una orquesta nacional, esa es de provincia, esa es provincial.  Para que la Original se convierta en una orquesta nacional tendrían ellos que mudarse para la Habana.

Sin embargo a la Sonoro Ponceña no le hace falta mudarse para San Juan, a Joan Manuel Serrat para Madrid y Luis Miguel sigue viviendo en Acapulco.  A artistas como Pachi Naranjo, Electo Silva, Efrain

Loyola, Mongo Rives o Miguel Moreno “la llave” hay que darles una medalla, por lo que han hecho y por no haber emigrado hacia la capital.  Pero hay muchos que a diferencia de ellos han pagado el precio del desdén por no irse a La Habana, muchos fallecieron sin el reconocimiento debido, sin embargo otros tienen excesivas prerrogativas sólo por vivir allí y hacerle competencia desleal a colegas más eficaces, por la decisiva e injusta ventaja de “estar donde hay que estar”.  Es obvio que el sinfín de estudiantes de música que se están formando fuera de La habana están soñando con graduarse o terminar el servicio social e irse para la habana.  Hablando de Miguel Moreno, ¿se imaginan qué sería del programa Deja que yo te cuente si sus protagonistas fueran deportables, medidos con el mismo rasero de desprecio con el que se mide a los comunes y corrientes que están allá?  Pero igual me preguntaría si ellos hubieran emigrado si en sus terruños hubieran tenido la posibilidad de reconocimiento que les brinda la televisión nacional, o sea, me pregunto si fuera lo mismo si en oriente hubiera igualmente televisión nacional, radio nacional, periódicos nacionales.  Los trabajos del Juventud sobre la emigración interna no fueron profundos, no fueron a la raíz del problema, la configuración del sistema cultural y de medios de difusión es una invitación a los talentos de las provincias a emigrar.  Hubiera sido bueno que los trabajos hubieran indagado en cuantos músicos no capitalinos hay en cada orquesta de este país, en cuantos actores, locutores y periodistas no capitalinos trabajan en los medios nacionales y no nacionales de La Habana. Con el simple hecho de que haya medios nacionales fuera de la capital disminuiría en gran medida parte de esa emigración, muchos se quedarían trabajando en sus provincias, con su familia, con sus amigos.  Hace un tiempo leí un artículo también en el Juventud Rebelde en el que Luis Luque haciéndose el preocupado, con nuestra bendita costumbre de preocuparnos tanto por lo que pasa allá afuera, a pesar de tener nuestro tejado transparente, se preguntaba qué tenía que hacer un artista de Chiapas para darse a conocer, de la imposibilidad de ese supuesto artista para tener acceso a los mecanismos promocionales en México.  Eso es ignorancia o cinismo, porque no hay que ir tan lejos, Luis Luque mejor debió preguntarse qué debe hacer un músico avileño para  salir en la TV o radio cubanas. Creo que tengo la respuesta: emigrar a La Habana.  Si hacemos un sondeo más del 95 % (para ser bien conservador) de la música cubana que se radia y televisa en Cuba proviene de la capital, sería bueno que Luis Luque hiciera un trabajo sobre eso en vez de preocuparse por los músicos de Chiapas.  Mientras sólo haya medios nacionales en La Habana eso no tendrá solución y la cultura cubana seguirá corriendo detrás del gusto de los directores de los programas.  Luis Luque se habrá preguntado alguna vez cuanto cine se ha hecho por no residentes en la capital cubana, qué por ciento del total de la producción eso constituye, a cuantos actores no residentes en La habana llaman para hacer TV o cine.  Es evidente que lo que pasa fuera de la Habana es como si no hubiera sucedido en Cuba, en Santiago estuvo Paul McCartney, nada más y nada menos que Paul McCartney, pero nada es como si no hubiera estado en Cuba porque no estuvo en la Habana, y más los beatlemaniacos capitalinos se empeñan en minimizar eso con ese mismo argumento: no estuvo en La habana. Muchos artistas talentosos y otros profesionales cuando se deciden a marcharse de sus terruños en busca de ese reconocimiento que no tienen del todo por estar fuera de la habana tienen que recomenzar porque es como no hubieran existido. Sin medios nacionales fuera de la habana seguiremos pensando que la cultura cubana es solamente lo que se hace en la habana.  Pero los efectos de la centralización desmedida van más allá mira que me pregunto por qué el oriente de Cuba no está lleno de consulados caribeños, o simple y sencillamente por qué fuera de La habana no hay consulados. Que desagradable es vivir en Guantánamo y tener que ir en innumerables ocasiones a La habana para viajar a Haití o Jamaica.  Claro que nos sentimos a gusto con que La Habana sea la capital de todos los cubanos, pero no con las poses de colonizadores de los capitalinos, con el valor agregado que se confiere cualquiera sólo por ser de allí, ojalá llegue el día en cada persona del interior no se vea en la obligación de depender de una capitalino para lo mínimo.   Ojalá que algún día todos los decretos se cumplan uniformemente porque hoy en día muchos son sólo para que se cumplan en el interior y los capitalinos hacen lo que les da la gana con ellos, en todos los sectores.  Pásenle el mensaje a sus amigos, tengo la esperanza de que como mismo me llegó el mensaje de Tomey a él le llegue el mío y a mí me lleguen otros criterios sobre cualquier otro tema que sirva para debatir y mejorar nuestro socialismo.  Yo he reflexionado sobre este tema pensando en la revolucionaria idea de contribuir al desarrollo uniforme del país y recuperar el tiempo de desarrollo que la centralización nos ha quitado a los no capitalinos.

 Hoy al levantarme he visto otro tratamiento del tema, en la revista Buenos días, pero también me pareció epidérmico.  Debe llegar el día en que el pedigrí sea de todos los cubanos, en que deje de asociarse la nacionalidad con La Habana y se identifique como cubano cada acento.

Justo

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1 comentario:

El Tinajón dijo...

Conocía la carta de Tomey, además, lo conozco personalmente, muy valiente, sabiendo lo que arriesga en ello.Conocemos miles de historias con respecto al deterioro de la cultura y su desarrollo en Cuba, sobre todo en el interior. Hace un par de semanas, alguien (no puedo mencionar nombre por seguridad), me pide le haga llegar un material que necesita para una puesta de trabajo, pués para el trabajo que realiza con su grupo ha tenido (después de mucha resolvedera con amigos)que hacerlo con bombillos de autos. Se imaginan? Ayer mismo recivo otro correo donde me dice, que ya no necesita nada, la puesta se fué a la mierda (no especifica los motivos, es de suponerse por que). Crear allá es una necesidad de los artistas, si no lo hicieran moririan, por eso ese empeno en hacer las cosas a como sea. No todos tienen la oportunidad de irse, o no quieren. Ya sabemos que no siempre logran llegar a donde quieren, y en la mayoría de los casos, después no pueden ejercer. Triste, pero cierta, la situación de nuestros amigos artistas en la isla.