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Wilfredo Cancio - El festín de la impunidad
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(Property of Rogelio Quintana)
(Habana, 1969. Atrás: Rogelio Quintana y un chico de 3ra y F, cuarto de los expulsados y del que nunca más se volvió a saber. Delante: Bárbara Fernández Melko, Carlos Victoria y Abel Prieto. Foto tomada en la casa de Bárbara y su marido, pintor asesinado por unos delincuentes en El Vedado, por este último.)
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NOTA DEL BLOGGER: Escribí este comentario que aparece a continuación en el blog Penúltimos Días, que fue donde leí el artículo de Wilfredo Cancio en El Nuevo Herald y, por tanto, antiguo compañero de Carlos Victoria.
Es un comentario a veces, incluso, un poco incoherente, porque era mi reacción inmediata posterior a la lectura del texto de Cancio sobre La Isla Fabulante, y con más precisión sobre la utilización de un cuento de Carlos Victoria en esa antología publicada ahora por Letras Cubanas. Como en todo brote psicótico, el enfermo es consciente de lo que hace, pero no puede pararlo, de ahí que después venga la conciencia sobre el hecho vergonzante. No me arrepiento ni me retracto de nada de lo expuesto en ese comentario, en realidad hay muchísimo más, pero sí del apresuramiento y la forma en que lo hice. Pero, en fin, intentaré enmendarlo en un futuro inmediato.
Ahora sólo quiero colgar en mi blog el comentario que, como ya he dicho, dejé en Penúltimos Días, y también después dejé en Encuentro en la Red que, como todo organismo oficial cubano, no se permite a sí mismo bajar a lo humano personal y que en dos visitas posteriores que hice al lugar, por supuesto no había sido publicado. Esto no me importa porque lo que pretendía era que llegara de mi mano a la filial en España de la intelectualidad oficial --"What else?" como dice George Clooney.
En el blog Gaspar, El Lugareño, leí también que no era la primera vez que hacían esto en Cuba con un texto de Carlos Victoria, y busqué en internet y efectivamente encontré, según entendí, que en el 2005 Arturo Arango había publicado su cuenta "La ruptura" en La Gaceta de Cuba. Creo que Arturo Arango es un escritor de cierto prestigio, de esos que tienen el don de la polipresencia y unas veces está aquí, allá o acullá, en fin, un orillero más, que de eso se trata.
David Lago González
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· 2 David Lago González // Apr 2, 2009 at 4:27 pm
Siempre supe que lo de Carlos (Victoria) iba a suceder. Los demás me importan menos hasta llegar a Jesús Díaz, que me nunca me importó ni muerto ni vivo lo más mínimo. Esto lo vi confirmado cuando hace muy pocos meses, un amigo común nuestro (en Cuba) me dijo que había visto un libro de Desiderio Navarro dedicado a Carlos Victoria, y este amigo apuntaba o me preguntaba si no era Carlos el que decía que Desiderio Navarro era chivato. Mucho menos me importa DN, por supuesto. Lo de Carlos ME DUELE EXTRAORDINARIAMENTE.
No sé quién es José Antonio Évora. Mucho menos conozco a Josefa Consuegra Losada. No puedo ni se me ocurre juzgar los traumas ocasionados por la infancia de Carlos, pero, al igual que sus amigos de Camagüey, los conocemos bastante bien y en la medida en que esos traumas fueron parte de su adolescencia, juventud y vida, fueron también parte de las nuestras y siguen siéndolo aún después de muerto. Yo no estoy hablando de monsergas literarias de calidad ni de todo lo anecdótico político que ha pasado en la vida de Carlos y las de los demás, sumamente vinculadas unas a otras. Estoy hablando de amistad y de cariño a raz de tierra, independientemente de cualquier cosa que nos hiciéramos unos a otros. En ese grupo yo era considerado como el más raro; desde hace bastante tiempo, una vez fuera de Cuba y con carácter retroactivo, me fui dando cuenta que el más raro fue él.
Su medio hermana, Josefa Consuegra Losada (o la otra, que creo que vive en República Dominicana), creo que estaba vinculada de alguna manera con el ministerio y con la persona de Abel Prieto. Y creo que por esa razón es que Carlos vuelve a entrar en contacto con Abel Prieto, con quien había compartido universidad, al igual que con Rogelio Quintana (Madrid) y con otro amigo que está en Cuba. En una visita de Carlos a Madrid, y estando compartiendo él, yo, Rafael Zequeira y Víctor Batista una tarde, la conversación se tornó cínica y devino en el tema “mi hijo de puta preferido”; yo me mantuve sin ninguna aportación y no recuerdo cuáles fueron las de los demás, pero los demás le adjudicaron a Carlos que su “hijo de puta preferido” era Abel Prieto; Carlos quiso justificar esto diciendo que cuando le echaron de la universidad, él se había portado bien con él (al respecto Rogelio Q. me diría después que en todo caso eso habría sido con él en particular, pero que en su caso el actual ministro fue y le dijo “lo siento pero sabes que no te puedo saludar más”), momento en el que yo exploté en cólera porque quienes vivimos, padecimos y disfrutamos de todas las consecuencias posteriores fuimos el grupo de Camagüey y nunca supe de ningún vínculo o fleco de amistad entre Carlos y Abel.
No discutimos porque él no se enfrentaba a discutir, pero toda, absolutamente toda mi disconformidad con lo que estaba pasando en él o con el giro que él iba dándole a las cosas, nos llevó a mi enfrentamiento abierto con él y a su distanciamiento y, lo que es peor, a una sistemática manera de ignorarme.
Tomándonos un café en la cafetería de El Prado volvimos a tocar……….bueno, en fin, son cosas personales y este blog es bastante impersonal para hablar sobre temas que la gente no conoce.
Pero mi crítica manifestada a él viene desde que comenzó a publicar en Encuentro con el pretexto (sí o no) de enviar esos 100 dólares a otro amigo común en Camagüey, cosa de la que se encargaba Pío Serrano. Luego vinieron los espacios compartidos con Anabel Rodríguez y con Jesús Díaz, ¡incluso un homenaje dado en Miami a este personaje nefasto! Incluso después descubro un texto escrito por él sobre su encuentro (valga la palabrita) con Jesús Díaz*, en una especie de imagen plástica que me hace suponer a Carlos –bajito– dando un saltico para abrazar a JD cuando le dieron ese premio que tuvo que poner en todas las solapas de los libros y del que nunca jamás de hablaba entre nosotros a no ser por allá por los años 60 para Nikitín y yo burlarnos de él y decir alguna vez “acuérdate…” ¡Incluso después otro texto en no sé dónde (Encuentro seguramente) defendiendo su amistad con Abel Prieto y la peligrosidad que había devenido de ella.
Lo que me extraña es lo mucho que han tardado. Wilfredo Cancio es sumamente ingenuo en esgrimir como “violación” lo de su manuscrito de últimas voluntades.
Estando boqueando, Abel Prieto quería llevárselo para Cuba para “curarle” el cáncer, de la misma forma que quería hacerlo su medio hermana. También querían enterrarlo allí. Y él no cedió. Al menos entonces, recuperó alguna dignidad perdida por el camino de esa cosa que llaman exilio.
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-o-
Con posterioridad inmediata, un amigo me precisó ciertas cosas que en el momento de escribir el comentario de arriba se me habían confundido o descolocado en ese difícil rompecabezas --me niego a citar el hispanismo "puzle"-- que se llama mi (a veces "nuestra") memoria. Dice así:
De: "Augusto" <...>
Para: david2305@yahoo.es;
Enviado: viernes, 3 de abril, 2009 1:21:31
Asunto: Re: Rv: Rv: Rv: last wills y LA ISLA FABULANTE
Dejame ayudarte en algo, si puedo.
Carlos hace un primer viaje a Cuba, en que le dan la Visa sin ayuda, sin ningún problema. Es en el segundo o tercer viaje en el que tiene que renovar la Visa, y es cuando se la deniegan... y su hermana la literata que supongo que se nombre como esta en el testamento, puesto que la otra es abogada, habla con Abel... y la Visa es concedida; pero como nada es gratis tanto aqui como allá; Carlos tiene, accede...o ve que debe acceder (creo que se ve un tanto forzado a entrevistarse con Abel).
Es una entrevista que transcurre toda una madrugada en el Malecón, en una supuesta tiniebla y de la que nunca Carlos me dió niungún detalle...y de la cual yo nada más me di por enterado. Esto creo que te lo he dicho en otras ocaciones no la considere oportuna, ni beneficiosa; y le manifeste mi desacuerdo con ella.
Creo honestamente que el mundo de laberintos en que Carlos vivio hubo siempre un lugar para esa habitación de la Universidad donde la atracción personal por admiración a la inteligencia individual era aplastada por la más burda y primitiva retórica marxista.
Esos cuatro estudiantes tuvieron y tendrán un lugar común....que la miseria humana interrumpió.
Yo no creo que Abel a la hora de la expulsión fuera más condescendiente con Carlos que lo que fue con Rogelio y D. Fue el mismo hijo de puta que es hoy.
Yo personalmente creo que no fue nada prudente que Carlos viese a Abel, como tampoco creo que Abel logro (si es que quería lograr) algo de Carlos. Lo cierto es que ya no tuvo más problemas para viajar a Cuba y pudo volver a ver a su padre.
Con los años Carlos derivo en una persona muy introvertida, taciturna y se aislo de todo lo que no fuera su literatura y su promoción. Lo demás llego un momento en que no lo podía soportar.
Su escritura se leía y él también quiso ser Rey (todos queremos ser Rey o Reina por lo menos un día) yo he encontrado que es inherente a la naturaleza humana y al origen del Carnaval de Brazil. Lo demás es mierda, ni él estuvo de acuerdo realmente con este o aquel pacotilla, que se acercaba a él para no se que mierda de dialogo o que otra morronga.
Que con los anos y su ingenuo prestigio pudo ser más anti-castrista. Si que lo pudo; pero no lo hizo. Quizas lo hizo de una manera diferente, en su desgarrada literatura del destierro, hablando de un periodo en el que estaba aqui... pero vivia allá.
Pero hoy ya esta muerto....y al final no lo ha hecho tan mal. Me duele que nosotros no tengamos los recursos...ni el poder para exigir que sus cosas se publiquen como el testo. Pero no nos dejo el testamento a nosotros..... que somos los que pudiesemos lograr que su voluntad se cumpliese. O por lo menos luchar de una manera desinteresada y honesta por cumplirla.
Habrá que oir mas cosas, pues si...si sigue el acercamiento sobre el puente de huesos del estrecho.
Errata: Los acentos esta cabrona computadora a veces los pones y otras no...hasta que te cansas.
-o.
Remarco como importante aportación de mi amigo a la sicología que el querer "ser rey o reina por lo menos un día, yo he encontrado que es inherente a la naturaleza humana y al origen del Carnaval de Rio." ¡Bravo por nuestro amigo Augusto! Lo del carnaval de Rio debería ser considerado seriamente por todos los filósofos del mundo mundial.
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To be continued...
8 comentarios:
david: fuese por lo que fuese, abel y carlos sí eran amigos personales. recuerda que ambos eran narradores. me apena que digas que "boqueando" abel se lo quiso llevar a curar a cuba. abel le ofreció eso, no "quiso" llevárselo -lo cual suena a violencia-, igual que antes facilitó su visita a su padre -a qué más podría CV venir a Cuba?- y su cremación cuando por fin murió. No sé si detrás de su afabilidad se escondía el mal, como tú no sabes si se esconde detrás de la mía ni yo detrás de la tuya.
Tonino, los dos vivimos juntos con Carlos bastantes años desde la expulsión hasta el año 80. No sé si tú conoces una relación directa en esos años que yo no conocí y que no sé si los demás en Camagüey conocieron. El ministro no se hizo ministro en aquellos años, por lo cual no imagino por qué, más allá de lo "conocible" no habría yo sabido algo de aquel personaje (AP) que no vuelve a aparecer en la vida de este cuarteto ampliado de Alejandría-Camagüey-Santiago-Habana hasta esa segunda visita de Carlos a Cuba.
La reflexión con que cierras tu comentario es infantil. Tú y yo hablamos prácticamente el mismo lenguaje, gracias a lo cual nos podemos comunicar. Yo no me refiero "al mal" como si fuera George Bush hablando del "eje del mal", ¡qué tontería! Pero no puedes situar en la misma tesitura de "normalidad/anormalidad" a personas que no representan a nada ni nadie salvo a sí mismas y a una persona que sí representa cosas al más alto nivel de un país (que todo eso es una mierda, de acuerdo, pero no puede comportarse de la misma manera; igual que Silvio Rodríguez tampoco puede hacerlo con respecto a algunos de nosotros con que sí compartió momentos y épocas). Y sé perfectamente, absolutamente, que detrás de ti como de mí no esconde ningún mal que, al menos, no sea físico.
Desacertada la comparación, piensa en ello esta noche cuando te vayas a la cama.
rogelio, carlos y yo éramos amigos desde que ellos entraron a la escuela en 1969 y fueron a parar a la mista residencia de becados, en 12 y malecón, vedado: luego nos mudaron a 3a y f, también en el vedado.
tú no sabías de AP porque él no iba a los mismo lugares que nosotros, tenía su novia, a veces dormía en su casa, escribía en su propio despacho (recuerda que su padre fue ministro de educación y ellos provienen de una vieja familia de maestros de la ciudad de pinar del río) pero él sí era amigo nuestro antes de ser ministro )y antes de ser ministro fue presidente d ela uneac, y antes de ser presidente de eso dirigió un editorial). verdad que respecto a nosotros pertenecía a cierta "nobleza": sus primeros cuentos los leía alejo carpentier, poseía una casa en marianao con un impresionante despacho de muebles "renacimiento", que seguramente pertenecía a su papá. era un "normal". y nosotros no. pero de que era escritor, lo era, y amigo, lo era.
si no lo supiste qué se va a asé!
Sí sabía de AP en los tiempos universitarios. Posteriormente a la expulsión vuestra, que yo sepa, AP desapareció del panorama cotidiano a no ser que CV y AP mantuvieran una relación secreta durante los 10 años que median entre la expulsión y El Mariel. Durante esos diez años de barranca abajo y sin freno para ti, para mí (hasta que lo paré en algún momento de la segunda mitad de los 70), para CV (que lo continuó en los pantanos del Everglades) y para Nikitín (que lo retomó con más fuerza una vez ya yo fuera en el 82), dime, cojones, por favor a qué llamas "amistad" porque nunca supe que AP hiciera nada por ti cuando casi te linchen en Arquitectura de Santiago de Cuba, ni cuando utilizando como pretexto la novelucha de Truca Pérez finalmente el grupo de Camagüey fue llamado a la Seguridad del Estado, y quienes compartíamos el alcoholismo de CV en Camagüey éramos Nikitín y yo. Con Rogelio está muy claro que AP nunca resucitó ni al tercer día ni al último.
Si no lo supiste qué se va a asé!!
Pero lo que si sé es que la Revolución de mierda, más tarde o más temprano, termina separando a las personas.
También hizo que nos conociéramos y coincidiéramos felizmente todos, para satisfacción nuestra en la medida de cada cual y para siempre. Esa es la vida. Y el reloj no se puede volver atrás. Y, además, para qué.
QUÉ COSA ES LA AMISTAD? buena pregunta: quizä tu exijas de esa categorïa mäs que yo: chico; durante mis años de "barranca" es cierto que AP no se presentó, pero tampoco otros muchos a los que la vida no guardo rencor por su silencio o por su eclipsamiento, en definitiva, cada cual el amigo hasta donde puede, y esa gente no tenía que tener nngún tipo de fé en mi, a pesar de que se llamaran amigos. sin embargo, después que la barranca pasó un poco y volví a encontarme con AP, todo fue muy bien, recuerdo allá en los 80 en un hotel habanero donde yo me hospedaba; luego en la UNEAC de santiago, después en la nacional, etc. hasta los últimas horas de carlos, fui yo (y finita consuegra) quien lo tuve al corriente del proceso: al final final su comentario fue "lo mejor que hizo". ignoro por qué te aferras a "juras de dios" a que un amigo mío y de CV deje de serlo. por qué? como tampoco podría dejar de ser amigo de delfín prat, de koko, tuyo. en fin....
Si hubiera sabido todo lo que acabas de decir en el comentario anterior, me habrías ahorrado hacer los míos. Pero es imposible que reaccionase ante lo que desconocía como si lo hubiera conocido. Creo que esto es una deducción bastante lógica, simple y que cualquiera puede comprenderla.
No me aferro a nada, pero vuelvo a decir que no me pidas que yo actúe o piense como si hubiera conocido lo que no sabía. Lo que dices es absolutamente respetable por mi parte, pero siempre y cuando antes lo hubiera conocido. Tampoco había ninguna obligación en informarme, claro está, pero el secretismo ha conllevado a que yo haya pensado erróneamente. Por lo cual te pido mis disculpas. Y con ellas, al menos de mi parte, me parece innecesario aportar nada más.
No tengo el derecho de meterme en un desacuerdo entre dos amigos, eso no, pero si tengo el derecho de decir como alguien con sangre cubana que fluye en sus venas que AP se beneficia de una dictadura que ha aplastado la vida de millones de personas y que occure lo que occure seguira siendo nefasta en las vidas de los cubanos por decadas venideras, asi que yo no tengo ni una gota de simpatia hacia ese individuo, pero es una reaccion automatica de mi parte, eso si, una reaccion genuina. CS
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