miércoles, 9 de marzo de 2011

Grazie plena

.

_lukasz-murgrabia

.

 

Me pasa como a los ricos muy ricos, que tienen mucho patrimonio pero no tienen cash, con la diferencia (abismal y sensible) de que yo no tengo ni propiedades ni efectivo.  Por eso, esta mañana, después de hacer mi compra (¿pra una semana, para 15 días, para un mes?) en el supermercado de El Corte Inglés, me fui a un ristorante siciliano de nombre Grazie, a comer de su menú.  Ésa era la segunda intención; la primera era coincidir con el siciliano que lleva el asunto: un@ loc@ canos@ de Palermo, puuuuuuuuuuuuuta, infinitamente put@ que me saca de mis casillas. Pero él no trabajaba en ese momento (aunque estuvo por allí y se detuvo a darme la mano llamándome “signore”) y fui atendido por su partenaire, que me trató siempre de “joven” en vez de “caballero”… no sé cuál de los dos cosas más humillantes y equivocadas.  Como con el menú sólo servían un vasito de vino (blanco o tinto), yo me tomé el vasito de vino blanco y además pedí una botella.  Vino blanco de Sicilia, suave pero penetrante, como un amor del que no te das cuenta hasta que cometes el primero de los ridículos.

Desde allí llamé a un par de amigos.  A mi dentista de toda la vida, para que comience a reconstruir esta boca que se cae a pedazos.  Y a otro amigo que se dio un golpe en un dedo del pie y se le ha necrosado.

Naturalmente coroné la aventura con un café italiano, genuinamente italiano, de esos que solo se pueden tomar allí, y en este restaurante de MadriZZZ.

Y volví a casa, deteniéndome en los escaparates de tantas tiendas donde no compraré nada.  Es que yo tengo la obsesión/convicción de que, como a mi padre en los años 50 le tocó el segundo premio de la lotería nacional cubana, a mí también me va a tocar algo alguna vez, no de la cubana pero sí de la española.  Confirmo que cada vez me gustan más las cosas de mujer, colgantes, cositas, mariconerías frías… ¿será que me dirijo hacia un patético cambio de género?  ¿O es simplemente que con la edad me gustan más los colores?

DLG

8 comentarios:

Sofía Serra dijo...

¡pero qué bien vives, David!, ;), compra en el super del corte inglés, almuerzo en restaurante amenizado con buen vino y "buena vista"...jejejeje, con perdón por la transgresión biológica que voy a hacer, pero me he descojonado leyéndote.
Tú no te preocupes, yo creo que eso de que cada vez nos gusten más las mariconadas de las mujeres es cosa de la edad, no de conversión de género, :DD, a mí también cada día me gustan más, y se supone que con la pre-menopausia tendría que estar cada vez más lejos de las hormonas que acompañan al mío, ¿no?...pues nada, cada día me gusta más mirar un escaparate de fruslerías. Eso sí, sólo mirar. para satisfacer mi anhelo por ellas me meto de vez en cuando en un chino, :D para comprarme un broche versión kischt de la camelia de channel, con colorines en vez de en blanco y negro; eso sí, a un euro, :D... en el chino que me coge a mano camino del Mercadona, que es donde hago la compra...jaja
Y no, no hay "ristorant" por el camino de vuelta, ;)
besssos

(que me sigo riendo, vaya, me he partido de risa al leerte)

David Lago González dijo...

Sofía, mi amiga, no siempre es agradable NO disponer de efectivo, y dentro de dos meses tengo que pagar la factura del supermercado del Corte Inglés (porque en los demás ya TAMPOCO tengo crédito). Es una variante un poco extraña de la miseria. Vamos a llamarla "miseria de plástico", o "miseria plástica".

Pero, en fin, quién sabe lo que va a pasar mañana..................

Estoy alegre y blanco siciliano y comienza a dolerme un poco la cabeza.

David Lago González dijo...

Pero LA VIDA ES BELLA.

Margarita Garcia Alonso dijo...

David, cuento con eso, te sacas al Niño o cualquier otra loteria, porque no puedes tener a esa alma encerrada, hijo mio.

besos!!!!

El Tinajón dijo...

Este es un post genial David, lo de las fruslerías de colores y los colgantes, jajaja, Me encanta!!! Pués has tenido un buen día...bien merecido...a gozar que el mundo se va a acabar. Saludos.

Sofía Serra dijo...

De aquí a dos meses podemos estar todos muertos, el no presuponer esa enorme verdad, una verdad de vida, es un gran crédito que algunos tienen el privilegio de conservar u obtener. Otros no son considerados dignos de ser beneficiados por esa contemplación.
Tú no te preocupes, querido David, el futuro no existe hasta que no cambia de nombre.
Mientras podamos hacernos con un buen plato de lentejas y un blanquito (prefiero rosado, sin gases), esto no caerá. Esta puñetera civilización de plástico que todos alimentamos.
besos
espero y deseo que ya se te haya aliviado el dolor de cabeza.

Margarita Garcia Alonso dijo...

Vine a releerla por el encanto, la "Grazie" de pensar que nos vamos de compras por madrizzz, tan llena de chucherias chic!!!!!

ELIO dijo...

Es que te ha pasado lo que dijo Julio Iglesias en una de sus viejas canciones:
"Es que el alma te estaba cambiando
De nino a mujer"......mas o menos.
Ja,ja,ja,ja!!!!!!
Un beso.