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(Mary Pickford)
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----- Mensaje original ----
De: David Lago-Gonzalez <david2305@yahoo.es>
Para: Pucha <...........>
Enviado: viernes, 24 de octubre, 2008 21:44:48
Asunto: Algo así como una carta
Escribe... escribe... ese placer epistolar en realidad ha perdido vigencia. Además, quizás mi dispersión llega también hasta esa actividad, y uno siempre piensa en un mínimo de intimidad que en este caso particular siempre se pone en duda (no es que uno diga nada importante, pero tampoco es cuestión de imaginar que se oyen risitas mientras se escriben las palabras).
¿Qué quieres que diga? Sólo puedo contar las cosas más simples y cotidianas, todas esas que aparentemente no tienen importancia pero que conforman la vida real. Sabes que no soy periodista independiente, que es la moda cubana actual como en los 60s lo eran los poetas, ésos sí, absolutamente dependientes: aquellas manadas de versos a la caña que espiga bien recta hacia el cielo (¿estarían hablando de otra cosa?) con sus miles de libros que se leían unos a otros... ¿Te acuerdas qué sufrimiento? Bueno, pues ésos fueron los ganadores, son los ganadores, y aquellos libros deplorables y babosos se convirtieron en el aval que hoy les hace viajar de feria en feria del libro como si todos estuvieran becados de por vida por la Ford Foundation o por cosas más oscuras e inútiles porque no entiendo cómo tienen dinero para todo. A pagarse la edición de sus propios libros le llaman eufemísticamente "publicado por la editorial xy2", y parece que nunca se miran al espejo para no ver reflejada la realidad. En fin, miseria, patetismo.
La crisis financiera-económica se siente, se palpa, se presiente aún peor y se te clava en un costado. En mis 26 años de etapa española he pasado otras, según la prensa y las estadísticas, pero ésta me parece que es mucho más seria. Esto de estar como esperando algo paraliza un poco. No es que uno tenga proyectos, como me preguntó Carlos un día (yo creo que estaba bajo el efecto de la morfina) y yo, gallego, contesté con otra pregunta: "Vicky Lester, ¿te refieres a mis proyectos de juventud?" ................. Uno no tiene na', pero aun así hay que contar con un poquito de leche y café para hacerse el desayuno. Hablo en sentido figurado, ya sabes, lo cual a lo mejor allí se aplica en sentido literal. Eso es, literalmente, lo que los gilipollas llaman, eufemísticamente, "las dos orillas". Pero en realidad yo creo que hay una sola y única orilla: la chusmería. Recuerdo que Octavio tenía una teoría sobre "la invasión del orillismo", de la marginalidad.
Gil no ha llegado todavía. Ha empezado un curso de teatro. Como bien puedes imaginar --y no podía ser de otra forma-- el director-maestro-profesor (¿te acuerdas de aquel lucumí que nos daba clases de guitarra en la calle Lugareño que nos obligaba a llamarle así?) es..... argentino. Bueno, el chico quiere ocupar el lugar de Paul Newman en el cine, cosa que veo muy difícil. Pero tiene un arma de convencimiento muy potente --ya estás pensando en otra cosa, pero no, te equivocas--: él me dice "déjame recuperar la infancia que no tuve". Y claro, eso te desarma. Es la misma justificación que esgrime para ir al cine: sólo vamos a ver películas de la factoría Disney: deliciosas, y verdaderas y grandes obras de arte. Nada de cine comprometido ni nada medianamente serio. Mucho menos, españolas. Y ni bajo tortura, cine cubano, que ya me cruzo en el barrio con Vladimir Cruz (no make-up) de vez en cuando.
Creo que viene (de allí, allí) mi amigo Orlando. No sé si le conociste alguna vez: nos mataba el hambre durante los dos años post-Mariel con ese divertimento burgués y baladí de comer fuera de casa. Jero me pasó dos direcciones electrónicas pero con tantas advertencias y subrayados sobre lo que podía decir y lo no-no-no podía decir que decidí no escribirle. Con el tiempo se pierde la agudeza para comunicarse en códigos. Felizmente, creo. Voy a ver si le llamo este fin de semana.
Y creo que Elio va en diciembre. Me lo tiene que confirmar.
Desqui buscaba documentación (en realidad quería algo de "salt & pepper") para no sé qué que tenía que escribir sobre Ballagas y yo le hablé de tus libros, que, por supuesto, no ha visto en toda su perra vida. ¿Es que allí pasa como aquí, que los mecenas de la cultura no se encargan de la distribución? Bueno, yo le hablé de lo que nos contaba Carlín Galán a Nikitín y a mí sobre "la casa de la salamandra" y aquél que tenía, y aún las tiene, las uñas ovaladas... Pero parece que persiste cierta atmósfera católica-oficialesca (¿rusa ortodoxa tal vez?) que no gusta de rebuscar en el dobladillo del vestido. Por cierto, mencionando al único Carlín, ¿qué habrá sido de la máscara mortuoria de Ballagas que tenía él en la sala, al lado de su sillón y del radio? ¿Y los Pélaez, los Portocarreros, el Lam? ¿Manolito Martínez --que en La Gloria esté, y no me refiero al poblado del mismo nombre que está por la zona de Vertientes-- daría cuenta de ello?
Bueno, creo que esto es lo más parecido a una carta que me ha salido.
Una pregunta sobre algo que me preocupa. Dime, mi querida Pucha, que sigues manteniéndote virgen ante perversiones linguísticas como el palabro "asere" y cualquier otro derivado???
Besos.
David
David Lago-Gonzalez
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