lunes, 29 de septiembre de 2008

Ratoncito Pérez

.

af3e013d

.

Hay que estar demasiado adolorido,
Ser demasiado… no sé,
Iba a decir demasiado ingenuo.
O demasiado bendito por el Ser Supremo
Y haber vivido suficientemente lo bueno y lo malo
De esta época de abusadores, pillos, redentores, mentirosos,
iluminados, manipuladores.
Iba a decir
Que todo eso
Era necesario para creer firmemente
Que un gesto de cualquiera de nosotros
Perduraría por los siglos de los siglos
—o por lo menos un tiempo suficientemente largo—
Igual a una mano que llegase
Junto a la olla donde el Ratoncito Pérez
se debate a causa de la golosina de la cebolla,
Y lo rescata, y lo coloca empanzado en el borde
Y el bicho descansa
Hasta que se aconseja mejor,
Y salta al piso y se pierde por ahí.
Que claramente eso no ocurriría
Y el Ratón se cocinaría asqueroso
Reventaría asqueroso
Se disolvería asqueroso
en la masa del caldo amarillo más asquerosa aún.
Pero en definitiva
Qué gana el mundo con tales revelaciones.
Qué gana con admitir que la poesía
O el vivir, o el escribir
Son solamente una forma de saber
Y no hace mal ni bien
Y ni enseña ni te deja bruto
Que lo único que hace es impedirte acumular
Posos amargos
Pero que eso tampoco es demasiado
Porque lo sabes tú y ya
Y a veces ni siquiera llegas a saberlo
Sino que sucede
Y tú mismo ni siquiera te dices qué estará pasando,
Y mucho menos
Ah sí, es la poesía: mire usted qué bien hice en ser poeta.
En realidad
Eres un tipo
Que pasa junto a una pared
Caminando de una forma especial,
O no tan especial,
Solamente con un poco de ritmo
O mirando de frente
Y hacia arriba.
Examinado a los demás
No se sabe bien por qué
O para qué —suponiendo que haya un para qué: pero tiene que haberlo
Pues no se hace algo por gusto-
Alguien que parece ir demasiado ligero,
Demasiado deprisa,
Como paseando, como distraído
Como si todo le fuera demasiado bien
Y estuviera aquí sólo de turista.
Vas a ser sólo eso
Alguien diferente
A tu familia, a tus amigos de la infancia, como un turista,
Uno con quien no se puede contar mucho
Uno que no se sabe cómo ni cuándo se separó del grupo
Y se perdió.
No esperes más de escribir cosas
Ni del leerlas en público o imprimirlas,
O dejarlas descansar en una gaveta.
Solamente lo que te acabo de decir.

Pero tampoco vayas por ahí
Pregonándolo
Como si sintieras vergüenza
O culpa
Porque no es verdad.

.

Septiembre 28 – 2008

© Antonio Desquirón, 2008.

 

Etiquetas de Technorati:

No hay comentarios: