Bajo la inmensa piedra,
Debajo de las aguas
Desaparecí.
No enterrado, ni sepultado,
Ni tachado,
(Muerto tampoco:
Mientras no lo olvidan,
El muerto permanece)
¿Cómo explicar esa ausencia?
Se sabe
Que nunca hubo dragones, ni brujas
ni demonios:
Quizás esa tropa
me recoge,
Quizá estoy
Como detrás de un vidrio
Y por mucho que grito,
Hago señas
Bailo, brinco,
Todo sigue lo mismo.
Simplemente vacío:
No hay
Dragones, ni brujas, ni demonios.
Viernes, agosto 29/ 2008.
© Antonio Desquirón Oliva, 2008.
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