No por la crecida de las mareas. No porque sus cimientos se pudran. No por la erosión que provoca la aparente ingenuidad de las palomas. Tampoco por el peso leve pero constante y excesivo de la invasión de japoneses con sus inseparables máquinas fotográficas (o viceversa).
Se hunde --ahora sí, de verdad-- por la presencia de lo impresentable. De lo más impresentable del continente americano, y que --vuelvo a augurarlo-- puede que lleve a su hemisferio sur a una guerra entre países que no sé qué falsa postura siempre ha querido llamar "hermanos" y que en realidad sólo se toleran malamente, pero al menos en paz. Leo con estupor que Chávez asiste a La Mostra para la presentación del filme de Oliver Stone sobre su persona. El culto a la personalidad y la egolatría de nuestro cotidiano Fidel --nuestro monstruito de andar por casa-- han quedado reducidos a nada.
Y qué decir de Mr. Stone, el Sr. Piedra. Qué habría hecho en vida de Hitler, Stalin, Mussolini. ¿Por qué no le hizo películas a Breshnev o Andropov, o Honecker o Ceasescu? Evidentemente en él debe reposar muy hondo una obsesión por el pintoresquismo de maraca y tambó, o de flautita del altiplano. El tiempo dirá si llega al bandoneón...
Pero Venecia, amada Venecia, por Dios te pido que resistas el peso infame del orillismo, de la misma forma con que has sobrevivido a la peste, a la lúes, a la idiotez sabihonda del turismo de masa, para poder recorrerte toda entera de nuevo, una vez más, antes de que la muerte me lleve a regresar para siempre a tus palacios, Patria de los Fantasmas.
(Dedicado a Roger Salas.)
(C) 2009 David Lago González
3 comentarios:
Querido, pues ya son dos plazas a hundirse, la Piazza San Marco y la José Martí, parece que este año los fenómenos naturales están afectando bastante al globo terráqueo, porque claro, la iditez es un fenómeno natural, regalo de la genética defectuosa que es capaz de convertir simios en presidentes y parlamentarios. Que viva la Pepa! Y Dios quiera que Jaimito viva para que haga el cuento a sus futuros nietos.
Venecia no se hundirá, no nos preocupemos, esos simios no pesan tanto como ellos mismos creen. Quedará insinne para permitirnos volver a ella y disfrutarla.Ya sabemos que no es la cultura lo que los mueve a ir hasta allí, sino el protagonismo. Es que los políticos ahora son estrellas de circo (no de cine), y se disputan la alfombra roja como los "artistas", así entre comillas, porque ya sabemos ... Existirá el arte después del arte ?. Que pena !.
Sweet Karin, la Plaza de la Revolución SIEMPRE ha estado hundida y por debajo del fango. Ni siquiera El Fango Musical Internacional (o más bien de habla hispana) logra subir el nivel, sino solamente bajar el de ellos. Y la verdad es que no lamentaré nunca nada de lo que pueda pasarle.
Luisito, d'accord.
Con esos bueyes hay que arar!
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