domingo, 19 de junio de 2011

La resaca del romanticismo

Al mediodía, en la televisión, escuché estas palabras de un joven indignado, que me parecieron pavorosa y tétricamente conocidas y de las que, tonto de mí, pensé al menos hace 30 años que no tendría que volver a oír jamás de manera tan cercana y “convencida”.

El joven decía: a un revolucionario pueden matarle, pero La Revolución sobrevivirá a todos.

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¿Acorazado Potemkin, Así se forjó el acero?  ¿O la verborrea de este negro personaje?

Tony Garifalakis

Tony Garifalakis

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1 comentario:

elio dijo...

No importa la boca que lo vomitara.
La mierda es mierda independientemente de la fosa en que se encuentre. La peste es la misma.