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Tan lejos de El Cairo. (Y de Cuba misma también…)
(http://www.elpais.com/articulo/opinion/lejos/Cairo/elpepuopi/20110205elpepiopi_5/Tes)
Solamente voy a hacer referencia de la Tribuna desde donde Joannie lanza su voz al mundo (o al País) –ahora se me ocurre pensar que igual Bob Dylan escribió “Visions of Johanna” presintiendo que ella iba a nacer algún día –para especular contestando una pregunta que la filóloga con agente en Milano se formula --o como diría ella, imitando el léxico oficial militarista, “se plantea”.
“¿Por qué en Cuba no ocurre algo así?” Inquiere, un tanto lamentosa. Si yo hace 30 años que vivo en libertad y fuera de aquella pecera de peces y moluscos muertos, y no se me ocurre extrapolar situaciones que, aunque existan casuales coincidencias aisladas, no tienen nada que ver con la Revolución, su comunismo y la de-generación que ha motivado y la idiosincrasia cubana –aun en los tiempos en que sólo existían los creoles –no tiene puntos en común con el carácter del mundo árabe, salvo en el aspecto más machista del parecido remoto, cómo te vas a considerar capaz de rellenar media plana de un periódico cuya política de actuación y proyección ya me resulta más intrincada y sorprendente que la del propio presidente del Estado español. Algo sí tengo que reconocer en ti, y es la osadía. Es como Madonna cuando empezaba: a mí me gustaba porque, en fin de cuentas, era una descarada y ni su música ni ella misma valían un comino más allá de su desfachatez para imponerse, pero hoy me harta. Tú me gustaste durante una o dos semanas cuando de cierta forma te mantenías virgen y aparentemente espontánea y fuera de un tono patriotero que yo también detesto, que es ése de envolverse en la bandera cubana y gritar ¡Viva Cristo Rey! Pero ya después te institucionalizaste, como sucede con todo en Cuba, y te caíste del caballo (o de El Caballo, para ser retro-facha). Como Madonna, que se ha convertido como en un país en sí misma.
Además, para vender (o malvender), te adornas del pintoresquismo rancio, manido y facilón de siempre, introduciendo en la coctelera detalles como los tableros de Ifá (que no sé qué coño son), los babalaos, las barajas, los mogotes de Viñales, la arena fina, el mar desnudo y las caracolas, o Varadero y el melao. Te faltó la chiva también. Y por qué nos tienes que reducir a todos a esa imagen de caderas cimbreantes, como si todos fuéramos iguales y meneáramos el culo al mejor postor. Ay, chica, ni siquiera Miguel Barnet pisa tanta inmundicia común.
Ahora bien y para terminar, aparte de lo ya dicho, ¿tú sabes por qué en Cuba no ocurre “algo así”? Porque antes de ti y después de ti, hay mucha gente como tú. Gente que no se manchará de sangre, pero que desde hace rato ingresaron –incluso puede que algunos sin ni siquiera darse cuenta –en La Comisión de la Neutralización para sentar las bases de la supervivencia continuada. Y es justamente contra esa continuación de lo mismo pero parecido, contra lo que parece estar alerta una buena parte del mundo árabe.
© 2011 David Lago González
PD. ¿Hasta cuándo se va a estar dando la falsa imagen de que toda la población cubana está al tanto de las disidencias que se disputan una continuidad metaforizada cuando al ciudadano de a pie prácticamente ya ni sabe lo que en realidad le interesa o quiere, salvo algo que caiga del Cielo como los milagros?
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3 comentarios:
Esta señora es un spam alarmista sobre su grupito de hyper super-freneticos y bien ponderados kamikazes de primeras paginas en periodicos como este; que descubre, de tiempo en tiempo, un filon mediatico y lo agarra y dale con el culebron creando una ficcion del drama cubano.
excelente, sin contar que eres genial en la fraselogia cuando te encabronas.
besos
Así mismo, allá nadie está dispuesto a mancharse, no de sangre, ni de la mierda que pueda enturbiarlos, aunque ésta, la verdad, es la que no los deja respirar.
Un post muy bueno, pero no me la compares con Madonna, por favor. Yoani forma parte de la superproducción del Castrismo, es otra cosa.
Esta es una manera más de recordar que ella pertenece a una élite que no se embarra.
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