.
.
El complejo de inferioridad (y de superioridad) de los nativos de los reinos asociados de España es para mí –a quien la vida le ha ofrecido la oportunidad y suerte de poder mirar muchas cosas desde cierta perspectiva— algo francamente vergonzoso, a veces irritante.
Si se van a referir a Aitana Sánchez Gijón, por ejemplo, pueden etiquetarla como “la Michelle Pfeiffer española”. Y cosas peores. Pero esa especie de subvaloración del producto interior bruto o refinado no se limita solamente a lo frívolo.
En un país donde pase lo que pase, ningún político (de cualquier bando) dimite y por lo general tampoco es expulsado salvo, en el mejor de los casos, harto después de la presión de los medios de comunicación de una tendencia u otra en detrimento del sospechado o inculpado de un partido u otro, La Prensa (y los políticos del turno de noche y los del turno de día) se da el lujo de ridiculizar las dimisiones, renuncias y escarmientos que suceden en otros lugares.
Ayer se publicaba este titular:
El 'caso Ben Ali' tumba a la ministra de Exteriores francesa
Michèle Alliot-Marie tiene previsto dimitir hoy
Hoy leo –no recuerdo ahora si en El Mundo o en El País— algo así como “Sarkozy, forzado a expulsar a…” o “Sarkozy lava su imagen…”
Pues bien, dimisión voluntaria u obligada, al menos Sarkozy pasa por la ducha y la toilette. Pero aquí seguimos gritando “¡Agua va!” a la manera medieval –y debajo, apártate porque te cae todo el meao encima— y ya sea por trajes y corbatas de seda, cacharros de cocina, casas y propiedades anteriormente expoliadas por regímenes totalitarios comunistas (como Cuba) o no (como Guinea Ecuatorial o Marruecos), parcelas, viajes, joyas, caballos, pisos y más pisos, y todo lo que no se dice ni sale a la luz, “naide” se mueve de su sillón. ¿Con qué moral gobierno, oposición y recontra-oposición dilapida el erario público en sesiones extenuantes, aburridas y repetitivas del Congreso y el Parlamento hablando y echándose en cara culpas unos a otros, y osan ponerse chulescos criticando los desmanes que cometen otros impresentables como ellos solo que con mayor desfachatez? ¿Qué moral les asiste para JUGAR a impedir que la “cara presentable” de ETA llegue a las elecciones vascas cuando ellos tienen la propia tan sucia? ¿Qué hablan, unos y otros, de Fidel Castro o de George Bush? ¡Hala, que se limpien antes bien el culo, que, en sus miserables vidas partidizadas, vinieron a conocer las prestaciones del bidet de forma traumáticamente tardía allá por los años 50 y todavía tienen mucha costra pegada de La República y del Franquismo!
© 2011 David Lago González
4 comentarios:
Lo que la tumbó fue la propia corrupción de los políticos franceses, que se la pasan viajando en los aviones de los árabes, y cogiendo regalos caros de ellos. Michèle Alliot-Marie es una buena gestionaria política, pero claro, los árabes saben cómo comprarlos.
Ya lo inmoral no tiene rostro. Por acá otro tanto. No hay mañana que uno de ellos no amanezca cagao u orinao (de tanto que comen y beben con el dinero que le quitan al pueblo)discutiendo sin aprobar nada, y si lo hacen es para embolsarse más.Igual de que partido, las diferencias son sólo cosas que el pueblo se cree, todos son iguales de corruptos e innecesarios.
Olvidé decir que lo que ella hizo es insignificante con lo que hacen otros. Además, sus padres viven en Túnez y tienen negocios allí.
Zoe, yo no arremeto exactamente contra Michelle Alliot-Marie, sino destaco el asunto de que al menos esa señora dimitió o Sarkozy la hizo renunciar, no sé, subrayado eso cuando en España pasan carretas y carretones, imputados, sospechosos, etc., y nadie dimite. Es como una especie de virus que ataca a países mediterráneos como España e Italia.
Publicar un comentario