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ZOÉ VALDÉS - FINAL DE LA ESCENA 52 CON FEOS
http://zoevaldes.net/2011/05/11/final-de-la-escena-52-con-feos/#comment-69541
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(Comentario mío dejado en su blog.)
Hace ya bastantes años escribí LA RESACA DEL ABSURDO. La resaca no se termina nunca. Nunca, nunca, nunca. Para eso es lo que hay que prepararse, en el sentido de acostumbrarse y admitirlo como forma de vida. ¿No se aprende a vivir con una enfermedad? Pues es eso: otra enfermedad. Los “side-effects” del comunismo cubano. Una cosa tienen en común: que transcurren lentamente y no de forma violenta.
El mundo no respeta la situación cubana porque, además de las fobias y filias vinculadas, es algo incomprensible.
Y sí, es diabólico. Pero tan sutilmente diabólico que nadie puede entenderlo. Cincuenta y tantos años de una labor de zapa siniestra que consiste particularmente en la culpabilización del otro. De esa treta solo sale victoriosa La Revolución.
Y los que escapamos por DIGNIDAD, asumiendo todas las consecuencias de lo desconocido, somos los que en verdad somos valientes. Lo fácil habría sido quedarse a vivir allí y deformarse hasta el infinito bajo aquellas circunstancias.
DLG
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3 comentarios:
He tenido que soportar insultos de una señora en facebook que nos llama ignorantes, cuando puse este artículo con la estrella de David. Considera esta señora una ofensa llamar fascistas a los comunistas porque ella dice que nada es comparable con el holocausto nazi.
Evidentemente no tiene estadìsticas en su mente de los crímenes del comunismo mundial, como la mayoría del mundo ella espera a que se saquen las fotos y se publiquen los horrores del comunismo para enterarse y luego decir ¨yo no sabía eso¨.
Madame Valdés, usted es quien merece las gracias.
Hola Roxana.
Gracias por comentar.
Ojalá fuéramos ignorantes, como dice esa señora, pero desgraciadamente sabemos de lo que hablamos.
Y bueno, si sale con la estrella de David, yo no puedo mentir sobre la historia: una parte de mi familia fue expulsada por los Reyes Católicos y la Inquisición, y otra (yo incluido) por los Reyes Cástricos y la Revolución.
Un saludo.
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