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El tratamiento con antivirales reduce en un 96% la posibilidad de transmitir el VIH
E. DE B. - Madrid - 13/05/2011
A falta de una cura o una vacuna, los antivirales pueden tener la solución para frenar la transmisión del VIH. La última evidencia en este sentido es un estudio con 1.736 parejas heterosexuales en las que uno de los miembros tiene el virus (lo que se denominan serodiscordantes) en Brasil y seis países en África. Los resultados han sido tan llamativos que el ensayo, que empezó en 2005, se ha suspendido antes de tiempo. Y la conclusión es que dar retrovirales a la persona afectada reduce el riesgo de transmisión del VIH hasta en un 96%, un porcentaje que está prácticamente al nivel del preservativo.
La agencia de la ONU para la enfermedad, Onusida, cree que el hallazgo puede cambiar el futuro de la enfermedad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo califica de "crucial".
El trabajo confirma otros efectuados previamente pero a una menor escala. En España, por ejemplo, el Centro Sandoval de Madrid lleva años trabajando con parejas serodiscordantes. En su base de datos hay ya más de 500, y, con el control adecuado, en ningún caso ha habido transmisión del VIH, ni siquiera en las que han tenido hijos por medios naturales.
Durante el estudio se facilitaron preservativos y formación a los participantes, pero aun así hubo 27 transmisiones del virus. Y solo una de ellas correspondió a una pareja en la que el miembro infectado recibía antivirales.
La idea de que la medicación es la mejor prevención tiene, sin embargo, algunos inconvenientes. El primero, que antes de ser medicado hay que hacerse la prueba, y parece que no todas las personas que han tenido un comportamiento de riesgo está dispuesta a ello. Se calcula que en los países europeos (incluido España) aproximadamente el 30% de las personas con VIH no sabe que lo tiene.
El otro inconveniente es el precio. En África, un tratamiento de primera línea contra el VIH puede costar unos 300 euros anuales, una cantidad prohibitiva para la mayoría. Y en los países ricos todavía cuesta alrededor de 8.000 euros, el equivalente a más de 8.000 preservativos.
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NOTA DEL BLOGGER: Si en algo no es nada de fiar la Prensa es cuando se pone a dar noticias científicas que, por lo general, están matizadas por el reportero de oficio, y no sé hasta qué punto verdaderamente contrastadas con un profesional.
La “discordancia” en los pacientes portadores del VIH o ya enfermos de SIDA, no está dada porque en una pareja, uno de sus miembros esté infectado y el otro no. Un paciente es “discordante” cuando existe una diferencia notable entre su carga viral y el número de sus células CD4. O sea, cuando mantiene una carga viral negativa, pero la cantidad de estas células en particular es significativamente inferior a 200 u/mm3 y ofrecen una total resistencia a aumentar pese a la aplicación de las más recientes combinaciones y medicamentos.
Por otro lado, transmitir tan deportivamente que una carga viral indetectable (debido a la aplicación continuada durante muchos años de distintos cócteles antivirales) puede reducir el contagio hasta niveles en que prácticamente el uso del preservativo es superfluo, es una información que puede llevar a desechar la mayor protección con que cuenta el ser humano para controlar debidamente la pandemia.
Con vaguedades como ésta, no es necesaria la aportación del Vaticano en contra del condón.
No sé qué hace la Defensora del Lector. Creo que debería también convertirse en Defensora de la Salud del Lector.
DLG
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1 comentario:
Bueno, si dan las noticias científicas como dan las políticas, ya me dirán...
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