viernes, 11 de marzo de 2011

La suerte de los malos (SHAME ON YOU, EUROPE! 3)

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Stela of the lector priest of Amun Siamun and his mother the chantress Amenhotep ca. 1420 B.C.

(Stela of the lector priest of Amun Siamun and his mother the chantress Amenhotep ca. 1420 B.C.)

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La suerte de los malos

Dícese que mejor lo malo conocido que lo bueno por conocer. Yo me iría más al extremo y enmendaría el refrán por “mejor lo pésimo conocido que lo malo por conocer”, y tanto “pésimo” como “malo” pueden, a su vez, ser cambiadas por una numerosa batería de posibilidades --no me digan que ya no estoy aprendiendo a expresarme como los gobiernos… ¿eh?— La baronesa Ashton esgrime que deben actuar como UE (UE significa Unión Europea, pero perfectamente también puede interpretarse como “Únete y Escapa”); a la ONU ni nombrarla siquiera. ¿Para qué existe? ¿Sólo era para la guerra de Irak? ¿Cabe, a todas estas organizaciones internacionales, algún crédito perdido, alguna moral rescatable? La decisión de Sarkozy y Cameron de reconocer a los rebeldes libios y deslegitimar al revolucionario criminal (o viceversa) Muammar al Gaddafi, obviamente tardía, ya al menos es algo, aunque no les exonera de haber sido sus compañeros de jaima. Zapatero busca “legitimidad”. Da risa. Todos dan mucha risa. Mientras tanto, Gaddafi ataca y se recobra. Ahora se dice que bajo su colchón tiene toneladas de dólares –ay, son tan elementales los nativos españoles que hasta pueden llegar a imaginarse al asesino sacándose un pañuelito atado de entre las tetas… ¿En qué quedaron las confiscaciones o congelaciones de la neutral Suiza, de pronto aquejada de un virus letal de buena moral?

Y ya por último, con Los Malos siempre aparece algo que de pronto les salva del juicio: la búsqueda de una exoneración de culpabilidad (que es lo que expende la ONU a manera de mandatos) amenaza con convertirse en más lenta que la justicia española; o de pronto, una desgracia natural que casi barre Japón y borra como un tsunami (palabrita que como “hoja de ruta”, ha devenido en parte del diccionario de esquemas, frases hechas y palabras dadas) lo que parecía una revancha plenamente justificada.

Mi libertad de no ser nadie me vuelve a dar la posibilidad de repetir algo que escribí hace pocos días: están esperando que, después de los ríos de sangre, todo vuelva a ser como antes y no pare de correr el otro río negro del que todos estamos colgados como de una droga dura por la cual mentimos, matamos, olvidamos, obviamos, y estamos dispuestos –ya ni siquiera de forma consciente— a hacer cualquiera otra cosa, inclusive protestar enérgicamente.

© 2010 David Lago González

1 comentario:

Zoé Valdés dijo...

Pienso escribir mañana sobre este tema, me alegra que hayas adelantado algo de lo que iba a decir, te daré link, si es que lo escribo...