.
La destrucción y la muerte, sea bajo tal o cual pretexto, no se pueden cantar ni mucho menos glorificar.
Luis Cernuda
.
“Un marginal, demasiado preocupado por la verdad en la acción, demasiado preocupado por la acción en el pensamiento […] Ahora, y desde hace mucho tiempo, soy un marginal tanto aquí como allí […] Una persona sin partido cuyas opiniones ofenden primero a unos y después a otros…” ***Raymond Aron (autorretrato)***
.
La destrucción y la muerte, sea bajo tal o cual pretexto, no se pueden cantar ni mucho menos glorificar.
Luis Cernuda
.
.
A mis amigos de entonces, a los de siempre,
a los que nunca perdí porque el tiempo nos perdió a todos
.
Vi --y vimos-- The Way We Were muchas veces en Camagüey. También por aquellos tiempos pulularon una cuyo título era un juego de significados entre nombres propios y verbos, Blume in Love, protagonizada por Marsha Mason y George Segall, y transcurría en Venecia, con Tristán e Isolda y Wagner inundando todos los canales de la ciudad con que me obsesioné por conocer algún día (y logré caminarla de punta a cabo); y otra que era A Touch of Class, con Glenda Jackson y George Segall. Pero The Way We Were se convirtió, desde la primera vez que la vimos, en algo entrañable y tan (absurdamente) propio que éramos todos los personajes, actrices y actores al mismo tiempo, incluso hasta la misma arena de Malibu. Si algo deberían premiar con un Nobel o un Cervantes es a la imaginación que teníamos y a la fuerza desdobladora y casi espiritista que la conducía conduciéndonos por sitios, situaciones, historias, amores y sufrimientos que nunca habían sido nuestros, pero, oh Dios mío, padecíamos tanto por toda aquella otra vida que no teníamos que estábamos dispuesto a apropiarnos de cualquiera.
Aunque he tenido otras posibilidades, no había querido volver a ver The Way We Were porque aquí está doblada al español, y no soporto ver ninguna película que ví o disfruté en Cuba doblada a mi propio idioma, cosa que en ese momento se me torna vulgar, cursi y otros cuantos calificativos más. Pero esta tarde estaban pasándola en televisión y, gracias a la TDT, en el idioma original. ¡Ah, qué maravilla! La K-K-K-Katie -–pronúncialo en inglés, imbécil-- activista y cabecidura; el encantador yonker de Robert Redford, el J.J. de las borracheras, que se refrescaban bebiendo sodas en la cafetería donde Barbra Streisand, proletaria, hacía su part-time. Ese momento tan mágico en que JJ y Robert empiezan a enumerar the best Saturday afternoon, the best month, the best year, y la cámara va tomando altura y dejando libre el yate para que siga su camino hacia el futuro.
Y en alguna parte del futuro, el gesto repetido, las miradas detenidas y la certeza del romanticismo de los que siempre fuimos los mejores perdedores.
© 2010 David Lago González
.
.
A la miseria humana respondemos con la belleza humana. Suena un poco panfletista, es cierto. Pero ¿de qué otra manera se puede responder? ¿Con otro insulto? ¿Armando una cadena de esas como las de los pps seudo-religiosos? PUES NO. Por cada insulto recibirán un verso. Cada vez que hackeen nuestros IPs y los utilicen para insultar a terceros y crear la confusión y el recelo entre personas que dedicamos nuestro tiempo a mejores cosas, encontrarán una respuesta como esta que da Karin Aldrey. Me comprometo con ello.
David Lago González
.
Carmin Karin te envió un mensaje.
Carmen Karin Aldrey
July 30, 2010 at 12:18pm
Asunto: de karin
Dedicado a los gnomos anónimos que emplean su precioso tiempo en enviar mensajes denigrantes a los buzones de Facebook, o nos asedian en el chat para desprestigiar a las personas decentes.
En el libro de la envidia firmó su nombre el árbol rayado por puñales. Dejó caer cada gota de su sangre en las páginas borrosas. Se cubrió de acíbar la máscara que hizo del papel y la cubierta. Contaminó otros árboles cercanos reinventando las palabras y mintiendo. Distorsionó las verdes hojas sin pudor hasta marchitarlas y pudrirlas. Entró en el corazón del libro clavándole con saña su inmundicia. Restregó su corteza en la tinta envenenada del curioso libro… y murieron juntos embarrados de malicia en este mundo que a veces es cubierto por la insidia.
Karin
Para Marga. "Margarita, hoy no he visto el Paraíso". Digital Art by C.K. Aldrey
"La gente cree que es libre en ausencia de controles externos,
sin embargo es prisionera de una forma de dominación más
profunda e insidiosa: tiene una sola manera de mirar el mundo."
- Bill O'Brian -
Analizando los acontecimientos en referencia a la posición de los sectores reaccionarios como la extrema izquierda respecto a Cuba, puedo decir que mi desencanto no tiene límites. Nuestra pobre isla es objeto de manipulación constante en aras de anti-imperialismos absurdos. En su léxico dejaron de existir muchas palabras que en el mundo libre se lograron a fuerza de centenarias luchas y sacrificios: libertad de expresión, pluralidad, consenso, reconciliación, derechos humanos, paz, fraternidad. En Cuba, el idioma castellano se ha ido empobreciendo de conceptos progresistas inherentes a la democracia, y enriqueciendo con expresiones, frases y palabras que reafirman como estandartes de guerra, una nueva forma de vida sólo posible en países sin bienestar ciudadano. Son las palabras de la supervivencia, de la intriga, del misterio confabulado, del desdoblamiento, de la carencia, del militarismo, de la desesperación y el pillaje. Palabras implantadas por el surrealismo castrense que navegaron a la subconsciencia del pueblo y se estamparon tristemente en sus neuronas, dejándoles a cambio una amargura que en cinco décadas y por un fenómeno de memoria histórica, se ha integrado genéticamente a su organismo.
Siempre me ha intrigado la existencia de una pléyade marxista que convoca a la libertad y la solidaridad, al compañerismo y a la unión, y que en cambio apoyan a los regímenes más duros y obscuros que gobiernan sobre la tierra. Y me intriga más por el hecho de que muchos de esos simpatizantes, fueron a su vez víctimas de dictaduras, hijos o nietos de mártires, o sencillamente intelectuales con inteligencia para comprender que ningún bandido en el poder que reprima a sus conciudadanos, es persona digna de respeto, admiración y mucho menos de confianza. Cuando en un país existen miles de encarcelados, exiliados, desaparecidos, ajusticiados, y su economía nunca ha estado enfocada a incrementar los beneficios de su población, o por lo menos, que se haya mantenido en su agenda un creciente interés por ello, significa que algo está mal, que no funciona, que por la lógica de los acontecimientos se destapará el disgusto popular y por lo tanto, que surgirán movimientos e individuos que luchen contra el poder opresor.
Sobre la memoria histórica
Carlomagno, tras 47 años de reinado, dejó una estela de muerte y desolación a su paso, la Historia lo enaltece como lo ha hecho siempre con los conquistadores, y lo sitúa en un marco casi religioso de reverencia. En realidad, no fue más que un guerrero en extremo ambicioso que definitivamente cambió la Historia, pero que ignoró su misión más importante, el bienestar, la seguridad y la paz de sus súbditos. “En su actitud expansionista, serán los eslavos los nuevos enemigos de Carlos luchando contra los welátabos, a los que se aliaron los sajones. Estos pueblos del mar Báltico se rebelaron en diferentes ocasiones realizándose diversas expediciones militares contra ellos.” (1) De modo que nos encontramos con que la Historia es un círculo de repetición que cada ciertos ciclos, vuelve sobre sus huellas y duplica los acontecimientos, algo así como un reloj de pared con su tic-tac irremediable.
Carlomagno fue admirado con fervor por miles de adeptos que lo siguieron hasta la misma muerte, dentro y fuera de las fronteras de sus dominios, y durante el transcurso de los tiempos, antes y después de él, existieron otros tantos que encabezaron rebeliones necesarias para cambiar el injusto panorama de sus naciones, o que revolvieron sus ignoradas existencias por instintivas ansias de poder para sublimar el ego minimizado, o porque les entró una pajita en el ojo y arremetieron en contra de la humanidad para desquitarse de la maldita pajita que les nubló la vista hasta dejarlos ciegos. Y siempre, por lo que fuera, hubo idealistas que justificaron que el ciego asesinara en nombre de la pajita. Triste, muy triste. Nuestra inmadurez como seres humanos llega a unos extremos insospechables. Hemos sido capaces de amar a César, Hitler, Napoleón y Mussolini, a Perón o a Pinochet, y aunque se me ericen los pelos al mencionarlo, a Fidel Castro. Hemos adorado a criminales, a falsos héroes que se han inventado biografías exaltadoras de virtudes para ocultar las obscuras fuerzas que se han debatido dentro de sus malsanos y retorcidos corazones. Los hemos hecho crecer, reafirmarse en su fiebre de plenipotenciarios, les hemos construido monumentos, estatuas, tronos, mausoleos, castillos, mansiones, los hemos aplaudido y por ellos hemos odiado, repudiado, censurado y denunciado hasta a nuestros seres queridos como bien sabemos los que hemos vivido en un país ultrajado como Cuba.
Hemos entregado nuestras almas para ser asimiladas por la malignidad de cerebros orientados al vampirismo político. Y horror, nos hemos sentado en las piernas de esos neuróticos para ser amamantados y luego convertidos en bocado predilecto de la voracidad dictatorial. Si bien es cierto que gran parte de este conglomerado humano al que pertenecemos goza y ha gozado de seres extraordinarios, somos, en cierta medida, la raza maldita que el pecado original (o cualquiera que haya sido la circunstancia real o mitológica) se encargó a conciencia de convertir en lo que hoy somos capaces de ser. Einstein lo sugirió cuando afirmaba que su invento usado para el bien, sería de gran utilidad en el mundo, pero manipulado un desastre de proporciones devastadoras, con lo cual demostró su desconfianza en el hombre. Y precisamente de Einstein hay una frase que siempre me gusta mencionar por su cotidiana vigencia: “Dos cosas inmensas existen en la vida, el Universo y la estupidez humana.” El siguiente párrafo tiene que ver con ella.
Según la agencia AIPE de Miami, “Libertad Digital -el principal diario español en Internet - informó sobre un estudio elaborado por Iñigo Moré, director de la consultora Mercados Emergentes. La investigación, publicada por el Real Instituto Elcano de Estudios Internacionales y Estratégicos, con sede en Madrid, reveló las fuentes de financiamiento, durante el primer trimestre de 2003, de las más sanguinarias dictaduras del mundo: Cuba, Irak, Corea del Norte, Irán, Libia y Siria. Su financiamiento proviene principalmente de bancos franceses y alemanes.
Según Michael González, subdirector editorial del Wall Street Journal Europe, “Francia no fue solamente la principal fuente de fondos para los baasitas de Irak. Los bancos franceses han financiado a otros execrables regímenes. Son los prestamistas N° 1 de Irán y Cuba y de enemigos anteriores y actuales de Estados Unidos, tales como Somalia, Sudán y Vietnam”. Entonces aquí nos viene a la mente otra de las clásicas preguntas que nos hacemos cuando nadie nos escucha a los cubanos exiliados, y es que cómo es posible que estos países, por ambición desmedida, hayan vendido sus principios y ensuciado su imagen sosteniendo gobiernos que abiertamente atentan contra los derechos humanos y que impunemente sufragan focos de inestabilidad en otras regiones a costa de la represión y la miseria de sus pueblos, porque sin lugar a dudas, subvencionar intervenciones militares en terceros países, o actividades paralelas relacionadas, es gastar un dinero que por obligación ciudadana debe de invertirse en el bienestar nacional, no en utopías de imperio enano. Un país tercermundista como lo es Cuba hoy por hoy, no se puede dar lujos quijotescos. Desdichadamente, está gobernada por alucinados y corruptos que por suerte están encerrados en una isla, y sostenida por el miedo y la ignorancia.
Sobre la adoración política
Desde que el hombre tuvo conocimiento de su medio y arrastró por el cabello a la mujer para esposarla y así mitificar el dúo procreador, surgió la adoración (2). Aunque esta palabra siempre se ha identificado con un concepto más bien religioso desde el surgimiento del cristianismo, lo cierto es que el concepto en sí data desde el primer orgasmo de la humanidad. Aquella mujer que inspiró un gruñido atronador al cavernario troglodita, aquél musculoso y peludo ser de las nieves de aspecto devorador que sedujo a la más hermosa de las fealdades primitivas, hicieron que la adoración se convirtiera en carrera veloz hacia la cima de la humanidad. Las estrellas, los aerolitos, los cometas que traspasaron la estratosfera para estrellarse contra la superficie de la selva virgen de los comienzos, multiplicaron la indecible necesidad humana de reverenciar lo inexplicable, entre otras cosas, surgieron con ello los tahúres que hicieron del misticismo una profesión lucrativa, y nacieron las primeras mitologías y las elites sacerdotales. El hombre, presionado por el agreste y violento mundo que le había tocado vivir, por instinto desarrolla dos tendencias que siempre lo acompañarían en su evolución a través de los siglos: su agresividad autodefensiva, y su urgencia de sentir protección. Y con ello, la fe, la esperanza, el amor, y la gradual formación de complicados sentimientos, emociones y trastornos psicológicos que poco a poco se fueron integrando a la naturaleza humana como parte esencial de su estructura. Mientras el hombre utilizó su inteligencia para sobrevivir en la selva, se puede decir que la colectividad representaba ese organismo integral necesario y armónico que hizo de los primeros pueblos un ejemplo dinámico de solidaridad humana. Pero cuando entendió que las condiciones cambiaban, su espíritu comenzó a independizarse hasta llegar al punto desastroso de nuestro presente: la desintegración paulatina de la sociedad contemporánea. Desde luego, muchas son las opiniones al respecto y este artículo no pretende desentrañar científicamente ninguno de los aspectos reflejados en él, pero yo me siento estimulada a opinar de acuerdo a mis observaciones constantes, a mis vivencias personales en el reducido medio en el que vive el ser humano de hoy, en esa geografía urbana que promueve la insolación y segrega la individualidad al ghetto y la marginalidad existencial.
En la adoración política, nuestra raza ha emitido infinitas señales de humo equivocadas, y el humo se ha ido expandiendo hasta cubrir gran parte de los textos históricos. Para poner un ejemplo: se han hecho experimentos de cómo una frase dicha al comienzo, cuando viaja de boca en boca deja de significar lo que inicialmente se pretendía. Las historias de las mil y una noches, origen de historias reales, con el tiempo devinieron alfombras voladoras y genios de lámparas mágicas. Nuestros conquistadores, que mucho han sabido de palabras y fraseologías mundanales, han apuntalado siempre sus tejados con vigas abstractas y una vasta y muy bien organizada propaganda proselitista de encantadores de serpientes. Siempre los mismos slogans, las mismas promesas, los mismos compromisos sociales, obligando a visualizar el final del túnel en donde de pronto todo será luz y progreso y el oscuro camino un pasado que tuvo que existir para que la luz renaciera. Y con ese discurso de oradores iluminados, la harta humanidad se deja abarcar por el asfixiante, imposible de liberar, abrazo de la muerte filosofal. La adoración ha dejado su campo abierto para esas rodillas pertenecientes a los más necesitados individuos de la tierra, y la ilusión se parte en pedacitos como naranja dulce para ofrecer su jugo a los sedientos infelices, que de pronto son alegres y optimistas soldados de las utopías. Al menos, en las religiones profesadas y practicadas con benevolencia y amor, existen códigos de natural comunicación espiritual con la esperanza que libera las agonías internas, el sufrimiento, las negatividades y las supuestas culpas adquiridas y heredadas de los prejuicios y las tragedias de la existencia, pero en política, definitivamente, estamos hablando de un juego a veces mortal en donde los principales protagonistas, los entronados por la voluntad de muchos factores en conjunción, mueven las piezas en un tablero de improbables prácticas y abundantes teorías. Por supuesto, es una de nuestras desgracias depender de los políticos para garantizar el orden social, sobre todo de aquellos que someten a través de la barbarie a sus respectivas naciones, pero estamos de acuerdo en que sin ellos, en la sociedad estarían ausentes aquellos que en sus primeras etapas de crecimiento dedican sus vidas a la lucha por los derechos de los conciudadanos y crean las bases del crecimiento económico. Es una gran lástima que la corrupción, el ansia de protagonismo, los complejos de superioridad, la ineficiencia y la incapacidad para gobernar con justicia, conviertan los sueños en agua contaminada escurriéndose entre los dedos de la avaricia y la estupidez.
Sobre la inconsciencia
Cuba lleva cinco décadas arando en el hambreado mar que lo rodea y construyendo hipotéticas murallas de defensa contra el imperialismo norteamericano. Miles de sus hijos han sido juzgados arbitrariamente, torturados, asesinados, vejados hasta la saciedad, despojados de sus elementales derechos, sin embargo, hombres y mujeres sin claridad de conciencia alrededor del planeta aún apoyan la crueldad del régimen fidelista, como se demostró recientemente en España en la presentación del poeta y escritor cubano Raúl Rivero programada en la Universidad de Sevilla. Sin embargo, como dice el Diario de Sevilla en su edición del viernes 7 de Abril, “…a la misma hora, en una abarrotada Casa de la Provincia, el también escritor Eduardo Galeano –icono de la progresía y represaliado por las dictaduras militares– podía dar una conferencia tranquilamente.” Y yo me pregunto, Dios, hasta cuando ese mundo que injustamente se parapeta detrás de los últimos vestigios del otrora socialismo, por demás totalmente disfuncional, impráctico y deshumanizante, tendrá sus ojos cerrados a la triste realidad que vive mi país.
Einstein era un genio, lo sabemos perfectamente. De todas las frases famosas que he escuchado, me quedo con la suya sobre la estupidez y el Universo. Y desde luego, entre la estupidez y el Universo, gana lo segundo, al menos para mí. De todas formas, algún día el hombre se verá forzado a superar la estupidez si desea sobrevivir en este planeta tan necesitado de paz y entendimiento. La puerta de comunicación existe, sólo es posible encontrarla con un poco de amor y una sana disposición al diálogo: la puerta está en nuestros propios corazones.
(1) ArteHistoria.com
(2) Adoración - Latín: ad orare (rezar) Acto de religión por el cual Dios es reconocido como el único digno del honor supremo, por ser infinitamente perfecto, tener dominio supremo sobre todos los hombres y el derecho a la sumisión y entrega total de todos los seres. La adoración es un acto de la mente y la voluntad que se expresa en oraciones, posturas, actos de reverencia, sacrificios y con la entrega de la vida entera. La adoración es el primer acto de la virtud de la Religión. Ej. Adoración Eucarística // Epifanía. (Corazones.org). Adorar - Reverenciar a un ser como cosa divina.// Reverenciar o rendir culto a Dios.// fig. Amar intensamente. (Larousse)
.
... el abogado de Sakineh
Hola David
El Gobierno iraní ha reaccionado a la presión internacional contra la lapidación de Sakineh con una campaña de acoso y amenazas.
El abogado de Sakineh, Mohammad Mostafaei (en la foto), está en paradero desconocido desde el 25 de julio, un día después de ser interrogado por las autoridades iraníes, quedando luego en libertad. Antes de desaparecer, Mohammad dejó escrito en su blog: “Es posible que me detengan”. Ese mismo día, su mujer y su cuñado fueron detenidos.
Además, esta semana hemos mantenido una reunión con la Embajada de Irán en Madrid, a petición suya, lo que demuestra que la presión internacional está surtiendo efecto. Desde Amnistía Internacional ya hemos enviado más de 236.000 firmas a las autoridades iraníes contra la ejecución de Sakineh y necesitamos que nos ayudes a conseguir muchas más para ejercer toda la presión posible.
Habla con tus amigos/as de Sakineh, de la lapidación, y pídeles que firmen aquí para salvar su vida. Con tu apoyo, sabemos que podemos parar las piedras.
Y es que tu apoyo es muy importante para muchas personas que son perseguidas, encarceladas o condenadas a lapidación en Irán. Por eso, hoy te animo a que te unas a Amnistía Internacional y cierres este e-mail con la satisfacción de saber que estás contribuyendo a salvar vidas.
De todo corazón, gracias.
Esteban Beltrán.
Director Amnistía Internacional – Sección Española
.
.
(A day in the life of Gore Vidal, via Chateau Trombeau)
.
Un polemista entre ruinas
Gore Vidal protagoniza una noche pompeyana evocando el Grand Tour
ROGER SALAS - Nápoles - 25/07/2010
(http://www.elpais.com/articulo/revista/agosto/Canto/latino/Pompeya/elpepirdv/20100724elpepirdv_4/Tes)
Todo fue preparado con esmero y una cierta pomposidad, tan teatral como las monumentales reproducciones en escayola del dios Apolo que servían de decorado en el Teatro Grande de Pompeya, dos figuras idénticas enfrentadas en espejo y a la griega, eso que tanto gustaba en los tiempos de Canova.
Han pasado 70 años desde que el escritor pisó Pompeya por primera vez
El Festival de Campania abría anteayer noche un ciclo inédito de encuentros internacionales de literatura: Palabras en viaje. Pompeya y el Grand Tour con un invitado ilustre, Gore Vidal. Como corifeos excepcionales, el poeta y también novelista Jay Parini (desde hace años agente literario ejecutivo de Vidal) y Angelo Cannavacciuolo, que aprovechaba la ocasión para presentar un cuidado libro de fotografías de Pompeya realizadas por Mimmo Jodice con textos inéditos de Parini, Ethan Canin y Jim Nisbet, siempre con el Grand Tour, ese viaje de iniciación cultural puesto de moda por los románticos, como argumento y telón de fondo ilustrado. Todas fotografías en blanco y negro que poco a poco aparecieron en la pantalla.
Gore Vidal se hizo esperar, la última gran figura viva de la literatura estadounidense del siglo XX que no necesita presentación, hombre ilustradísimo, irónico, con una extensa obra que ha levantado a lo largo de 70 años muchas polémicas, y es que Vidal, en cierto sentido, es un polemista al estilo antiguo. La escenografía se completaba con una angulada pila de libros gigantes de lomos historiados y un capitel corintio gigante tumbado, todo interpretado en yeso inmaculado, aquí en Nápoles, donde la tradición del vaciado es especialmente valorada desde la antigüedad. En el centro, la proyección de la pintura pompeyana idealizada de Safo.
Lo que casi arruinó la velada fue un grupo de entusiastas estadounidenses entre el escaso público, apenas un centenar en el centro del graderío, conversadores, bulliciosos, implacables con las cámaras compactas y otros artilugios, provocando un rumor impío durante las disertaciones y aún cuando el primer violonchelista de la orquesta del teatro San Carlo, el virtuoso Luca Signorini servía el prólogo musical con una Suite de Juan Sebastián Bach; los estadounidenses, eufóricos, se atrevieron "graciosamente" a tararear la zarabanda y aplaudir a destiempo.
Cannavacciuolo abrió un breve turno de preguntas al público y fueron tres demandas, dos de ellas políticas, con Kennedy como argumento. La otra, sobre los estadounidenses que siempre, fascinados, han salpicado la costa amalfitana. Y estuvo esquivo Vidal al responder si Ezra Pound o Thornton Wilder no tienen acaso un lugar en esta revitalización utópica y neorromántica del Grand Tour en el siglo XXI: "Sólo estuve cerca de Pound un día, en Spoleto, una vez que Menotti nos invitó a una función de ballet en su festival. Se veía que estaba incómodo por estar a mi lado. En un momento determinado, las luces del escenario llegaron al público y le miré, descubrí la dentadura de un lobo; me pareció un diablo. Él se creía un genio". Punto final. De Wilder, ni un suspiro.
Jay Parini tuvo la cortesía de hablar en un gracioso y bastante correcto italiano con esa gutural que propician los angloparlantes a la lengua de Dante: "Las exigencias del Grand Tour probablemente no han cambiado. Hay que ver, tocar el arte, acercarse a la filosofía del arte y a sus obras, está vigente ese proceso de ilustración". Algo que se contradice con el concepto de turismo masivo contemporáneo: "Es un proceso típico de nuestro tiempo, estamos en la época de las democracias y debemos buscar el modo de humanizar esos recorridos".
Había casi luna llena. Gore Vidal fue traído en su silla de ruedas. Vidal habló sobre la historia se EE UU y sus presidentes y poco del Grand Tour: "Hemos creado un país con la idea de lo nuevo, pero luego las cosas se han torcido". Jay se dirigió a Gore: ¿Cómo te influenció Amalfi? "Bueno, es cierto que no es precisamente Arizona". El público aplaudió y así se relajó el ambiente. Han pasado 70 años desde que pisó Pompeya por primera vez: "Tuve que volver a los Estados Unidos porque comenzaba la guerra, pero volví, y aquí estoy hoy".
En 1948, Gore Vidal viajó en jeep desde Nápoles a Roma con Tennessee Williams al volante: "¡Era un gran autor, pero el peor chófer que he conocido!, además, estaba cegato y es un milagro que llegáramos donde íbamos". También recordó a Federico Fellini, buen amigo: "Era divertido. Escribí para su Casanova". Entonces los micrófonos empezaron a emitir cacofonías. Gore miró a la luna y dijo: "Esta noche no, por favor!".
© Roger Salas
© El País
.
.
.
Las cosas se me han puesto malas en Wooster. Hace un rato justamente conversaba con el dueño sobre el placer de hacer lo que yo hago: leerme el periódico mientras desayuno, lo cual proyecta una cierta imagen del hombre que tiene su vida resuelta. La realidad no es tan así, pero sí estoy totalmente de acuerdo en el placer inmenso, impagable (que en mi caso debo a distintas enfermedades), que me produce ese ejercicio matutino diario.
Pero resulta que hay crisis y que toda persona con un negocio quiere ganar dinero a cómo sea. Yo me siento en un rinconcito, a la entrada del establecimiento, donde sólo hay espacio para dos mesas antiguas pequeñas, y estoy mucho más alejado y protegido de los odiosos y letales humos tabacaleros y remarcadamente apestosos tales como los Ducados y el hashís (no estamos en Amsterdam, pero da lo mismo). Y como hay crisis, el dueño ha instalado allí dos máquinas de jugar, de ésas que sobre todo a los chinos arrebata.
Pero no son simples y comunes máquinas de juego. No, no, no. En mi caso tenía que haber un “añadido”, un plus, un extra, un bonus.
El plus consiste en que una de las máquinas se llama “La perla del Caribe”, y han querido hacerla tan perfecta que la voz grabada que saluda y anuncia los premios o cuando pierde, etc., tiene acento cubano. Pero acento cubano del profundo estandarizado, ese cheo habanero que ya se ha extendido a todo el archipiélago –me cuentan— y que hace que uno no entienda lo que los últimos llegados dicen porque no conocen algo tan básico como la vocalización y todo se institucionalizó con el acere, monina, hermano y broder (lo primero que el inmigrante común imita es lo peor de cada sociedad), de modo que estoy tomándome mi café con leche y leyendo cualquier noticia y de pronto escucho: “¡te la llevaste, acere! ¡qué sue’te!”, o “mete otra monedita, broder”.
Sé que eso sólo me puede pasar a mí. Es un castigo divino. O un castigo de Fidel, que también es algo divino, pero en sentido contrario. La materialización del dicho español de “si no quieres caldo, te darán tres tazas”. Una completa batea de líquido lingüístico de los mangles recibo a veces y tengo que levantarme e irme, o refugiarme en la última de las mesas y aguantar las pestes de los fumadores, o lanzarme a la terraza donde la gente fuma igual y es más caro. No sé cuándo mi querida amiga Trini va a hacer efectiva la ley anti-tabaco (lo único bueno de la legislatura socialista), a pesar de que diariamente le paso un mensaje a su despacho.
Y ahora, esto: una máquina que habla como el tío de la esquina que dejé hace 30 años y que se ha multiplicado geométricamente, haciéndonos pasar por la vergüenza de que todo el mundo piense que los cubanos hablamos así (además de todas las otras etiquetas). Todavía no he coincidido con ningún jugador que se lleve el premio mayor. Supongo que entre el tintineo de las monedas cayendo en la bandeja, se escuchará la voz de Celia Cruz gritando “¡Asssssúca!”
© 2010 David Lago González
.
.
Y qué más da que se vista de verde o de rojo, que aparezca o no aparezca, que hable o que no hable, si esa mala energía, esa odiosa presencia, aun haciéndose ausencia, siempre va a estar ahí, como esas estrellitas o mosquitas bobas que dificultan la visión de los enfermos de glaucoma… Atormentando a la gente hasta el último momento de su vida, ahora con la guerra y el final nuclear del mundo. Sí, quizás él esté muy enterado del asunto, dado su estrecha amistad con el iraní de nombre impronunciable. Pero aunque eso sea lo que vaya a suceder dentro de unos días, que nos deje vivir en paz, ser engañados en paz, ser explotados en paz. ¡No quiero padrecitos, que ya ni siquiera tienen interés en salvar a la patria! ¡Mi vida entera enganchada a ese trozo de inmundicia!
Y no sólo por culpa suya, sino también –y peor— por todos los que le han representado, aun cuando en sentido contrario.
DLG
.
Carlos, se fue otro de los nuestros. ¡Cuánto me alegro de que nuestros héroes fueran siempre lo peor de cualquier sociedad!
Tu amigo, David
Pete Quaife, the Kinks’ basist
.
Pete Quaife, primer bajista de los Kinks
(Su mediación permitió triunfar al grupo pese a las disputas internas)
MIGUEL CALZADA 26/07/2010
Norte de Londres, 1961. Tres adolescentes echan a suertes a quién le tocará colgarse al hombro el bajo eléctrico y renunciar al protagonismo. Van al mismo instituto, adoran a Buddy Holly y quieren ser guitarristas. En unos años el trío se llamará The Kinks y revolucionará la música británica con un riff inolvidable, el de You really got me. Aquella tarde la fortuna no estuvo del lado de Pete Quaife, bajista de los Kinks en sus años más gloriosos, fallecido el 23 de junio, a los 66 años, en Copenhague (Dinamarca).
"De puertas afuera mostrábamos una fachada amable. Por dentro era un campeonato de lucha libre". Así explicaba Quaife, nacido en 1943 en Tavistock, sur de Inglaterra, el ambiente dentro del grupo durante una década salvaje de giras interminables y habitaciones de hotel destrozadas por la furia alcohólica. Sus compañeros de viaje fueron los hermanos Davis: Ray, vocalista ególatra que quería controlarlo todo, y Dave, virtuoso de la guitarra. Los tres se ganaron a pulso una plaza en la llamada british invasion, los grupos británicos que conquistaron América en los años sesenta con sus estribillos.
The Kinks, 1960’s
Genuino rhythm and blues con pinceladas folk. Nostálgicas atmósferas pop que ocultaban la destrucción que se desataba cuando se enfadaban. Mesas rajadas, colchones incendiados, televisiones volando desde el balcón. En Europa les prohibieron tocar en multitud de sitios, y no pudieron girar por EE UU debido a una demanda de la Federación de Músicos que tardó años en resolverse. Su ambición de ocupar el segundo escalón del podio musical por detrás de los Beatles se fue al garete al quedar vedados del mercado norteamericano.
En medio de la discordia, a Quaife se le conocía como El Embajador por mediar entre los dos hermanos. Sus líneas de bajo transportaban a los Kinks y les ayudaban a mantener el equilibrio. Contribuyó de manera decisiva en el disco The Kinks are the Village Green Preservation Society (1968), y sin él no habrían sido posibles ni Face to face (1966) ni Something else (1967). Dejó la banda cuando se perdió el espíritu, cuando la música quedó a un lado y solo se reunían "para repartir los cheques". Era 1969 y terminaba la época dorada de los Kinks, sumidos en una larga decadencia hasta su disolución y posteriores revivals, que aún hoy continúan, con los Davis tan enemistados como siempre.
Quaife se recicló: dejó el rock y se hizo artista gráfico. En sus últimos años vivía en Dinamarca y tocaba el bajo en el coro de la iglesia. Se ha marchado entre rumores de una reunificación de los Kinks que nunca llegó. Para ilustrar la imposible convivencia del grupo, narraba lo sucedido un día de 1965, cuando los tres ex compañeros de pupitre compartían limusina de camino a un concierto. Viajaban en silencio y él se sentaba en el medio. Entonces, cometió un imperdonable desliz: silbó un estribillo de los Beatles. Sin mediar palabra, los hermanos empezaron a atizarse puñetazos. Quaife, como siempre, encajó los golpes.
.
.
.
Mañana es 26. 26 de Julio.
-o-
Mario Vargas Llosa - Héroes de nuestro tiempo
http://www.elpais.com/articulo/opinion/Heroes/tiempo/elpepuopi/20100725elpepiopi_12/Tes
Ya sé que este señor sigue siendo una de esas firmas sacrosantas que va a misa y procesión, pero a mí me gustaba más cuando simplemente era el Varguitas de La Catedral y de aquel periodicucho de Lima donde trabajaba también Pedro (se me olvidó el apellido), el escribidor. Entonces pensaba que él correspondía a lo que escribía, y después me parece que se ha profesionalizado demasiado y nunca es bien pagado lo creído que se lo tiene.
Con Cuba suele acertar bastante, después de haber cantado sus alabanzas. Suscribo todo cuanto dice en La Cuarta Página, salvo ese desmelcoche obsesivo que tiene el latino por llamar a cualquier persona héroe o patriota, o lo contrario. Yo no sé cuál es el pasado mediato de todos nuestros “héroes” pero el hecho de que muchos de ellos hayan sido “mayimbes” (y sus intelectuales, honrosos y orgullosos miembros de la organización estatal que los agrupa y controla su comportamiento) no significa para mí nada positivo. Entiendo perfectamente que no puede ser de otra manera pues ya son varias las generaciones que abarca la “romántica” Revolución de los palotes, y nadie suele nacer outer-space.
Bueno, creo que ahora parecen más calmados después del bombardeo sistemático de manipulaciones que han tenido, pero, a pesar de todo lo mal que lo ha hecho el Gobierno español y sus evidentes intereses nada heroicos sino meramente colonialistas (tanto como el imperialismo norteamericano que les sustituyó y tanto odian visceral y patológicamente), espero que no se les ocurra poner demandas de indemnización como Ingrid Betancourt y como este ex preso de Guantanamo U.S. Base, acogido por el Estado español (hay otro que se niega a aprender español, no sé si transigirá por las lenguas comunitarias), y que recoge José María Irujo –excelente periodista-- en este artículo:
José María Irujo - Guantánamo, gratis
http://www.elpais.com/articulo/espana/Guantanamo/gratis/elpepunac/20100725elpepinac_8/Tes
-o-
Y mañana es 26.
Eso no significa nada para la mayoría, pero para los nacidos en aquellas islas salvajes que descubrió Colón, simboliza LA SEMILLA DEL DIABLO.
Podría cantaros varios himnos (revolucionarios, claro está). No se me han olvidado, no he podido olvidarlos --y eso que ni siquiera fui pionero…-- Algo así como “Historia de la Revolución”: La sangre que en Cuba se derramó, nosotros no la podemos olvidar, por eso unidos debemos estar, recordando aquellos que muertos están… Y en ese momento, Nikitina Joplin daba una palmada y gritaba “¡Pista, muchachitas!” y todos empezábamos a menear las caderas como cabareteras en perfecta alineación.
Pero no, NO, no os asustéis, que “6 x 6 es 36 y en Santiago es el 26”… Mañana 26 –dice el periódico-- es el cumpleaños de un montón de gente linda que me merecen mucho más respeto y admiración que esa basura a cuya celebración por miedo y conveniencia acudirá un millón de personas, lo que el ingenuo mundo exterior (ellos sí que están el outer-space) considerará como “asistencia masiva, o apoteósica”, sin querer darse cuenta de que todo es falso, falso, falso como el amor de los hombres según la copla, y siempre ha sido mentira, mentirita, y postalita (que en esto ZP y acólitos también han sido contagiados, ¿o es innato, propio?). Bueno, el primero, Mick Jagger, uno de los pocos antiguos rockeros todavía vivos (igual que yo, según Google, “uno de los mejores poetas cubanos todavía vivos”). Luego están Helen Mirrell, Sandra Bullock y Kevin Spacey. Blake Edwards. Ana María Matute. Y Fernando Grande-Marlaska. Los demás no es necesario nombrarlos.
Peace and Love, brothers and sisters.
.
© 2010 David Lago González
.
© Mario Vargas Llosa
© José María Irujo
© El País
.
.
Pienso en lo a mano que tienen aquellos que han hecho caso omiso del derecho a la libertad, los vericuetos legales que esa libertad deja y saben utilizar en un momento dado bien a beneficio propio o de una idea, o en contra de alguien molesto. Pienso en lo que puede ser aquel país donde una vez nací si algún día es rozada de nuevo por ese don tan disfrutable y engrandecedor pero no por ello tan apreciado y respetado. Y al mismo tiempo que digo “pienso”, me contradigo y me opongo y no quiero ni pensar las lascas que puede sacar cualquier aprovechado dados los muchos años de entrenamiento que la supervivencia bajo el comunismo les ha brindado y que para algunos ha sido sufrimiento mientras que para otros muchos ha teoría y práctica de las artes del maquillaje. Ya tenemos algunos adelantos: John John Almeida, embozándose tras una falsa apariencia de disidencia para querer salir del país; y aquel muchachito tan desprotegido que llegó un día a Madrid con ínfulas de cineasta genial, camelándose algunas madrinas francesas, para terminar demandando a una de ellas. Creo que, con un poco de suerte, yo no veré esas cosas. No veré de nuevo “otras” cosas.
En el diario de hoy jueves 22 de julio viene esta curiosa noticia sobre los intentos de descendientes de Ceausescu por reconstruir el episodio de la trágica muerte del matrimonio dictador cuando, como se dice en el artículo, si llegan a caer en manos del pueblo sus cuerpos terminan a trozos.
En Colombia –y creo que también lo intentó en Francia— tenemos el caso de Ingrid Betancourt, que hasta yo mismo, que soy la incredulidad hecha hueso y pellejo, me dejé impresionar por su aplomo y estilo casi hollywoodense nada más haber sido liberada.
En este País leo fugazmente que la Iglesia chilena quiere perdonar --¿o elevar a los altares?— a los militares que intervinieron en la represión cuando el golpe de estado de Augusto Pinochet. Me pregunto un poco inquieto si el Cardenal Ortega, con su carita de little green apple, pedirá algún día lo mismo para Raúl y Fidel Castro y demás asesinos, represores y colaboradores…
En España es Manos Limpias y la falange española los que se las agencia para ir contra los excesos de un personaje tan molesto a izquierdas y derechas como Baltazar Garzón.
El genocida de Rwanda es presidente de no sé qué cosa “respetable”. Cuba forma parte de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU. ¿No está este organismo demasiado gobernado por lo políticamente correcto?
En fin, negro panorama para la libertad y la justicia, y para creer en algo.
-o-
Leo también con mucho interés este artículo sobre una realidad desconocida: los drogadictos afganos. Tétrico, terrible. Como decía un verso creo que de Carlos Victoria, que cogimos para el relajo y la burla: “demasiado fuerte para mis pupilas: agua de grietas”.
El vertedero de la historia afgana
© 2010 David Lago Gonzalez
.
.
Es curioso. Leyendo la prensa o viéndole hablar por televisión, da la sensación de que Miguel Ángel Moratinos se expresa sobre Cuba con más propiedad y seguridad de posesión que la que pueda dar Raúl Castro. ¿Sabrán las autoridades cubanas lo que representa el verbo “ningunear”, conjugado en España con suma frecuencia y hasta con un cierto deleite? No es la Cuba oficial la que se burla de la España gobernada: ¡es al revés! Debería darles vergüenza; no al Reino de España sino a la Cuba Comunista por doblegarse así a los patéticos maravedíes de los lobbies Meliá y el mafioso multimillonario Alierta y sus teléfonos, que si te pasas media hora por encima del día límite de pago lo crucifica a uno con una multa de 25 euros + iva. ¿Dónde están el arrojo, la fuerza, los cojones revolucionarios?
¡Qué vergüenza, Señor! ¡Hasta los comunistas cubanos ya no son lo que eran!
¡España, aparta de mí este cáliz!
DLG
.
.
(A Coruña – Gaviotas)
.
El graznido de la gaviota
No es un canto que denote mucha alegría.
Al menos eso me parece a mí.
Es como una conversación
Mantenida en un dialecto que no entiendo pero me gusta.
No se qué hablan, si se insultan o cortésmente se saludan,
Pero adoro que vuelen allá arriba sobre mi cabeza,
Y de pronto inunden mis oídos
Como si el agua del mar bajara volando del cielo,
Como si una ola reventara contra el paredón de mi silencio.
De A Coruña quiero resguardar en mi baúl
Este sonido de mar inverso,
La mística de A Praxa de Azcárraga, las copas entrecruzadas
De los magnolios inmensos,
Y esa flor que hoy ya es ocre resto
De la magnolia deslumbrante
Que un par de días atrás retuve en mi universo.
(A Coruña, Praxa da Azcárraga, magnolia)
.
(Praxa de Azcárraga, A Coruña, 12 de julio de 2010)
© David Lago González 2010
.
.
.
tu lacónico denota la descripción del hombre ilusionado...*
ilusionado por algo tan intangible como la imaginación,
expectante por algo tan hiriente como el azar.
Anhelando amarse de nuevo
mientras se hunde el mundo al amar el informe deseo,
y el trágico error, horror,
de que el afán que pone en cada minuto de espera
sea una vez más una burla de lo adverso.
.
(Madrid, 21 de julio de 2010)
© David Lago González
*Roger Salas
.
.
(Solomon Joseph Solomon, Áyax y Casandra", 1886)
No confundas destino con maldición:
El mundo será uno e infeliz siempre,
El que has imaginado y mereces
A la medida de tu propio instinto.
No exhiben talento estos dioses
Sino iniquidad para dar el servicio
A una lenta pero perfecta ruina.
Dichoso el que escoge sin recato
Un decorado propio para morir.
No tengo sitio, un paisaje preciso
Que pueda considerar mi túmulo y
Al que me dirija la torpe ceguera.
Tu saliva tiene sabor de la mentira
Como el saber es origen del miedo:
¿Por qué llamarán locura a mi voz
Y por qué me da la espalda el reo?
Buscaba la reverencia como huída
Hollando en su propia carne sucia.
No tiene otra espera que sumisión
Ni otro proyecto que limpiar el eco.
En los vestidos anida obsesivo roce,
Un crepitar de arena seca subiendo
Para esconder tantas vergüenzas.
Lívida mi frente, oscuro paladeo
De un sistema preciso de muerte
En el que debo escoger los nombres
De quienes perecerán a mis pies.
Me escucho otra vez a mi misma,
Me aferro a una diosa indolente,
Grito repito el nombre sagrado
Y ni siquiera así cambias de eje.
Ahora estoy hundida frente a la luz
Que no viene de otro astro ignoto
Sino de la marca carne con carne,
En cada gesto surge otra víctima,
Un nuevo nombre que no conocía,
Alguien que debe pagar también
Por el aciago destino de los otros.
(Nápoles-Madrid, 2009-2010)
(de Diez Poemas Homéricos)
.
© Roger Salas
.
.
.
También he dejado este comentario en el artículo de opinión escrito hoy por Zoé Valdés para El País, y como estoy prácticamente seguro de que será considerado “políticamente incorrectísimo” no será publicado o pronto recibiré una orden de detención como posible enemigo público, así que aquí lo tenéis. Realmente hablo en serio.
“Yo nací en Cuba y soy español. Yo les voy a dar una solución qué hacer con nosotros: 1) se nos obliga a volver a todos a la isla de Cuba, 2) ponen sobre ella una especie de escudo anti-misiles o caperuza como la de BP frente a Estados Unidos pero que sea realmente segura, 3) se deja un pequeño orificio en la parte superior, 4) se instala una manguera, 5) se aplica el gas de los nazis, 6) se nos deja podrir y convertirnos en estiércol, 7) la isla vuelve a su estado primigenio y se retira la caperuza, 8) Cristóbal Colón convence a la Reina Sofía para descubrir una nueva ruta hacia las Indias, 9) la realeza, la presidencia, la oposición, los independentistas catalanes y los vascos, la eta, el grapo, todos lo aprueban en el Parlamento bajo la batuta de José Bono antes de divorciarse y pedir la nulidad eclesiástica, 10) DESCUBREN REALMENTE LAS INDIAS, o sea, el error ha sido borrado: el mundo soñador puede comenzar de nuevo a soñar con el Ché Guevara.”
David Lago González
.
.
© Serge Cornellet
.
Iba a comentar este post en el blog de mi amiga Zoé Valdés (http://zoevaldes.net/2010/07/20/el-pasaporte-de-la-hija-de-normando-hernandez-tambien-dice-salida-definitiva/#comments) pero prefiero pasármelo al mío y hacerlo en mi penthouse, porque tal vez mi manera de enfocar las cosas pueda molestar a otros comentaristas y así mi amiga queda eximida de tener que intervenir en ningún sentido. Me parece mucho más saludable así.
“Pues OJALÁ mi pasaporte hubiera dicho SALIDA DEFINITIVA (Y REGRESO PROHIBIDO), pero si hablamos de limbos, además del cónsul español negarme la recuperación de la nacionalidad española --que ya estaba en espera desde antes de cumplir los 21 años-- engañándome con que no tenía derecho, salí (salimos) de Cuba con un VISADO DE TURISTA POR 7 (SIETE) DIAS, que teníamos que sustituir en la comisaría de policía por un permiso de permanencia que tenía validez por tres meses. Esto era formalmente así, pero informalmente era de la forma contraria, lo que pasa que de eso uno se iba dando cuenta paulatinamente mientras iba pasando la vida, e ibas acomodándote a los vaivenes de lo cotidiano. YO NO QUISE SOLICITAR ASILO POLITICO por razones que ya explicaré en mi blog.
Lo siento mucho, pero me es imposible sensibilizarme porque en el pasaporte de la hija de Normando Hernández diga "salida definitiva". Al menos eso, si se toma semánticamente, da una cierta seguridad de que no la devolverán.
Con todo ese tipo de cosas de recién llegados (no me refiero a los liberados sino en sentido general) yo me he vuelto una persona muy dura. Mi casa no era humilde y pobre ni de extracción ni de construcción, y no tengo que decir una cosa por otra, pero a veces creo que es muy saludable pasar un poco de trabajo, y recibir demasiada ayuda acabado de llegar puede ser más perjudicial que positivo.
Yo no tuve el apoyo del Centro Cubano (ni del gallego tampoco) ni de Annabella Rodríguez ni de Jesús Díaz ni de Calvo Sotelo, Fraga, Giscard D’Estaing o Truman Capote, ni de ningún partido ni de ninguna fundación ni de ninguna universidad. Ni mi salida de Cuba se debió a la intervención de nadie. Yo solo quise dejar aquella mierda para siempre y yo solo me las arreglé para sobrevivir, vivir y hacer vivir. Solamente debo el amor que algunas personas me dieron, de una forma u otra, y por desgracia tengo que admitir que la amistad de una de ellas se jodió precisamente por la Revolución cubana, de la que yo sólo viví la mitad de su existencia (y la mía) y ella ni siquiera la mitad de la suya. Puedo decir que este particular es lo único que lamento seriamente. Por lo demás, doy gracias a Dios (o a lo que sea) por no haber tenido nunca ningún tipo de relación con nadie importante públicamente y no deber la vida ni a derechas ni a izquierdas ni al más remoto de los ismos.
Solamente he agradecido, y agradezco, la presencia y la ausencia de las personas que he querido y quiero, y de aquellas que me han brindado su cariño.”
David Lago González
.
.
.
a Luisa Mesa, Liborio, Juan Abreu
y muchos otros comentaristas de un post
que he leído en el blog de Zoé Valdés
(Perdón si ya he contado esto anteriormente o de alguna manera ha salido en otro texto, pero he leído tantas barbaridades en los últimos días a partir de la llegada de los ex reclusos cubanos a Madrid y como “mi desgracia es mi memoria” y al mismo tiempo considero que es muy conveniente, no puedo reprimir el establecer la asociación llegada-hostal sin que ello me traiga buenos y malos recuerdos.)
Mi madre y yo llegamos a Barajas el 8 de marzo de 1982, a las 7 de la mañana, con una temperatura exterior alrededor de 1º. Yo había avisado a dos personas: mi amigo Oscar (R.I.P.) y un antiguo vecino de García Rouco que, además, nos había hecho algunas gestiones aquí en los últimos momentos antes de salir de Cuba. Este último señor no se presentó, por lo cual si no hubiera sido por mi amigo Oscar León, supongo que habríamos terminado en algún albergue o casa parecida de la Cruz Roja o de alguna asociación humanitaria que, por aquel tiempo, no existían todavía en forma de ONGs.
Este amigo nos llevó para un pequeño apartamento en la calle de Maestro Guerrero, a un lado de la Gran Vía y de la Plaza de España, –nada suyo—, que compartía con su pareja, que había tenido la inmensa amabilidad de irse a dormir esa noche a casa de sus padres para que el apartamento no resultara tan minúsculo para todos. Mi madre y yo dormimos en el sofá cama del salón, y a pesar de ser todo pequeño, a mí las dimensiones me parecían enormes. Su pareja era (y es, porque no se ha muerto) español, y, por ese gesto y otros en el futuro, siempre fue muy amable con nosotros. Mi amistad con Oscar pasó por diferentes etapas en realidad vinculadas a su enfermedad (esquizofrenia) pero por entonces no nos dábamos cuenta de aquello o nadie quería admitirlo; lo que sí JAMÁS olvidé que gracias a aquella persona la llegada al nuevo Viejo Mundo no significó para nosotros una tragedia. Los tres hablábamos el mismo idioma y no me refiero al español, sino dentro de él otro distinto que nos hacía, si no especiales, al menos dí diferentes. Ya él había hablado con la dueña de un hostal que está en la penúltima manzana de la Gran Vía (en Madrid, toda la numeración de las calles nace a partir de la Puerta de Sol, considerada como el Kilómetro Cero), y quedaba a unos cien metros de su casa.
El hostal no era lujoso, claro está. Pero sí era lindísimo. Amplio, luminoso. Las puertas de las habitaciones todavía conservaban aquella costumbre tan hermosa de la puerta y la media puerta que permitía no tener que estar encerrado a cal y canto dentro de la habitación. El comedor era francamente enorme, muy luminoso también, y la comida fue inmejorable. Y el baño*, amplísimo, enorme, limpísimo, era común; y quizás eran dos, eso no lo recuerdo muy bien. Todo aquello lo llevaban magistralmente dos señoras que ya pasaban de los 65 –españolas, sí, también, de las mismas que le prendieron fuego al indio Hatuey, que no era cubano porque todavía el país no había sido inventado y lo inventaron nuestros horripilantes, terroríficos y bárbaros ancestros ibéricos (lo de los negros vino después)—, sumamente amables y conversadoras, a quienes siempre les quedé agradecido por quedarse platicando con mi madre cuando yo tenía que salir a alguna cosa y no era necesario que ella me acompañara.
Vivían allí todavía dos hermanos, cubanos, mujer y hombre, que pasaban ya los 60 y vendían tabaco ilegal en la calle, sobre una mesita plegable, casi inapreciables bajo los abrigos y unas mantas pequeñas que se echaba ella por los hombros. Habían formado parte de los 500 escogidos por el gobierno español de UCD cuando los sucesos de la Embajada del Perú en La Habana, inicio físico del Éxodo del Mariel.
Allí estuvimos unos diez días antes de seguir camino a Galicia y nos hicieron un precio tan simbólico que de los primeros y casi únicos 200 dólares que recibí de mi familia de Miami, aún nos sobró dinero.
Sin duda alguna, en los casi 30 años posteriores, habré pasado por ese portal un millón de veces. Alguna vez, al principio de volver de Galicia en aquellos tiempos, pensé visitarlas, pero yo tengo recuerdos muy puntuales y precisos de aquellos primeros días que no me gusta revisitar ni siquiera en la memoria porque llegan a dolerme incluso físicamente. Así que siempre pasé de largo.
Pero siempre he agradecido lo que tenía que agradecer, aunque muchas veces no lo exprese. Es un sentimiento que me impide expresarme en sentido contrario. A lo mejor es que yo no soy más que eso que, en el argot nuestro que conocía de antes, era conocido como “comemierda”, y ni los taínos ni los siboneyes ni los guanahatabeyes ni los negros africanos han intervenido en ello.
© 2010 David Lago González
.
* o “cagadero”, como lo define Juan Abreu en su blog Emanaciones refiriéndose al baño común de los hostales
.
.
© Keith Carter - Calle Del Indio Triste, 1988
.
con el comunismo, saben muy bien a lo que se refieren cuando sus portavoces manifiestan cosas como éstas:
"Como país comunista que fuimos sabemos lo que es la represión y los presos políticos", explica. "El apaciguamiento no es lo mejor. Hay que mantener la presión".
(http://www.elpais.com/articulo/internacional/hay/nada/nuevo/Cuba/elpepuint/20100719elpepiint_4/Tes)
Menos mal que parece que al menos la experiencia en ellos ha servido para la sensatez y para no borrar tan fácilmente de su memoria lo que vivieron. Por esa razón, hay que recordar cada día de dónde salimos. Y de paso, no nos vendría mal recordar hacia dónde vamos.
DLG
.
.
.
Ya este domingo volví a Wooster, después de mi regreso de Celtiberia. Como me acosté y me levanté tarde, aquello estaba en la hora infernal en que la gente desayuna antes de adentrarse en El Rastro a comprar basuras y a que les cartereen. Un matrimonio de indígenas de no sé qué parte del Cono Sur y que parecen salidos de una fotografía del célebre brasileiro Salgado, seguía cantando “Una Paloma” tal cual los dejé la vez anterior que les vi. A mí esa canción me gusta porque me recuerda a mi madre, a la que también le gustaba. En cambio, a ella no le gustaba Olga Guillot, ni a mi familia tampoco, ni ninguna de esas cabareteras: no doubt we were a peculiar kind of Cuban people… En Wooster casi ni puedo hacerme con mi mesita de siempre, porque en la contigua había tres locas implacables que no hacían absolutamente nada por la tolerancia y la coexistencia pacífica de Nikita Kruschov, y una de ellas (la que estaba de espalda a mí, pero que en realidad mantenía su silla esquinada de modo que lo hacía todo más difícil, para mí) fumaba como una antigua lavandera en Cuba. Me acordé de Olga la de Silverio cuando iba a lavar a mi casa y se dejaba el cigarrillo colgando de una de las comisuras de los labios y la parte que da a la boca se le iba humedeciendo porque se lo ponía y se lo quitaba con la mano mojada de la colada, que allí se llamaba lavado y ahora mismo no sé por qué aquí le llaman colada si nada se cuela.
No me dio mucho tiempo para leerme el periódico, porque uno de mis exs me había llamado a las nueve cuando aún dormía para avisarme que venía –él vive ahora en la Jerusalén de Occidente— y yo contesté dormido y seguí durmiendo, de modo que aquel aviso no se me fijó en el hardrive, cosa que frecuentemente me sucede aun estando de lo más despierto. Así que no pude leerme todo el Journal do Madri. Pero sí pude leerme el magnífico artículo de Moisés Naím (verdaderamente un excelente periodista) sobre el tema del Irán nuclear (que yo no sabía que eso se remontaba a tiempos del Sha y a la insistencia de la CIA, y lo ví hace semanas en La Noche Temática), y también otro trabajo escrito por Ángeles Espinosa sobre la fiebre lapidatoria del cro. Ahmadineyad, que ya va a lapidar hasta a su propia madre (¿tendrá?) si se atreve a dar los buenos días al vecino de al lado. En fin, los horrores del mundo, aquellos de los que nos enteramos a pesar de vivir en esta era de saturación informática. Esto se ha convertido en algo tan misterioso como descubrir de dónde nacen los chistes o los power point shows, porque es como si de repente alguien dijera “vamos a hablar de los tutsis” y entonces todo el mundo se pone a escribir sobre los tutsis, y después a otro se le ocurre llevar a primera página el vertido de petróleo de la BP y, ¡hala!, todos los periódicos hablando de lo mismo, pero curiosamente cada vez con más información (más frecuencia) y al mismo tiempo con menos información (menos profundidad). No se crean que no me he dado cuenta… que uno no será listo y yo no supe arreglármelas para bien-vivir en el comunismo ni en el capitalismo, pero, como decía mi madre, “la luz del conocimiento indica” que la sensibilidad y la inteligencia inútil son mis peores enemigos.
© David Lago González, 2010
MOISÉS NAÍM 18/07/2010
http://www.elpais.com/articulo/internacional/preguntas/atomicas/elpepiint/20100718elpepiint_6/Tes
Primera pregunta: cuál es el país de Oriente Próximo cuyo embajador en Washington acaba de decir: “Nuestros militares se despiertan, sueñan, respiran, comen y duermen pensando en la amenaza iraní. No hay ninguna otra amenaza convencional para la cual nuestros militares planean, se entrenan y se arman. No hay ningún otro país en la región que sea una amenaza para nosotros; solo Irán. Por tanto, tenemos gran interés en que Irán no tenga tecnología nuclear”.
a) Israel, b) Jordania, c) Irak, d) Emiratos Árabes Unidos.
Segunda pregunta: a qué país pertenece el alto funcionario que recientemente afirmó: “Un ataque militar contra Irán sería un desastre. Pero Irán con armas atómicas sería un desastre aún mayor… Yo estoy dispuesto a asumir las consecuencias [de un ataque militar a Irán] a cambio de la seguridad de mi país… Quienes hablan de contener y disuadir a Irán me preocupan y me ponen nervioso… Si nadie ha sido capaz de contener y disuadir a Irán de apoyar a grupos terroristas como Hamás y Hezbolá, a pesar de que no tiene un arsenal nuclear, ¿por qué habría Irán de ser más cauteloso una vez que lo tenga? Nada me indica que la contención y la disuasión funcionen con Irán”.
a) Israel, b) Egipto, c) Estados Unidos, d) Emiratos Árabes Unidos.
La respuesta correcta a ambas preguntas es la d. Quien así se ha expresado es Yousef Al Otaiba, el embajador de los Emiratos Árabes Unidos en Estados Unidos.
Al Otaiba no es un diplomático más. Antes de su nombramiento en Washington fue, durante siete años, el director de Asuntos Internacionales de la corte del emir de Abu Dabi y consejero principal del jeque Mohamed bin Zayed Al Nahyan, el príncipe heredero de Abu Dabi, quien también es el vice-comandante supremo de las Fuerzas Armadas de los Emiratos Árabes Unidos. Si bien Al Otaiba la expresa más públicamente que otros, la posición de su país con respecto a Irán también es compartida por un gran número de naciones árabes. Un alto funcionario del Gobierno saudí me confirmó hace unos meses en Riad que, para su país, la posibilidad de un Irán con bombas atómicas es una amenaza vital. Similares sentimientos son fácilmente detectables en los círculos gubernamentales de Egipto, Jordania y otros países de Oriente Próximo.
Irán defiende sus ambiciones nucleares con dos argumentos. El primero es que su programa tiene fines pacíficos y que no pretende desarrollar armas atómicas. El problema es que el único que parece creerse esto es el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. Ni siquiera países con enormes intereses en mantener relaciones armoniosas con Irán le creen, y por ello han decidido imponerle severas sanciones económicas para forzar al Gobierno a que abandone sus planes. Según Dmitri Medvédev, el presidente de Rusia, “es obvio que Irán está cerca de alcanzar el potencial para crear armas nucleares… Irán se está comportando de una manera que está lejos de ser la mejor”.
La segunda línea de defensa de Irán es denunciar la hipocresía de un mundo donde a Israel se le deja tener bombas atómicas y a sus vecinos no. Tienen razón. Pero la hipocresía y el doble rasero son preferibles a un mundo donde todas las naciones que lo deseen puedan tener armas nucleares. En un mundo ideal ningún país debería tener bombas atómicas. Pero en el mundo real, cuantos menos países las tengan mejor estaremos todos. Además, Israel nunca ha definido como uno de sus objetivos estratégicos el acabar con sus países vecinos o “echarlos al mar”, tal como repetidamente ha planteado Mahmud Ahmadineyad refiriéndose a los israelíes. Pero la debilidad más grave del argumento de Teherán es que son los demás países árabes quienes no tolerarían pasivamente un Irán nuclear. La gran paradoja de todo esto es que, durante décadas, el mundo árabe suní ha estado dispuesto a convivir con Israel como potencia nuclear sin que ello los haya impulsado a tener su propia bomba. En cambio, les resulta una amenaza inaceptable que sean sus correligionarios chiíes de Irán quienes tengan armas nucleares.
El peligro, por tanto, no es solo que Irán posea bombas atómicas, sino que ello dispararía una carrera nuclear en una de las regiones más explosivas, políticamente y militarmente, del planeta.
Impedir que Irán tenga bombas atómicas es importante. Impedirlo sin necesidad de recurrir al uso de la fuerza es también muy importante. Por eso el éxito de las sanciones económicas a la hora de disuadir al Gobierno de Irán de que continúe en su senda suicida es esencial para el mundo entero. Estas sanciones son imperfectas, engorrosas, burocráticas y pueden suscitar desdén. Pero su fracaso desencadenaría una tragedia inimaginable.
-o-
Ángeles Espinosa - Cuando la ley es lapidar
http://www.elpais.com/articulo/internacional/lapidar/ley/elpepuint/20100718elpepuint_3/Tes
-o-
Y sobre esto pasé. Simplemente pasé, como una señora en tacones que llega tarde a misa. Para falsificaciones de la Historia del patio donde nací ya es más que suficiente con Rafael Rojas desde Méjico, Distrito Federal. Así que qué puede aportar el hijo de papá Vicent. No, no me leí: podría habérseme cortado la leche del café-latte.
Mauricio Vicent - Cuba ahora… o nunca
http://www.elpais.com/articulo/internacional/Cuba/ahora/elpepuint/20100718elpepiint_11/Tes
.
.
.
Javier Castromori, en su blog Memorandum Vitae, está cada vez más prolífico, rescatando hechos y personajes curiosos que han pasado a la dimensión del olvido y del desconocimiento.
Tanto por sí mismo, como por los tiempos que corren, se agradece un remanso de paz que bucee bajo el petróleo derramado por las circunstancias, la escuálida y temblorosa estructura del coral.
http://memorandumvitae.blogspot.com/
.
.
.
Mauricio Vicent ha debido trabajar a jornada completa en estos días desde la Isla de la Siguaraya bajo ese inclemente 90% de humedad ambiental que fatiga La Habana con tanta impiedad, aun para los pocos privilegiados que puedan moverse en coches con aire acondicionado y dar el salto a grandes salones oficiales donde también funcionan a pleno rendimiento los aparatos, y El Aparato del Gobierno. Esta ola de efervescencia, por suerte me pilló en Galicia de vuelta a mis orígenes celtibéricos y con una temperatura de miedo, que escasamente algún día rondó los 30 grados. No es que quedándome en Madrid yo hubiera ido a formar parte de “la comisión de embullo” [(término acuñado por una antigua compañera de trabajo, Martha Verdugo, gusanísima ella pero de las primeras que quiso organizarme el correspondiente acto de repudio cuando los sucesos de El Mariel --casualmente vivía en la calle San Ramón, frente a Heriberto, su penthouse, sus muchachitas y sus muchachitos (el uso del diminutivo sólo obedece a tipicismos regionales y nacionales, y para nada está vinculado con la pederastia, aclaración hecha)], pero mi distancia, subjetiva y objetiva, digamos que se vio fortalecida por unos cuantos cientos de kilómetros más, no sólo geográficamente sino también en el plano mental.
“La distancia me ha hecho comprender tantas cosas de tu querer…” cantaba Meme Solís con su voz aterciopelada en una canción que creo se llamaba “El Hastío”. Es curioso cómo algunas cosas prevalecen, o toman importancia muchos años después de que se hayan iniciado. Y para confiar y entregarse mínimamente a una causa, a una creencia, incluso un amor o una pasión, hay que tener una cierta fe de la cual partir. Sucede que en lo religioso mi confianza no está ligada a ninguna institución sino que es algo muy personal y profundo. Sucede que desde hace ya algunos años dejé de estar enamorado y no tengo saudades de ninguna nueva pasión que me lleve como un loco a interesarme en y por la vida de alguien. Sucede que en lo político mi fe es nula. No crea nadie que esto me hace subir un peldaño por encima de nadie, aunque tampoco es lo contrario. Simplemente carezco de esa disposición a la entrega que tanto en religión como en política, me haría la vida un poco más llevadera, menos aislada, con muchas menos rozaduras y me dejaría menos expuesto a la perplejidad que advierto en ciertas caras que al verme no saben si saludarme o volverse. Pero en eso los expertos de la Sécurité de l’Etat cubana y el pingajo colgante de todas sus consideraciones comunistas, represivas y enjuiciadoras, no es que me hayan castigado con una etiqueta, no, sino que con precisión milimétrica definieron mi juventud y el resto de mi vida: soy contrario al normal desarrollo de las actividades.
Sé que no son una misma cosa, pero con el mismo tedio y/o con el mismo enfado asisto al juicio que pueda emitir Alpha-66 como al que pueda pergeñar Antonio José Ponte para decir sin decir y pasar por mi vida sin saber que pasabas; o a la heroicidad de un antiguo mercenario (me acostumbré a llamarles así, lo siento) de la Brigada 2506 o a la de Martha Frayde u Orlando Fondevila; o cualquier diatriba entre Silvio Rodríguez y Carlos Alberto Montaner pasando por Hernández Busto y Dinio García; o cualquiera de los “mayimbes in reverse” y Pío Serrano o el falsario historiador del rosado exilio mejicano (en el que todos toditos todos acceden con una facilidad extrema a doctorados universitarios en un país y con unas instituciones que se han caracterizado siempre por ser pro-Estado cubano), el Sr. Rojas; la hija de Fidel, la hija de La Guardia o el hijo de Almeida, o Víctor Batista, si es que alguna vez dijera algo; Germán Puig o una de las momias de Las Mulatas del Fuego; o todos los que aparecen y aparecerán, o los que leo en algún periódico definidos como “uno de los prisioneros de conciencia más conocidos” y yo veo por primera vez su nombre (lo que no es extraño porque no practico ningún tipo de profesión política), o los recién hace poco militares y psicólogos a los que le publican libros y son presentados en la Fundación Ortega y Gasset, lo cual supone el aval de El País; o los que ayer dieron actos de repudio y luego se inmolaron de hambre; o los condecorados por la SEC y luego son símbolos representativos de la Contrarrevolución (perdón, la Disidencia Pasiva, que a las cosas no se les puede llamar por su nombre –pero a lo mejor soy yo el que me equivoco); o todos esos doctorados de universidades norteamericanas que de pronto representan a todo el pueblo cubano; en fin, toda esa gente que una vez –oh, equivocadamente— nos hicieron polvo cuando empezaba a vivir, y ahora que comienzo a acercarme al tránsito infinito, siguen haciendo polvo del polvo, y de pronto todo se olvidó, volvieron a borrar mi vida, y la vida comenzó con la negra primavera y la especial hambruna de un periodo que no inventó la inhumanidad sino que simplemente la continuó. En fin, que tanto la politicheskoĭ intelligentsii como la osnovnoĭ politiki me ofrecen el mismo grado de vacuidad porque en ellas no advierto nada de lo que se puede leer concerniente a lo que en verdad sucede en la gente y con la gente (aquí).
Yo quiero que no me suelten la monserga mediática admisible y admitida de la libertad de expresión y la democracia (enarbolada y defendida por personas que nunca han vivido en tales estados de gracia) y que alguna de estas personas que han llegado ahora me diga, en público y claramente, lo que quiere decir cuando hablan de “cambio”. Porque si el cambio al que se refieren es sobre la misma estructura socio-política, entonces creo que hice muy bien en no confiar en nadie.
Durante mi retiro galego, he podido leer cosas en los periódicos como “El objetivo de este trámite era comprobar que no se trataba de una deportación, sino que su salida del país era voluntaria.” (Mauricio Vicent, El País, 13.07.10)
O “Según el acuerdo, los familiares de los presos podrán regresar a Cuba libremente, mientras que los ex reclusos deberán obtener una autorización para volver.” (Mauricio Vicent, El País, 13.07.10)
O, dado el “gran papel libertador del ministro Moratinos” --en mentideros de la Siguaraya se comenta que el Cardenal Ortega va a proponer su beatificación al Vaticano…--, “la mayoría de los observadores de línea moderada señalan que la aserción de Moratinos es una exageración monumental.” (Andrés Oppenheimer, ¿Una nueva etapa en Cuba?, El País, 13.07.10)
O lo dicho por José Miguel Vivanco (director de Human Rights Watch), preguntado por Oppenheimer: “Obviamente, estamos muy felices por los presos y sus familias, pero nunca se me ocurriría felicitar a un Gobierno por liberar a gente que jamás debió haber estado presa.” (Andrés Oppenheimer, ¿Una nueva etapa en Cuba?, El País, 13.07.10)
Periódicos y otros medios de comunicación españoles han insistido posteriormente en calificar esta puesta en libertad a cambio de distancia por medio. No suelo escatimar epítetos para nada ni para nadie que no se los merezca, pero si ellos firmaron un documento como que abandonaban Cuba voluntariamente, técnicamente no se le puede llamar a eso “destierro obligatorio” (u obligado). Por supuesto, por supuestísimo que lo es, pero insisto en que técnicamente no. Para abandonar Cuba yo tuve que firmar la entrega de mi casa –que era nuestra y no facilitada por la Reforma Urbana--. Por supuesto era condición sine qua non y un chantaje, pero existe un documento en el que yo accedo a entregar mi casa; por lo tanto, el Gobierno no me la expropió. Y si hablamos de libertad y democracia tenemos que entender que éstas son las leyes, aun cuando vayan contra nosotros y, como suele suceder, aquellos que no respetan ninguna regla son los primeros en hacer (mal) uso de ellas.
Supongo que el posible “permiso” que prometen dar a estos ex reclusos si quieren retornar a su Siguaraya, es una mera formalidad estúpida (por falsa y timadora) dirigida a las organizaciones internacionales de derechos humanos y a los distintos gobiernos del mundo (más) libre.
La concesión a sus familiares de no perder sus propiedades (muy posiblemente entregadas por la Revolución y no pertenecientes a ellas desde antes) es, para el resto de nosotros, un insulto y una gran carcajada. Por otro lado, según las normas que actualmente rigen sus condiciones consulares, eso debería implicar el pago mensual de las cuotas consulares de por vida (revolucionaria), y, además, el chantaje de un comportamiento cuando menos anodino o fantasmal en su vida en el exilio (o como coño quieran llamarle). O sea, tú tranquilita --cuando más publica en CubaEncuentro o hate amiguita de Ponte-- porque, si no, pierdes la casita que la Reforma Urbana te dio y a lo mejor era la mía porque tú no eras la verdadera propietaria. ¿Es que todavía hay algún estúpido que se cree más inteligente que La Revolución? Sí, seguro que lo habrá porque está en la naturaleza del cubano: naturalmente para el onanismo mental no existen límites.
En algunos blogs he leído del secretismo que hubo con la llegada. Una prolongación de sus cárceles, nada más. Hay que acostumbrarse poco a poco, puede que hasta sintieran frío, estos gusanos contrarrevolucionarios no entienden los cuidados que pone la Revolución con la salud de sus ciudadanos. Pero tuvieron suerte que no se movilizó Cayo Lara y sus muchachitas para recibirlos con un acto de repudio, porque a los 500 asilados en la Embajada del Perú en abril del 80 los recibieron con gritos e insultos tales como “aquí no queremos chorizos”. Los pobres, muertos de hambre como estaban, pensarían que les iban a repartir chorizos en Barajas.
Y lo de la pensión en Valle del Kas… Prácticamente una humillación cuando pase el tiempo y se den cuenta dónde les metieron. Pero no todos podemos llegar con bequitas de la Universidad de Cádiz ni con El Mundo ni con La Razón bajo el brazo. Y aseguro que también forma parte del aprendizaje de la libertad y la democracia saber lo que vale un peine.
-o-
(PD. He leído que algunos siguen teniendo miedo. Eso, aseguro, no deja de sentirse NUNCA.)
© David Lago González 2010.
.
Sitio
certificado por
|
directorio de blogs |